Revista
Proceso
No.1986, 22 de noviembre de 2014.
Un
mismo arquitecto, dos escándalos transoceánicos/Alejandro
Gutiérrez
Además
de haber diseñado la Casa Blanca de Las Lomas, Miguel Ángel Aragonés creó el
lujoso hotel El Encanto en Acapulco, que al igual que el otro inmueble ha sido
motivo de escándalo, pero en España… El hermano de este arquitecto fue uno de
los socios del consorcio constructor del complejo hotelero, junto con Sergio
Kam y Jordi Pujol Ferrusola, personaje que está siendo sometido a las pesquisas
de la justicia española por presuntos cobros de sobornos y lavado de dinero
para invertirlo en El Encanto, entre otros negocios multimillonarios.
La
investigación realizada por reporteros del portal Aristegui Noticias y que se
publicó simultáneamente en Proceso (edición 1984) documentó que la lujosa
residencia de Angélica Rivera Hurtado, ubicada en el sector exclusivo de Las
Lomas, se encuentra registrada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro,
filial de Grupo Higa, consorcio de Juan Armando Hinojosa Cantú, uno de los
empresarios que Peña Nieto más ha favorecido, primero en el gobierno del Estado
de México y ahora en su gestión federal.
En
la explicación que Angélica Rivera ofreció mediante un video para intentar
aclarar la propiedad de sus mansiones, la de Sierra Gorda 150 y la de Paseo de
las Palmas 1325, señaló que respecto a la primera había llegado a un acuerdo
con el empresario Hinojosa Cantú.
Este
acuerdo consistía en que la empresa del constructor consentido adquiriría el
predio de Sierra Gorda 150 y construiría la residencia “a mi gusto y con el
arquitecto de mi elección”, dijo Rivera ante la cámara. Todo ello sucedió y, de
acuerdo con el mismo plan, ella se comprometía a que, una vez terminada,
adquiriría la mansión, cuyo valor supera, según la cifra que ella dio, los 54
millones de pesos.
El
arquitecto de la elección de Rivera Hurtado fue Miguel Ángel Aragonés. Es el
mismo que edificó el hotel El Encanto y que en octubre del año pasado fue
nombrado Arquitecto GQ por la revista de este nombre, que lo describe como
“apasionado de las formas y el buen aprovechamiento de la luz natural”.
Con
más de 20 años de ejercicio, ha sido expositor y conferencista en universidades
de México y el extranjero. Fue invitado por el Colegio de Arquitectos
Vasco-Navarro, en Bilbao, España; por el Museo of Latin American Art, en Long
Beach, California; participó en el evento especializado ERA 2005, organizado
por la International Federation of Interior Designers (IFI) en Copenhague,
Dinamarca; en 2006, dos de los organismos internacionales de diseño de
iluminación le extendieron un reconocimiento por su trabajo en la casa de la
calle Eucaliptos 65 de la Ciudad de México.
Cabe
precisar que ni en el caso de la Casa Blanca ni en el correspondiente a El
Encanto el arquitecto Miguel Ángel Aragonés es objeto de investigaciones, pero
su hermano Rafael Aragonés es uno de los socios del consorcio constructor del
hotel, junto con Sergio Kam y Jordi Pujol Ferrusola –hijo del expresidente de
la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol Soley (Proceso 1913)–, quien sí está
imputado y sometido a las pesquisas de la justicia española en relación con el
elegante complejo hotelero.
Socios
mexicanos
El
Juzgado 5º de Instrucción de la Audiencia Nacional, que encabeza el magistrado
Pablo Ruz, abrió una instrucción contra Pujol Ferrusola por diversos delitos
derivados del cobro de sobornos de empresarios y blanqueo de esos recursos a
cambio de conseguir contratos de obra y de servicios con el gobierno de la
Generalitat que encabezó su padre.
Los
diversos fallos del juez Ruz y el informe de la Unidad de Delitos Económicos y
Fiscales (UDEF) de la Policía Nacional, cuya copia tiene Proceso, asientan que
El Encanto fue una inversión conjunta de Pujol con sus socios mexicanos Sergio
Kam y Rafael Aragonés, un empresario constructor afincado en Miami.
La
primera noticia sobre esta inversión y otras en las que Pujol apareció en
México, que eran investigadas en España, la dio a conocer el diario El Mundo el
16 de noviembre de 2012.
Proceso
publicó en junio de 2013 (edición 1913) que Pujol “construyó un resort con
hotel y villas de lujo” sobre una superficie de 130 mil metros cuadrados en
Acapulco, proyecto en el que los socios mexicanos fueron “Sergio Kam y Rafael
Aragonés, cuya inversión correspondiente a cada socio superó los 125 millones
de dólares”, de acuerdo con el informe de la policía financiera.
El
diario El País difundió en agosto último que el monto podría ser
desproporcionado, según le expresó el arquitecto Aragonés, quien estimó esa
“aventura” en unos 23 millones de euros en total.
En
la inauguración del conjunto, realizada en diciembre de 2009 y a la cual la
revista Quién dedicó un gran despliegue fotográfico, aparecen varios
integrantes de la familia Pujol, encabezados por el patriarca de la política
catalana, Jordi Pujol Soley, y su esposa Martha Ferrusola. Entre los invitados
estuvieron Alfonso de Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa y
presidente del Comité Financiero del consorcio; Elías Sacal, empresario
dedicado a bienes raíces, y Luis Manuel Peralta.
El
caso Pujol Ferrusola
Las
pesquisas de la policía financiera y de la Audiencia Nacional se iniciaron con
la declaración de Victoria Álvarez, quien mantuvo una relación sentimental con
Pujol Ferrusola y fue testigo de los viajes que su pareja hacía a Andorra con
mochilas llenas de billetes de alta denominación para depositarlos en ese
paraíso fiscal. Conoció sus métodos de operación e inclusive acompañó al
también empresario a algunos de sus viajes de negocios a México, Andorra o
Londres.
En
el interrogatorio que le hizo el juez Ruz, Victoria Álvarez aclaró que no
conoció personalmente a los socios mexicanos de Pujol en el hotel El Encanto,
pero que los escuchó hablar por teléfono frecuentemente, estando Pujol en
Barcelona. “Los he oído hablar por teléfono, en Barcelona, muchas veces”,
respondió.
Para
la inversión que hizo el hijo del expresidente catalán en el hotel y en casinos
de México, Victoria Álvarez declaró que las transferencias desde los paraísos
fiscales a México se hicieron “a través de Herbert Brandford, un inglés de
origen indio, socio de Pujol, quien desde un lujoso despacho en la calle Moon
Street, en Myfair –un barrio pudiente de Londres– realizaba “operaciones para
las inversiones en América”.
Al
juez, a fiscales y abogados presentes, la denunciante manifestó asimismo que el
propio Pujol le explicó que “Herbert se dedicaba al blanqueo de dinero en las
islas del canal”. Y en declaración judicial les recordó las palabras del propio
Pujol en esa plática: “Es a lo que nos dedicamos con Herbert”.
Incluso
la mujer rememoró una ocasión en la que, por teléfono, Pujol instruía a
Brandford para que hiciera transferencias específicas a México.
Las
pesquisas sobre las inversiones de Pujol en México van más allá de su
participación en El Encanto. También se le investiga por recibir una presunta
“comisión encubierta” de 10 millones de dólares de la empresa Isolux-Corsan, en
una operación que involucra al proyecto turístico Azul de Cortés, en Baja
California Sur, que hizo a través de su sociedad Marketing i Inversions, S.A. de
C.V.
En
octubre pasado, el juez Ruz realizó diligencias para pedir a México información
sobre Pujol, y a Andorra le solicitó el bloqueo de las cuentas bancarias del
hijo del expresidente al descubrir que, seis días después de citarlo a su
declaración del 15 de septiembre pasado, transfirió 2.4 millones de euros de
Andorra a una sociedad afincada en México, Anzuelos Soluciones, con ramos tan
dispares como el editorial, el agropecuario y el forestal.
En
esta sucesión de acontecimientos, la sociedad del hotel El Encanto no duró
mucho. La relación entre Pujol y sus socios mexicanos se desgastó, describe el
reportaje de El País. A finales de 2012 los tres decidieron disolver la
sociedad Encanto, Inc.
La
estafeta la recogieron el arquitecto Miguel Ángel Aragonés y su socio, el
empresario Salvador Briman, quienes pagaron 65 millones de pesos, unos 3.7
millones de euros, por tomar el control de esa inversión, apunta el diario, que
es un precio muy alejado del capital comprometido inicialmente.
Pero
esta sociedad también entró en conflicto: Miguel Ángel Aragonés fue destituido
como administrador único, por negligencia en la operación y falta de rendición
de cuentas, entre otros detalles.
En
junio pasado, la sociedad Encanto Urbano, accionista mayoritaria del hotel de
Acapulco, acusó penalmente de despojo y fraude a Miguel Ángel Aragonés, afirmó
a su vez el abogado Xavier Olea al diario La Jornada.
Por
su parte, Aragonés declaró en una entrevista en Radio Fórmula que fue
“despojado de manera violenta” del hotel. Y aseguró que estaba escondido luego
de recibir amenazas.
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