"....como Presidente de la República es motivo de gran honor, de alta distinción el poder abanderar a esta Delegación, a la que le deseo el mayor de los éxitos.
Y solo para concluir, paso a otro terreno, al de la política.
En la justa deportiva, también está la competencia política, y nuestro país muy recientemente vivió una intensa competencia política, en la disputa de distintos cargos de elección popular, más de tres mil cargos.
Empezando por el que, sin duda, es el más relevante y de mayor trascendencia para la Nación: la Presidencia de la República, gubernaturas, integrantes del Congreso de la Unión, Legisladores locales, Alcaldes, entre los varios cargos que estuvieron en disputa en esta elección.
Y algo hay que reconocer: fue una jornada electoral, la del pasado domingo, ordenada, cívica, armoniosa, que demostró a los mexicanos mismos que tenemos esta vocación democrática. Y que cada cierto tiempo nos damos el espacio para reflexionar sobre las distintas propuestas y los actores o los personajes que compiten por cada elección, para realmente elegir de manera mayoritaria a quién confiar las distintas responsabilidades.
Yo quiero, nuevamente, como lo hice en el mensaje que externé el pasado domingo, reconocer la participación de todos aquellos que jugaron en esta competencia política.
Unos ganaron, otros perdieron. Pero todos acreditaron, al final de cuentas, la vitalidad de nuestra democracia; una que hemos venido fortaleciendo y que es para bien de México.
Porque, realmente, permite que una sociedad, que en esta jornada se expresó de manera amplia, con un nivel de participación entre el 63 y 65 por ciento de los electores, acreditaron su interés por realmente, con su voto, decidir quiénes serán nuestros próximos gobernantes para los siguientes años.
En el caso muy particular de la elección de la Presidencia de la República, hay claramente un ganador, un virtual ganador, que fue reconocido por las demás expresiones políticas, y por un servidor.
Como Presidente de la República reconocí y reconozco quien obtuvo una victoria clara, contundente e inobjetable.
Con quien me reuní el día de ayer, en un espacio de encuentro respetuoso, cordial, y poder haber trazado ya una ruta que nos permita, una vez que se declare la validez de la elección, y que reciba su constancia como Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos, nos permita, a partir de ahí, trazar este proceso de transición y de entrega entre el Gobierno saliente y el Gobierno entrante.
Y creo que eso genera un espacio y proyecta certidumbre hacia el exterior, hacia los mexicanos mismos que, en un proceso cívico, en un proceso de respeto y en un proceso ordenado, podamos hacer esta transición.
Eso es justamente lo que ocurrió ayer, en el encuentro que sostuve con el licenciado Andrés Manuel López Obrador, ganador virtual de la elección presidencial o ganador auténtico, y que habrá de recibir su constancia, seguro estoy, en las próximas semanas.
Y dejando muy en claro, y dejando constancia y voluntad muy comprometida de parte del Gobierno de la República de tener toda la disposición para con él y para con sus colaboradores, para poder, realmente, empezar e iniciar este proceso de transición entre el Gobierno saliente y el Gobierno entrante.
Así son las competencias, en el ámbito deportivo y en el ámbito de la política. Y, al final de cuentas, deben dejar, cada una de estas competencias, la satisfacción de haber podido participar en ellas, en la responsabilidad que cada quien tiene, como la que tuvo el Gobierno de garantizar un ambiente ordenado, de tranquilidad y de paz, para que tuviera lugar una jornada política y electoral ordenada, cívica y tranquila, y que se tradujera, al final de cuentas, en una fiesta de la democracia.
Siéntase, quienes habrán de participar en esta justa deportiva, muy satisfechos de arribar a este momento, de representar a toda una nación, de portar los colores de México y de representarle con dignidad, con honor, con entrega; y poniendo a prueba o poniéndose a prueba cada uno a sí mismo, de su capacidad, de su talento y de la preparación que han recibido.
Sé que lo habrán de hacer con enorme entusiasmo, con gran emoción, con alegría, porque de eso se trata. No se trata de que esto sea de pesar, sino, al contrario, de gran alegría, de motivación.
Y les deseo, de todo corazón, el mayor de los éxitos.
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