Se
entrega Hipólito Mora y 26 personas más a las autoridades
El
fundador de las autodefensas fue trasladado a Morelia .
Manuel Mora y otras diez personas perdieron la vida el pasado 16 de diciembre en un enfrentamiento entre seguidores de dos grupos armados antagónicos comandados por Luis Antonio Torres, El Americano, que enfrentó a la gente de Hipólito Mora Chávez.
Nota de Excelsior 28/12/2014 08:07 horas
Miguel García Tinoco/Corresponsal
BUENAVISTA
TOMATLÁN, Mich. 28 de diciembre.— Previo
a presentarse de manera voluntaria ante un juez, Hipólito Mora Chávez,
fundador de las autodefensas, se dijo inocente de haber provocado la muerte de
11 personas el pasado 16 de diciembre, en La Ruana, y reiteró que él y su gente
sólo respondieron a los ataques del grupo de Luis Antonio Torres, Simón, El
Americano.
En
lo que será su segundo ingreso al Centro de Readaptación Social David Franco
Rodríguez o penal de Mil Cumbres, Mora Chávez opinó que su lucha sí ha valido
la pena, pese a todo.
Lamentó que el movimiento de las autodefensas, luego
transformado en Fuerza Rural, se hubiese contaminado. “Vale la pena, porque
nosotros iniciamos una lucha limpia; desgraciadamente algunas personas la
contaminaron y son los que nos están
dando problemas todavía.
“Esas
personas pertenecían a Los Caballeros Templarios y por eso nos odian a
nosotros; les estorbamos y por eso se
nos ha venido esto a nosotros”, externó.
Mora
Chávez consideró que existe suficientes evidencias para definir a los
verdaderos responsables de los
enfrentamientos del pasado 16 de diciembre. “Están ahí videos, está donde quedaron los muertos y toda la evidencia está en favor
de nosotros; están ahí los audios, los videos, está donde quedaron los muertos
en la barricada de nosotros, de dónde llegó tanta gente armada”.
Cuatro
no se entregaron
Poco
antes del mediodía, llegó al Poblado Nuevo, al sur de La Ruana, el
subprocurador regional de Apatzingán, Victorino Porcayo, quien coordinó el
operativo para trasladar a los 31 policías rurales a Morelia. “Queremos, don
Hipólito, cotejar la lista de las personas que se van a entregar con la que
tenemos nosotros”, dijo el funcionario, quien llegó a la puerta de su casa.
Mujeres
de todas las edades despidieron a sus maridos, hermanos e hijos; hubo llanto
también de niños; la mujeres mayores recorrieron la fila para dar la bendición
a quienes en menos de dos horas pasaron de ser policías rurales a reos de la
Cereso más grande de Michoacán.
Para
las 14:00 horas ya no eran 31 los que se entregarían a la Policía Ministerial:
tres habían decidido irse y uno más demostró tener problemas de salud como
consecuencia del enfrentamiento con los hombres de El Americano. “Le dieron un
balazo en las nalgas”, dijo Mora Chávez, quien así justificó la ausencia. “A
los otros (tres) les dio miedo estar encerrados”, agregó.
A
las 14:50 horas se formó el primer grupo de 18 hombres y una mujer (la
comandanta Norma), quienes viajaron en un helicóptero de la Policía Federal. A
Hipólito Mora y otros siete elementos les asignaron un helicóptero de la
Marina.
REZÓ
EL ÚLTIMO NOVENARIO POR SU HIJO
Hipólito
Mora Chávez, fundador y exlíder de los grupos de autodefensa en La Ruana (como
se conoce a la localidad de Felipe Carrillo Puerto), en la Tierra Caliente
Michoacana, acompañado de familiares y amigos rezó ayer el último rosario del
novenario de su extinto hijo, Manuel Mora, antes de entregarse a las
autoridades.
Manuel
Mora y otras diez personas perdieron la vida el pasado 16 de diciembre en un
enfrentamiento entre seguidores de dos grupos armados antagónicos comandados
por Luis Antonio Torres, El Americano, que enfrentó a la gente de Hipólito Mora
Chávez.
El
hecho es investigado por autoridades federales y estatales, que dieron como
plazo el día de ayer para que quienes participaron en los violentos hechos se
presentaran voluntariamente a declarar sobre los mismos.
En
la casa de Hipólito, en Pueblo Nuevo, donde su familia celebró el último día
del novenario católico por el eterno descanso de Manolo, se reunieron más de
200 personas a participar en el rosario cuyo colofón fue levantar la cruz de
ceniza.
La
casa de Mora Chávez también fue punto de reunión para los policías rurales que
decidieron, junto con su líder, entregarse a las autoridades, sabedores de
contar con una orden de aprehensión en su contra.
En
las afueras de donde se efectuó el novenario se veían a al menos 11 policías
ministeriales.
A
las 10:00 horas inició la concentración de implicados en el enfrentamiento; los
más cercanos a Hipólito llegaron primero y se presentaron con quienes algunos
llamaban compadre; Norma Torres Mora, ya muy en corto, lo llamaba tío; ella, la
comandante Norma, es la única mujer del grupo.
Pasadas
las 11:00 horas ya estaban reunidos todos los rurales: los 31 estaban decididos
a entregarse; se pusieron de acuerdo para comprar camisetas y zapatos blancos.
“Tenemos que llegar al penal listos, para no tener problemas” comentó un joven
de 19 años.
“Yo
le dije al procurador que en cuanto llegue al Cereso de Mil Cumbres no
necesitan indicarme el camino, ya lo conozco, y pedí la misma celda donde
estuve a principios de año”, comentó Hipólito Mora, al tiempo que se le
dibujaba una sonrisa nerviosa en el rostro.
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