19 ene 2014

Manuel Bartlett aclara a la revista Proceso


Carta de Manuel Bartlett
LA REDACCIÓN
Señor director:

En uso del derecho de réplica que me concede la Ley de Imprenta, solicito a usted la publicación de la presente carta, con la finalidad de hacer aclaraciones y comentarios en relación al reportaje de su colaborador J. Jesús Esquivel que alude a mi persona a través de trascendidos falsos, impertinentes e inexactos. Además, la publicación de Proceso del 5 de enero pasado contiene en la portada la imagen del suscrito, sin mi consentimiento, en la época en que me desempeñé como secretario de Gobernación federal, que violenta los derechos inherentes a mi personalidad causando daño a mi patrimonio moral, mi imagen, buena fama, honor y vida privada; en suma, a mi dignidad. Su colaborador trasciende con malicia efectiva una serie de hechos en los que alude a una supuesta intervención mía en el caso del oprobioso asesinato del agente estadunidense Enrique Camarena. Trátase de un caso debidamente juzgado y sentenciado hace cerca de 30 años en el estado de California de los Estados Unidos de América, con alcances de cosa juzgada, en el cual no formé parte formal ni material. En torno de aquellos eventos fui mencionado a través de dos testimonios de “testigos protegidos” que fueron descalificados y desatendidos, en relación a mi persona, por las autoridades judiciales de aquel país.
Su colaborador desatiende los cánones internacionales del periodismo al difundir hechos falsos, debidamente analizados y juzgados por las autoridades judiciales estadunidenses. Reitero, trátase de un procedimiento con efectos de cosa juzgada, en el que el suscrito nunca fue imputado ni sujeto activo en aquel proceso.

El autor del citado “reportaje” publicado en Proceso no se ocupó de investigar ni de conocer a fondo el proceso del caso en el que falazmente ahora me involucra, en desdoro de los derechos de mi personalidad, de mi buena fama, honor, decoro, imagen y de mi dignidad; su reportaje proviene de asertos carentes de objetividad y veracidad, no obstante que tuvo en todo tiempo la posibilidad de recurrir a mi persona para certificar o allegarse de elementos objetivos antes de trascender una nota denostativa, falaz e injuriosa, como la publicada tanto en la portada como en las páginas 6 a 11 de la primera edición de Proceso del presente año.
Debe ser de su conocimiento que la imagen de una persona no debe ser publicada, reproducida, expuesta o vendida en forma alguna si no es con su consentimiento; sin embargo, la portada de la primera edición del presente año contiene mi imagen sin mi consentimiento tácito o expreso.
El pasado domingo 12 de enero, nuevamente la revista que usted dirige, con la supuesta intención de aclarar el error de la publicación de una fotografía que deriva del reportaje primigenio del 5 de enero de 2014 suscrito por J. Jesús Esquivel, al pie de la página 16, se reitera de manera maliciosa, con la publicación en recuadro en la parte conducente del mismo: “En el anterior número de Proceso –página 6– se publicó por error la foto de una persona que no corresponde a uno de los expolicías mexicanos entrevistados por el corresponsal en Washington en torno al caso Camarena y la implicación en éste del ahora senador Manuel Bartlett…”. (N. de la R.: En realidad, el recuadro publicado dice: …“la presunta implicación”…, pero el senador omitió la palabra “presunta”.) La anterior “aclaración” nuevamente reitera el trascendido impertinente y falso del reportaje que le da origen y al que me he venido refiriendo.
Considero que la falta de información y de investigación por parte de su colaborador J. Jesús Esquivel en el “reportaje” que lesiona gravemente los derechos de la personalidad del suscrito, me obliga, en ejercicio de los derechos públicos que me asisten, a dirimir el caso ante los tribunales judiciales por la afectación grave a mis derechos y el daño moral que de manera pertinaz se me ha venido causando al carecer de la veracidad con la que Proceso se ha conducido sempiternamente, faltando, en el caso que motiva la réplica que aquí se contiene, a la difusión veraz y objetiva de la que carece el reportaje del que me duelo.
Solicito entonces que, en su calidad de director, se abstenga de llevar a cabo cualquier otra publicación, trascendido, nota informativa o reportaje relacionado con el caso al que aludo.
Por último, solicito que la presente carta se publique en los términos de la Ley de Imprenta en vigor, en el mismo espacio del reportaje primigenio de su colaborador, responsable de la nota infamante, con el mismo tamaño y características de letra utilizado para causar los daños que serán materia de la sentencia que en su momento dicten las autoridades judiciales correspondientes al hacer uso de mi derecho subjetivo público y demandar lo que a mis intereses procesales corresponda, y que su publicación no sea en su sección Palabra de Lector, por ser el suscrito el afectado y no un simple lector de la nota. Manifiesto también no tener interés en sostener un duelo epistolar con la revista Proceso a partir de la presente y de su publicación en términos de la Ley de Imprenta, para que sean los tribunales competentes los encargados de resolver lo que en derecho corresponda.
Atentamente
Senador Manuel Bartlett Díaz
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Respuesta de la Dirección:
Con la publicación de esta carta, atendemos al derecho de réplica del autor de la misma.
La fotografía de la portada de Proceso (edición 1940) fue captada cuando el hoy senador, en su carácter de funcionario público (secretario de Gobernación), participaba en un acto público difundido ampliamente en su momento. Forma parte de la verdad histórica de este país y, por ende, es del dominio público.
Por otro lado, rechazamos de tajo la solicitud del hoy senador de que Proceso se autocensure. En caso dado, en uso de la libertad de expresión y del derecho a la información, volveríamos a tratar el tema al que alude en su carta.
Comunicación e Información, S.A. de C.V. 
www.proceso.com.mx

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