Mensaje a la Nación del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Domingo, 5 de Julio de 2009
Domingo, 5 de Julio de 2009
Mexicanas y mexicanos:
Muy buenas noches.
Hoy hemos acudido a las urnas para renovar la Cámara de Diputados. Millones de mexicanos hemos votado libremente, en una jornada pacífica para elegir a los representantes que analizarán y aprobarán las leyes que rigen a nuestro país.
En varias entidades también hubo elecciones para Gobernador, Alcaldes, Legisladores y otros importantes cargos de representación local.
Yo felicito, sinceramente, a quienes con gran responsabilidad y entusiasmo acudieron a votar, así como al casi millón de ciudadanos que voluntariamente prestaron sus servicios, especialmente como funcionarios de casilla para recibir y contar todos los votos.
Gracias a todos los ciudadanos que participaron, nuestro país ha celebrado, una vez más, comicios libres y democráticos. También brindo un amplio reconocimiento a las autoridades electorales, a nivel Federal y a nivel local, por la organización exitosa de esta jornada electoral.
Hoy, más allá de votar por algún candidato o partido, los mexicanos que votamos nos hemos pronunciado en favor de la democracia. Con el compromiso ciudadano, con la convicción y propuestas de los partidos, con la solidez de las instituciones, nuestra vida política es hoy más abierta y más plural.
Esta jornada electoral representa la conclusión de una contienda entre partidos, que estuvo marcada por el contraste de proyectos políticos y por la natural discrepancia de opiniones.
Sin embargo, la contienda ha terminado. La competencia debe quedar atrás, y ahora hay que centrar nuestro esfuerzo en buscar las coincidencias, en privilegiar lo mucho que nos une y en alcanzar los acuerdos que reclama el país para recuperar, cuanto antes, el crecimiento económico, la generación de empleos y la seguridad pública.
Nuestro país tiene ante sí grandes retos que demandan la suma de esfuerzos de todos los mexicanos. Tenemos que ser capaces de mirar alto y de mirar lejos; de poner en el centro de nuestro trabajo político el interés superior de la Nación, por encima de los intereses de los partidos o por encima de los proyectos personales.
Ahora que tenemos una nueva Cámara de Diputados, nuevas legislaturas locales y nuevos gobiernos estatales y municipales en distintas entidades, debemos iniciar, cuanto antes, un proceso de colaboración y de corresponsabilidad, a fin de buscar los acuerdos que permitan elevar el bienestar de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen.
El Gobierno Federal reconoce la nueva composición de la Cámara de Diputados, puesto que ha sido una decisión soberana de los ciudadanos.
Yo felicito a quienes han sido electos y manifiesto la mejor disposición y voluntad del Gobierno Federal, a mi cargo, para dialogar y para colaborar con los nuevos diputados a fin de superar los grandes desafíos que tiene por delante el país.
El ser electo democráticamente implica una enorme responsabilidad. Más allá del partido al que se pertenezca, el asumir la tarea de gobernar o de legislar, obliga a quien lo consigue a gobernar y a legislar para todos; y por lo mismo, a desempeñar un papel activo en la generación de los acuerdos que permitan a México superar sus retos y salir adelante.
Más allá de cualquier diferencia política o partidista, nos debe unir un solo compromiso y una sola prioridad: el bien y el futuro de México.
Uno de los retos más apremiantes es, sin duda, la crisis económica internacional. Es indispensable mantener las condiciones generales de estabilidad macroeconómica, porque son las que nos permiten enfrentar esta crisis con mayor solidez.
Para ello, el Ejecutivo Federal a mi cargo presentará respetuosamente a la consideración del Congreso, y en particular de su nueva Cámara de Diputados, el paquete económico 2010, a fin de que esa soberanía lo analice, lo discuta, lo enriquezca y, si así lo considera bien, lo apruebe.
Y eso constituirá una señal clara a los mercados e inversionistas sobre la responsabilidad que caracteriza la conducción de la economía nacional en este complejo entorno mundial.
Es fundamental que tanto el Legislativo como el Ejecutivo trabajemos juntos, que trabajemos juntos en el necesario fortalecimiento de las finanzas del Estado y en preservar su estabilidad y su solidez.
Sólo así podremos asegurar la ejecución de programas y proyectos prioritarios para el bienestar de los mexicanos, como son las obras de infraestructura, los programas de salud, educación, combate a la pobreza o defensa del medio ambiente, así como el fortalecimiento de la lucha por la seguridad del país.
También será de capital importancia que avancemos unidos en el impulso a la agenda de competitividad económica. Los países con los que México compite están trabajando día con día para darle mayor dinamismo a sus mercados laborales, para mejorar su marco regulatorio, para aumentar su eficiencia fiscal y para fortalecer el ambiente de competencia al interior de sus economías. Buscan atraer más inversiones y generar más y mejores empleos. México no puede quedarse atrás.
Por eso hago un respetuoso llamado a la nueva Legislatura y a los trabajadores, a los empresarios, a los sindicatos, a los académicos, a las organizaciones del sector productivo, a los partidos políticos, para que definamos, entre todos, la agenda de cambios que requiere el país, no sólo para salir de la crisis económica, sino también para crecer a tasas más aceleradas y generar los empleos y el bienestar que demandan los mexicanos.
En estas elecciones fueron electos seis nuevos Gobernadores, más de 500 Presidentes Municipales y 16 Jefes Delegacionales.
A ellos, como al resto de los Mandatarios y Alcaldes del país, les reitero la firme voluntad de mi Gobierno de seguir apoyando a las autoridades locales en el combate que todos los mexicanos libramos contra la delincuencia; éste es un enemigo que no distingue órdenes de Gobierno ni filiaciones partidistas.
Por ello, habremos de perseverar en la tarea de llevar seguridad a todo el país. El papel del Estado en defensa de la seguridad y en el combate a la delincuencia organizada debe preservarse con firmeza. A la vez, les ofrezco trabajar sin distingos para impulsar el desarrollo regional equilibrado en todo el país, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales.
Señoras y señores:
Este proceso electoral nos ofreció la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la participación cotidiana de cada ciudadano en la política y en los asuntos públicos, y reflexionar, también, sobre lo mucho que tenemos pendiente y por delante, para que cada quien revise su actuación y corrija aquello que debe mejorar. La democracia no puede ni debe reducirse al sufragio.
Si queremos transformar a México, si realmente queremos cambiar lo que está mal en el país y mejorar lo que está bien, necesitamos de ciudadanos responsables, que den seguimiento a los compromisos de las autoridades y exijan su cumplimiento; a fin de cuentas, en democracia la ciudadanía tiene siempre la última palabra.
Debemos ser sensibles y atender el llamado que nos han hecho quienes hoy decidieron no votar o no apoyar a ningún partido.
La democracia es un proceso de construcción y perfeccionamiento institucional permanente. Por ello, esta elección nos ofrece, también, la oportunidad de reflexionar cómo podremos mejorar nuestro sistema electoral, a fin de acercar más la política a las necesidades, preocupaciones y participación de los ciudadanos.
Y, por otra parte, revalorar la importancia del cumplimiento de nuestras tareas como ciudadanos.
Yo invito a todos los mexicanos a que impulsemos desde los hogares, las escuelas, los centros de trabajo, un cambio de mentalidad que promueva la participación activa de cada miembro de la sociedad en los asuntos públicos.
A construir puentes para cerrar la brecha entre ciudadanía y política, y avanzar así en la solución de los grandes problemas que tiene el país.
Invito a todos los mexicanos a actuar hoy, a convertirse en protagonistas de la transformación de México, a comprometerse solidariamente como la generación capaz de llevar a nuestro país a un futuro distinto y mejor.
Pensar en México, creer en México, trabajar por México, esa debe ser la ruta de todos.
Muchas gracias.
Muy buenas noches.
Hoy hemos acudido a las urnas para renovar la Cámara de Diputados. Millones de mexicanos hemos votado libremente, en una jornada pacífica para elegir a los representantes que analizarán y aprobarán las leyes que rigen a nuestro país.
En varias entidades también hubo elecciones para Gobernador, Alcaldes, Legisladores y otros importantes cargos de representación local.
Yo felicito, sinceramente, a quienes con gran responsabilidad y entusiasmo acudieron a votar, así como al casi millón de ciudadanos que voluntariamente prestaron sus servicios, especialmente como funcionarios de casilla para recibir y contar todos los votos.
Gracias a todos los ciudadanos que participaron, nuestro país ha celebrado, una vez más, comicios libres y democráticos. También brindo un amplio reconocimiento a las autoridades electorales, a nivel Federal y a nivel local, por la organización exitosa de esta jornada electoral.
Hoy, más allá de votar por algún candidato o partido, los mexicanos que votamos nos hemos pronunciado en favor de la democracia. Con el compromiso ciudadano, con la convicción y propuestas de los partidos, con la solidez de las instituciones, nuestra vida política es hoy más abierta y más plural.
Esta jornada electoral representa la conclusión de una contienda entre partidos, que estuvo marcada por el contraste de proyectos políticos y por la natural discrepancia de opiniones.
Sin embargo, la contienda ha terminado. La competencia debe quedar atrás, y ahora hay que centrar nuestro esfuerzo en buscar las coincidencias, en privilegiar lo mucho que nos une y en alcanzar los acuerdos que reclama el país para recuperar, cuanto antes, el crecimiento económico, la generación de empleos y la seguridad pública.
Nuestro país tiene ante sí grandes retos que demandan la suma de esfuerzos de todos los mexicanos. Tenemos que ser capaces de mirar alto y de mirar lejos; de poner en el centro de nuestro trabajo político el interés superior de la Nación, por encima de los intereses de los partidos o por encima de los proyectos personales.
Ahora que tenemos una nueva Cámara de Diputados, nuevas legislaturas locales y nuevos gobiernos estatales y municipales en distintas entidades, debemos iniciar, cuanto antes, un proceso de colaboración y de corresponsabilidad, a fin de buscar los acuerdos que permitan elevar el bienestar de los mexicanos, especialmente de los que menos tienen.
El Gobierno Federal reconoce la nueva composición de la Cámara de Diputados, puesto que ha sido una decisión soberana de los ciudadanos.
Yo felicito a quienes han sido electos y manifiesto la mejor disposición y voluntad del Gobierno Federal, a mi cargo, para dialogar y para colaborar con los nuevos diputados a fin de superar los grandes desafíos que tiene por delante el país.
El ser electo democráticamente implica una enorme responsabilidad. Más allá del partido al que se pertenezca, el asumir la tarea de gobernar o de legislar, obliga a quien lo consigue a gobernar y a legislar para todos; y por lo mismo, a desempeñar un papel activo en la generación de los acuerdos que permitan a México superar sus retos y salir adelante.
Más allá de cualquier diferencia política o partidista, nos debe unir un solo compromiso y una sola prioridad: el bien y el futuro de México.
Uno de los retos más apremiantes es, sin duda, la crisis económica internacional. Es indispensable mantener las condiciones generales de estabilidad macroeconómica, porque son las que nos permiten enfrentar esta crisis con mayor solidez.
Para ello, el Ejecutivo Federal a mi cargo presentará respetuosamente a la consideración del Congreso, y en particular de su nueva Cámara de Diputados, el paquete económico 2010, a fin de que esa soberanía lo analice, lo discuta, lo enriquezca y, si así lo considera bien, lo apruebe.
Y eso constituirá una señal clara a los mercados e inversionistas sobre la responsabilidad que caracteriza la conducción de la economía nacional en este complejo entorno mundial.
Es fundamental que tanto el Legislativo como el Ejecutivo trabajemos juntos, que trabajemos juntos en el necesario fortalecimiento de las finanzas del Estado y en preservar su estabilidad y su solidez.
Sólo así podremos asegurar la ejecución de programas y proyectos prioritarios para el bienestar de los mexicanos, como son las obras de infraestructura, los programas de salud, educación, combate a la pobreza o defensa del medio ambiente, así como el fortalecimiento de la lucha por la seguridad del país.
También será de capital importancia que avancemos unidos en el impulso a la agenda de competitividad económica. Los países con los que México compite están trabajando día con día para darle mayor dinamismo a sus mercados laborales, para mejorar su marco regulatorio, para aumentar su eficiencia fiscal y para fortalecer el ambiente de competencia al interior de sus economías. Buscan atraer más inversiones y generar más y mejores empleos. México no puede quedarse atrás.
Por eso hago un respetuoso llamado a la nueva Legislatura y a los trabajadores, a los empresarios, a los sindicatos, a los académicos, a las organizaciones del sector productivo, a los partidos políticos, para que definamos, entre todos, la agenda de cambios que requiere el país, no sólo para salir de la crisis económica, sino también para crecer a tasas más aceleradas y generar los empleos y el bienestar que demandan los mexicanos.
En estas elecciones fueron electos seis nuevos Gobernadores, más de 500 Presidentes Municipales y 16 Jefes Delegacionales.
A ellos, como al resto de los Mandatarios y Alcaldes del país, les reitero la firme voluntad de mi Gobierno de seguir apoyando a las autoridades locales en el combate que todos los mexicanos libramos contra la delincuencia; éste es un enemigo que no distingue órdenes de Gobierno ni filiaciones partidistas.
Por ello, habremos de perseverar en la tarea de llevar seguridad a todo el país. El papel del Estado en defensa de la seguridad y en el combate a la delincuencia organizada debe preservarse con firmeza. A la vez, les ofrezco trabajar sin distingos para impulsar el desarrollo regional equilibrado en todo el país, en coordinación con los gobiernos estatales y municipales.
Señoras y señores:
Este proceso electoral nos ofreció la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la participación cotidiana de cada ciudadano en la política y en los asuntos públicos, y reflexionar, también, sobre lo mucho que tenemos pendiente y por delante, para que cada quien revise su actuación y corrija aquello que debe mejorar. La democracia no puede ni debe reducirse al sufragio.
Si queremos transformar a México, si realmente queremos cambiar lo que está mal en el país y mejorar lo que está bien, necesitamos de ciudadanos responsables, que den seguimiento a los compromisos de las autoridades y exijan su cumplimiento; a fin de cuentas, en democracia la ciudadanía tiene siempre la última palabra.
Debemos ser sensibles y atender el llamado que nos han hecho quienes hoy decidieron no votar o no apoyar a ningún partido.
La democracia es un proceso de construcción y perfeccionamiento institucional permanente. Por ello, esta elección nos ofrece, también, la oportunidad de reflexionar cómo podremos mejorar nuestro sistema electoral, a fin de acercar más la política a las necesidades, preocupaciones y participación de los ciudadanos.
Y, por otra parte, revalorar la importancia del cumplimiento de nuestras tareas como ciudadanos.
Yo invito a todos los mexicanos a que impulsemos desde los hogares, las escuelas, los centros de trabajo, un cambio de mentalidad que promueva la participación activa de cada miembro de la sociedad en los asuntos públicos.
A construir puentes para cerrar la brecha entre ciudadanía y política, y avanzar así en la solución de los grandes problemas que tiene el país.
Invito a todos los mexicanos a actuar hoy, a convertirse en protagonistas de la transformación de México, a comprometerse solidariamente como la generación capaz de llevar a nuestro país a un futuro distinto y mejor.
Pensar en México, creer en México, trabajar por México, esa debe ser la ruta de todos.
Muchas gracias.
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