8 dic 2015

Inicio al Jubileo de la Misericordia.

Icono ucraniano de María por el Año Santo en el Vaticano
Este icono de la Virgen María con el Niño Jesús se llama “Puerta de Misericordia” y ha sido llevado al Vaticano para el inicio del Año Santo de la Misericordia que el Papa Francisco ha inaugurado hoy al abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
El icono combina las tradiciones occidentales y orientales que ha sido elegido como una señal de aliento entre todos los cristianos para avanzar hacia la unidad y la paz en todo el mundo.
Según señala Radio Vaticano, el icono fue recibido en Roma por Tatyana Izhevska, embajadora de Ucrania ante la Santa Sede; y Piotr Novina-Konopka, embajador de Polonia en el Vaticano.



La imagen data del siglo 17 y proviene de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania presenta en la ciudad polaca de Jaroslav. El nombre del icono, “Puerta de misericordia” fue tomado del texto litúrgico de la Cuaresma del rito bizantino en el que se lee “abre las puertas de la misericordia para mí, Madre de Dios”.
Este icono fue recibido por San Juan Pablo II en 1996 y una copia del mismo se encuentra en una iglesia en Argentina donde solía servir el fallecido obispo ucraniano Stephan Chmil.
Al término del serviciod religioso que celebró la mañana de este martes 8 de diciembre en la Plaza de San Pedro con motivo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro para dar inicio al Jubileo de la Misericordia.
 Después de la comunión, los obispos concelebrantes iniciaron la procesión hacia el atrio de la Basílica, donde se encuentra la Puerta Santa. 

A un lado, esperaba sentado el papa emérito Benedicto XVI.
Bergoglio fue el último en añadirse a la procesión, y una vez llegó al atrio se detuvo para saludar con afecto a Benedicto XVI. Después se situó delante de la Puerta Santa, se detuvo y dio inició al rito de apertura.
A continuación el Santo Padre se acercó a la Puerta Santa y pronunció la siguiente fórmula:

“Es esta la puerta del Señor: Por ella entrarán los justos. Abridme las puertas de la justicia: Entraré para dar gracias al Señor. Por tu gran misericordia, entraré en tu casa, Señor: Me postraré hacia tu templo santo”.
Luego abrió la puerta y permaneció unos instantes en oración mientras se escucharon los aplausos de los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Entró solo, y después entraron algunos concelebrantes y representantes de religiones y fieles laicos.
Benedicto XVI también entró acompañado de su secretario y Prefecto de la Casa Pontifica, Mons. Georg Gänswein, y volvió a saludar a Francisco. Fue el primer peregrino en cruzar la Puerta Santa tras el Papa.
 Después, el Papa se dirigió al Altar de la Confesión mientras el coro cantaba el Himno del Año Santo de la Misericordia.
 Delante del Altar dijo:
 “Padre Santo, rico de misericordia y grande en el amor, te alabamos con todo el corazón, y te damos gracias por la sobreabundancia de tus dones. Míranos, que en este día hemos abierto la Puerta Santa y felices hemos dado inicio al tiempo jubilar”.
 “Concede, te pedimos, a todos aquellos que pasarán por la Puerta de la Misericordia con el alma arrepentida, renovado compromiso y filial fidelidad, de tener una viva experiencia de tu ternura paterna y de recibir la gracia del perdón para testimoniar, en palabras y en obras, el rostro de su misericordia, Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina en los siglos de los siglos. Amén”.
 Después, el Papa Francisco dio la bendición y concluyó la solemne celebración.

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