SOS
de los implicados en el Monexgate/
JESUSA
CERVANTES, reportera
Proceso # 1941, 11 de enero de 2014
Los
hombres de negocios que incurrieron en lavado de dinero, triangulaciones y
delitos fiscales y financieros para asegurarse de que el beneficiario de sus
apuestas, Enrique Peña Nieto, llegara a la Presidencia de la República, se
encuentran muy atareados: Ahora tramitan amparos contra los actos que deriven
de las investigaciones del SAT, la CNB y la PGR en torno al llamado Monexgate.
Personajes
presuntamente involucrados en lavado de dinero y en delitos fiscales y
financieros relacionados con el Monexgate que llevó a Enrique Peña Nieto a la
Presidencia de la República promueven una serie de amparos para impedir que
continúen las investigaciones en su contra.
Los
recursos presentados han sido interpuestos contra actos del Sistema de
Administración Tributaria (SAT), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV), la Fiscalía de Delitos Fiscales y la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR.
La
pasada administración federal, encabezada por Felipe Calderón Hinojosa,
identificó a varias empresas “virtuales” y a otras de fachada que venden
comprobantes fiscales a personas físicas y morales para que realicen
deducciones fraudulentas ante el SAT, de acuerdo con un reporte publicado por
el diario Reforma el 11 de diciembre.
Algunos
de los nombres revelados aparecieron en la investigación que la Unidad de
Fiscalización del Instituto Federal Electoral realizó sobre el llamado caso
Monexgate. Dicho organismo respaldaba con documentos la denuncia del PAN y el Movimiento
Progresista, los que en junio, julio y agosto de 2012 fueron revelando varios
nombres de empresas que conformaron el entramado financiero del PRI y su
entonces candidato presidencial.
Pero
también se dio a conocer que una de las compañías que participaron en el
Monexgate, el Grupo Comercializador Cónclave, S.A. de C.V., lo mismo ofreció
sus servicios a Caminos y Puentes Federales (Capufe) el 16 de diciembre de 2010
que al PRI en 2011, cuando pasó a formar parte de sus proveedores.
Uno
de los dueños de dicha empresa, César González Rodríguez, también es socio de
Servicios y Desarrollo Akropolis, otra de las que presuntamente intervino en el
entramado Monexgate aportando 1.4 millones de pesos a la firma Inizzio, según
se desprende de los registros públicos de ambas.
Como
se recordará, ante las evidencias aportadas, el 24 de julio de 2012 el PRI
aceptó haber recurrido a los monederos Monex para la campaña presidencial,
aunque rechazó utilizar la ilegal triangulación de recursos. Se justificó
alegando que Akropolis contrató a Alkino que, a su vez, pidió los servicios de
Atama, la cual, “por falta de recursos”, contrató a Inizzio para que la
financiara.
El
PAN había denunciado el empleo de tarjetas Monex por parte del PRI, y semanas
más tarde Andrés Manuel López Obrador destapó los nombres de Inizzio y Efra
como adquirentes de las tarjetas. Esta última firma es propiedad de la familia
Fraga, reconocida como militante priista.
Tanto
Inizzio como Atama y Diseños Artísticos Industriales, presuntamente involucradas
en el Monexgate, tienen como apoderado a Alejandro Jaén Pérez Lizárraga. Éste
es el nombre falso con el que José Luis Lozada Neyra opera en sus más de 30
empresas, de acuerdo con información dada a conocer por Proceso, medio al que
algunos colaboradores de él –quienes pidieron el anonimato por temor a
represalias– declararon que dichas firmas las utiliza para la venta de facturas
“a todos los partidos, no sólo al PRI”.
De
Lozada Neyra a Edicom
El
diario Reforma estableció que desde el 2 de junio de 2012 la Unidad de
Inteligencia Financiera (UIF) de la SHCP detectó deducciones fraudulentas a
través de varias empresas que tienen como centro a Edificaciones, Ingeniería,
Construcciones y Materiales (Edicom), así como a Raúl Álvarez Longoria, Ricardo
Mauro Calzada Cisneros y Alberto Grande Vidaurre.
El
periódico proporcionó como sustento el oficio 110/H/787/2012 de la UIF, e
incluso difundió algunos números de cuentas y los siguientes nombres de bancos
utilizados para las transferencias: HSBC, Bancomer y Santander.
Las
dos últimas instituciones bancarias, al igual que Banamex y Banorte,
transfirieron a Grupo Financiero Monex los millonarios recursos que el PRI puso
a danzar mediante empresas y personas morales, según la resolución Q-UFRPP
58/12 del IFE. En tales operaciones también participaron las sociedades
mercantiles Tiguan, Koleos, Servicios Luciana, Comercializadora Baltus,
Maquiladora Luza, Grupo Textil Firence y Distribuidora Merling. Edicom, la
nueva protagonista del Monexgate y el lavado de dinero, según el oficio
110/H/787/2012 de la Unidad de Inteligencia Financiera, lo mismo recibió
beneficios de panistas que de priistas.
Por
ejemplo, Proceso documentó que Alfredo del Mazo Maza, primo de Enrique Peña
Nieto y expresidente municipal de Huixquilucan, uno de los ayuntamientos más
ricos del Estado de México, invitó a Edicom a participar junto con otras dos
empresas en la licitación para la entrega de cemento.
Resultado:
que Edicom ganó el contrato DJ-148 por un monto de 1 millón 727 mil 385 pesos,
y lo firmó el 12 de septiembre de 2011, debido a que, según la administración
municipal, cumplía “con todas las bases de procedimiento” y podía “realizar la
mejor oferta económica y de calidad”. Conforme al reporte de la alcaldía,
Edicom estaba al corriente de sus pagos al fisco.
Y
si el primo de Peña Nieto fue generoso con Edicom, instituciones del gobierno
panista de Felipe Calderón tampoco se quedaron atrás. En agosto de 2011 el IMSS
lanzó la licitación 1O-019GYR119-N21-2011 para cuando menos tres empresas,
entre ellas Edicom, y a ésta la consideró ganadora porque “la evaluación
realizada a su proporción fue la que ofertó el precio más bajo, resultando
solvente en las condiciones legales, técnicas y económicas requeridas”. Entre
las condiciones legales estaban sus registros ante Hacienda, el IMSS y el
Infonavit, dando cuenta de sus pagos oportunos.
Así,
el 19 de agosto de 2011 el IMSS adjudicó a Edicom un contrato por 463 mil 876
pesos, y el día 29 del mismo mes le entregó “de manera directa”, es decir, sin
concurso, otro contrato por 538 mil 96 pesos, luego de que ya el 13 de julio le
había extendido uno más por 169 mil 128 pesos.
De
acuerdo con el reporte de la UIF, Edicom tiene entre sus clientes a un
sinnúmero de empresas que “contrataban” algún servicio de compañías vinculadas
a ella. De éstas recibían su factura y el regreso del pago que habían
entregado, salvo el cobro del Impuesto al Valor Agregado.
Pero
así como la UIF abrió un expediente contra Edicom, la SIEDO inició la
averiguación previa UEIORPIFAM/AP/167/2012, el 28 de junio de 2012, justo tres
días después de que el hoy senador Roberto Gil Zuarth acusara al PRI de
utilizar monederos Monex para la campaña de Peña Nieto.
De
manera coincidente, Edicom solicitó en febrero de 2013 ante el Juzgado
Decimocuarto de Distrito un amparo contra cualquier acto de la SIEDO en su
contra. El último acuerdo del juzgado se produjo el 15 de octubre de 2013, y
establece que los solicitantes del amparo tienen “derecho a la intimidad de las
partes”, es decir, a que no se publiciten sus nombres en la resolución final
del expediente 134/2013.
Por
otra parte, el 11 de noviembre de 2013 el mismo juzgado publicó otra solicitud
de amparo de Edicom, pero ahora contra el agente del Ministerio Público de la
Federación titular de la Mesa Dieciséis de la Fiscalía de Delitos Fiscales de
la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros,
según se establece en el expediente 1074/2013.
Así,
una de las empresas proveedoras de priistas y panistas hoy está siendo
investigada por presuntamente hallarse ligada a la venta de facturas para que
otras entidades mercantiles evadan el fisco.
La
importancia de Edicom es que en sus expedientes, tanto de la Unidad de
Inteligencia Financiera de la SHCP y de la SEIDO de la PGR, existen otros
personajes que están íntimamente involucrados en el Monexgate y formaron parte
de la triangulación de millonarios recursos que el PRI utilizó para la campaña
presidencial de Enrique Peña Nieto.
Raúl
Álvarez y “Monexgate”
Raúl
Álvarez Longoria realizó entre febrero y junio de 2011 más de 200 operaciones
bancarias por un monto de 244 millones de pesos, según oficio 110/H787/2012 de
la UIF de Hacienda.
El
SAT no tiene registro alguno de que haya pagado impuestos que respalden los 244
millones de pesos, pero de lo que sí hay huella es de su participación en el
Monexgate.
El
23 de enero de 2013, la Unidad de Fiscalización del IFE aseguró que el acusado
entregó 10 millones 116 mil pesos a Importadora y Comercializadora Efra, una de
las principales empresas que triangularon dinero a Monex en beneficio del PRI y
para lo cual utilizaron la dispersión de los recursos mediante cuatro bancos:
Banamex, Bancomer, Santander y Banorte.
“El
C. Raúl Álvarez Longoria, mediante una transferencia por $10,116,000.00 con
número de referencia 25365446, se depositó a través del cheque número 4965 en
la cuenta 917524 abierta en BBVA Bancomer, S.A., a nombre de Banco Monex, S.A.,
Institución de Banca Múltiple, Monex Grupo Financiero, según respuesta de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, oficio 220-1/4616393/2012 de fecha 11
de diciembre de 2012, la cuenta en Banco Monex, S.A., Institución de Banca
Múltiple, Monex Grupo Financiero, en donde se acredita el recurso, está a
nombre de Importadora y Comercializadora EFRA, S.A. de C.V. Este traspaso según
la respuesta de Comercializadora Atama, S.A. de C.V. corresponde a un pagaré
suscrito por Comercializadora Atama, S.A. de C.V., a favor de Raúl Álvarez
Longoria por la cantidad de $10,116,000.00.”, se lee literalmente en la
indagación del IFE.
Para
protegerse de cualquier acusación, así como del bloqueo de sus cuentas
bancarias, Álvarez Longoria acudió al Juzgado Cuarto de Distrito para solicitar
un amparo contra cualquier acto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
El
22 de enero de 2013, el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Amparo Penal
difundió el hecho de que un día antes, luego de que la CNBV rindió su
declaración en contra de Álvarez Longoria, se le negó la “suspensión
definitiva”. No existe más registro de que el quejoso haya acudido a otra
instancia para revertir el fallo en su contra.
Álvarez
Longoria es, lo mismo que Edicom, pieza clave de la indagatoria que la UIF
inició en junio de 2012. Sin embargo, existe otro personaje involucrado:
Ricardo Mauro Calzada Cisneros.
Este
último, según la investigación del IFE dada a conocer casi un año antes de que
apareciera vinculado a una red fraudulenta de facturas, entregó 8 millones de
pesos a otro particular, quien a su vez los depositó en Inizzio, pasando de ahí
a Banorte y luego a Monex.
“Cabe
aclarar que el cheque número 2027, por la cantidad de $8,000,000.00, fue
expedido por el C. Ricardo Mauro Calzada Cisneros, para que el C. José Antonio
Rodea Domenzáin realizara el préstamo a Comercializadora Atama, S.A. de C.V.”,
asienta el IFE.
De
acuerdo con dicho instituto, José Antonio Rodea Domenzáin –quien no es
relacionado con las facturas fraudulentas–, además de los 8 millones de pesos
que recibió de Calzada Cisneros, depositó a Inizzio otros 5 millones 176 mil
250 pesos, lo que hizo un total de 13 millones 178 mil 250 pesos que fueron a
parar a los monederos Monex utilizados por el PRI en la campaña.
A
juicio del Registro Público de la Propiedad, Rodea Domenzáin no tendría
necesidad de recurrir a Ricardo Mauro Calzada Cisneros para apoyar al PRI con 8
millones de pesos, pues él cuenta con tres empresas de éxito: Naranja Terraza,
especializada en banquetes; Lombote Publicidad, la cual en su nombre indica el
objeto social que tiene, y Hit Music Hall, encargada de organizar eventos
artísticos. Las tres firmas fueron creadas en diciembre de 2008.
Existe
una última empresa que el IFE registró como aportante en el Monexgate. Se trata
de Comercializadora Baltus, S.A. de C.V. Esta sigue ligada al PRI, pues de
acuerdo con información del gobierno de Chihuahua encabezado por el priista
César Duarte, el 27 de julio pasado obtuvo una licitación para proveer de
mobiliario escolar al estado por la cantidad de 6 millones 966 mil 780 pesos.
Incluso aparece en el registro oficial de proveedores con el número A-33-30626.
Estos
nuevos elementos podrán ser sumados como prueba superviniente en el recurso de
apelación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial que tanto el PRD como
el PAN, el PT y el MC interpusieron contra el IFE por exonerar al PRI y al PVEM
de realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, hacer uso de una
contabilidad paralela y triangular fondos económicos a la campaña presidencial
de Enrique Peña Nieto a través de empresas mercantiles, lo que está prohibido
por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
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