23 nov 2014

Respuesta de México a Mujica!

México una especie de estado fallido: José Mujica Cordano/FA
Publicado en La Otra opinión, 23 de noviembre de 2014
El presidente de Uruguay, José Mujica Cordano, dijo en un entrevista que México, visto a la distancia, da la sensación de ser una especie de Estado fallido con poderes públicos que “están perdidos totalmente de control”.
Respecto al caso Ayotzinapa, consideró que la desaparición de los 43 normalistas es “terrible” y que México está obligado a aclarar el caso “caiga quien caiga, le duela a quien le duela y tenga la consecuencia que tenga”.
El mandatario uruguayo dijo que estos acontecimientos son gracias a la “gigantesca corrupción” que hay en México.

Elías Camhaji, productor editorial de Foreign Affairs Latinoamérica, se reunió en exclusiva con el presidente José Mujica para dialogar, entre otras cosas, sobre Ayotzinapa.
Le pregunta:
–Como usted sabe, México vive un episodio muy complicado con la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa. Usted vivió en carne propia la represión política, estuvo 14 años preso. Me gustaría saber qué piensa al respecto del caso de los estudiantes desaparecidos.
–Es terrible. Es terrible que se caiga en ese tipo de cosas. A uno le da una sensación, visto a la distancia, que se trata de una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos. Es muy doloroso lo de México. Yo apelo a que México reaccione en su ética y en su moral.
Esto es posible por una gigantesca corrupción. La corrupción se ha establecido, me da la impresión, visto a la distancia, como una tácita costumbre social. Seguramente, el corrupto no está mal visto, es un triunfador, es un señor espléndido. Por ese lado, estamos fritos.
–Ahora en Montevideo pude ver muchas muestras de solidaridad de la sociedad uruguaya. Uno se da cuenta en los grafitis de las calles y hablando con la gente. Creo que ha sido muy importante el apoyo internacional para exigir una solución.
–Nosotros lógicamente pensamos que sí. Que siendo un problema mexicano, tiene un nivel que ya traspasa lo de México. Es un problema de la humanidad. Son cosas que en el mundo de hoy no deberíamos permitir, porque la civilización que tenemos tiene muchísimos defectos, pero el progreso y la marcha de esa civilización no tiene que atar las manos. Hay cosas que no se pueden permitir. Estas cosas podrían ser en el medioevo, pero no pueden ser en el mundo de hoy.
–Usted plantea un dilema interesante cuando habla sobre los crímenes que se cometieron en la dictadura en Uruguay. Nosotros queremos las dos cosas: queremos verdad y queremos justicia, pero muchas veces es difícil tener las dos, prácticamente imposible. ¿Qué hacer ante un pueblo que quiere las dos? En México queremos verdad y queremos justicia. Queremos saber qué pasó con los estudiantes y queremos que los responsables paguen por eso.
–Yo creo que este episodio de los estudiantes y cosas por el estilo, no tiene otro camino que la investigación y que los responsables paguen. No es negociable. No se puede colocar esto en el largo capítulo de las consecuencias de la dictadura, etcétera. Esto es un fenómeno de una calidad en sí mismo, que dejarlo pasar es casi una atrocidad.
Lo mejor de México está obligado —caiga quien caiga, le duela a quien le duela y tenga la consecuencia que tenga— a aclarar este asunto, porque a raíz de este episodio surgieron cosas laterales, como la aparición de tumbas que no estaban. Quiere decir que hay más muertos que no están ni siquiera reclamados. Entonces la vida humana es menos que la de un perro.
Es muy difícil que esto suceda en una sociedad moderna, porque además no es ninguna lucha política, es corrupción de cabo a rabo. Es todavía peor que la dictadura, porque las dictaduras, siendo feroces, por lo menos tienen un enfoque que pretende ser político. Esto es corrupción, esto es un negocio, es plata.
La entrevista no está completa. Dice la web.. http://revistafal.com/ayotzinapa-es-muy-doloroso-mujica/
“Busque la entrevista completa en nuestra próxima edición impresa (enero 2015)“
¡Muy duro el Presidente uruguayo! quien apenas hace unos meses México le otorgaba la máxima presea: la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca.
Antes las declaraciones del Presidente Uruguayo, la Cancillería mexicana reaccionó de inmediato con un comunicado manifestando su sorpresa y rechazo categórico ante las declaraciones del mandatario latinoamericano realizadas a la revista Foreign Affairs
La Cancillería indicó que la SRE estableció contacto con la Cancillería uruguaya y decidió citar al embajador de ese país en México.
Textual:
 LA SRE REITERA COMPROMISO DE MÉXICO EN CASO AYOTZINAPA
Domingo 23.11.14|México, D. F. | Comunicado 536
Respecto de los comentarios vertidos por el Presidente de Uruguay en una revista latinoamericana, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresa su condena y dolor por lo acontecido en Iguala, Guerrero.
La Cancillería reitera que, actos como los ocurridos en esta región del país, no deben tener cabida ni en México ni en el mundo.
La SRE insiste en el compromiso del gobierno mexicano de continuar las investigaciones con claridad, transparencia y responsabilidad, tal y como lo ha venido haciendo hasta ahora.
Sin embargo, manifiesta sorpresa y rechazo categórico ante algunas de las consideraciones vertidas en dicha entrevista. A este respecto, la SRE ha establecido contacto con la Cancillería uruguaya y ha decidido citar al Embajador de ese país en México.
La SRE reitera la importancia de sus vínculos históricos de amistad con el pueblo y gobierno de Uruguay, a quienes nunca les ha faltado la solidaridad del pueblo y gobierno de México.
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Recula Mujica.
Comunicado de la Presidencia de Uruguay...
Fechado la tarde del domingo 23 de noviembre de 2014
“No son estados inocuos ni fallidos”
Mujica expresó solidaridad con el pueblo y gobierno de México por secuestro de estudiantes
El Presidente de la República, José Mujica, expresó su solidaridad con México, su sistema político y su gobierno, ante la tragedia que representó el secuestro de los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa, y manifestó confianza en el capital político que reside en sus partidos y sus instituciones democráticas, en sus antiguos cimientos históricos, para enfrentar los desafíos actuales.
“Nos sentimos solidarios con México, pero además comprometidos con su lucha, y en lo que podamos, estamos a disposición de su legítimo gobierno para apoyarle en todo lo que pueda facilitar el enfrentamiento de este difícil momento”, añadió a la Secretaría de Comunicación.
Ninguno de nosotros puede sentirse completamente ajeno a los dramas que afectan hoy a los mexicanos y a otros países centroamericanos, aseveró el mandatario.” Las crudas noticias que nos llegan sobre las consecuencias del narcotráfico en países como Guatemala, Honduras y ahora México, nos gritan una verdadera lección de dolor que bien puede mostrar nuestros propios peligros futuros”.
Tenemos confianza en sus fuerzas, “no son, ni serán, estas naciones, estados inocuos o fallidos, porque tienen cimientos históricos de naciones precolombinas, tienen capital político en sus partidos y en sus decisiones democráticas, que están por encima de sus vicisitudes de hoy”, siguió el Presidente. 
Son sin embargo naciones que están bombardeadas con una metodología comercial sin escrúpulos, dispuesta a todo, cuya consigna es plata o plomo, y que maneja cuantiosos recursos económicos, añadió.  “Centroamérica toda paga el costo de ser un puente clandestino hacia el gran mercado que no solo consume, sino que además factura el grueso de este comercio”.
Mujica recordó los profundos lazos de amistad que han unido históricamente y que unen en el presente a Uruguay con México, con sus instituciones y su pueblo. Por ello, la tragedia que sufre México nos golpea particularmente, nos golpea a todos, “y no podemos ser menos que solidarios con el pueblo mexicano y con su sistema político, incluyendo a su gobierno”, insistió. 

 “Medimos la dimensión del enemigo que México enfrenta, pero creemos en las reservas éticas y en el compromiso tácito de todos los que se sienten orgullosamente mexicanos, y confiamos en su fuerza para enfrentarlas y vencerlas”, concluyó el mandatario.
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Retrospectiva: era 28 de enero de 2014.
En una ceremonia celebrada en un hotel de la Habana, Cuba donde ambos Jefes de Estado asistieron a la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (la Celac),  el presidente Enrique Peña Nieto dijo que Mujica “es un aliado” de México y consideró “admirable su forma de hacer política”.  Y  lo describió  como un destacado luchador social, un “gran estadista” y un “ejemplo de esta y futuras generaciones”.
Le dijo Peña Nieto al condecorar al uruguayo.
 “La Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca es el máximo reconocimiento que el pueblo de México otorga a quienes han realizado grandes aportaciones en el porvenir de nuestra Nación y del mundo entero.
En este acto, también le brindamos nuestro mayor agradecimiento por ser, el Presidente Mujica, un verdadero amigo y un gran aliado del pueblo mexicano.
De manera especial, valoramos su apertura y disposición para compartirnos experiencias exitosas, como lo ha sido el Plan Ceibal, que inspiró un programa similar en nuestro país y que nos está permitiendo llevar computadoras a niños de quinto y sexto de primaria en México.
Desde hace más de 180 años, y a pesar de la distancia geográfica que aparentemente nos separa, Uruguay y México siempre hemos sido y seremos pueblos cercanos.
Uruguay fue el primer país que visité oficialmente como Presidente de México, debido a la importancia que mi Gobierno otorga a nuestra relación.
Estoy seguro de que Uruguay y México serán actores responsables y proactivos en la construcción de una región latinoamericana más fuerte, más unida y más próspera.
Por todas estas razones, como Presidente de México, es un honor imponer este día al excelentísimo señor José Alberto Mujica Cordano la Condecoración de la Orden Mexicana Águila Azteca.
Muchas felicidades.
Y gracias por la amistad que dispensa al pueblo de México.
La respuesta de Mujica fue:
Señor Presidente:
Me va a perdonar, yo ni siquiera uso corbata. Estoy medio cohibido con esto.
Don Enrique:
Estamos por una para salir. Cuando empiezan estas cosas es porque te falta poco.
Yo le tengo que agradecer a México.
Me tocó ser muchacho en aquellos tiempos cuando cantaba Jorge Negrete y llegaban aquellas matinés interminables y el cine mexicano llegaba al Río de La Plata, con su color, con su fuerza.
Después, empezábamos a despertar y sabíamos de los dolores de la República española y lo que significó México.
Después, andando y andando en la historia de nuestra América, cuántos latinoamericanos perseguidos, recalaron bajo el pabellón mexicano.
Cuánta gente del mundo, exiliados, recogió México.
Y fuimos construyendo una imagen, una historia, de ese país peculiar que nos había llegado por Jorge Negrete y por Cantinflas, ese fenómeno de la comunicación de nuestra juventud.
Hoy, sabemos que pertenecemos a una nación que no ha podido construir todavía, y que yo no veré, y que se asoma tarde en sus estertores a un mundo que se está aglutinando en grandes unidades, en el marco de una civilización que le da al hombre medios inconmensurables como jamás ha tenido en la historia de la tierra.
Nunca el hombre ha tenido tanto, nunca han sido tantas las posibilidades de erradicar la pobreza, la miseria, de prolongar la vida, de defender a la naturaleza.
Nunca el hombre acumuló tanto conocimiento, pero el hombre no puede gobernarse a sí mismo, todavía.
Sigue pensando en letra chica, y los gobiernos, nosotros, cada cual preocupado en su presupuesto, en su aventura, en sus desafíos y todos son válidos, pero hay una agenda estridente de problemas mundiales, que ningún país puede arreglar sólo, ni ningún estadista, y que está determinando cada día que pasa, la vida, muy lejos de la voluntad real que pueden ejercer los gobiernos.
El mundo se aprieta, las fuerzas de la producción se han multiplicado.
Estamos en el marco de una civilización de carácter avasallante, que ha traído y ha despertado todos estos formidables poderes, pero tienen la capacidad de autodestruirnos.
Tal vez nunca los hombres han tenido tanto; tal vez nunca ha habido tanta gente infeliz en la soledad multitudinaria de nuestras grandes megalópolis; con una falta de cariño elemental, con una enorme soledad en el medio de la multitud.
Lo bueno no viene sólo con lo bueno. Lo bueno viene entreverado con otros desafíos.
Le está llegando a la humanidad esta hora, no puede dejar de pensar en espacios chicos, en país, en localidad, porque esas son las fronteras humanas del hombre.
Pero a gritos necesitamos pensar en especie, cuál es el destino de la especie humana arriba de la Tierra; a dónde vamos, hacia dónde convergemos; cuál es el papel de este animalito arriba de la Tierra.
Como decía, creo que Franklin, animal constructor de herramienta, que por construir herramienta supo multiplicar la fuerza de trabajo y acumular el trabajo de otro.
Pero en la misma manera que multiplicaba herramientas, multiplicó armas, y al multiplicar armas pudo someter a hombres, y pudo inventar la esclavitud y las otras formas; y siguió creciendo, y siguió colonizando, y ha venido colonizando todo este planeta.
Y a dónde vamos.
A dónde va nuestra humanidad dentro de 200, 300 años cuando se tenga que preocupar del Helio 3 y cosas por el estilo, porque todo es posible para el talento humano, siempre y cuando tenga capacidad de autogobernarse como especie.
Por eso, yo le agradezco, le agradezco de corazón este homenaje y esta medalla que en realidad es un regalo a mi pueblo.
No puedo ser otra cosa que hijo de la peripecia de mi pueblo. Nacido en una esquina del sur, pequeña, coqueta, penillanura.
Nada es exagerado, ni siquiera la maternidad. Y por eso somos pocos, exquisitamente pocos.
Por eso, gracias señor Presidente.
Me siento un amigo de corazón de México. Por razones culturales, por los compatriotas en el exilio recalaron allí, algunos compañeros de mi alma, otros compatriotas todos.
Sé lo que ha significado el pan, el albergue, el cariño y el respeto que sembró México por todas partes.
El mundo se está apretando y tendremos que andar cada vez más cerca, inequívocamente.
Los latinoamericanos llegamos tarde a la hora de esta civilización occidental no muy cristiana; formidablemente agresiva, la que vuelvo a repetir casi abandonó el colonialismo y lo sustituyó con el bolso de compra y el (inaudible) como modo universal.
Para qué colonialismo si estamos recontra colonizados en nuestra manera y afán de comprar y morimos mirando la vidriera y consagrados por las tarjetas.
Para qué.
Si nos sujetamos solos, salvo que seamos capaces de construir cultura, libertad y fraternidad frente al egoísmo.
Un abrazo a todos, a todos los que están acá, a los cubanos, a los mexicanos, a mis compatriotas.
A todos mis compatriotas en el sentido amplio.
Gracias.




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