Retrospectiva
PRD, 19 años de vida/Demetrio Sodi de la Tijera
Publicado en El Universal 12 de mayo de 2008;PRD, 19 años de vida/Demetrio Sodi de la Tijera
Hoy que parece que el PRD está cerca de la autodestrucción vale la pena hacer un recuento de las importantes contribuciones que este partido ha hecho a la vida política nacional en sus 19 años de vida.
Si bien el PAN y los diferentes partidos y grupos de izquierda tenían una larga lucha por la democratización nacional, no fue sino hasta la formación del PRD que la transición democrática mexicana se aceleró y pudo romper la cerrazón presidencial y priísta a llevar a cabo los cambios políticos que requería el país.
El FDN, y posteriormente el PRD, rompieron con el monopolio político que había tenido el PRI hasta 1988. Recordemos que antes de que surgiera la Corriente Democrática, a finales de 1987, las estimaciones electorales para el siguiente año eran las de un triunfo aplastante del partido oficial. La integración del FDN y la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas dividieron al país y obligaron al gobierno a realizar un escandaloso fraude para darle el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
El fraude permitió a Salinas ser presidente, pero marcó para siempre al sistema político y obligó al gobierno y al PRI a aceptar reformas electorales de fondo como condición para poder gobernar. La autonomía y ciudadanización de los órganos electorales y las nuevas reglas de competencia, si bien fueron votadas por unanimidad por todos los partidos políticos, se deben en gran parte al PRD y a las iniciativas ciudadanas que surgieron entre 1989 y 2004.
El PRD ha sido, por otro lado, el principal impulsor de la democratización del DF, de la apertura y autonomía de los medios de comunicación, la creación de la Comisión de Derechos Humanos, la Auditoría Superior de la Federación, la transparencia informativa del gobierno, las comparecencias de los funcionarios, la apertura del informe presidencial y de otros cambios que han modificado de fondo el sistema político mexicano.
El PRD ha sido, en estos años, el principal impulsor de la transición democrática mexicana y sin su participación muchos de esos cambios no se hubieran realizado. Por eso es tan preocupante la crisis que esta viviendo el PRD, porque el país requiere un partido de izquierda fuerte para hacerles frente a las posiciones conservadoras de la derecha y a los intentos de restauradores de los priístas que no aceptan todavía las nuevas reglas democráticas del país.
Al interior del PRD, desde su fundación, siempre ha sido difícil la convivencia entre los diferentes grupos que lo crearon, sin embargo, gracias a la tolerancia, respeto y compromiso de sus liderazgos pudieron sobrevivir juntos estos años. La crisis por la disputa de la dirigencia del partido es la misma que se dio en elecciones anteriores, pero actualmente se enfrenta a la intolerancia y ambiciones personales de López Obrador, que no sólo quiere asegurar su nominación para la candidatura presidencial del año 2012, sino el control total del partido y sus dirigentes.
El riesgo de rompimiento al interior del PRD es real y sería negativo no sólo para las pretensiones electorales de la izquierda sino para el equilibrio político nacional. Una izquierda dividida y debilitada puede significar un severo riesgo para la gobernabilidad y estabilidad del país y un retroceso en la transición política nacional.
A 19 años de su fundación, el PRD tiene que estar satisfecho con lo logrado, pero hoy más que nunca sus liderazgos tienen la obligación de dejar de lado intereses personales para mantener la unidad del partido. Ninguno de los candidatos va a ceder o reconocer el triunfo de su contrincante, por lo que la única salida es un presidente y un Comité Ejecutivo interinos, producto no de un mayoriteo en el Consejo, sino de un acuerdo entre los diferentes grupos que integran el partido.
Todos hablan de la necesidad de una refundación, por lo que deberían aprovechar la crisis que están viviendo para dar un paso adelante y convocar a un Congreso Constituyente que proponga a la militancia las nuevas bases y estrategias de funcionamiento del PRD para el futuro. demetriosodi@hotmail.com
El FDN, y posteriormente el PRD, rompieron con el monopolio político que había tenido el PRI hasta 1988. Recordemos que antes de que surgiera la Corriente Democrática, a finales de 1987, las estimaciones electorales para el siguiente año eran las de un triunfo aplastante del partido oficial. La integración del FDN y la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas dividieron al país y obligaron al gobierno a realizar un escandaloso fraude para darle el triunfo a Carlos Salinas de Gortari.
El fraude permitió a Salinas ser presidente, pero marcó para siempre al sistema político y obligó al gobierno y al PRI a aceptar reformas electorales de fondo como condición para poder gobernar. La autonomía y ciudadanización de los órganos electorales y las nuevas reglas de competencia, si bien fueron votadas por unanimidad por todos los partidos políticos, se deben en gran parte al PRD y a las iniciativas ciudadanas que surgieron entre 1989 y 2004.
El PRD ha sido, por otro lado, el principal impulsor de la democratización del DF, de la apertura y autonomía de los medios de comunicación, la creación de la Comisión de Derechos Humanos, la Auditoría Superior de la Federación, la transparencia informativa del gobierno, las comparecencias de los funcionarios, la apertura del informe presidencial y de otros cambios que han modificado de fondo el sistema político mexicano.
El PRD ha sido, en estos años, el principal impulsor de la transición democrática mexicana y sin su participación muchos de esos cambios no se hubieran realizado. Por eso es tan preocupante la crisis que esta viviendo el PRD, porque el país requiere un partido de izquierda fuerte para hacerles frente a las posiciones conservadoras de la derecha y a los intentos de restauradores de los priístas que no aceptan todavía las nuevas reglas democráticas del país.
Al interior del PRD, desde su fundación, siempre ha sido difícil la convivencia entre los diferentes grupos que lo crearon, sin embargo, gracias a la tolerancia, respeto y compromiso de sus liderazgos pudieron sobrevivir juntos estos años. La crisis por la disputa de la dirigencia del partido es la misma que se dio en elecciones anteriores, pero actualmente se enfrenta a la intolerancia y ambiciones personales de López Obrador, que no sólo quiere asegurar su nominación para la candidatura presidencial del año 2012, sino el control total del partido y sus dirigentes.
El riesgo de rompimiento al interior del PRD es real y sería negativo no sólo para las pretensiones electorales de la izquierda sino para el equilibrio político nacional. Una izquierda dividida y debilitada puede significar un severo riesgo para la gobernabilidad y estabilidad del país y un retroceso en la transición política nacional.
A 19 años de su fundación, el PRD tiene que estar satisfecho con lo logrado, pero hoy más que nunca sus liderazgos tienen la obligación de dejar de lado intereses personales para mantener la unidad del partido. Ninguno de los candidatos va a ceder o reconocer el triunfo de su contrincante, por lo que la única salida es un presidente y un Comité Ejecutivo interinos, producto no de un mayoriteo en el Consejo, sino de un acuerdo entre los diferentes grupos que integran el partido.
Todos hablan de la necesidad de una refundación, por lo que deberían aprovechar la crisis que están viviendo para dar un paso adelante y convocar a un Congreso Constituyente que proponga a la militancia las nuevas bases y estrategias de funcionamiento del PRD para el futuro. demetriosodi@hotmail.com
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