- 8 de marzo: indiferencia y falta de compromiso: Ismene Figueroa*
Por Sylvia Teresa Manriquez, periodista sonorense.
El
8 de marzo nos convocó a la charla con Ismene Figueroa, activista a favor de la
perspectiva de género e igualdad. Vigilante, Ismene cuestionó recientemente la realización
por parte de una instancia municipal, de una conferencia sin perspectiva de
género, interrogando y señalando enérgicamente el proceso de toma de decisiones
y manejo de recursos públicos en la realización de eventos que no cumplen con
la normatividad, así como la cerrazón e insensibilidad de las personas
responsables. En este marco platicamos sobre el Día de la Mujer.
-Ismene,
¿Cómo vamos?
-Tristemente,
creo que de parte de las autoridades, siguen cerradas en lo mismo, trivializar
lo que es la conmemoración del ocho de marzo, en tener que soportar discursos
sosos, donde se reproducen los estereotipos de la mujer, como lo más hermoso,
la madre de mis hijos, la esposa, mi hija, mis nietas... y no se va más allá.
Cada
año tenemos que escuchar ese tipo de discursos y parece que no hay mejora. La
misma administración, el mismo funcionario repitiendo los mismos discursos y
que además se indignan cuando alguien les hace una aclaración o un
señalamiento.
-Entonces
¿se ha avanzado?
-Muy
lento. En Sonora se acaba de aprobar la tipificación del feminicidio, que ha
sido una lucha de años atrás. Este logro y las correcciones que se le hicieron
después también habla de un avance. Lo triste es que podemos avanzar en leyes
pero se quedan como letra muerta, por ejemplo, desde cuando está regulado que
se debe transversalizar la perspectiva de género pero en la práctica no les
importa... volvemos a lo mismo.
Batallamos
para que se legislen las leyes, pero ya tenemos un buen marco jurídico,
perfectible claro está, pero allí está. Sin embargo, en políticas públicas no
tenemos una adecuada aplicación de la transversalización de la perspectiva de
género.
Además,
tenemos leyes que nos apoyan, así que no tenemos que ser una multitud porque
las leyes están de nuestra parte; si somos una sola mujer o tres o cinco las
que estamos reclamando que se aplique la perspectiva de género, que se luche
contra la discriminación sexista, así seamos cinco o seamos mil, la ley nos
respalda.
-¿Es
clara la ley al respecto?
-La
ley es muy clara, a estas alturas todas las autoridades deberían aplicar la
perspectiva de género, lo mínimo que esperamos es que los institutos
municipales y estatales de la mujer la apliquen sin que nosotras estemos
vigilantes y pendientes; claro que como organización civil eso lo hacemos de
buena voluntad porque no tenemos presupuesto para tener un observatorio con que
darle seguimiento.
Lo
menos que esperamos es no tener que luchar contra ellas (las instituciones),
cuando deben ser nuestras aliadas, para coordinarnos entre estas instancias y
la sociedad civil y generar una onda expansiva hacia las otras instancias
gubernamentales. Tristemente nos encontramos con que también con ellas tenemos
que armar una lucha.
-Ismene
¿Es esta falta de sensibilidad, de compromiso, lo que duele cada 8 de marzo?
-Sí,
justamente. Cada 8 de marzo es cuando más me duele esa falta de sensibilidad
porque es cuando más se exhibe la indiferencia y la falta de compromiso
efectivo. Es como si algunos funcionarios y funcionarias nos dijeran “si me
acuerdo del 8 de marzo, date por bien
servida” así siento el mensaje. No es esa la idea. Yo creo que si revivieran
ahorita todas las feministas que instauraron el 8 de marzo y vieran lo que las
autoridades están haciendo se iban a volver a morir del coraje, del impacto.
Por ejemplo, se pasan videos de la historia de 8 de marzo para justificar que
sí aplican la perspectiva de género. Sí, en la historia la aplican ¿y en el
presente? Este desfase del discurso y la práctica es muy evidente.
- Sin
embargo el espíritu de la lucha de las hermanas Mirabal sigue presente, aunque
quisiéramos que lo que se recordara fueran los logros y no la violencia,
conforme aumentara el compromiso de todas y todos. ¿Qué piensas?
-Así
es. Todos los días son días de lucha. El 8 de marzo es para hacer un balance,
una reflexión sobre lo que avanzamos, que nos falta por progresar, las deudas
que tienen los gobiernos con las mujeres, con la igualdad.
Este
debería ser el marco, pero parece que más bien lo usan para hacer cuentas
alegres o como dijo la compañera Margarita Bejarano en su columna “pareciera
como el marido que golpea a su mujer y que piensa que con ramo de flores ya se
puedan olvidar las constantes vejaciones que se ejercen día a día”. Así también
lo hacen los gobiernos, piensan que con regalarnos flores ese día, con decirnos
que estamos bonitas, que somos sensibles y que ser madres es el papel más
sublime que podemos hacer, creen que están quedando bien con nosotras cuando es
todo lo contrario. En realidad exhiben su ignorancia.
-¿Qué
nos falta?
-Creo
que un poco de todo, porque todavía muchas mujeres no se han dado cuenta de que
están reproduciendo un rol estereotipado que ven como algo naturalizado, como
algo normalizado porque así nos han educado culturalmente.
No
se puede responsabilizar únicamente a las mujeres sobre esta situación porque
en realidad también somos producto de esta cultura. Yo más bien diría que va
desde la falta de compromiso de los gobiernos por impulsar una educación que
promueva la perspectiva de género desde preescolar como se ha recomendado.
También los medios de comunicación les falta una regulación porque seguirán
haciendo lo que quieran mientras no haya algo que los regule, principalmente el
mensaje que mandan para reforzar la violencia sexista y simbólica hacia las mujeres. También está la Secretaría de Educación desde lo
que le corresponde. Es una cadena que va permitiendo que la violencia contra
las mujeres siga.
-¿Y
las organizaciones civiles?
-Las
organizaciones civiles para que tengamos más fuerza en estas acciones ocupamos
ingresos, porque quienes hacemos esto por lo general lo tenemos que combinar
con otro trabajo y dejamos el tiempo que nos queda libre, entre comillas, se lo
dedicamos al activismo, pero no hay ingreso.
Esta
es otra crítica, que las convocatorias financian casi privilegiadamente las
cuestiones asistenciales. Las convocatorias están dirigidas a promover la
igualdad de género, etc, y me ha tocado ver como las organizaciones se las
averiguan para darle una pintadita de perspectiva de género a los proyectos y
en la práctica siguen haciendo lo mismo. No se respeta la ley de fomento a las
organizaciones civiles, que tiene un apartado que claramente dice que no se
deben otorgar recursos a organizaciones que hacen proselitismo religioso; si
revisamos quienes son las seleccionadas, resulta que tienen nombre de “Teresita
de Jesús Sacramentado” y más por el estilo; exhibiendo un formalismo en el que
no se revisa en la práctica que es lo que hacen. Hacía allá se están yendo
también los recursos, ocasionando falta de recurso para organizaciones civiles
que promueven los derechos.
En
realidad el 8 de marzo no es una celebración sino un recordatorio, porque es un
camino que sigue siendo difícil para las mujeres en la búsqueda de que cese la
violencia en todos los ámbitos.
Sí,
exactamente.
-Entonces
el 8 de marzo es una conmemoración que incluye a mujeres, ciudadanía y
gobernantes ¿Cuál es tu propuesta, como lo conmemoramos?
-Precisamente
cuestionando cómo nos hemos organizado como sociedad, cómo los roles
estereotipados nos afectan tanto a hombres como a mujeres, cómo estamos
reproduciendo la violencia, qué estamos haciendo ante eso y no verlo como una
cuestión simplista de superación personal, como lo suelen hacer en muchas
conferencias “si tu quieres tu puedes”. Se olvida que hay todo un sistema
estructural que no lo permite, si tu quieres hacer algo diferente te sancionan
socialmente, estigmatizándote, poniéndote nombres, señalándote, etiquetándote
como una mala mujer, todas las series de sanciones sociales que se utilizan
para censurar o someter a las mujeres a determinado molde.
Lo
otro que propongo en mi facebook es el dialogo, pero parece que no funciona con
algunas instancias, parecen que no escuchan las voces ciudadanas cuando les
decimos que no solamente nos basamos en un deseo sino en la ley. No reclamamos
un sueño, nos basamos en la ley.
Cuando
una instancia organiza por ejemplo, conferencias en el marco del 8 de marzo,
sin apego a la perspectiva de género, con dinero público que está asignado para
una dirección que debe de ser manejada totalmente con perspectiva de género,
actúa desapegada del derecho que la debe regir. Mi propuesta es, si fuera
posible, que se establezca una sanción administrativa a las autoridades que
gasten el erario público sin cumplir con la normatividad que les obliga a
aplicar la perspectiva de género y que lo paguen ellos de su bolsa.
Por
último, la recomendación de buscar información confiable, acercarse a
organizaciones como en las que tú participas, manteniéndonos informadas,
informados, es como empezamos a avanzar y nos atrevemos a hacer algo más dentro
de nuestras posibilidades.
Así
es. Claro que la ventaja de esta época que nos tocó vivir es que el internet
nos provee muchísima información. Tenemos la página de GIRE y de CIMAC
Noticias, pueden ir rastreando autoras, periodistas, a Marcela Lagarde, Marta
Lamas. Algo importante es expresarnos de manera bien informada, porque suele
pasar que hay quienes dicen que son feministas y en realidad nada más están
robando el nombre para llevar agua a su molino.
Entonces
debemos observar que sucede en nuestra comunidad, si por lo menos identificamos
bien términos como equidad de género ó feminismo y buscar oportunidades de
participación.
Esto
que dices es importante porque he visto que está muy difundido un término que
está mal interpretado: hembrismo; se confunde con feminismo, que se confunde
con las canciones de Jenny Rivera, Paquita la del Barrio y eso no es feminismo,
es hembrismo. Es cuando las mujeres proclaman la superioridad de las mujeres
sobre los hombres, están violentando a los hombres; eso no lo promueve el
feminismo.
El
feminismo promueve la igualdad de derechos, que no es lo mismo a que seamos
iguales como personas y de ninguna manera promovemos la subordinación de un
sexo sobre otro, es al revés, es contra lo que luchamos, sacar esa
discriminación que tenemos
heredada.
· Ismene Figueroa
es egresada de la Licenciatura de Comunicación y Licenciatura en Derecho por la
Universidad de Sonora. Es Coordinadora de los Programas de Género, Medio
Ambiente y Salud. Es activista feminista, promotora de los derechos humanos de
las mujeres y respeto a la diversidad sexual. Coordina la Marcha de las Putas,
entre otras actividades.
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