Manta en Catedral, un grito contra la impunidad
La artista Rosa María Robles, expresa que la manta es el reflejo de rabia contra la impunidad que se vive en la ciudad ante la violencia
El Debate, 20 de mayo de 2017
Culiacán, Sinaloa.- La artista Rosa María Robles pide a la ciudadanía no quedarse callada ante la ola de violencia: «Tenemos miedo, por eso me parece importante alzar la voz. Nos han convertido en una sociedad con miedo. Está claro que en este país denunciar algo tiene un precio», declaró la artista visual sinaloense, quien colocó la noche de este jueves una enorme manta en la catedral de Culiacán exigiendo un alto a los asesinatos.
"Esto es un grito de rabia e impotencia. El asesinato de Javier nos ha golpeado a muchísimos dentro y fuera de México, no solo porque era un amigo muy admirado y querido, sino porque es un ¡basta! No puede ser que sigan asesinando a gente", expresó con enojo.
"Fue un impulso siguiendo lo que él tanto nos pidió: no al silencio.
Lo peor que puede pasar es el silencio, y corresponde a las autoridades hacer su trabajo, y para mí no hay justicia. Ojalá que se encuentre a los responsables de la muerte de Javier y de los demás periodistas".
La artista culiacanense expresó que la manta la realizó con mucha rabia. Al caer la noche llegó a la catedral para colocar esas inmensas palabras ahí, no para ofender a la Iglesia, sino porque ese es el lugar donde estaban sus ofrendas florales: «Si yo espero a que se me unan, comprometo a la gente. Yo soy responsable, y me sentía mal de no decir nada», dijo.
Estas palabras contra la muerte han sido parte de su propio trabajo artístico, tema que ha denunciado durante años, como también contra la impunidad, contra la violencia, contra todo lo que ha venido destruyendo a México.
Recordó que hace exactamente diez años, en 2007, también colocó una manta en la catedral de Culiacán. Tras presentar su obra Navajas, época en la que se presentó una matanza de una familia en la sierra por una equivocación a manos de los soldados.
"Decía ¡con una chin***!, y aquella manta duró tres horas, pues la mandó a quitar el obispo. Ahora, la expresión con una rechin*** es decir que han pasado diez años, y no estamos igual, sino peor".
"Yo le preguntaría también al señor gobernador si él tiene miedo, porque muchos ciudadanos en esta ciudad, en este estado, tenemos miedo.
Si vas por la calle, si miras a alguien, si tocas el claxon, te da miedo".
Señaló que la corrupción y la impunidad han permeado todos los niveles, y le parece terrible la forma en la que se habla de Sinaloa y de México en el extranjero: "Estamos en la boca de todo mundo por la violencia, y la muerte de Javier ha indignado a muchos porque era un periodista muy valiente, de los más valiosos de este país, y que maten a alguien valiente da mucho coraje. Era una voz que nos representaba y la han callado. Queda su obra, claro, pero se siente una impotencia terrible".
Espera que dejen su mensaje ahí, como también espera que no se olvide a Javier Valdez ni a los demás muertos de crímenes: "Todos debemos tener un coraje y una indignación sobre lo que pasa en esta ciudad. Me gustaría ver que la gente alzara su voz. Se ha perdido la capacidad de asombro. Que no se diga una cifra más, esta cantidad espantosa de muertos. No debemos acostumbrarnos a esta impunidad”.
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