El ministro Genaro Góngora Pimentel, se despidió hoy del alto tribunal con un llamado de alerta por "el alto riesgo social que corre nuestro país".
En medio de aplausos, de elogios a su trayectoria, acompañado de la cúpula del Poder Judicial Góngora dijo que es urgente que el gobierno convoque a las instituciones académicas de más alto nivel del país para que participen en la reconstrucción de la vida nacional.
Después de repasar su trayectoria de 37 años como juzgador, 14 de los cuales se desempeñó como ministro y presidente del máximo tribunal del país, Góngora aclaró que no podía irse sin antes expresar su creciente preocupación "por la situación tan difícil por la que atraviesa nuestro país".
Es preocupante, dijo, saber sobre los altos índices de inseguridad en que vive la población, y la distancia que separa a la sociedad del gobierno. "De mantenerse esta tendencia, no es necesario tener una bolita de cristal para avizorar sobre el alto riesgo social que corre nuestro país. Creo que la paz duradera no se logra con confrontaciones o cobro de facturas políticas ni tampoco con falsos triunfalismos", alertó
En este escenario, dijo, México requiere con urgencia de un Plan Nacional (Sic), del cual carecemos, que responda verdaderamente a los intereses de las mayorías y rescatar el principio político de que la soberanía reside y seguirá residiendo en el pueblo.
Porque, precisó, el pueblo no puede seguir siendo preso de intereses políticos o de grupo, por ello, si queremos construir una paz duradera, es hora de supeditar el interés privado sobre el interés público.
Para la reconstrucción de la vida nacional, explicó, se necesita convocar a las instituciones del más alto nivel, porque su opinión debe escucharse para encausar lo que verdaderamente importa a todos los mexicanos.
Consideró urgente definir lo que México hará en el corto, mediano y largo plazo, y llamó a reformar la función de los jueces.
Góngora también pidió dejar atrás el modelo decimonónico de impartición de justicia, por la que el juez es una máquina que aplica literalmente la ley.
Los otros nueve Ministros hablaron antes que Góngora, Salvador Aguirre, opuesto ideológico con quien tuvo constantes debates y desencuentros pese a su cercana relación inicial, enfatizó la originalidad, la sutileza y el sentido del humor cáustico de su colega. "Nuestras ideas enfrentadas han llegado al debate, la polémica y la controversia (...) sus afirmaciones jamás han sido débiles", dijo Aguirre, al agradecer la cortesía y respeto personal de Góngora.
José Ramón Cossío, quien llegó a calificar a Góngora de perverso y a abandonar una sesión del Pleno en protesta por una de sus intervenciones, destacó la capacidad del Ministro para colocar de inmediato su postura como eje central de muchas discusiones y lo caracterizó como un constructor de mayorías en la Corte.
Margarita Luna Ramos recordó las bromas que por años le han lanzado a Góngora por su parecido con el papa Benedicto XVI, así como un verso de Aguirre en el que se refirió al Ministro como un friegaquedito.
Trayectoria
Góngora tuvo su primer cargo en el Poder Judicial en 1969, como secretario de estudio y cuenta en la Corte, luego de cinco años en el Tribunal Fiscal.
Tres años después ya era juez de distrito, y de 1978 a 1995 fue magistrado de circuito, hasta ser electo para la Corte, luego de la reforma judicial de ese año.
El Ministro reemplazó a su colega Vicente Aguinaco como Presidente de la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal en 1999.
Desde que era Presidente, Góngora entabló una relación cercana y de abierta simpatía con el entonces jefe de gobierno capitalino, Andrés López Obrador, y en la Corte, su posición ideológica se fue haciendo más claramente hacia la izquierda, en antagonismo con las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Aunque se postuló para consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) en 2007, lo que le generó serias críticas en el Poder Judicial, y luego coqueteó con la idea de encabezar la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Góngora a fin de cuentas se dedicará a la cátedra en la Facultad de Derecho de la UNAM, su alma mater, en la que da clases desde 1964.
Todo apunta que mañana el Senado elegirá este martes a los sucesores de Góngora y Azuela, quien dejó su cargo a principios de mes; se perfilan Arturo Zaldívar, y el magistrados Luis María Aguilar
Nota de Víctor Fuentes Reforma on line, y de Carlos Avilez de El Universal.
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