Revista
Proceso
No.1986, 22 de noviembre de 2014.
Están
identificados, pero nadie los detiene/Sara
Pantoja
Un
reporte interno compartido por los gobiernos federal y capitalino identifica a
10 grupos de anarquistas que a partir del 1 de septiembre de 2012 se han
enquistado en las movilizaciones y son los que provocan la violencia al enfrentarse
a los granaderos e incendian inmuebles
de oficinas públicas, comercios y vehículos. Sin embargo, cuando Proceso
solicitó a la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal información sobre
esos grupos para saber por qué no se detiene a sus integrantes, nadie atendió
la solicitud.
Desde
el 1 de diciembre de 2012, cuando Enrique Peña Nieto rindió protesta como
presidente de la República, las manifestaciones públicas en la Ciudad de México
han estado acompañadas por la violencia.
Primero
empiezan las provocaciones de los embozados contra los edificios de
instituciones públicas y comercios; luego los policías capitalinos y federales
comienzan a detener lo mismo a estudiantes –hombres y mujeres–, que a padres de
familia, empleados, activistas, reporteros, para liberarlos después por falta
de pruebas.
Las
movilizaciones de las últimas semanas en demanda de la presentación con vida de
los 43 normalistas de Ayotzinapa han estado infiltradas también por algunos
rijosos y por ataques indiscriminados de los uniformados contra los jóvenes que
se solidarizan con los estudiantes desaparecidos desde la madrugada del 27 de
septiembre en Iguala. Las arbitrariedades abundan.
La
noche del jueves 20, por ejemplo, los estudiantes universitarios Hugo Bautista
Hernández y su novia Tania Ivonne Damián Rojas, Lawrence Maxwell, un doctorante
de origen chileno, así como Atzin González Andrade, alumno de la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, fueron detenidos por
elementos de la Policía Federal en el Zócalo, al término de la
megaconcentración.
Hasta
la madrugada del sábado 22 aún permanecían en las instalaciones de la
Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada
(SEIDO)
El
miércoles 5, unos 40 encapuchados incendiaron una unidad y la estación del
Metrobús Ciudad Universitaria. Hubo dos detenidos, pero uno fue liberado al
demostrar que no intervino en los hechos; el otro, de nombre Luis Fernando
Sotelo Zambrano, fue declarado formalmente preso por ataques a las vías de
comunicación y a la paz pública y daño en propiedad ajena, todos delitos
graves.
El
sábado 8, 15 personas fueron detenidas luego de que un grupo de encapuchados
incendió la puerta del Palacio Nacional al término de la marcha de la Acción
Global por Ayotzinapa. Al día siguiente, la SEIDO los dejó en libertad al no
poder comprobar que participaron en el hecho.
Y
mientras en las dos últimas megamarchas los grupos radicales pasaron de las
pintas en monumentos al lanzamiento de bombas molotov, cohetones y piedras
contra los granaderos, estos regresaron a las calles, lo que obligó a los
manifestantes a subir a las redes sociales “manuales de seguridad” para
detectar a los “infiltrados y provocadores” y protegerse de las agresiones.
El
jueves 20, durante la movilización del Ángel de la Independencia al Zócalo, los
participantes detectaron a personas con el rostro cubierto y mochilas en la
espalda y comenzaron a gritarles que se fueran.
La
mañana del viernes 21, el titular de Seguridad Pública del Distrito Federal,
Jesús Rodríguez Almeida, defendió la actuación de los granaderos. “Los
encapuchados –dijo– tiran a matar, no a lesionar. Tienen un odio contra las
autoridades, por lo que éstas tienen que defenderse”.
Más
tarde, el grupo de anarquistas “Reacción Salvaje” se adjudicó los ataques
contra la policía en Palacio Nacional en la página web Contrainfo: “Decidimos
irrumpir y romper con la marcada línea de paz y buenos modales impuesta por los
líderes y participantes de los movimientos sociales durante sus marchas, dicho
modelo ha servido para camuflarnos y desestabilizar la convivencia ciudadanista
y el desfile-marcha de los que detestan a todas luces la confrontación
directa”.
Según
los integrantes de esa organización, los enfrentamientos son una forma de
debilitar a las esferas del poder “en el camino de la desestabilización”. Y
advirtieron: “Si para eso tenemos que infiltrarnos en las manifestaciones
recientes con palos, explosivos, fuego, incluso armas de fuego, que quede claro
que lo haremos”.
Los
anarcos
Representantes
de los gobiernos capitalino y federal consideran que el común denominador en
las últimas movilizaciones ha sido la intrusión de grupos anarquistas.
Un
reporte interno compartido por autoridades federales y del Distrito Federal,
cuya copia tiene Proceso, identifica a 10 grupos autodenominados de ese tipo
que se han enquistado en las protestas del 1 de diciembre de 2012 a la fecha en
la Ciudad de México. Sus integrantes participaron, dice el documento, en las
refriegas del 1 de diciembre de 2012, del 10 de junio y del 2 de octubre de
2013.
El
Bloque Anarko Sur, uno de los más identificados está conformado por “pequeñas
células no organizadas que aparecen en manifestaciones para atacar a la
policía; en especial buscan liberar a personas detenidas (contra-arresto).
Sus
integrantes visten de negro y por lo general van encapuchados para evitar ser
reconocidos y, según el informe, no les interesa forjar una jerarquía duradera
ni los líderes carismáticos. Su principal medio de contacto son foros de
internet “que se abren y cierran al por mayor, por lo cual es complicado que la
policía o aparatos de inteligencia adelanten sus movimientos”.
Según
el reporte consultado, los integrantes del bloque subieron a su cuenta de
Facebook videos internos sobre cómo se capacita a los granaderos y elementos de
la Policía Bancaria Industrial para contener manifestantes”.
Ese
“fue el argumento de los anarquistas para justificar su llamado a preparar
cocteles molotov, petardos de fabricación casera, máscaras antigases y
pasamontañas. Su objetivo: atacar a los granaderos”, sostiene el documento.
Otro
grupo es el Frente Oriente, cuyos integrantes participaron en la manifestación
del 10 de junio de 2013 en conmemoración del llamado halconazo. Suelen subir
fotos de su participación en manifestaciones, incluidos los enfrentamientos con
los policías.
El
reporte asegura que sus defensores jurídicos “son parte de los grupos
opositores al gobierno del DF y al gobierno federal. Es el caso de la Unión
Jurista Mexicana”; algunos de ellos están vinculados al Partido Comunista, la
Liga de Trabajadores Socialistas, el Frente Popular Revolucionario, el
Movimiento de Regeneración Nacional y el PRD.
También
mantienen nexos con los colectivos estudiantiles “Pan y Rosas”, Corriente en
Lucha por el Sindicalismo (CEL), Comité Estudiantil en Lucha de la UACM y la
Prepa Popular Tacuba y se les vincula con grupos anarquistas como Bloque Negro,
Cuartel Anarquista, Acción Directa-Prensa Libre, la Mano Negra y La Lucha
Sigue, #YoSoy26 animalista, la Alianza Anarquista Revolucionaria, integrada por las organizaciones Colectivo
Autónomo Agonista, Coordinadora Estudiantil Anarquista, Escarlata revoltosa,
Juventud Libertaria y La Llama de la Libertad.
Conexión
europea
La
información compartida entre el gobierno federal y el de la Ciudad de México
retoma el “más reciente reporte” de la Europol que, dice, vincula a grupos
extremistas europeos con anarquistas mexicanos. Cita el documento EU Terrorism
Situation and Trend Report 2013, el cual “detalla que los grupos mexicanos
están vinculados con el llamado Triángulo Anarquista Mediterráneo: Italia,
Grecia y España”.
Continúa:
Se trata de grupos internacionales “de estructura difusa, informal y
horizontal, que no están en contacto directo, pero se comunican llevando
acciones directas…
“La
FAI (Federazione Anarchica Informale) tiene ligas con grupos o individuos en
Grecia, España, Chile, Indonesia y México. La representación en México ha hecho
ataques “en solidaridad con anarquistas encarcelados en la Unión Europea”.
El
informe menciona a la FAI Informal México como una fracción de la FAI italiana,
con presencia en varios estados.
En
el Distrito Federal existe una organización que agrupa a distintas corrientes
de pensamiento anarquista, agrega el reporte, aunque no menciona su nombre. Sus
objetivos fundamentales son “crear un bloque que pueda actuar ante demandas
estudiantiles en diversas escuelas públicas y participar en los temas de
coyuntura política y social”.
Se
fundó a principios de 2011 y en sus foros comparte “manuales de manifestación,
en los que se recomienda cómo atacar a la policía, evadir detenciones, destruir
cadenas comerciales (símbolos capitalistas), elaborar bombas molotov, etc.”.
La
Cruz Anarquista del Distrito Federal, de acuerdo con el análisis citado, es un
movimiento prolibertad de los anarquistas encarcelados “mediante un sistema
corrupto que busca desarticular la lucha social”. Surgió en 2006 tras
encuentros en la Ciudad de México y San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
“Exigen la extinción del sistema carcelario y una libertad plena”, dice el
texto.
Otros
grupos identificados son Individualidades Tendiendo a lo Salvaje, la
Conspiración de las Células del Fuego sección DF, Resistencia Internacional de
los Pueblos, Células Autónomas de Revolución Inmediata Práxedes G. Guerrero,
Ocupa, e Instinto Salvaje.
Entre
las características generales de estos grupos, según el informe, destaca el uso
de cocteles molotov, martillos, piedras y palos que los integrantes de esos
grupos llevan en sus mochilas. Para coordinarse en las marchas utilizan
aparatos de radiolocalización y celulares; cubren su rostro con paliacates, pashminas, pasamontañas y
visten sudaderas con capucha.
Suelen
realizar pintas con aerosol durante las manifestaciones en las que lo mismo
escriben consignas contra el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, que contra
el presidente Peña Nieto. Y entre sus objetivos de ataque preferidos están los
bancos Y las tiendas de conveniencia, así como las instalaciones de Televisa y
TV Azteca.
Proceso
solicitó una entrevista con personal de la Secretaría de Gobierno del Distrito
Federal para conocer su versión en torno a las detenciones arbitrarias de
ciudadanos y sobre la falta de acción penal contra los anarquistas que, según
el reporte mencionado, ya tienen identificados. Hasta el viernes 21 por la
noche no había llegado la respuesta.
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