El hombre del trebol preocupa a Vizcarra...

Columna EL PUENTE | Víctor Torres, periodista sinaloense.

Publicado el lunes 6 de julio de 2015.., tomado de su facebook.

“El hombre del trébol hizo cambiar de opinión a (Jesús) Vizcarra”

Con motivo de El Puente titulado “Jesús Vizcarra y los dolores del parto”, publicado en este mismo espacio el pasado lunes, un conocido empresario de Culiacán me comentó que hasta hace unos cuantos meses el presidente del grupo SUKARNE realmente estaba decidido a no participar en la contienda por la gubernatura de Sinaloa y que ni siquiera opinaría sobre la designación del candidato del PRI, pero al parecer las cosas comenzaron a cambiar a mediados de abril de este año.

Esto confirma lo que aquí publicamos, le dije: Vizcarra sí quiere ser gobernador. Y enseguida la pregunté: ¿Qué o quién lo hizo cambiar de opinión?

La respuesta llegó con cierta duda, pero con algo de certeza a la vez: “No lo sé, pero me parece que algo tiene que ver el intenso activismo que desde el tercer piso del palacio de gobierno se está haciendo a favor del hombre del trébol”.

 Y no obstante que hasta ahí llegó la conversación sobre el tema Vizcarra, fue suficiente para deducir que el comentario de mi interlocutor apuntaba hacia el secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, por la alusión al símbolo del trébol de cuatro hojas que el número dos del gabinete del gobernador Mario López Valdez ha utilizado para posicionar su imagen y que en los últimos meses ha aparecido de manera muy visible, lo mismo en vehículos, bardas, anuncios espectaculares y en la feria de servicios de gobierno que organiza cada semana en colonias y comunidades rurales.

Al parecer, los movimientos de Vargas Landeros son observados con recelo desde los más altos niveles del poder político y empresarial, en donde Vizcarra se mueve como pez en el agua.

No es difícil suponer entonces que la campaña cada vez más abierta de Gerardo Vargas ha llevado a ciertos personajes a pensar en la posibilidad de convencer al ex alcalde de Culiacán para que busque una segunda oportunidad de ser gobernador, con el objeto de no permitir la prolongación del mandato de MALOVA y otros grupos como el que encabeza el ex gobernador Juan Millán, a quienes ven como los autores de la debacle del PRI en 2010.

Y al parecer lo están logrando, porque –sin decirlo— Vizcarra ha enviado señales cada vez más claras de que sí quiere ser gobernador. Y no sólo eso, sino que sus movimientos pudieran contar con el visto bueno de quien manda en Los Pinos.

La presencia frecuente del empresario sinaloense en las giras internacionales y visitas del Presidente a varios estados confirma lo anterior.

Pareciera entonces que en los más altos niveles del poder federal no está en los planes dejar el camino libre al gobernador MALOVA para que designe a su sucesor. Es más, esto es impensable en un país gobernado por un presidente emanado del PRI y en el caso de Sinaloa resultaría casi imposible porque el gobernador no pertenece a ese partido.

En este caso, para algunos analistas políticos, en el momento de la decisión, el gobernador López Valdez no tendrá voz ni voto. Aunque hay quienes consideran que MALOVA ha hecho méritos suficientes para ser escuchado. 

Ya lo hemos dicho, pero es oportuno recordarlo. En el sistema priísta los candidatos a senadores, diputados federales y gobernadores de ese partido son designados en Los Pinos. La decisión la toma el Presidente de la República y para ello se apoya en las opiniones del dirigente nacional del PRI, los secretarios de Gobernación y de Hacienda y los titulares de la Procuraduría General de la República (PGR) y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

 Por ello, la pregunta era obligada durante la reunión de análisis de resultados de la elección 2015 y perspectiva 2016, organizada el pasado miércoles por el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político del PRI que dirige Jaime Cabrera y en la cual participé como invitado junto con Juan Burgos.

 Ahí, ante representantes de la estructura operativa del PRI, encabezada por su presidenta Martha Tamayo, pregunté: ¿Qué papel jugaría en esta ocasión el PRI si el candidato a la gubernatura fuera Jesús Vizcarra y si el gobernador Mario López Valdez se opusiera a dicha decisión?

 La respuesta no tardó en llegar. Como si hubiera querido dibujar una síntesis del sexenio que se acaba, Martha Tamayo lo dijo con seis palabras: “Esta vez no habrá un parteaguas”.

 Habrá que preguntarle a los priístas cuál sería su decisión si Gerardo Vargas decidiera brincarse las trancas, como lo hizo MALOVA en 2010, para encabezar una alianza de partidos contra el PRI, en el supuesto caso de que Vizcarra fuera por segunda ocasión el candidato del tricolor.

No se usted que piense al respecto, pero no es remota la probabilidad.

A menos que el gobernador llegue a un acuerdo con quienes deciden en Los Pinos, con tal de que no sea Vizcarra.

 Y en ese caso, ¿Quién sería entonces el candidato del PRI?

 @victortorres_mx