Retrospectiva: 20 de diciembre de 2013
Palabras
del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto,
durante la 35 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Señoras
y señores.
Muy
buenas tardes.
Señor
Presidente de la Mesa Directiva de la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión.
Señor
Senador Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
Señores
integrantes del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República.
Muy
respetados señores Gobernadores y Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Señor
Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Presidenta
Municipal de Toluca y Representante de la Asociación de Presidentes Municipales
que participan en este Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Saludo
con respeto y reconocimiento por su participación a todos los integrantes de la
sociedad civil que participan dentro de este Consejo y cuya voz ha sido aquí,
plenamente escuchada.
Muy
distinguidos invitados.
Señores
representantes de los medios de comunicación.
Señoras
y señores:
Hace
un año, al asumir la conducción de este Consejo Nacional, me comprometí a
establecer una relación de respeto y corresponsabilidad con ustedes para lograr
el México en paz que exige nuestra sociedad.
En
materia de seguridad no puede ni debe haber colores partidistas que nos
dividan. Los Gobernadores, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el
Gobierno de la República formamos un mismo frente.
Por
eso, una de las primeras decisiones del Gobierno de la República fue la puesta
en marcha de la nueva política de seguridad y procuración de justicia.
En
el marco de esta reunión, y a unas semanas de haberse cumplido el primer año de
esta Administración, quiero compartir los avances que ha tenido el país en cada
una de las 10 estrategias que orientan nuestra política pública.
Primero.
Prevención del delito y reconstrucción del tejido social.
Un
cambio de fondo es la decisión de atender no sólo los efectos de la
criminalidad, sino también sus causas más profundas.
Para
revertir las condiciones sociales y económicas que favorecen el delito, creamos
el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la
Delincuencia, el cual beneficia ya a casi cuatro millones de mexicanos.
Tan
sólo en este año se han invertido 118 mil millones de pesos en diversas
acciones y proyectos destinados a fortalecer la cohesión social y comunitaria
en las zonas con mayores índices delictivos.
Segunda
estrategia. Justicia penal eficaz.
Uno
de los grandes retos de nuestras instituciones de administración y procuración
de justicia es transitar con éxito hacia el sistema de justicia penal
acusatorio que mandata nuestra Constitución desde 2008.
Un
factor que acelerará su instrumentación es la reciente aprobación en el Senado
de la República del Código Nacional de Procedimientos Penales, esto luego de
una reforma constitucional que facultó al Congreso de la Unión para legislar en
la materia.
Hemos
escuchado aquí un reporte de los avances que se tienen en esta materia. Y aquí
estamos claros que en este clima de respeto y de colaboración institucional
entre órdenes de Gobierno, éste es un tema que debe ser prioritario dentro de
la agenda en materia de seguridad pública.
Porque
para combatir la impunidad no sólo es fundamental lograr eficacia en la
prevención y en la procuración de justicia, sino, también, en la administración
de la justicia.
Y
para eso, el Constituyente Permanente definió un horizonte de tiempo muy claro
desde el 2008, para que en 2016 tuviéramos en todo el país un Sistema de
Justicia Penal Acusatorio y Adversarial que realmente simplifique, dé mayor
certeza y asegure mayor eficacia en la administración de justicia.
Yo
quiero convocar a todos los Gobernadores y Jefe de Gobierno del Distrito
Federal para que asuman en este objetivo, un compromiso real y que será
medible, porque a final de cuentas en muy poco tiempo, la meta o la fecha
última para lograr, realmente la instrumentación de este Sistema de Justicia
Penal Acusatorio que mandata nuestra Constitución, es el año 2016.
Estamos
en ruta y estamos en tiempo para cumplir con este objetivo.
Yo
les convoco para que asuma cada uno de los órdenes de Gobierno
corresponsabilidad en esta tarea. Que no tengan duda, tendrán el respaldo y el
apoyo del Gobierno de la República, pero implica, también, el que cada orden de
Gobierno asuma propia responsabilidad y compromiso para cumplir con esta fecha
fatal que, insisto, mandata nuestra Constitución.
Tercera
estrategia. Profesionalización y fortalecimiento de los cuerpos de policía.
En
este propósito el Gobierno de la República ha apoyado con firmeza a los
gobiernos locales, para mejorar el desempeño de las policías estatales y
municipales.
Se
ha propuesto un nuevo esquema de control de confianza que, sin perder rigor
metodológico, agilice la certificación de los policías.
También,
se trabaja ya en la creación de un Centro Nacional de Formación de Mandos.
Es
importante que este esfuerzo de modernización sea secundado por las
dependencias estatales de seguridad y procuración de justicia en todo el país.
Asimismo,
se ha dado un decido impulso a la defensa y promoción de los derechos humanos
en toda la estructura de la Administración Pública Federal.
Esto
ha permitido reducir en prácticamente 50 por ciento el número de quejas
presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por presuntas
violaciones de garantías fundamentales que se hayan cometido.
Cuarta
estrategia. Transformación del sistema penitenciario.
Se
impulsa una política integral con dos objetivos claros. Por un lado, lograr que
los internos se reinserten con éxito en la sociedad al concluir su sentencia;
y, por otro, prevenir los fenómenos de sobrepoblación y autogobierno en los
centros de reclusión del país.
Para
lograr este objetivo, también es fundamental que sumemos esfuerzos y que
hagamos un compromiso entre los dos órdenes de Gobierno que somos parte de este
Consejo Nacional de Seguridad Pública.
Y,
que también, sumemos no sólo la voluntad, sino recursos destinados realmente a
cumplir con este objetivo.
Quinta
estrategia definida, que es la de promoción y articulación de la participación
ciudadana.
Primero,
hoy la sociedad civil no sólo tiene nuevos espacios para expresar sus denuncias
y colaborar en acciones sociales, sino también para participar activamente en
el diseño, evaluación y seguimiento de la política pública.
Como
aquí se ha expresado, en quienes en voz y en representación de la sociedad
civil lo han expresado, no se trata solamente de tener su participación y de
hacer que esto se acredite en una buena retórica.
Los
avances que se tengan en materia de seguridad y la participación de la
sociedad, a través de distintos mecanismos que se tienen ya claramente
definidos, serán también medibles, serán evaluables.
Y
por eso el asiento que en este Consejo tiene la sociedad civil, porque queremos
que precisamente, acompañando a este esfuerzo, puedan ser voz que califique,
que evalúe y que acredite avances, o sea crítica cuando realmente no se tengan,
en esta materia que es demanda fundamental de la sociedad mexicana, para
asegurar el México de paz y de tranquilidad que todos los mexicanos queremos.
Adicionalmente,
más de 350 organizaciones de la sociedad civil y universidades, 75 que
participaron, enriquecieron con sus propuestas el Programa Nacional para la
Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, el cual ya está en plena
operación, y que evidentemente estará siendo sujeta de una evaluación y
medición permanentes y de manera periódica.
Sexta
estrategia. Cooperación Internacional.
Para
combatir con mayor eficacia a las organizaciones criminales transnacionales, se
ha fortalecido el intercambio de información estratégica con otros países, en
especial con nuestros vecinos.
Con
Estados Unidos se reformularon los convenios bilaterales, bajo el principio de
responsabilidad compartida, a fin de salvaguardar los intereses nacionales, y
garantizar el pleno respeto a nuestra soberanía.
Con
las naciones de Centroamérica se impulsan esquemas de colaboración, a fin de
prevenir delitos, garantizar los derechos humanos y generar oportunidades de
desarrollo para los migrantes.
Séptima
estrategia. Información que sirva al ciudadano.
El
Gobierno de la República ha venido informando, mes a mes, los indicadores en
materia de seguridad y justicia.
Lo
hemos hecho con la participación de expertos y representantes de la sociedad
civil.
De
cara al futuro, estamos comprometidos con el diseño de un nuevo protocolo de
seguimiento estadístico que sea aún más transparente y confiable.
Octava
estrategia. Coordinación entre autoridades.
La
base fundamental de la actual política de Seguridad y Justicia es la renovada
colaboración y coordinación entre los tres órdenes de Gobierno.
En
las cinco regiones en las que se ha dividido el país para fines operativos, se
han efectuado 32 reuniones de alto nivel con la participación de los
Gobernadores y de los responsables de las áreas de seguridad y procuración de
justicia. Ello ha facilitado la toma de decisiones estratégicas.
Quiero
expresar aquí reconocimiento a los Secretarios de Seguridad Pública de las 32
entidades federativas, a los procuradores y fiscales de cada una de las
entidades del país y del Distrito Federal por su disposición y
corresponsabilidad en esta materia.
Novena
estrategia. Regionalización.
Cada
una de las cinco zonas operativas responde a la necesidad de dirigir los
esfuerzos institucionales, a las particularidades de cada región en aras de
lograr una respuesta oportuna y eficaz.
En
apoyo a esta estrategia, las dependencias federales también trabajan con un
esquema similar.
Con
esta decisión se fortalecen los mecanismos de corresponsabilidad y coordinación
con las autoridades locales.
Y
décima estrategia. Fortalecimiento de la inteligencia. Un elemento fundamental
de esta política es el mayor uso de información estratégica en las tareas de
seguridad.
Gracias
a las labores del CISEN hoy el país cuenta con una fusión y convergencia de
inteligencia.
Cabe
destacar que ya operan los Centros de Inteligencia de las Regiones Centro y
Sureste, y se trabaja en la puesta en marcha de tres más en Occidente, Noreste
y Noroeste. Esto ya se ha traducido en hechos concretos.
A
la fecha, de los 122 objetivos relevantes de la delincuencia organizada,
identificados al inicio de esta Administración, el Gobierno de la República ha
logrado que 71 ya no sean una amenaza para la población, con ello se ha
impactado de manera relevante las estructuras de mando en las organizaciones
criminales.
Y
en este marco, reconozco la eficaz labor que han realizado las áreas que
participan en el Gabinete de Seguridad, especialmente a la Secretaría de la
Defensa Nacional y a la Secretaría de Marina, a la Procuraduría General de la República
y a la Policía Federal de nuestro país.
La
aplicación eficaz de la ley nos está permitiendo obtener mejores resultados y
las cifras así lo demuestran, sin que por ello estemos asumiendo actitudes
triunfalistas y menos de bajar la guardia ante lo que, sin duda, representa un
desafío y un reto prioritario para el país: lograr el México de paz y de
tranquilidad anhelado.
Pero,
vale la pena dar a conocer algunas cifras.
Entre
diciembre de 2012 y noviembre de 2013, el número de homicidios dolosos se redujo
en 15 por ciento, en relación con el mismo periodo anterior.
De
modo similar, el número de robos en todas sus modalidades ha tenido una
disminución, si bien marginal, pero con una tendencia a la baja, que representa
ya de un poco más del cinco por ciento.
Estos
son algunos avances en materia de seguridad y justicia del Estado mexicano.
Sin
embargo, aún hay temas sensibles que no podemos soslayar y menos atender de
manera inmediata y con eficacia, me refiero al secuestro, que ha tenido,
lamentablemente, una tendencia contraria.
Por
eso quiero, en este espacio, instruir al titular de la Secretaría de
Gobernación para que en el mes de enero presentemos una estrategia específica
que nos permita hacerle frente, contener y disminuir los índices del secuestro
que, lamentablemente, han tenido una tendencia a la alza en los últimos meses.
Señoras
y señores:
En
sociedades democráticas, como la nuestra, la paz, la seguridad y la justicia
sólo se pueden construir con la voluntad, compromiso y trabajo de todos.
Quienes
compartimos una responsabilidad pública tenemos la obligación irrenunciable de
generar sinergias y actuar en conjunto para reducir la violencia y devolver la
tranquilidad a las familias mexicanas.
Hacia
adelante se abre una ventana de oportunidad para mejorar sustancialmente la
seguridad del país.
Las
reformas transformadoras logradas en el último año, en especial, la energética,
hacendaria y educativa, así como la de telecomunicaciones y competencia
económica, generarán condiciones para avanzar más rápido en la construcción de
un México en paz, a partir de lograr un país más incluyente y próspero.
Con
mejores condiciones sociales podremos reducir los factores que alientan el
delito. Sigamos sumado esfuerzos, esta instancia de diálogo, de entendimiento y
de acuerdo está llamada a cumplir una labor de primer orden, para aprovechar
condiciones y alcanzar el México de paz que exigen las familias de todo el
país.
Gracias
a todas y a todos ustedes por su compromiso renovado, para hacer de este
objetivo, el de la seguridad y la justicia, un tema de atención prioritaria,
que espero nos permita lograr el México de paz que todos queremos.
Muchísimas
gracias.
Por
lo anterior, me resulta muy grato declarar formalmente clausurada esta 35
Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, con la certeza de que sus
conclusiones contribuirán a mejorar las condiciones de libertad, seguridad y
justicia de nuestro país.
Y
ocasión propicia, también, para desear a todos los integrantes de este Consejo,
unas felices fiestas decembrinas y que 2014, depare al país mejores condiciones
de seguridad y éxito en las responsabilidades que cada uno de los integrantes
de este Consejo tiene para cumplirle a los mexicanos.
Muchas
felicidades.
***
Palabras del licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación
Señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto.
Palabras del licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación
Señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto.
Señores
Presidentes de las Mesas Directivas del Senado de la República, de la Cámara de
Diputados.
Señores
Gobernadores; señor Jefe de Gobierno, agradecemos en todo lo que vale su
presencia e interés, además, en el tema que a todos hoy nos reúne, que es el
tema de la seguridad.
Saludo,
también, a los invitados permanentes de la sociedad civil, los cinco que forman
parte.
Muchísimo
agradecemos, también, a los invitados especiales de la sociedad civil;
funcionarios; a los Secretarios de Seguridad Estatal; Procuradores, que hoy,
también, están aquí presentes.
Particularmente,
agradecemos al Gabinete de Seguridad Federal su presencia.
Señoras
y señores:
Celebramos
esta Sesión Ordinaria del Consejo Nacional con fundamento en el Artículo 15 de
la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para revisar nuestros
avances y tomar acuerdos.
Como
nos instruyó hace un año el Presidente de la República, transformamos la
estrategia de seguridad en una política de Estado. Una política que pone al
ciudadano en el centro, que se sustenta en la coordinación y la
corresponsabilidad entre poderes y órdenes de Gobierno, con el objetivo de
atender la demanda social, de reconstruir la paz y disminuir la violencia.
Ello
significó un desafío, pues partimos de realinear esfuerzos y así dar
integralidad a las acciones que permitan implementar, con eficacia, la política
de seguridad y procuración de justicia.
Hoy
no hacemos distinciones entre lo Federal y lo local. No competimos por ver
quién hace más, sino cómo, entre todos, entregamos mejores resultados.
Para
alcanzar los objetivos trazados en esta política en materia de seguridad, todos
los poderes y ámbitos de Gobierno trabajamos este año en cinco grandes ejes.
Primero.
Se actualizó el marco normativo, consolidando las reformas en materia de
derechos humanos del nuevo sistema de justicia penal, y los cambios a la Ley de
Amparo y a la Ley de Víctimas.
Segundo.
Construimos la nueva política de seguridad con una amplia participación social.
El
Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto está convencido de que escuchar e
involucrar a la sociedad civil es el camino correcto para lograr mayores resultados.
Por
ello, fomentamos el involucramiento de ciudadanos y de expertos, tanto en la
elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, como en todos los
mecanismos de participación ciudadana, haciendo nuestras sus propuestas y
atendiendo sus demandas.
Tercero.
Planeamos todas nuestras acciones con inteligencia e información oportuna para
lograr mayor eficiencia y menor violencia en el plano operativo.
Hacemos
uso de las plataformas de información compartida para realizar intervenciones
precisas y coordinadas, que nos han permitido desarticular a grupos criminales
siempre en estricto apego a derecho.
Cuarto.
Fortalecimos a las instituciones encargadas de la seguridad, reestructurando el
mando de las Fuerzas Federales y de procuración de justicia, e impulsando su
mejora en todos los órdenes de Gobierno.
Asimismo,
mejoramos sus instalaciones y equipo con personal más preparado y calificado en
aras de lograr una mayor eficacia.
Entre
otras acciones, avanzamos en unificar criterios para el Mando Único que
consideramos es necesario.
Al
respecto, les informo que al día de hoy, 26 entidades han celebrado los
convenios correspondientes con sus municipios.
Quinto.
Seguimos adelante con el Programa de Prevención del Delito y la transversalidad
de los derechos humanos, de los cuales hemos hecho una prioridad de este
Gobierno.
Realizamos
acciones que articulen el tejido social y la convivencia en las comunidades,
atendiendo así las causas estructurales de la violencia y la delincuencia,
simultáneamente capacitamos a nuestros servidores públicos para fortalecer su
vocación comprometida con la protección de los derechos humanos.
Se
siguen realizando mensualmente, las reuniones del Gabinete de Seguridad con los
gobiernos de todas las entidades federativas, para diseñar y llevar a cabo
intervenciones estratégicas en donde se ha requerido reforzar el Estado de
Derecho.
Señor
Presidente, señores Gobernadores, señores integrantes de este Consejo, como lo
hemos venido haciendo, y si así lo aprueban, en esta sesión tomaremos
decisiones que impactarán, sin duda, positivamente en la seguridad de la
ciudadanía.
Por
su importancia me refiero particularmente a tres de ellas:
Uno.
Propuesta del nuevo modelo de certificación. Si bien tenemos importantes
avances en la evaluación y certificación de nuestras policías, la realidad nos
demostró las limitaciones del actual modelo.
Es
inconsistente continuar con pruebas y exámenes iguales, para quienes desempeñan
tareas diferentes, pues por sus responsabilidades operativas no responden a las
mismas exigencias; por ejemplo, un elemento de fuerzas especiales de cualquier
corporación, a un funcionario administrativo, también de cualquier corporación.
Es
por ello que se pondrá a su consideración un nuevo modelo de control de
confianza, que permitirá diferenciar el tipo de evaluación a practicar con base
en el nivel de sensibilidad y responsabilidad de las funciones del puesto sin
disminuir el rigor y la calidad de las evaluaciones.
Dos.
Fondo de aportaciones para la seguridad pública. Informo que el próximo año se
aportarán a las entidades, resultado del presupuesto aprobado por el Congreso
Federal, por la Cámara de Diputados, un monto de siete mil 921 millones de
pesos. Y hoy, pondremos a su consideración la fórmula para su distribución.
De
aprobarse, todas y cada una de las entidades tendrán más recursos para combatir
el crimen. Destaco que la propuesta incorpora un componente que reconoce a los
estados por los resultados obtenidos en distintos programas y metas nacionales,
tales como la implementación del sistema de justicia penal, la disminución de
los delitos y la situación del sistema penitenciario, entre otros criterios.
Los
recursos en materia de seguridad deben distribuirse con oportunidad. A eso nos
comprometemos. De manera clara y, por supuesto, será exigible que se ejerzan
con transparencia y con rendición de cuentas.
Tres.
Actualización de los criterios de acopio de información.
México
es el único país que reporta y hace públicos los datos de incidencia delictiva
de manera mensual. Y para mejorar esta plataforma de información, se pondrá a
su consideración un acuerdo que permitirá contar con datos más certeros, con
campos más precisos y homologados.
Señoras
y señores:
A
lo largo de este año, hemos construido una sólida relación de
corresponsabilidad entre las dependencias responsables de la seguridad pública.
La
política de seguridad y procuración de justicia que estamos instrumentando, que
seguimos adelante en ella, está dando resultados y habrá de dar mayores frutos
en los meses venideros. Porque hay estrategia, hay compromiso y todos tenemos
la decisión de seguir adelante.
El
Presidente de la República ha instruido como piso mínimo para este año, para
los siguientes años, que recuperemos la confianza de la sociedad en todas sus
instituciones.
Todos,
instituciones de seguridad y ciudadanos, debemos de seguir trabajando en este
esfuerzo y en la misma dirección.
Debemos
hacerlo de manera transparente e integral, porque la delincuencia no distingue
entre banderas políticas ni afiliaciones partidistas y menos límites
territoriales.
La
seguridad es un compromiso de todos y entre todos vamos a atenderlo con
eficacia y compromiso.
Señoras
y señores integrantes del Consejo:
El
objetivo para el 2014, con nuevos instrumentos, con las reformas y con más
recursos, será disminuir aún más los índices delictivos en los que llevamos
avance y atender con prontitud aquellos en los que tenemos retos.
Los
acuerdos de hoy servirán para este objetivo.
Gracias
por su atención.
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