- “El presidente Peña Nieto, recordarás, Carmen, que al principio de la administración, cuando la casa Miguel Alemán, en la residencia oficial de Los Pinos, que está destinada a albergar a la familia presidencial, había sido ocupada para oficinas y en tanto se estaba haciendo esa modificación, el presidente de la República tuvo su domicilio ahí (en la casa de Sierra Gorda)”
Revista
Proceso
No.1986, 22 de noviembre de 2014.
Presidencia
mintió sobre la remodelación de Los Pinos/Anabel
Hernández
Dos
años lleva la Presidencia de la República negando que se haya reconvertido la
casa Miguel Alemán –habilitada por Vicente Fox como oficinas– en un palacete
para Enrique Peña Nieto y su familia. Sin embargo, en una entrevista sobre la
polémica propiedad de la Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, el vocero
Eduardo Sánchez admitió que el mandatario vivió en ésta mientras se remodelaba
la residencia Miguel Alemán en Los Pinos. Así evidenció que las respuestas
oficiales dadas a Proceso, donde se niega la existencia de las obras, son
simples mentiras. Con ellas, Peña Nieto viola la Ley Federal de Transparencia y
el Código Penal Federal.
El
vocero del presidente Enrique Peña Nieto, Eduardo Sánchez Hernández, reconoció
públicamente el 19 de noviembre pasado que se remodeló la residencia Miguel
Alemán, en Los Pinos, para transformarla de oficinas a casa habitación de Peña
Nieto y su esposa, Angélica Rivera, después de que la Presidencia ha negado esa
transformación durante dos años.
Al
admitir que se remodeló la residencia Miguel Alemán, el vocero presidencial
tácitamente reconoció que la administración de Peña Nieto ocultó a la opinión
pública la obra y los recursos del erario que se gastaron en ella.
El
miércoles 19, la periodista Carmen Aristegui entrevistó al vocero en su
noticiero radiofónico transmitido por MVS. Sobre la Casa Blanca, que Rivera
dice estar pagando con recursos personales pero en el Registro Público de la
Propiedad aparece a nombre del contratista, sin hipoteca alguna, la periodista
preguntó: “¿Asiste el presidente Peña Nieto a la casa de Sierra Gorda?”.
Persistente
negación
Desde
antes de la transición gubernamental entre las administraciones de Felipe
Calderón y Peña Nieto, fuentes vinculadas al primer círculo de este último
comentaron sobre la remodelación de la residencia Miguel Alemán.
Al
inicio de la administración de Vicente Fox, con el supuesto fin de acabar con
la imagen de una “presidencia imperial”, la construcción donde vivían los
presidentes desde la década de los cincuenta fue transformada en oficinas del
mandatario y de su equipo, con salas de espera y de juntas, así como comedores
para visitas oficiales.
En
la transformación de la residencia Miguel Alemán y de dos cabañas que fueron
acondicionadas para que las habitaran Vicente Fox y su familia, se gastaron más
de 61 millones de pesos. La administración calderonista mantuvo el uso
burocrático de esos espacios.
Ya
que tiene autoridad administrativa y la responsabilidad del uso del inmueble,
la Presidencia autorizó la mencionada remodelación para reconvertir nuevamente
las oficinas en residencia al gusto de la familia Peña-Rivera. Pero lo hizo sin
explicación, en la opacidad absoluta.
Una
investigación realizada por Proceso durante dos años documentó, incluso con
fotografías de la propia Presidencia, los notorios cambios al inmueble.
Entre
noviembre de 2012 y septiembre de 2014 se hicieron cinco solicitudes de
información, a través de la Ley Federal de Transparencia, acerca de la
remodelación y redecoración de la casa Miguel Alemán (solicitudes números
021000134112, 0210000064213, 0210000076514, 02100000 94114 y 0210000094014).
El
segundo de estos requerimientos especifica:
“En
diciembre de 2012 presenté la solicitud de información 021000134112, en la que
pedí los contratos, convenios o cualquiera que fuera la modalidad para la
realización de remodelaciones en Los Pinos, incluyendo la residencia Miguel
Alemán y las cabañas que han servido de casa habitación para el presidente y su
familia desde el sexenio de Vicente Fox.
“La
Presidencia no informó sobre los trabajos de remodelación que actualmente se
llevan a cabo para adecuar las instalaciones a las necesidades del presidente
Enrique Peña Nieto y su familia, así como las actuales remodelaciones a
oficinas que se están llevando a cabo en Los Pinos.
“La
propia esposa del presidente, la primera dama Angélica Rivera, en la entrevista
concedida recientemente a la revista Hola, afirmó que se estaban llevando a
cabo remodelaciones en Los Pinos.
“Con
base en la Ley de Transparencia solicito que la Presidencia de la República me
informe desde qué día comenzaron las remodelaciones que se están realizando en
Los Pinos con motivo de la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, así
como de su familia. Solicito el desglose detallado de qué trabajos específicos
se están realizando, en qué edificios y áreas de Los Pinos se están haciendo
dichos trabajos y cuándo serán concluidos cada uno de ellos.
“Solicito
copia del documento, minuta o cualquiera que sea la modalidad en la que se
autorizaron dichos trabajos y bajo qué criterio. Así como el plan de obras, si
es que éste existe.”
Como
respuesta a esta y las otras solicitudes, el Estado Mayor Presidencial, la
Dirección General de Finanzas y Presupuesto y la Dirección General de Recursos
Materiales y Servicios Generales, dependientes de la Coordinación General de
Administración de la Presidencia, afirmaron que no existía tal remodelación en
la residencia Miguel Alemán.
Aseguraron,
también oficialmente, que no existía ningún registro documental, ni de ningún
tipo, del contrato de servicios y presupuesto destinado a la “remodelación,
adecuación o construcción de dicho inmueble”.
No
obstante, las fotografías de antes y después de los trabajos muestran el
dramático cambio: se demolieron cuatro columnas de cantera monumentales que
enmarcaban el recibidor de la residencia; se quitaron los plafones falsos y la
instalación eléctrica propia de oficinas, y se construyeron nuevos baños,
recámaras, clósets, vestidores y estancias para la familia Peña-Rivera.
El
nuevo menaje
Para
atender los gustos de los nuevos inquilinos se le quitó a la residencia el
estilo mexicano contemporáneo que se le impuso en la costosa remodelación
realizada en el inicio del sexenio de Fox, y se le dio el aspecto de palacete.
Se
decoró con nuevo mobiliario de estilos Luis XV y provenzal. Se amueblaron las
salas con sofás y sillones de tapices capitonados, de terciopelo y telas con
brocados. Se eligieron mesas doradas y plateadas. Se cubrieron paredes con
tapices de brocados y rayas, y se colgaron en los grandes ventanales, algunos de
doble altura, cortinas con cenefas drapeadas tipo imperial en forma de cascada.
Se colocaron cuadros y tapetes de tipo persa.
En
dos de las solicitudes de información interpuestas por Proceso con base en la
Ley de Transparencia se pidió a Los Pinos el monto erogado, las facturas y los
correspondientes registros –en el inventario que por ley se lleva en todos los
inmuebles públicos– de las cortinas, muebles, floreros y demás adornos que se
ven en las fotografías de la residencia Miguel Alemán publicadas en internet
por la Presidencia.
A
través de la Secretaría Particular de Peña Nieto, el Estado Mayor Presidencial
y la Dirección de Finanzas y Presupuesto, la Presidencia respondió que no tenía
información sobre esos bienes.
La
Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales contestó que los
muebles, adornos y cortinas “son propiedad particular perteneciente a la
familia que ocupa el inmueble”, pero no entregó documentos de prueba; además,
se negó a proporcionar las bitácoras de registro de cuando fueron ingresados a
Los Pinos los muebles y objetos decorativos supuestamente propiedad de la
familia Peña-Rivera.
Según
la declaración patrimonial que Peña Nieto hizo pública la semana pasada, entre
propiedades, obras de arte y joyas, es dueño de un menaje con valor de 1 millón
de pesos. Pero los muebles y cortinas que se encuentran en la residencia Miguel
Alemán, y que a decir de la Presidencia son propiedad de su familia, superan
con mucho esa cantidad.
El
engaño en que incurre la Presidencia al ocultar la remodelación de los
edificios mencionados y su costo viola la Ley Federal de Transparencia y Acceso
a la Información Pública, lo mismo que el Código Penal Federal.
De
acuerdo con la primera, se hacen acreedores a una sanción administrativa los
funcionarios que sustraigan, destruyan u oculten total o parcialmente
“información que se encuentre bajo su custodia, a la cual tengan acceso o
conocimiento con motivo de su empleo, cargo o comisión”.
También
incurren en responsabilidad al “actuar con negligencia, dolo o mala fe en la
sustanciación de las solicitudes de acceso a la información o en la difusión de
la información a que están obligados conforme a esta ley”, y al “entregar
intencionalmente de manera incompleta información requerida en una solicitud de
acceso”.
A
su vez, el artículo 214 del Código Penal Federal señala que el delito “de
ejercicio indebido de servicio público” lo comete aquel funcionario que “por sí
o por interpósita persona, sustraiga, destruya, oculte, utilice, o inutilice
ilícitamente información o documentación que se encuentre bajo su custodia o a
la cual tenga acceso, o de la que tenga conocimiento en virtud de su empleo,
cargo o comisión”.
Lo
mismo ocurre con el servidor público que “por sí o por interpósita persona,
cuando legalmente le sean requeridos, rinda informes en los que manifiesten
hechos o circunstancias falsos o niegue la verdad en todo o en parte sobre los
mismos”.
Desde
septiembre pasado el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección
de Datos (IFAI) procesa diferentes recursos de revisión interpuestos por este
semanario contra la Presidencia por las respuestas mencionadas.
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