Dos días después del 80 aniversario de la elección de Pacelli, Francisco recibió a los oficiales del Archivo secreto vaticano. Los documentos de Pacelli serán publicados el 2 de marzo de 2020
Pío XII
Vatican Insider, 04/03/2019
Los últimos documentos de un Pontificado divulgados fueron los de Achille Ratti, en 2006. Dentro de un año, después del Pío XI, llegará el momento para el archivo del Papa Pacelli. Lo anunció Francisco hoy, 4 de marzo de 2019.
El Pontífice argentino recibió hoy por la mañana a los oficiales del Archivo secreto vaticano, dos días después del 80 aniversario de la elección de Pío XII, un día después de su cumpleaños. Nació en Roma en 1876 y se convirtió en Obispo de Roma tras un cónclave que duró solo un día. Los primeros años de su Pontificado estuvieron marcados por el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Logró, como sea, a publicar algunas encíclicas importantes, como «Mystici corporis Christi», en la que explicó la naturaleza de la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo. En 1950 proclamó el dogma de la Asunción de María.
Una cuestión de su Pontificado sigue siendo objeto de discusiones y polémicas: algunos lo acusan por «los silencios» frente al genocidio nazi; otros lo defienden afirmando una obra oculta de salvamento. Por este motivo, la expectación por la publicación de los archivos es enorme y planetaria.
Es inmensa la mole de documentos sobre y de Pío XII, con millones de páginas. El trabajo para catalogar todo este material ha durado 13 años y se han encargado de ella veinte oficiales del Archivo Vaticano, dirigidos por monseñor Sergio Pagano, prefecto del Archivo secreto.
El Papa Benedicto XVI declaró a Pío XII venerable en 2009 y esto desató polémicas incluso en Israel, en donde el Yad Vashem de Jerusalén consideró «deplorable» que se emprendiera la vía hacia la beatificación antes de la publicación de todos los documentos.
Francisco, en la audiencia de hoy, subrayó que la figura de Pío XII, que tuvo que «conducir la Barca de Pedro en un momento de entre los más tristes y oscuros del siglo XX, agitado y en fragmentado en tantas partes por el último conflicto mundial, con el consecuente periodo de reorganización de las Naciones y la reconstrucción post-bélica», «ha sido ya indagada y estudiada en muchos de sus aspectos, a veces discutida e incluso criticada (se diría con algún prejuicio o exageración)». Pero hoy esta misma figura «ha sido oportunamente revaluada y, por el contrario, puesta en la justa luz por sus poliédricas cualidades: pastorales, principalmente, pero también teológicas, ascéticas, diplomáticas». Bergoglio recordó que «por deseo del Papa Benedicto XVI, ustedes Superiores y Oficiales del Archivo Secreto Vaticano, como también de los Archivos Históricos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, desde 2006 han estado trabajando en un proyecto común de inventario y de preparación de la importante documentación producida durante el Pontificado de Pío XII», parte de la cual es consultable ya desde los Pontificados «de mis venerables predecesores San Pablo VI y San Juan Pablo II ».
El Papa recordó que «se trata de un trabajo desarrollado en silencio y lejos de los clamores, que cultiva la memoria como se hace con la cultivación de un árbol majestuoso, cuyas ramas se tienden hacia el cielo, pero cuyas raíces están firmemente ancladas en la tierra».
Este constante compromiso, y nada leve, «de ustedes y de sus colegas, me permite hoy, en recuerdo de aquel importante aniversario, anunciar mi decisión de abrir a la consulta de los investigadores la documentación de archivo relativa al Pontificado de Pío XII, hasta su muerte en Castel Gandolfo el 9 de octubre de 1958. He decidido que la apertura de los Archivos Vaticanos para el Pontificado de Pío XII será el 2 de marzo de 2020, a un año exacto de distancia del 80 aniversario» de su elección como Pontífice.
Francisco dijo que asume «esta decisión con ánimo sereno y confiado, seguro de que la investigación histórica seria y objetiva podrá evaluar a su debido tiempo, con la crítica adecuada, los momentos de exaltación de aquel Pontífice y, sin duda, también los momentos de grave dificultad, de decisiones atormentadas, de la prudencia humana y cristiana, que para algunos podía parecer reticente, y que en cambio eran intentos, humanamente incluso muy duros, de mantener encendida, en tiempos de densa oscuridad y crueldad, la llama de las iniciativas humanitarias, de la diplomacia oculta pero activa, de la esperanza en las posibles buenas aperturas de los corazones».
Después afirmó que «¡la Iglesia no teme la historia, es más, la ama, y quisiera amarla más y mejor, como Dios la ama! Entonces, con la misma confianza de mis Predecesores, abro y encomiendo a los investigadores este patrimonio documental».
En un artículo publicado en “L’Osservatore Romano” se explica que «serán abiertos hasta octubre de 1958, en marzo de 2002, el Archivo Secreto Vaticano, el Archivo Histórico de la Sección de las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, el Archivo Histórico de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Archivo Histórico de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Archivo Histórico de la Congregación para las Iglesias Orientales, el Archivo de la Fábrica de San Pedro y, según modalidades y formas de acceso diferentes, también otros Archivos Históricos de Congregaciones, Dicasterios, Oficinas y Tribunales, a discreción de los relativos superiores».
Los investigadores podrán contar con un preciso inventario impreso (en la serie “Collectanea Archivi Vaticani”), precedido por «una historia de esta oficina, editado por las archivistas dras. Francesca Di Giovanni y Giuseppina Roselli, titulado “El archivo de la Comisión Auxilios” (1939-1958). Inventario” (en 2 volúmenes). Entre las innumerables prácticas de caridad pontificia tienen especial importancia las que se ofrecieron a los migrantes en Argentina y Brasil (1940 y 1941), al transporte de trigo en Grecia, pedido por monseñor Roncalli (1941), a la ayuda a los civiles en Polonia (1943), al “descubrimiento” de las Fosse Ardeatine, a las ayudas económicas para las familias que sufrieron los bombardeos de Roma en 1943, a la reconstrucción de la Abadía de Montecassino (1946-1948), al apoyo de los italianos de la Venezia Giulia y de Istria en el triste conflicto en la frontera occidental con Yugoslavia (1945-1948), al interés de los católicos vascos condenados a muerte en España en 1946, a la ayuda que prestó Pío XII a un grupo de científicos rusos exiliados en Austria en 1946».
“Páginas Hebraicas”, portal del hebraísmo italiano, tituló hoy «Pío XII, el archivo será abierto. “Un hecho esperado mucho tiempo”». En el artículo de Adam Smulevich se lee que esta medida es recibida «con aprecio también por la Presidencia de la Unión de las Comunidades Hebraicas Italianas. Es una óptima noticia para los estudiosos, que tendrán nuevos instrumentos para comprender un pasado todavía por aclarar. Es el parecer de los cuatro historiadores que escuchó la redacción para que evaluaran las palabras de Bergoglio». Los historiadores interpelados son Gadi Luzzatto Voghera, Claudio Vercelli, Annalisa Capristo y Anna Foa, quien afirmó: «Es un acto que se esperaba desde hace tiempo. Y, por lo tanto, la satisfacción, con la esperanza de poder evaluar el contenido del archivo, es grande». Sobre el argumento «se necesita, efectivamente, una evaluación seria y científica, más allá de los aspectos que van hacia una u otra dirección, sin excesivo rigor historiográfico». Según Foa, «es positivo que también en este campo la Iglesia elija la vía de la transparencia».
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