ARSENAL/Francisco Garfias /
Excélsior, 2 de junio de 2022
* Lo que sigue es una historia de traición. Ocurrió en Sinaloa.
Los dos dirigentes habían suscrito, de cara a las elecciones del 2021, un convenio con el Partido Sinaloense (PAS), que utilizaron para posicionarse en el estado. No cumplieron.
“En todos los municipios en los que se vaya en candidatura común, ambas organizaciones (Morena y el PAS) declaran su voluntad manifiesta de formar cabildos y administraciones incluyentes, representadas por miembros idóneos de las dos agrupaciones.
“El mismo comportamiento debería aplicarse en la integración del gobierno estatal, siempre observando idoneidad en los perfiles”.
Al PAS le aplicaron la cultura de “úsese y tírese”. Les prometieron ocho diputaciones locales, seis municipios, entre ellos Mazatlán, y un cargo en el gabinete estatal.
Sólo les cumplieron al principio. Luego les arrebataron, seduciéndolos, a tres diputados; desconocieron los acuerdos de Mazatlán; y cesaron a Héctor Melesio Cuén, secretario de Salud y fundador del PAS, por órdenes del gobernador Rubén Rocha, valiéndose de mentiras.
“Morena no respeta su palabra. No conoce el honor. Lo que menos soporto son las traiciones”, nos dice Cuén. Remata: “Nosotros sí tenemos palabra”.
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