Cynthia Rodríguez y Rodrigo Vera
Publicado en la revista nexicana Proces, # 1740, 7 de marzo de 2010;
ROMA.- El escándalo por abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos contra menores de edad alcanzó a Georg Ratzinger, hermano del Papa Benedicto XVI.
Entre 1964 y 1994, Georg Ratzinger fue director musical de la Escuela del Coro de la Catedral de Ratisbona, al sur de Alemania, donde dos sacerdotes fueron condenados por pederastia... y puede haber más casos.
Uno de esos prelados llegó a prisión en 1971, cuando Georg Ratzinger –hermano del Papa Benedicto XVI– ocupaba ese cargo. El caso del otro cura, un profesor de religión, data de 1958.
Fue Gerhard Ludwig Müller, obispo de esa ciudad germana, quien admitió esos hechos en una carta que escribió y publicó en internet el viernes 5 dirigida a los padres de los niños que sufrieron abuso por parte de los religiosos. Müller prometió aclarar los hechos.
“Me enteré de los casos de abusos sexuales ocurridos en la década de los cincuenta, cuando el director del convento en aquella época, por lo que se sabe, estuvo condenado. Después murió. Estamos fuertemente comprometidos para aclarar todos los casos”, dice la carta publicada en la página web de la diócesis de Ratisbona.
Añade: “Por eso vamos a examinar toda la información, las declaraciones y las acusaciones y, con base en lo que está previsto en el reglamento de la Conferencia Episcopal alemana, informaremos al grupo de trabajo sobre los abusos sexuales de la diócesis de Ratisbona”.
Incluso pide “a todos aquellos que supieron de los abusos sexuales a menores por parte de los sacerdotes o de otros empleados de las instituciones religiosas, o a quien pudo ser víctima de abusos, dirigirse a un miembro de la dirección o a la responsable diocesana, la señora Birgit Boehm (teléfono 0941-26338)”.
Y, dirigiéndose a los padres de las víctimas, señala: “Estamos profundamente consternados por los sufrimientos de ese momento, pues somos conscientes de que los niños son el bien más valioso de todos los padres (...) Los que nos confían a nosotros sus hijos, deben tener la certeza de que haremos todo lo que esté a nuestro alcance por respetar y defender la dignidad de sus hijos con un trabajo educativo, serio y responsable (…)”.
El mismo viernes 5 Clemens Neck, vocero del obispado de Ratisbona, reconoció a la agencia de noticias France Presse “que tenía información sobre presuntos abusos cometidos entre 1958 y 1973, en la cual queremos que se conduzca una investigación transparente”. Y agregó que más víctimas de pederastia en esa escuela se están dirigiendo a la arquidiócesis para solicitar ayuda.
Por su lado, Georg Ratzinger, de 86 años, afirmó ese mismo día a Radio Baviera que él nunca tuvo conocimiento de casos de pederastia durante el tiempo que fungió como director musical de esa escuela.
La diócesis de Ratisbona emprenderá una investigación sobre el caso, anunció Neck, y agregó que al obispado no le consta que actualmente sigan cometiéndose abusos en la escuela, pero consideró probable que algunos pederastas de la institución sigan en activo.
“Un problema muy serio”
El Vaticano declaró el viernes 5 que toma “muy en serio” el problema de la pederastia sacerdotal en Alemania, que ha sumido a la Iglesia alemana en una de sus peores crisis, ya que hasta el momento se han detectado 300 casos de ese tipo de abuso sexual.
Ciro Benedettini, vicedirector de la sala de prensa del Vaticano, dijo que la Curia Romana apoyará a todos los obispos alemanes que están atendiendo los casos de pederastia revelados en las últimas semanas.
Señaló que, por lo pronto, apoyarán la petición de la arquidiócesis de Munich para que se designe a un visitador apostólico que investigue los casos de pederastia que se están reportando en la abadía benedictina de Ettal, en Baviera.
A finales de enero, el semanario Der Spiegel provocó un escándalo con la revelación de abusos cometidos en las décadas de los setenta y los ochenta en el prestigioso colegio jesuita Canisius, de la ciudad de Berlín.
Tras esas revelaciones, las denuncias se multiplicaron y salieron a relucir casos que involucran a distintas congregaciones religiosas, como los salesianos, los franciscanos o los palotinos. Se están documentando casos de pederastia en las regiones de Fráncfort, Augusta, Hildesheim, Essen, Bonn y Baviera.
Ni siquiera se salva Munich, donde Joseph Ratzinger –el actual Papa Benedicto XVI– fue arzobispo en los setenta. Ahí, las autoridades civiles ya abrieron las primeras investigaciones, mientras la arquidiócesis del lugar prometió que habrá “tolerancia cero” hacia sus curas pederastas.
El viernes 12, Benedicto XVI recibirá en audiencia privada al presidente del episcopado alemán, Robert Zollitsch, para debatir las medidas a tomar ante esta grave crisis en la Iglesia de ese país.
Tres días después, el lunes 15, se podría dar a conocer el informe de un año de investigaciones realizadas sobre las faltas del padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
Sin embargo, apenas el jueves 4 el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, descartó que pueda esperarse la publicación en “tiempos breves” del resultado final de la auditoría que se realiza a las instituciones ligadas a los Legionarios de Cristo. Dijo que la fase operativa de la visita apostólica concluirá, según lo previsto, a mediados de este mes, pero aclaró que, luego de esa fecha, las autoridades de la sede apostólica deberán continuar con otros pasos del proceso. “Se requiere tiempo, se debe definir si la información es suficiente, si es necesario solicitar un suplemento de investigación. No esperaría tiempos breves para la decisión definitiva”, declaró Lombardi a la agencia Notimex.
También en Holanda la Iglesia católica inició investigaciones por abusos sexuales dentro de sus instituciones. De acuerdo con el diario Nrc Handelsblad, hay al menos 15 denuncias que implican a 10 sacerdotes del colegio salesiano Don Rua di ‘s-Heerenberg. Sin embargo, señala la publicación, podría haber más casos en otros institutos.
El obispo de Róterdam y presidente de la Conferencia Episcopal holandesa, Adrianus Herman van Luyn, inició una investigación, al igual que el ministro de Justicia de ese país, Hirsch Ballin, por los presuntos casos que ocurrieron entre 1959 y 1971.
El mismo viernes 5, los obispos de la Conferencia Episcopal austriaca lanzaron un llamado por la “verdad y justicia” respecto de los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por religiosos católicos.
“Frecuentemente los culpables son más protegidos que las mismas víctimas; las heridas causadas de los abusos sexuales son particularmente graves donde existen relaciones de confianza, justo dentro de la familia y de la Iglesia”, señalan los obispos austriacos en un comunicado de prensa.
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