7 jul 2013

"Francisco nos dio una caricia en el alma


El papa recibió a madres que perdieron a sus hijos en atentado antisemita en Argentina. Lo proponen como Nobel de la Paz
Francisco recibió a un grupo de madres que perdieron en 1994 a sus hijos en el atentado explosivo a la mutual judía AMIA, en la ciudad de Buenos Aires. 
Le propusieron candidarlo como Premio Nobel de la paz. Uno de ellos dijo: “Lo que más necesitamos es una caricia en el alma”, en el fondo una caricia de Dios a través de la persona del papa.
"Francisco nos dio una caricia en el alma
Roma, 06 de julio de 2013 (Zenit.org) H. Sergio Mora |

El papa Francisco recibió ayer por la tarde a un grupo de madres que perdieron en 1994 a sus hijos en el atentado explosivo a la mutual judía AMIA, en la ciudad de Buenos Aires. El papa les recibió por una hora y media. Ellos no pidieron acciones concretas, sino que les acompañe en este camino que están recorriendo. Le propusieron candidarlo como Premio Nobel de la paz. Uno de ellos dijo: “Lo que más necesitamos es una caricia en el alma”, en el fondo una caricia de Dios a través de la persona del papa.
ZENIT estuvo con ellos, quienes precisaron diversos particulares del encuentro que trasmitimos a nuestros lectores.
“Vinimos aquí porque queríamos pedirle al papa que nos acompañe en este camino” le indicó uno de los delegados. “Estamos muy satisfechos con el encuentro que tuvimos, nos besó, éramos tres madres, nueve personas en todo” añadió la señora Degtiar.
Entre los presentes estaba Graciela Furman, que perdió a uno de sus hijos de 30 años que trabajaban en el edificio, el otro sobrevivió; Rosa de Barreiros, que vio morir a su niño de cinco años cuando pasaba casualmente por allí; y Olga Degtiar cuyo hijo de 21 que trabajaba allí murió por el atentado.
“Le dije al papa que este era uno de los momentos más felices que tuve después del atentado. Sentí una calidez muy grande y una sencillez que no podría creer de parte de una persona tan importante” indicó Barreiros. La señora que era la única católica de la delegación, le regaló al santo padre el primer guardapolvo de su niño cuando inició el jardín de infantes, “que era el único recuerdo que me quedaba. El papa se mostró emocionado y se quedó casi sin poder hablar” dijo.
“El papa escuchó, estuvo casi siempre en silencio, se lo veía muy emocionado y nos dijo 'como a no acompañarlos porque lo que ustedes están proponiendo es salvar al ser humano, hoy tan despreciado' ” indicó otro de los presentes.
Ellos ya conocían a Bergoglio en Buenos Aires, y recordaban que el “arzobispo de la capital argentina fue siempre muy conciliador con la comunidad judía”.
“Uno de los momentos más bonitos fue cuando nosotras como madres judías hemos propuesto a la máxima autoridad de la Iglesia católica candidarlo como Premio Nobel de la Paz, porque nos da atención, cuando muchas veces no la hemos tenido ni siquiera de las comunidades más cercanas a nosotros” indicaron. El papa les respondió “Nunca acepté premios honoris causa ni nada de eso” pero cuando le explicaron el valor ecuménico de su actitud les dijo: “no se lo puedo prohibir”.
Otro de los delegados, Daniel Comaroski, consideró que el “hecho de ser recibidos por el papa y con tan buena predisposición demuestra un cambio radical de la Iglesia hacia el judaísmo y viceversa. Uno piensa que va a tener amigos y aliados en los lugares más cercanos y no siempre sucede, en cambio aquí hemos encontrado a alguien que nos acompañó”. Y consideró “un acto importantísimo para la humanidad que un grupo de personas de otra religión lo pueden proponer como Noble de la paz. Para que esto evite la confrontación y baje los motivos de violencia”.
 Sergio Bustei, de la delegación añadió que “la idea fue encontrar en este hombre la salida que necesitamos ante la abandono y desamparo que teníamos delante de nuestra comunidad. Ante la necesidad de conocer la verdad verdadera, porque lo que tanto necesitamos es respeto. Judíos y católicos necesitamos ante todo respeto, que nos escuchen” aseveró. “Porque sin justicia no vana descansar el paz ellos ni nosotros.”
 “Nosotros no éramos militantes de nada, hoy somos militantes de la vida, y encontramos más de lo que nos imaginábamos” recordó uno de los presentes.
 Una de las madres consideró que “nuestro testimonio es el mismo que el de las madres de las torres gemelas, que de las de Chechenia, porque la bomba es como si hubiera explotado hoy”.
 Recordaron que las investigaciones sobre el atentado de 1994 fueron despistadas y que “se sabe con certeza que hay diversos funcionarios de la embajada de Irán involucrados, tres de los cuales fueron candidatos a la presidencia de Irán y que uno fue ministro de Defensa”. Pero que el juicio si no están las personas presentes no se puede realizar.
 “Aún pedimos justicia cuando en realidad deberíamos hacer un acto conmemorativo”. Indico uno de los allí presentes.


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