17 abr 2008

Sorpresiva reunión con víctimas

Fuera de agenda
Benedicto XVI se reunió en la capilla de la nunciatura de Washington con un grupo de víctimas que sufrió los abusos sexuales de sacerdotes pederastas en este país, informó el Vaticano en un comunicado.
La reunión no estaba incluido en el programa del Papa durante su viaje a EEUU, pero había sido pedido con insistencia por la víctimas.
La nota explica que el "pequeño grupo" estuvo acompañado por Sean O'Malley, el Arzobispo de Boston, una de las ciudades más afectadas por los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.
El grupo llegó a las 16:35 hora local, a la sede de la nunciatura de Washington; Benedicto XVI les "escuchó y después les dedicó palabras de aliento y de esperanza", y les
ofreció oraciones "por sus familias y por todas las víctimas de abusos sexuales".
Bernie McDaid, Olan Horne y Faith Johnston, tres de las víctimas que participaron en la reunión, relataron a CNN la reunión, calificándola de "franca y sin guión previo". "Le he dicho (a Benedicto XVI ) que tiene un cáncer creciendo en su Ministerio y tiene que hacer algo", ha relatado McDaid, que salió con la sensación de que el Papa ofreció una esperanza real a las víctimas y de que el problema iba a ser abordado con seriedad esta vez y se tomarán medidas.
Otra de las víctimas, Olan Horne, que coincide con McDaid en lo esperanzador del encuentro, ha relatado que el Papa "comenzó disculpándose" y "parecía comprender de verdad lo que le decíamos". Ha destacado además, que les permitieron compartir sus impresiones con el Papa durante el tiempo necesario. Por su parte, Faith Johnston, ha relatado que su emoción se desbordó al ver al Pontífice: "No le dije nada, llegué hasta él y rompí en llanto, pero no pienso en lo que pude haber dicho; creo que mis lágrimas hablaron por sí mismas".
Por su parte, el Vaticano ha informado, mediante un comunicado de prensa, de la reunión. Las víctimas "rezaron con el Santo Padre, que después escuchó sus historias personales y les ofreció palabras de coraje y esperanza".
El escándalo de los curas pederastas, desatado en 2002, ha costado a las diócesis estadounidenses unos 2000 millones de dólares en indemnizaciones, además de forzar la destitución de Bernard Law, arzobispo de Boston, diócesis donde se concentraron gran parte de los abusos; Law fue sustituido por el cardenal Sean 0'Malley.
El cardenal Francis George, arzobispo de Chicago y presidente de la Conferencia Episcopal, afirmó que la respuesta a los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes han sido "tratada a veces de pésimo modo"
La Pregunta concreta
Que le hicieron al Papa en el avión 777, de la compañía Alitalia bautizado como Shepherd One (El único pastor)fue: -Santo Padre (...) la Iglesia que encontrará en los Estados Unidos es una Iglesia grande, una Iglesia viva, pero también una Iglesia que sufre, en cierto sentido, sobre todo a causa de la reciente crisis debida a los abusos sexuales. El pueblo americano está esperando una palabra de usted, un mensaje suyo sobre esta crisis. ¿Cuál será su mensaje para esta Iglesia sufriente?
Respuesta: (en inglés) Es un gran sufrimiento para la Iglesia en los Estados Unidos y para la Iglesia en general, y para mí personalmente, el hecho de que esto ocurriera. Si leo los relatos de tales sucesos, me resulta difícil comprender cómo fue posible que algunos sacerdotes fracasaran de esta forma en la misión de llevar alivio, de llevar el amor de Dios a estos niños. Estoy avergonzado y haremos todo lo posible para asegurar que esto no se repita en el futuro. Creo que tendremos que actuar en tres planos: el primero es el plano de la justicia y el plano político. No hablaré en este momento de homosexualidad: éste es otro tema. Excluiremos rigurosamente a los pedófilos del sagrado ministerio: es absolutamente incompatible y quien es verdaderamente culpable de ser pedófilo no puede ser sacerdote. En este primer nivel podemos hacer justicia y ayudar a las víctimas, porque están profundamente afectadas. Estos son los dos aspectos de la justicia: uno es que los pedófilos no pueden ser sacerdotes y el otro es ayudar en toda manera posible a las víctimas. Después está el plano pastoral. Las víctimas necesitarán sanación, ayuda, asistencia y reconciliación. Se trata de un gran compromiso pastoral y sé que los obispos y los sacerdotes y todos los católicos en los Estados Unidos harán lo posible por ayudar, asistir, curar. Hemos realizado inspecciones en los seminarios y haremos cuanto sea posible para que los seminaristas reciban una profunda formación espiritual, humana e intelectual. Sólo personas sanas pueden ser admitidas al sacerdocio y sólo personas con una profunda vida personal en Cristo y que tengan también una profunda vida sacramental. Sé que los obispos y los rectores de los seminarios harán lo posible por ejercer un discernimiento muy, muy severo, porque es más importante tener buenos sacerdotes que tener muchos. Éste es nuestro tercer punto, y esperamos poder hacer, y haber hecho, y hacer en el futuro todo cuanto esté en nuestra mano para curar estas heridas.
Datos:
En los últimos cinco años más de 5,000 personas han denunciado haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos cuando eran menores, muchos de ellos huérfanos. Los litigios legales por esta cuestión, y las correspondientes compensaciones, han obligado a las diócesis del país a desembolsar más de 2 mil millones de dólares.

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