Revista
Proceso
No.1986, 22 de noviembre de 2014.
- La
investigación periodística del portal Aristegui Noticias –publicado
simultáneamente en el número 1984 de Proceso–, titulada “La casa blanca de Peña
Nieto”,
reveló que la residencia ubicada en Sierra Gorda 150, en las Lomas de
Chapultepec, estaba escriturada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro.
- Arropado el martes 18 por una concentración masiva en Cuautitlán, Estado de México, Peña Nieto dijo que hay quienes al amparo del dolor por lo ocurrido en Iguala quieren desestabilizar el país, provocar desorden social y atentar contra su proyecto de nación.
Definitivo:
Peña Nieto incurrió en conflicto de interés/
Arturo
Rodríguez García
La
investigación de Aristegui Noticias sobre la Casa Blanca de la pareja
presidencial cayó como una bomba en un ambiente generalizado de rechazo y
desconfianza hacia el gobierno federal por su incapacidad de resolver el caso
Ayotzinapa. En un intento por apagar ese fuego, Enrique Peña Nieto hizo que su
esposa diera una explicación pública sobre el inmueble… Explicación que no
satisfizo a nadie y sólo ha sido objeto de críticas y burlas. Por su parte, el
mandatario “abrió” al público su declaración patrimonial, la que, según
expertos, deja muchas dudas sobre sus propiedades y la forma en la cual las
obtuvo.
La
reacción del presidente Enrique Peña Nieto al escándalo ya conocido como Casa
Blanca dejó más dudas que certezas sobre su patrimonio. Con aparente malestar
él y su cónyuge, Angélica Rivera Hurtado, aportaron datos sobre la residencia
cuestionada y sobre otros bienes lo cual, más allá del sentimiento de ofensa
expresado por la esposa del mandatario, confirmó los indicios de que hay un
conflicto de interés.
La
investigación periodística del portal Aristegui Noticias –publicado
simultáneamente en el número 1984 de Proceso–, titulada “La casa blanca de Peña
Nieto”, reveló que la residencia ubicada en Sierra Gorda 150, en las Lomas de
Chapultepec, estaba escriturada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro.
Esa
razón social pertenece al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, accionista
mayoritario del Grupo Higa, corporativo que en menos de dos años de gobierno
federal de Peña Nieto ha sumado 22 mil millones de pesos (mdp) en contratos de
obra conforme a lo que se ha transparentado hasta ahora; además durante el
periodo de éste como gobernador del Estado de México la empresa obtuvo
contratos por más de 35 mil mdp (Proceso 1985).
Aunque
el vocero presidencial, Eduardo Sánchez Hernández dijo al menos dos veces que
no existe conflicto de interés, los datos expuestos por Rivera corroboran que
Hinojosa Cantú –a quien dijo conocer, “ como a muchas otras personas”–
construyó la residencia a su gusto y se la financió.
Para
el jurista Jaime Cárdenas hay suficientes elementos para pensar que hay
conflicto de interés, pues Hinojosa Cantú, quien celebró el contrato de
compra-venta de la casa, se ha favorecido con contrataciones del gobierno
federal tan importantes como la del tren México-Querétaro o el proyecto
hidráulico Monterrey VI.
Doctor
en derecho e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM, Cárdenas recuerda que el artículo 8, fracción XI, de la Ley Federal de
Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos establece como
obligación excusarse de intervenir “por motivo de su encargo” en asuntos donde
tenga interés personal, familiar y de negocios o que puedan resultar en un
beneficio para su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado,
parientes civiles o para terceros con relación profesional, laboral o de
negocios, o sociedades de las que formen o hayan formado parte.
A
la luz de ese precepto Cárdenas precisa que no es Rivera quien incurrió en
conflicto de interés sino el presidente Peña Nieto.
Proceso
le menciona al jurista los argumentos –expuestos por el vocero Sánchez el lunes
10 en un espacio informativo de Televisa– de que el contrato se celebró antes
de que Peña Nieto fuera presidente o que la asignación del tren rápido
México-Querétaro se canceló.
Cárdenas
explica que el contrato de compra-venta de la residencia de Sierra Gorda con
reserva de dominio –según se dio a conocer en medio del escándalo– en términos
jurídicos “no se ha perfeccionado”, es decir que Rivera sigue pagándola por lo
cual no puede darse aún por “celebrado”.
Respecto
a la construcción del tren rápido a Querétaro, considera que aun cancelada la
adjudicación, el acto jurídico de la licitación existe, pues hubo convocatoria,
procedimiento y fallo.
Esto
significa que el acto jurídico existe y aun cancelado el resultado, sigue
siendo elemento del conflicto de interés.
En
su videodeclaración televisada el martes 18, la primera dama anunció que
vendería los derechos de esa propiedad. Cárdenas sostiene que los elementos
constitutivos del conflicto de interés no se solventan con esa operación.
“Ojalá
que estos hechos sean materia de investigación. La PGR tendría que investigar
de oficio para determinar si existe conflicto de interés. Supongo que la
Secretaría de la Función Pública hará investigaciones del caso. Se van a
escudar en que no hay denuncias. Si no hay, estarán por presentarse, por lo que
deberán investigar”, afirma.
La
crisis se agrava
Aunque
no es la primera vez que un presidente o sus colaboradores son expuestos al
escrutinio público, el asunto de la Casa Blanca estalló en medio de una crisis
de confianza y legitimidad del gobierno federal por el caso irresuelto de la
muerte de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes en Guerrero, lo
cual lo hizo más grave, observa la politóloga Lourdes Morales Canales.
Doctora
en ciencia política por la Universidad de París I y actual profesora asociada
del Centro de Investigación y Docencia Económica, Morales Canales explica que
además de la legislación nacional hay instrumentos internacionales en materia
de combate a la corrupción que son aplicables al caso.
Por
ejemplo la ONU distingue dos tipos de conflicto de interés en su programa de
declaración financiera: el institucional y el personal.
El
primero es cuando una institución no puede prestar servicios por haber una
ventaja competitiva, como es el caso de la Presidencia y sus contratos con
Grupo Higa.
El
conflicto de interés personal se plantea cuando existe una relación profesional
o afectiva que interviene en el cumplimiento de funciones oficiales.
–¿Los
dos supuestos encajan en este caso? –se le pregunta.
–Las
respuestas (de Peña Nieto y su esposa) dejan mucho que desear y no hay prueba
en contrario. El asunto queda en entredicho mientras no aclaren. Pero aclarar
es poner en la vitrina pública las obras asignadas al contratista cuando el
presidente fue gobernador o en las que actualmente está participando, para que
muestre si hubo principios básicos de competitividad.
“La
primera dama no fue electa por la ciudadanía, no era ella la que tenía que
explicar. Su explicación dejó más dudas. Y ahora resulta que está ofendida. Yo
no sé quien asesora al señor presidente.”
Experta
en temas de rendición de cuentas, Morales Canales ejemplifica con la
cancelación del contrato del tren México-Querétaro, adjudicado al consorcio de
empresas entre las cuales estaba el Grupo Higa y va más allá de la existencia
del acto jurídico, pues advierte que no sólo se deja de explicar el motivo de
la cancelación sino se va a pagar un costo.
El
patrimonio declarado
Arropado
el martes 18 por una concentración masiva en Cuautitlán, Estado de México, Peña
Nieto dijo que hay quienes al amparo del dolor por lo ocurrido en Iguala
quieren desestabilizar el país, provocar desorden social y atentar contra su
proyecto de nación.
Añadió:
“No sé si esté vinculado a esto (la investigación periodística sobre la casa)
pero pareciera un afán orquestado por desestabilizar y por oponerse al proyecto
de nación”.
Luego
abundó en lo positivo de que quienes tienen responsabilidad pública rindan
cuentas y sean transparentes… y anunció que le había pedido a su esposa aclarar
el tema de la Casa Blanca.
Esa
misma noche Angélica Rivera apareció en un video que difundió El Noticiero, de
Joaquín López Dóriga y luego se colocó en línea, en el cual la primera dama
explicaba, aparentemente molesta, su negocio con Juan Armando Hinojosa.
El
presidente se volvió a referir al asunto el miércoles 19 cuando, en Michoacán,
agradeció que su esposa hubiera hecho público su patrimonio y anunció que él
mismo abriría los datos de su declaración patrimonial.
La
Presidencia de la República avisó que publicaría la declaración patrimonial de
Peña Nieto a las 23:30 horas, pero una hora antes López Dóriga en su noticiero
volvió a tener la “primicia”… que no lo fue tanto, pues repitió lo ya sabido.
El
30 de marzo de 2012, al iniciar su campaña presidencial, Peña Nieto anunció que
haría pública su declaración patrimonial. Esa vez expuso que sus propiedades
eran cuatro residencias: una en Metepec, una en Ixtapan de la Sal, una en
Atlacomulco y otra en Toluca; un terreno en Valle de Bravo, otro en Acambay y
dos en Metepec, todo en el Estado de México. Además dijo tener un departamento
en Acapulco. La declaración fue avalada por notario, inaugurando también el
uso de la fe pública para compromisos de campaña.
El
15 de enero de 2013, al presentar su primera declaración patrimonial ya como
presidente, Peña Nieto omitió precisar los lugares donde se ubican sus
propiedades. Así que en realidad la declaración sólo ofrece montos de lo que
anteriormente ya había declarado, no establece los lugares precisos de los
inmuebles y terrenos pero indica que seis de las nueve propiedades fueron
donadas por su padre y su madre, mientras que una más la heredó de su fallecida
esposa Mónica Pretelini.
Según
la misma declaración sólo compró dos inmuebles, uno de ellos cuando tenía 15
años: Habría adquirido una casa en 1982 por un monto de sólo 924 viejos pesos.
En
1988 su padre le habría donado un terreno de mil metros cuadrados con valor de
11 mil 200 viejos pesos. Un año después, también su padre le donó un terreno
rústico de 2.4 hectáreas por un valor de 647 viejos pesos.
El
19 de marzo de 2001 heredó de su cónyuge un departamento con un valor de 2.6
mdp. Pero la herencia no coincide con las fechas, pues su primera esposa,
Mónica Pretelini, murió seis años después, en enero de 2007. En el derecho
sucesorio la herencia en vida se llama donación.
Luego
Peña Nieto compró al contado otras más, en diciembre de 2005, con un valor de
5.6 mdp.
Las
dimensiones de las casas y terrenos habían sido explicitadas desde la
declaración del 15 de enero de 2013. Las propiedades que adquirió por donación
de su madre, según la explicación, habían sido obtenidas por ella a su vez por
donación de su esposo. Se trata de un terreno de 2 mil 547 metros cuadrados,
con un valor de 6.9 mdp donado en 2009. Además tres propiedades donadas en
2011: Una casa de 150 metros cuadrados, con valor de 611 mil 253 pesos. Otra de
338 metros cuadrados con valor de 455 mil 600 pesos. Y un terreno de casi seis
hectáreas con un valor de 5.1 mdp.
El
presidente de México tiene un patrimonio de 45.2 mdp, de los cuales 21.4 son
inmuebles, 6.9 en joyas, relojes, metales preciosos o monedas y obras de arte,
en tanto 16.9 son inversiones. Sus bienes y ahorros han sido obtenidos
mayoritariamente por “donación”.
Para
Diego de la Mora, responsable del área de Presupuesto y Políticas Públicas de
la organización civil Fundar, falta la declaración de los bienes de su esposa
que, conforme a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y al
Manual de Declaraciones Públicas de la Secretaría de la Función Pública (SFP)
es una obligación de todo servidor público.
Agrega:
“Me parece que toda la información, las justificaciones que se han hecho tanto
de la primera dama como del presidente, y la declaración patrimonial no eximen
de responsabilidad a la SFP y al Congreso de investigar, por posible conflicto
de interés; me parece que hay muchos elementos para llevar el caso hasta sus
últimas consecuencias”.
Morales
Canales considera que la declaración ofrecida por el presidente es mejor que la
versión pública anterior. Y si bien califica la apertura de montos como “un
buen gesto” añade que no ofrece respuestas.
“La
información es una herramienta que ayuda pero debe completarse con
justificaciones y razones; si no, queda incompleta. No entendemos qué llevó al
presidente a vivir ahí (Las Lomas), su relación con Grupo Higa ni la
cancelación del contrato, o las obras del Estado de México; no sabemos si en
verdad es la empresa más competitiva, la mejor o cuál es la valoración previa”,
plantea.
La
investigadora menciona las limitaciones legales para mantener las declaraciones
patrimoniales como confidenciales, especialmente a partir de que la Suprema
Corte rechazó un amparo demandado por Fundar sobre la publicidad de las de los
diputados, que los ministros desestimaron –excepto José Ramón Cossío–
privilegiando el derecho a la confidencialidad.
Morales
recuerda que en la “Ley modelo sobre declaración de ingresos, pasivos y activos
por parte de quienes desempeñan funciones públicas”, de la OEA –instrumento
suscrito por México– se plantea un formato para la publicidad de información de
las declaraciones patrimoniales de servidores públicos, pero también de
contratistas, algo de lo cual se carece en el país.
Sostiene
que esta crisis debería abrir la oportunidad para revisar propuestas serias en
materia de rendición de cuentas y transparencia, especialmente porque esta
semana se discutirán reformas en dichas materias.
“Lo
que queremos, como ciudadanos, son respuestas y acciones. Hay mucho enojo en
las calles y pocas propuestas y medidas a largo plazo. Se requieren acciones
–no sólo mediáticas y espectaculares– que nos hagan ver que hay una política
pública de combate a la corrupción. El grito en las calles es contra
inseguridad e impunidad, pero sobre todo contra la corrupción.”
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