¿Qué
dicen las columnas hoy, 23 de noviembre de 2014?
I.
Contra los patrones. La disidencia magisterial se empeña en el desastre. Esta
vez fueron maestros de la CETEG quienes tomaron las oficinas de la Coparmex
Chilpancingo, en represalia por las declaraciones del dirigente empresarial,
quien señaló que las acciones de protesta en la capital guerrerense por la
desaparición de los 43 normalistas han causado pérdidas por 300 millones de
pesos y el cierre de 500 negocios. No gustó a los profesorcillos y amenazaron a
quienes se atrevan a criticar sus movilizaciones. Por si fuera poco, tomaron la
caseta de la Autopista del Sol y cobraron 50 pesos a los automovilistas que
pasaban por ahí. ¿Y el gobernador Rogelio Ortega? Mejor ni pregunte. Se siente
Gandhi, como dicen por ahí, y no hace cumplir la ley.
II. Plomo al turismo. La embajada de EU en
México se toma las cosas en serio cuando se trata de cuidar a sus ciudadanos.
Después de la ola de violencia en Guerrero fue difundido un mensaje de
seguridad en el que se advierte a los ciudadanos estadunidenses eviten viajar
al puerto de Acapulco. Ya el Departamento de Estado había emitido una
advertencia en octubre en la que les recomendaba a los viajeros tener cautela
al visitar Acapulco. La embajada indicó que su personal recibió instrucciones
de aplazar cualquier viaje no esencial. Y nadie lo dice, pero hay un gobernador
indolente. A Rogelio Ortega no le preocupa aplicar la ley ni defender a los
guerrerenses que viven del turismo.
III.
Racimo de corrupción. La PGR informó que César Nava González, exsubdirector de
policía de Cocula, Guerrero, ingresó al penal de Puente Grande, por los delitos
de delincuencia organizada y secuestro, en agravio de los 43 normalistas
desaparecidos en Iguala. Formaba parte del grupo criminal Guerreros Unidos, y
fue detenido después de permanecer prófugo casi dos meses. Cuesta creer que el
alcalde de Cocula, César Miguel Peñaloza, no supiera que sus policías estaban
al servicio del crimen. El alcalde fue presentado a mediados de octubre en la
SEIDO; se le tomó declaración y horas más tarde fue liberado. Desde entonces
nadie sabe de él. Son los insondables caminos de la justica mexicana.
IV.
Vándalos de importación. En el grupo que el 20 de noviembre atacó a policías en
el Zócalo, había un chileno: Laurence
Maxwell Ilabaca, estudiante de posgrado de la UNAM. Está a disposición de
la PGR, junto con 10 personas detenidas por aquellos disturbios. Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la
Segob, dijo que este hombre de 47 años fue de los más violentos durante los
hechos que siguieron a la megamarcha. Becado como escritor, ahora es
acusado de terrorismo, delincuencia organizada, tentativa de homicidio y motín.
¿Cuántos extranjeros más participarían en esos actos?, ¿cuántos colaborarían en el ataque al Metrobús ? ¿Será que el rector
José Narro no tiene idea? Difícil de creer.
V.
Apoyo, ahora sí. Los connacionales que cruzaron la frontera y decidieron vivir
lejos de México, hoy son parte de la agenda gubernamental de Barack Obama. El
presidente de EU los incluyó en su reforma migratoria. La buena: el Gobierno de
México se encuentra preparado para apoyar y atender a los compatriotas que se
beneficiarán con las medidas anunciadas por Obama, aseguró José Antonio Meade,
secretario de Relaciones Exteriores. La mala: las autoridades no están
preparadas para impedir el flujo migratorio. Cada día más mexicanos, obligadamente,
adelgazan la patria porque, simplemente, en México no caben.
VI. Que ni lo
apunten. Michoacán necesitaba ayuda del gobierno federal y Alfredo Castillo
Cervantes fue nombrado comisionado nacional para la Seguridad y el Desarrollo
Integral en el estado, con el fin de disminuir la temperatura de la violencia
en la región. No va mal. Ahora que se abren las postulaciones para los comicios
de 2015, Castillo dejó en claro que no va. Descartó postularse como
candidato del PRI a gobernador. Dijo que la instrucción presidencial fue clara
en el sentido de que el comisionado debía ser externo al estado, y que no
tuviera ningún interés de tinte partidista, aseguró. Veremos.
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TEMPLO
MAYOR/Reforma
LA
IDEA que lanzó la Corriente Democrática de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz
Ledo de redactar una nueva Constitución resultó, sin duda, un buen golpe de
efecto.
AHORA
falta ver qué respuesta recibe la propuesta… y qué tanto fondo tiene.
PORQUE,
antes de ponerse a refundar la base del sistema de leyes del país, habría que
estar seguros de las razones para hacerlo y de lo que se pretende lograr.
DE
HECHO, una conclusión de los muchos diagnósticos que se han realizado sobre el
marco legal mexicano es que las leyes nacionales no son malas: lo malo es que
no se cumplen.
NO
VAYA A SER QUE, como ya ha ocurrido en no pocas ocasiones en México, por
apostarle al “gran cambio estructural” se dejen de lado las acciones
aparentemente más modestas en sus alcances, pero que resultarían más efectivas
para lograr cambios concretos y útiles.
LOS
FUNCIONARIOS altos y medios de la delegación Iztacalco han tenido que aprender
a vivir sin gadgets cada vez que van a ver a su jefa.
CUENTAN
que, desde que fue balconeada por exigir el diezmo a sus empleados para
financiar actividades del PRD, la delegada Elizabeth Mateos exige a todos sus
colaboradores que entren a su despacho sin celulares o cualquier dispositivo en
el que se pueda grabar audio o video.
POR
CIERTO, ¿de qué se hablará en esas juntas que la funcionaria anda tan
precavida? Es pregunta sin micrófonos ocultos.
CON
EL OJO CUADRADO se quedaron varios de los invitados al informe que presentó
ayer la diputada local del PRD Dinorah Pizano.
RESULTA que la
sede de ese acto fue el Polyforum Cultural Siqueiros, propiedad de Alfredo
Suárez.
LO
RARO es que, hasta mayo pasado, Pizano era una de las legisladoras que acudían
a cada rato a “defender” ese recinto cultural ante el plan que tenían sus
dueños de hacer modificaciones al inmueble.
POR
AQUELLOS DÍAS, la representante local acusaba a Suárez de haber usufructuado
durante 40 años un patrimonio de todos los mexicanos.
CON
ESOS ANTECEDENTES salta la duda de si le prestaron el auditorio o se lo
rentaron… y qué tarifa pagó.
LLEGÓ
al poder con un ambicioso paquete de reformas bajo el brazo que entusiasmó al
mundo entero.
PROMETIÓ
en campaña que, con esas reformas, la economía volvería a crecer al ritmo
necesario.
PERO,
dos años después, la economía no repuntó. El duro aumento a los impuestos que
impuso al país, lejos de reactivar el mercado interno, lo mermó aún más.
ANTE
la promesa incumplida, habrá elecciones para elegir un nuevo Congreso y a
partir de sus resultados, el mandatario medirá si los ciudadanos apoyan aún su
plataforma de gobierno para ver si se queda o se va.
ASÍ
LO ANUNCIÓ esta semana el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
NO
ES un sueño. Las democracias con gobiernos que viven o mueren dependiendo de
sus resultados sí existen.
∞∞
TRASCENDIÓ
/Milenio
Que
los senadores perredistas Miguel Barbosa, Alejandro Encinas y Raúl Morón
formaron un grupo para apoyar a los activistas detenidos tras los desmanes que
se produjeron el 20 de noviembre pasado.
Los
legisladores realizan labores de vigilancia y gestión para buscar la libertad
de las 11 personas, ocho hombres y tres mujeres, que fueron enviadas a penales
federales de Veracruz y Nayarit.
Que quien de
plano prefirió mantenerse al margen del asunto de los anarcos ya identificados
por el gobierno federal, algunos de los cuales mantienen secuestrado desde hace
años el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras, es
el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional
Autónoma de México, Agustín Rodríguez, quien de plano argumentó desconocer la
información.
Que
más allá de la coyuntura hay un compromiso de las procuradurías generales de
justicia del país para fortalecer los servicios médico-forenses y periciales a
más tardar el próximo año, de manera que con la implementación del nuevo
sistema de justicia penal se utilicen en forma adecuada los recursos
tecnológicos para castigar los delitos.
Que
el Gobierno del Distrito Federal desairó a la diputada del Partido de la
Revolución Democrática Dinorah Pizano al no enviar a ningún representante a
escuchar su segundo Informe de labores.
En
la lista de invitados confirmados estaba el secretario de Gobierno, Héctor
Serrano, y la titular de Desarrollo Social, Rosa Icela Rodríguez, pero, a pesar
de que retrasaron media hora el evento por si se les había hecho tarde, los
funcionarios capitalinos brillaron por su ausencia.
Que
luego de que ayer un pequeño contingente marchó en la colonia Nápoles para
exigir una consulta ciudadana sobre la colocación de parquímetros, el jefe
delegacional de Benito Juárez, Jorge Romero Herrera, sigue sin dar respuesta a
las decenas de mensajes que a través de sus redes sociales exigen claridad en
el proceso.
Las
máquinas de este sistema de pago han sido instaladas sigilosamente en calles de
la zona, causando la molestia de vecinos y oficinistas de los edificios
cercanos.
∞
BAJO RESERVA/El
Universal
El
patrimonio de El Sopas
Después
del derrumbe de una parte de su propiedad en Bosques de las Lomas, algunas
voces del área de seguridad del gobierno federal comienzan a pedir que el
director de Asuntos Internos de la Policía Federal, Edgardo Flores Campbell,
haga pública su declaración patrimonial para cruzar los datos y determinar si
su salario de casi 200 mil pesos ha sido suficiente para poseer una residencia
valuada en cerca de 30 millones de pesos, nos dicen. Al interior de la
corporación mencionan que don Edgardo, personaje ligado a importantes ex
funcionarios del gobierno calderonista, viene de una familia de abolengo y que
no tiene problemas de efectivo, nos comentan. Sin embargo, hablan de la
necesidad de abrir una investigación. El problema es que el federal, conocido
como El Sopas, es el encargado de investigar supuestos actos de corrupción en
la PF. ¿Qué oficina se encargaría de indagar sus dineros?
Una priísta que
niega su militancia
Hay
tanta democracia en el PRI que hasta quienes no son militantes del partido
tienen cargos dentro del Comité Ejecutivo Nacional y, por si fuera poco, se dan
el lujo de vetar a priístas. Es el caso,
nos dicen, de la secretaria de Vinculación con la Sociedad Civil, Laura Elena
Herrejón, quien jura y perjura que ella no es priísta. Recientemente doña
Laura Elena fue la encargada de instalar la Comisión de Participación y
Expresión de Causas Ciudadanas, dentro del Consejo Político Nacional, y fue
quien palomeó a sus integrantes. Al menos fueron dos priístas a quienes no
permitió que estuvieran en la comisión, a pesar de que se les había anunciado
su participación: Carlos Rojas, ex secretario de Desarrollo Social en el
sexenio salinista, y Luis Figueroa, presidente de la organización priísta
adherente México Avanza. ¿Le son incómodos?
Dialogantes,
los líderes en el Senado
Los
líderes del Senado, el perredista Miguel Barbosa Huerta, quien preside la Mesa
Directiva; el priísta Emilio Gamboa Patrón, cabeza de la Junta de Coordinación
Política, y el panista Jorge Luis Preciado, líder de la bancada azul, concurren
en la idea de impulsar soluciones a los problemas que hierven en el país dentro
del caldero de Iguala. En ese ánimo, preparan tres días de diálogos por un
México Social, con los temas fundamentales del desarrollo económico, la
seguridad y la justicia en México. Los legisladores, nos comentan, actúan como
corresponde a su representación y como integrantes de una estructura
institucional: el Congreso.
Don Cuauhtémoc
les come el mandado
Nadie
lo saca de la idea de que el PRD de Carlos Navarrete está paralizado,
principalmente frente a los hechos de Iguala, la desaparición de 43 normalistas
de Ayotzinapa. Ante esa situación, Cuauhtémoc Cárdenas utiliza la estrategia de
la ofensiva frente a la inacción de la dirigencia, nos comentan. Una muestra la
dio este sábado cuando grabó un video, al lado de Clara Jusidman y Félix
Hernández Gamundi, para exigir la liberación de los detenidos el 20 de
noviembre en la ciudad de México. Don Cuauhtémoc le come el mandado a los
líderes perredistas.
El Cristalazo
TOLERANCIA,
DERECHOS Y LÍMITES/Rafael Cardona
La
Crónica
Imposible suponerlo de otra manera.
Brillante,
sobrio y agudo, algo especialmente notable en
los tiempos actuales cuando la intransigencia de algunos empaña el luto
de muchos, Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada priista en la
Cámara de los Diputados y multimencionado relevo fundamental en el maltrecho
gabinete del presidente Peña, recibe la
orden de la Legión de Honor de la República Francesa y desde esa notable
distinción explica el momento actual.
Sólo
para quien sepa leer:
“…El ciclo de reformas transformadoras que ha
impulsado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto —en mi país, y del que
he sido partícipe en los años recientes desde la tribuna parlamentaria— tiene
el firme propósito de consolidar el Estado mexicano. No tengo ninguna duda, la
ruta es la correcta.
“Pero hay que volver la vista y atender la
tríada de valores supremos que nos legó la modernidad democrática: la libertad,
la igualdad y la fraternidad”.
“El puente entre las primeras, escribió
Octavio Paz, es la fraternidad, la fraternidad que es común a las grandes
corrientes de pensamiento finiseculares”.
Dijo,
“en uno de sus extremos —cito al poeta— la libertad es singularidad y
excepción; en el otro, es pluralidad y convivencia”.
“Por todo esto, aunque libertad y democracia
—siguió diciendo— no son términos equivalentes, son complementarios: sin
libertad, la democracia es despotismo, sin democracia, la libertad es quimera”.
“Es algo parecido —digo yo— al dilema
constante que se le presenta a un buen gobierno: descubrir la fina línea, casi
invisible, de encontrar el equilibrio entre el orden y la libertad”.
“Una sin la otra, termina lastimando a la
sociedad y lo que es peor, en una democracia, el exceso de una sobre la otra,
acaba con los derechos de todos. Eso, sólo lo puede resolver una buena política”.
“Por ello, por más contrastes que veamos aún
entre la modernidad y el atraso, entre la opulencia y la pobreza extrema, no
perdamos la perspectiva: es posible remediar y mejorar la situación con la
voluntad inquebrantable de libertad y justicia del pueblo mexicano y la
fraternidad de los países hermanos. Así lo haremos sin duda. Es nuestro deber”.
Estas
palabras se pueden sintetizar, si se quiere, en dos posibilidades: o este país
resuelve sus contradicciones por el camino de la legalidad (con la debida
corrección de los excesos y fallas institucionales mediante la aplicación real
de la justicia), o sucumbe dentro de ellas por la ruta de la anarquía. Hoy los
mexicanos podemos optar (¿podemos?) entre dos posibilidades: reforzar las
instituciones, hacerlas realmente operativas y funcionales, o mandarlas todas
al diablo y dejar en sus manos el destino nacional entre el vandalismo, la
anarquía y el desgobierno.
Cada
quien hará su apuesta.
Esta
disyuntiva no es materia nada más de discurso político ni de ceremonia
protocolaria en el ámbito diplomático de una condecoración. Es posiblemente el
tema central de los próximos meses y quizá años.
Con
motivo de los hechos recientes resulta notable la necesidad de una clara
definición de cuáles son las atribuciones irrenunciables de los cuerpos
policiacos en el uso legítimo de la fuerza. Hasta hoy los “protocolos” de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos en este sentido, especialmente en lo
relativo al control de multitudes, son insuficientes y negociables.
Basta
un grito de cualquier ONG para
descalificar cualquier acción de control y ubicarla en el amplio campo de la
violación.
No
es posible, por ejemplo, hablar de “brutalidad policiaca” en la contención de
los manifestantes violentos del pasado jueves, cuyo afán de “tomar” el Palacio
Nacional fue frenado –y bien—, por los granaderos.
En
varios rumbos de la ciudad vimos cómo el vandalismo le prendía fuego a las
botas de los policías mediante el uso de bombas incendiarias o cocteles
Molotov. ¿No pueden ser considerados estos artefactos, sobre todo ante la
evidencia de su destructiva capacidad, como “armas prohibidas”?
Su
uso indiscriminado y tolerado hace nugatorio el contenido de este artículo de
la ley de Armas de Fuego y Explosivos:
Artículo
36.- Queda prohibido a los particulares asistir armados a manifestaciones y
celebraciones públicas, a asambleas deliberativas, a juntas en que se
controviertan intereses, a cualquier reunión que, por sus fines, haga
previsible la aparición de tendencias opuestas y, en general, a cualquier acto
cuyos resultados puedan ser obtenidos por la amenaza o el uso de las armas; se
exceptúan los desfiles y las reuniones con fines deportivos de charrería, tiro
o cacería”.
Si
alguien porta, ya no digamos si dispara un
arma de fuego, cae sobre su
cabeza todo el peso de la ley. Pero quien lanza botellas encendidas con ácido y
gasolina, jamás sufre castigo alguno.
—¿Por
qué?
Nadie
lo sabe. Es la confusión entre Derechos Humanos y delincuencia al amparo de los
derechos humanos.
El Presidente
de la República ha hecho una advertencia cuya raíz deberíamos analizar: Ha
dicho: la sociedad está harta de la vulnerabilidad frente a la delincuencia.
Valga
aquí una digresión: los hechos ocurridos en Iguala con los activistas de
Ayotzinapa (estudiantes, pero activistas, como ahora se comprueba día con día)
fueron cometidos por bandas delincuenciales asociadas con poderes establecidos, especialmente
autoridades municipales de Guerrero, con la tolerancia o el disimulo del
gobierno estatal y ante la imprevisión del gobierno federal.
Eso
les da el matiz de violaciones graves a los Derechos Humanos, lo cual agrava la
comisión de los delitos. De los graves delitos de homicidio, secuestro y todo
lo demás.
Por
eso se han generalizado aquí y fuera del país las protestas.
Ahora,
con el tema del conflicto de intereses en vigencia, valdría la pena analizar si
Carlos Treviño, Director de Finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social,
tiene o no relación accionaria con Víctor Vázquez Zarate, ex Director de los
Servicios Médicos de Pemex y Sergio Martin, Director de Operaciones de la
Empresa Croix-AIN, especializada en equipo médico y “servicios integrales de
Salud”.
La
empresa es proveedora de… adivinó usted. El IMSS.
∞∞
La reina de la
calle/Ricardo Alemán
El Universal
Nadie,
en su sano juicio, puede demeritar la importancia, trascendencia y el impacto
social de la movilización del 20 de noviembre
Nadie,
en su sano juicio, puede demeritar la importancia, trascendencia y el impacto
social de la movilización del 20 de noviembre, en solidaridad con familias de
los normalistas desaparecidos.
Y
es que si dejamos de lado el rostro indeseable de la violencia provocada por
los grupos anarquistas, concluiremos que la manifestación del 20 de noviembre
es la mejor muestra de que la democracia mexicana está viva y que sus
anticuerpos sociales –como la indignación, el asombro, enojo y el reclamo–,
gozan de cabal salud.
El
otro 20 de noviembre –el que dejó ver la revolución de las conciencias–,
también confirmó que están más vigentes que nunca los derechos básicos en
democracia; como la protesta, la manifestación y la exigencia callejera.
Más
aún, la multitudinaria movilización ciudadana –que acompañó a padres y
estudiantes–, obligó a todas las formas de autoridad –a los tres órdenes de
gobierno, a los Tres Poderes y a los partidos–, a ser solidarios y tolerantes
con la reina de las expresiones ciudadanas; la protesta callejera. Y es que sea
por la presión social, sea por convicción, todas las voces públicas fueron
solidarias con las familias de la tragedia de Iguala.
Además,
y a pesar de la polarización propia de una sociedad plural, la marcha del
pasado jueves cerró la boca a los que pregonan que en México no existe
democracia; a los que dicen que no se respetan las libertades básicas y a los
que aseguran que vivimos bajo un régimen represor y autoritario.
Y
es que quedó registrado en imágenes, reseñas, crónicas –y en la conciencia
colectiva–, que la sociedad mexicana es capaz de protestar en orden, sin
violencia y sin consignas partidistas que suelen buscan renta política.
La
marcha del 20 de noviembre también mostró que la sociedad en general –aquella
que no milita, que no representa un credo y que exhibe la genuina expresión
ciudadana–, es capaz de arrebatar causas emblema –como la tragedia de Iguala–,
a los violentos de la CNTE, la CETEG, el SME y otros grupos que no pudieron
adueñarse de la manifestación.
VANDALISMO,
LA OTRA CARA.
Sin
embargo, la fiesta de la democracia no empezó y tampoco terminó en paz. En
distintos momentos y desde diversos puntos de la ciudad de México asomó la peor
cara de la democracia; violencia, vandalismo, saqueo, robo, caos, odio y las
cuestionables expresiones anarquistas.
Pero
el problema de fondo no son los jóvenes anarquistas –algunos casi niños–, que
son adiestrados, encapuchados y provistos de pertrechos del “buen anarquista”,
para convertirse en turba contra la policía, contra toda expresión de
autoridad, contra emblemas del capital y la riqueza. No, el problema no sólo
está es ver y condenar a un ejército de encapuchados que lanzan bombas
incendiarias, petardos y que vandalizan y saquen por consigna.
No,
el problema es que la democracia mexicana –la misma que hace posible una
manifestación ejemplar como la del 20 de noviembre–, también deja espacio para
que exista y se manifieste el anarquismo; para que manos anónimas financien a
los violentos por consigna, que le apuestan al caos y la desestabilización.
¿De
quién es la mano que financian el entrenamiento de los anarquistas? ¿Por qué el
anarquismo surgió con fuerza renovada a partir del 1 de diciembre de 2012,
justo durante la toma de posesión de Enrique Peña Nieto? ¿Por qué instituciones
de inteligencia del Estado han sido omisas en la detección, identificación y
anulación de los grupos anarquistas?.
DERROCAR
A PEÑA NIETO.
Lo
cierto es que el movimiento anarquista no es nuevo en México. En todo caso se
reactivó con el regreso del PRI al poder presidencial –al tiempo que izquierdas
y derechas fracasaron en sus intentos por echar al PRI del poder–, y sus
activismo renovado es parte de la ecuación diseñada para derribar al gobierno
de Peña Nieto.
Lo
curioso –y al mismo tiempo reprobable–, es que el gobierno de Peña Nieto tardó
dos años en darse cuenta que con el regreso del PRI al poder presidencial
también se reavivaron los resabios del añejo antipriísmo de los años 70, 80 y
90 –que dio lugar al fortalecimiento de los partidos opositores de la derecha y
la izquierda–, y que en la primera década del nuevo siglo se fusionó con el
resentimiento de los derrotados en las urnas en 2006 y 2012.
Es
decir, que a partir del regreso del PRI al poder presidencial, se encontraron
en la misma línea de combate al PRI de Peña Nieto, no sólo lo que aún quedaba
del radicalismo antipriísta y de los grupos clandestinos armados –expresado en
el movimiento anarquista y en franquicias de la guerrilla, como la CNTE, la
CETEG, la APPO y otras–, sino que se sumó al antipeñismo la furia y el odio del
“lopezobradoristas” que no se resignan al veredicto de las urnas.
Así,
la CNTE y sus expresiones guerrilleras se revitalizaron con la llegada del PRI
de Peña Nieto al poder, al tiempo que López Obrador intensificó la creación de
su propio partido, Morena, con la intención de tirar del gobierno a Peña Nieto,
mientras que desde el 1 de diciembre de 2012 los anarquistas vandalizaron la
ciudad de México y dejaron marcado el territorio a manera de aviso de que
estaban de vuelta.
Sorprende
que el pasado viernes, en respuesta al vandalismo propiciado antes y después de
la marcha del 20 de noviembre, el presidente Peña Nieto haya dicho –por primera
vez–, que el gobierno federal no tolerará el vandalismo; sorprende que lo haya
dicho junto al jefe de gobierno del DF, Miguel Mancera, a casi dos años de
iniciado el vandalismo y a casi dos meses de que arreciaron los actos
vandálicos, como resultado de la tragedia de Iguala.
LAS
PRUEBAS.
¿De
verdad no se había dado cuenta el gobierno federal? ¿De verdad no sabía el
presidente Peña de la existencia de grupos vandálicos? ¿De verdad cree el
presidente que con discursos se acabará el vandalismo?
Del 1 de
diciembre de 2012, al 20 de noviembre de 2014 se han contabilizado por lo menos
35 actos de violencia propia de grupos anarquistas, sobre todo en la capital
del país, Estado de México, Guerrero, Michoacán y Oaxaca. ¿Hasta ahora se dan
cuenta en la casa presidencial?
El
acto vandálico que más lastimó a los capitalinos fue el del 1 de diciembre de
2012, ya que además del tamaño de la destrucción y la violencia, el PRD radical
en la ALDF modificó el artículo 362 del Código Penal, para exonerar a los
vándalos. ¿No lo sabía el gobierno federal?
La
lista del vandalismo anarquista es larga, pero también abundan partidos,
políticos y líderes sociales que solapan, financian y defienden al movimiento
anarquista. Y es que la consigna es tirar a Peña Nieto. Al tiempo.
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