"No se asusten: las palabras no matan", ironiza Muñoz Ledo después de comunicar al Pleno que se abstendría de dirigir el mensaje que había preparado.
Muñoz Ledo se lo pensó dos veces: los panistas no lo iban a dejar hablar. El agravio de Morena no lo iba a dejar pasar Acción Nacional: el despojo de la presidencia de la Mesa Directiva para que Morena, en la persona de Porfirio, controlara por segundo año consecutivo la Cámara de Diputados....
"¡Es-purio, es-purio!", gritan los panistas a Muñoz Ledo en el arranque de la caótica sesión. ('Matan gritos, no las palabras’, excelente crónica de Mayolo López en Reforma)./
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Ejecutan a 5 en terminal de Cuernavaca
Cinco personas fueron ejecutadas en la Terminal de Autobuses Estrella de Oro en Cuernavaca y una más resultó herida.
Fue aproximadamente a las 4:40 horas ¡de este lunes cuando un grupo de hombres armados ingresó a la terminal, quienes dispararon en contra de seis hombres; cinco fueron víctimas mortales
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La Sala Superior del TEPJF revocó la resolución de la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, en la cual ordenó al coordinador de los senadores de ese partido, Ricardo Monreal, reponer el proceso consulta para elegir a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.; o sea.
En sesión pública, los magistrados electorales consideraron fundada la impugnación de Ricardo Monreal y Mónica Fernández, porque la Comisión de Honestidad y Justicia carece de competencia para decidir sobre un asunto parlamentario, y solo debe responder a asuntos internos de Morena.
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Juan Zepeda, a unos días de haber renunciado al PRD, anunció su incorporación a Movimiento Ciudadano (MC). A
Agradeció la invitación de integrarse a MC, porque fue en un momento en que salió de un proyecto en el que permaneció por 23 años. “Vengo con mucha humildad y la gratitud de aquel al que le abren la puerta después de salir del proyecto que construí. Vengo a rifarme el alma”.
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Las columnas políticas, hoy lunes 2 de septiembre de 2019...
Templo Mayor/Reforma
MÁS QUE un informe de gobierno, el mensaje de Andrés Manuel López Obrador fue como una conferencia mañanera a deshoras y con invitados especiales, en la que no hubo sorpresas sino el guión, las frases y los chistes conocidos.
EL PRESIDENTE presumió que ya logró separar el poder político del poder económico, y desde sus asientos en la segunda fila aplaudieron con fuerza Carlos Slim, Emilio Azcárraga y hasta Germán Larrea, que usualmente no se deja ver en público.
LÓPEZ OBRADOR reconoció que no ha habido crecimiento económico, pero por suerte aclaró que lo importante no es ser pobres, sino estar felices. Habrá que avisarle a los inversionistas y a las calificadoras.
UNA BUENA: México registra un superávit de cuenta corriente. La mala: esa no es una buena noticia, pues los expertos saben que es un reflejo de la desaceleración económica. Menos mal que la economía no es manejada por los economistas.
TOTAL que el informe no informó gran cosa, pero dejó en claro que el país del Presidente, Otrosdatotitlán, va bien, muy requete bien.
POR CIERTO que más de uno sintió un déjà vu cuando el Presidente se sacó de la manga un espaldarazo para Manuel Bartlett, pues dicen que sonó igualito al "No te preocupes, Rosario", de Enrique Peña a Rosario Robles. ¡Qué malpensados!
NO SE MERECE Porfirio Muñoz Ledo que la oposición lo llame "espurio" y tampoco se merece el trato que le da Morena: el del hombre de paja que necesitan para no soltar la presidencia de la Cámara de Diputados.
LUEGO de haberle entregado la banda presidencial al primer Presidente surgido de la izquierda y desplegar gran oficio en el manejo de las sesiones durante dos periodos, ¿qué necesidad tendría Muñoz Ledo de seguir al frente de la Mesa Directiva por medio de una imposición? Evidentemente, ninguna. Y menos cuando es el candidato obvio a la Medalla Belisario Domínguez.
PERO A ALGUIEN en el lopezobradorismo, por miedo o por codicia, se le ocurrió desconocer el reglamento legislativo y los acuerdos con la oposición, con tal de que el PAN no asumiera la presidencia de San Lázaro, que legalmente le correspondía. ¡Pero qué necesidad!
PARA la posteridad quedará la frase del propio Muñoz Ledo, que sin darse cuenta que tenía abierto el micrófono al finalizar la sesión, comentó irónico: "Es un delirio estar con Porfirio".
MÁS QUE un Audi, pareciera que le pasó por encima un tráiler político a Fernando Manzanilla. Luego de revelarse las transas en la compra de terrenos para la armadora, el actual secretario de Gobierno de Puebla tuvo que aclarar que no está pensando en renunciar y que no tiene problemas con Miguel Barbosa. ¡Bip, bip!.
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Bajo Reserva/ El Universal
El delirio de Porfirio
No pudo contenerse y soltó la carcajada. Así reaccionó la nueva presidenta del Senado, Mónica Fernández, ante el ingenio del presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo. Al final de la sesión general del Congreso, en la que se fijaron las posturas de los partidos ante la presentación del Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, justo cuando la mayoría de los diputados morenistas coreaban “es un honor estar con Obrador”, Muñoz Ledo soltó divertido “es un delirio estar con Porfirio”, por lo que doña Mónica, quien estaba a su lado, soltó una sonora carcajada. La chanza de don Porfirio se dio luego de que el último orador de la sesión general de Congreso, el senador Ricardo Monreal hiciera una férrea defensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, y del propio Porfirio Muñoz Ledo ante las descalificaciones de los panistas, quienes expresaron su molestia por el incumplimiento de la promesa de Morena de que el PAN presidiría el segundo año en la Cámara de Diputados. Monreal exaltó a Muñoz Ledo y llamó a los panistas al diálogo, escenario que podría cumplirse, pues nos aseguran que ayer mismo hubo contactos entre los coordinadores de Morena, Mario Delgado, y del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, para analizar la posibilidad de una salida negociada de este conflicto.
La ausente de la tarde
Algo pasó, nos cuentan para que la estrategia de Palacio Nacional diera un giro, en el tema de seguridad que el presidente Andrés Manuel López Obrador tocó poco en su mensaje de nueve meses de gobierno, y para que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, no hubiera entregado como iniciativa preferente una Ley de Amnistía, que hace unos meses el propio Presiente había dicho que sería presentada. El senador Ricardo Monreal, el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, y el consejero Jurídico de López Obrador, Julio Scherer, dieron por hecho el envío del tema que es parte de la estrategia de paz, según dijeron. Nos comentan que habrá que esperar, sin embargo, el proyecto. Algunos señalan que la polémica que se generó hace algunos días con el tema del diálogo con autodefensas pudo haber influido en la decisión de no hacer uso de la prerrogativa de iniciativa preferente. El caso es que esa iniciativa fue la gran ausente de la tarde.
Las medallas de AMLO
Y ya encarrerado en el informe de sus logros, a algunos miembros de la oposición les pareció que el presidente Andrés Manuel López Obrador, cometió algunos excesos. Por ejemplo, el de apropiarse a la suma de logros la cifra histórica de remesas enviadas por los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos, y que representan el principal ingreso de divisas al país. Otro, explican, fue el de presumir el número, también histórico, de medallas que los deportistas mexicanos lograron en los Juegos Parapanamericanos. Se colgó las 55 medallas de oro, dicen. Luego por qué el mandatario critica tanto a sus adversarios conservadores y los declara vencidos.
Finalmente Zepeda llega a MC
Nos cuentan que el día de hoy, Movimiento Ciudadano (MC) confirmará, como ya es bien sabido, que el experredista Juan Zepeda se unirá a las filas del partido naranja, por lo que el próximo martes 3 de septiembre, el llamado “rockstar de la política” se incorporará al Senado, como parte de la bancada de los emecistas. Nos hacen saber que también se anunciará la incorporación de Alejandra Barrales, por lo que el acto estará encabezado por el coordinador nacional, Clemente Castañeda...
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El desafío de AMLO | Editorial El Universal
Todos los presidentes de la República han aprovechado la oportunidad que representan los informes de Gobierno para hablar de sus logros, para señalar que la marcha del país se encuentra en la dirección correcta y para dar series de números que ratifiquen sus dichos. Los temas pendientes apenas son mencionados, mientras los errores o las faltas son ignorados.
El mensaje que dio ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador desde Palacio Nacional no se alejó demasiado de las ceremonias realizadas a lo largo de este siglo, cuando los mandatarios dejaron de acudir al Congreso de la Unión para leer su informe a la nación.
Como antes, se enumeraron los logros —polémicos y dudosos para algunos sectores—, aunque esta vez el titular del Ejecutivo reconoció el principal desafío para su gobierno: la inseguridad. Señaló que no son buenos los resultados, que falta trabajar mucho todavía para obtener los resultados esperados y que hay un asunto de contubernio entre delincuentes y autoridades.
El diagnóstico no es diferente al que expertos han venido realizando desde hace algunos años. En administraciones pasadas la complicidad entre policías y autoridades quedaba en evidencia cuando corporaciones policiacas municipales eran intervenidas y destituidos todos sus elementos por vínculos con la delincuencia organizada. Esa práctica poco ha cambiado. Hoy EL UNIVERSAL da a conocer que 50 por ciento de los comisarios policiacos evaluados en el Estado de México resultaron no aptos para seguir al mando de la seguridad pública por presuntas relaciones con grupos criminales.
En la resolución de las necesidades nacionales, nueve meses es un periodo corto para afirmar que se han alcanzado de manera plena los objetivos de gobierno y debe serlo también para exigir la desaparición total de problemas de violencia que llevan al menos 10 años incrustados en varias regiones de México.
Es precipitado señalar que hay metas alcanzadas, porque el gobierno aún está en proceso orientar el rumbo del país y el camino que resta aún es demasiado largo.
En materia de seguridad y en muchos otros temas, a México le sirve más un gobierno que ejerce la autocrítica que el autoelogio.
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Trascendió/ Mileenio
QUE la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, levantó polémica en redes sociales al tuitear que Boris Berenzon Gorn, profesor destituido de la UNAM en 2013 por plagiar su tesis doctoral en Historia y acusado por incurrir en igual práctica en la de maestría, se incorpora a su equipo.
“Es un gusto contar con el apoyo del Dr. Boris Berenzon en esta lucha contra la ciencia neoliberal. Bienvenido al equipo de trabajo del Conacyt”, escribió la funcionaria, quien tras múltiples críticas eliminó el mensaje.
¡Pero qué necesidad!
QUE muy puntual llegó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al Salón de Protocolo de San Lázaro para entregar el primer Informe de AMLO, tan puntual que tuvo que esperar más de 15 minutos a los legisladores. Tras entregar el documento a Porfirio Muñoz Ledo, presidente cameral, salió a toda velocidad.
La funcionaria acompañó al Presidente por la mañana en Palacio Nacional, donde, por cierto, la IP estuvo representada por Alfredo Harp, Carlos Slim, Germán Larrea, María Asunción Aramburuzabala, Valentín Díez Morodo, Daniel Chávez, Miguel Alemán Magnani, Miguel Rincón, Antonio del Valle, Carlos Salazar Lomelín y Agustín Coppel.
QUE la tarde del martes, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, irá a Topilejo para dar la bienvenida a la Guardia Nacional en la alcaldía Tlalpan en espera de repetir lo que, según sus números, ha ocurrido desde que el 3 de julio esa fuerza llegó a Iztapalapa y semanas después a Iztacalco, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero: bajar los índices delictivos.
Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta serán los próximos destinos de la Guardia Nacional.
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Van por César Duarte. Las fotos de dónde está | Carlos Loret de Mola
El Universal
Historias de Reportero
Las meseras son el gancho para atraer clientela al Ojos Locos Sports Cantina.
Shorts cortitos que con el ajetreo del servicio se acortan más, playeras-top generosas de escote y recortadas para lucir el abdomen, botas casi a la rodilla. Además hay muchas pantallas para ver deportes mientras circulan hamburguesas, nachos, tacos, alitas, cervezas.
A César Duarte, exgobernador priista de Chihuahua, le quedaba muy bien ese barecito. Está enfrente del Marriot de Albuquerque, Nuevo México, uno de los sitios que ha escogido para mantenerse escondido de la acción de la justicia mexicana que lo acusa de desviar millones y millones de pesos del presupuesto público durante su gestión.
Hoy revelamos en esta columna las dos fotografías más recientes de César Duarte Jáquez, sentado en el Ojos Locos Sports Cantina, de jeans y camisa de rayas verticales multicolores. Está platicando con quien, nos dicen, es uno de los abogados que le están ayudando con un trámite migratorio: aparentemente aplicó para solicitar la visa humanitaria, con el argumento de que sus hijos son estadounidenses.
Se sabe que el gobierno de Chihuahua, que encabeza Javier Corral, lo mantiene vigilado. También el equipo especial de agentes del Departamento de Seguridad de Texas, conocido como los Rangers de Texas. Más recientemente, tras conversaciones al más alto nivel, también se han involucrado en su seguimiento, y el robustecimiento del expediente en su contra, el gobierno federal mexicano y su par estadounidense. La coordinación se ha dado entre la cancillería que encabeza Marcelo Ebrard y el Departamento de Estado que comanda Mike Pompeo.
Oficialmente, César Duarte Jáquez es prófugo de la justicia.
Desde que dejó el gobierno de Chihuahua, se sabe que ha saltado de casas a ranchos, moviéndose entre las distintas propiedades que tiene en la frontera sur de Estados Unidos, mientras busca defenderse del alud de procesos que hay en su contra, trabajados sobre todo por la administración del gobernador panista Corral.
Había podido estar relativamente tranquilo en su huida pues en tiempos del presidente Enrique Peña Nieto existía un enfrentamiento abierto entre el gobierno federal priista y el estatal panista. Parece que tras varios meses del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, aún cuando se mantienen las tintas ideológicas diferentes, hay acuerdos políticos para avanzar en dirección a César Duarte.
Roto el cascarón con la aprehensión de Rosario Robles, pueden despertar otros procesos que ya habían iniciado y se encontraban hibernando.
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Kiosko/ El Universal
¿Funcionarán las palancas en la 4T a Arturo Núñez?
Nos cuentan que en la tierra del edén está causando suspicacias que, mientras el Órgano Superior de Fiscalización (OSF) de Tabasco informó hace unos días que el gobernador Arturo Núñez Jiménez y sus exfuncionarios son responsables de un presunto desvío de recursos públicos de 3 mil 490 millones de pesos y tienen 30 días para justificarlos, don Arturo y su esposa Martha Lilia López Aguilera fueron captados 15 días antes muy despreocupados en el histórico restaurante El Botín, de Madrid, España. Nos dicen que ahora en el estado se preguntan si podrá la 4T juzgar al exmandatario y traerlo de regreso, o bien, su caso sólo se archivará como ha ocurrido con otros exgobernadores, ya que, nos refieren, no hay que olvidar que don Arturo tiene nexos con el nuevo gobierno, pues su hijo Néstor Núñez López es alcalde de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, y llegó abanderado por Morena. ¿Será que la 4T se hará de la vista gorda?
Exedil anda entre el agua y el aceite
Nos comentan que quien tiene casi un pie en la administración del gobernador panista de Durango, José Rosas Aispuro Torres, es la exalcaldesa de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale (PRI), quien apenas el 31 de agosto concluyó su cargo. Lo curioso, nos destacan, es que doña Lety, priista de hueso colorado, se sumaría a la administración estatal panista, algo que muchos duranguenses consideran como mezclar agua con aceite, pero, nos dicen, parece que doña Lety quiere aprovechar cualquier oportunidad para recorrer el estado y así tener ánimo para candidatearse a la gubernatura del estado, su gran sueño. La cuestión sería ¿por cuál partido se decidirá?
Explican programa municipal ante polémica
Ante las críticas de sus detractores, el equipo de la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos (PAN), explicó que su programa Superación en Acción, además de ofrecer oficios a mujeres víctimas de violencia o que presentan algún tipo de vulnerabilidad, está dando acompañamiento personalizado, sicológico, jurídico y educativo a este sector, con el fin, nos detallan, de que logren una verdadera reinserción social y, sobre todo, una estabilidad e independencia económica para sobreponerse a las situaciones de violencia que han padecido, pues explicó que se trata de un programa de proyectos productivos y no sólo clases de cocina.
Alcalde hace maletas
Desde La Paz, Baja California Sur, nos cuentan, quien anda como pavorreal es el alcalde Rubén Muñoz Álvarez (Morena) por un viaje que hará a Brasil a un evento mundial sobre sustentabilidad. El edil se blindó y jura que los anfitriones —el Banco Mundial y el BID— le pagarán sus gastos, aunque, nos dicen, muchos ciudadanos suspicaces cuestionaron más bien que sus ”logros” son sólo proyectos sin realizar, pero además, que se ausente en plena temporada de huracanes, ya que no quieren que ocurra como en Comondú, donde el munícipe morenista Walter Valenzuela no estuvo en las inundaciones que dejó la tormenta tropical Ivo.
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Nueve meses, seis apuntes | Alejandro Hope
El Universal
Plata o Plomo
“¿Cómo llega el presidente Andrés Manuel López Obrador a su primer informe? ¿Qué se puede decir de sus primeros nueve meses de gobierno?” He recibido esas preguntas varias veces en los últimos cinco días y, con toda probabilidad, las recibiré varias veces más en la semana que corre. Para facilitar la comunicación, va mi respuesta abreviada:
1. Se puede acusar de muchas cosas al presidente, pero ciertamente no de desatención al tema de seguridad. Pase lo que pase, López Obrador está a las seis de la mañana, reunido con su gabinete de seguridad. Eso es un contraste positivo con el desinterés que mostraba el presidente Peña Nieto hacia el tema.
2. ¿Sirve tanta reunión de madrugada? Tengo mis dudas. Me parece que el presidente acaba viendo los árboles y no el bosque, que la información que recibe es parcial y no confirmada. La reacción presidencial a los acontecimientos de Coatzacoalcos parece confirmar esa hipótesis: en la conferencia mañanera del día siguiente de la masacre, López Obrador salió a repetir el gazapo del gobernador Cuitláhuac García sobre la detención y posterior liberación de uno de los presuntos perpetradores por parte de la fiscalía del estado ¿Nadie en su reunión de gabinete le dio datos correctos sobre el incidente? Por lo visto no. Y si eso sucedió en un caso particularmente grave, ¿qué pasa en asuntos de menor impacto?
3. Detrás de la insistencia en las reuniones mañaneras, hay un notable impulso centralizador. Las reuniones del gabinete de seguridad se reproducen a nivel de los estados y de las coordinaciones territoriales. Y de todas esas reuniones salen reportes hacia Palacio Nacional, sirva o no la información para mejorar la toma de decisiones. Eso genera, supongo, una ilusión de control en el presidente y su equipo de seguridad.
4. La tentación centralizadora es también una de las explicaciones probables de la creación de la Guardia Nacional. La queja constante del presidente ha sido la ausencia de personal federal suficiente para cubrir el territorio. En repetidas ocasiones, ha dicho que no tenía más que “10 mil policías federales” para atender el problema de seguridad. Ese análisis obviaba la existencia de casi 350 mil policías estatales y municipales. Pero esos policías no están bajo control federal. Eso, además de sus notorias debilidades institucionales, probablemente las hacen inútiles desde la perspectiva presidencial.
5. ¿Cuál es entonces la estrategia? Desplegar más personal federal. Así de fácil. Pero eso implica una dificultad obvia: no hay suficiente tropa. Según el propio presidente, no hay más que 58 mil guardias nacionales distribuidos en 150 coordinaciones territoriales. Eso implica 386 elementos de la Guardia Nacional por coordinación, 0.44 por cada mil habitantes. No empieza a cubrir las necesidades. Y aún si se llega a la meta de 140 mil elementos, no va a haber más que 1.1 guardias nacionales por mil habitantes. Aún insuficiente.
6.Ante esa insuficiencia, no le queda al gobierno más que esperar profundos efectos pacificadores de los programas sociales. Ojalá ganen esa apuesta, pero tengo mis dudas. La inmensa mayoría de los beneficiarios no van a cometer delitos (y menos delitos violentos), con o sin apoyo gubernamental. Y la minoría que sí tiene disposición para la actividad delictiva probablemente sea difícil de alcanzar con programas de becas o subsidios de corte general.
En resumen, no veo nada en el panorama que pueda alterar de fondo la situación de seguridad en el corto plazo. El presidente López Obrador es, como él mismo se definió, perseverante. Pero no estoy seguro que la perseverancia sea la virtud que se requiera para enfrentar el problema.
@ahope71
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AMLO confirma ruta y golpea a adversarios | Salvador García Soto
El Universal
Serpientes y Escaleras
Nadie esperaba algo distinto en el mensaje del presidente con motivo de su primer informe, aunque sí hubo algunas novedades que, sin ser totalmente sorpresivas marcaron diferencia con sus antecesores. Porque si bien el discurso de hora y media de ayer fue una reiteración de los mismos conceptos ideológicos que el presidente ha repetido durante sus 9 meses de gobierno —y en los meses anteriores de transición y campaña— el mensaje más claro y contundente que salió del Palacio Nacional es la confirmación de que Andrés Manuel López Obrador, congruente y firme hasta la necedad en sus convicciones, seguirá conduciendo en la ruta que él ha trazado para la “Transformación” del país: con proyectos, acciones, programas, cambios y decisiones, que aunque no siempre tengan total respaldo ni en la técnica ni en la economía y a veces tampoco en la realidad, seguirán adelante porque son su visión personal de lo que México necesita.
Es como si el capitán del barco, aún cuando ve las aguas agitadas, decide no sólo confirmar la ruta y mantener intacta su carta de navegación, porque está convencido de que él no puede estar nunca equivocado y, confiado en su infalibilidad, les dice a los pasajeros y tripulantes: “Voy derecho y no me quito. La turbulencia y algo de tempestad es porque estamos avanzando en una nueva ruta, pero estoy seguro de que los voy a llevar a buen puerto”. De paso, a aquellos que se dicen aterrados “nerviosos y fuera de quicio” porque no confían en el capitán, éste los llama conservadores “que están moralmente derrotados” y les minimiza como sus opositores que “no han podido crear un grupo o facción” que amenace su autoridad para conducir él solo el agitado barco.
Esa fue una de las novedades mayores en un informe presidencial: que el presidente utilizara la tribuna de un “mensaje a toda la nación” para atacar y denostar a sus “adversarios” al declararlos, “moralmente derrotados” y, parafraseando a Juárez, una “reacción” cuyo triunfo es imposible. Y aunque no es para nada sorpresivo el discurso que confronta y polariza, esta vez no le falta del todo la razón al presidente cuando uno observa a la oposición tan desarticulada, confrontada y sin liderazgos importantes que hay en este momento en México. Pero también López Obrador puede pecar de soberbia al minimizar —como en su momento hicieron los panistas— dos problemas reales: las divisiones, pugnas y pleitos de poder que están surgiendo dentro de su propio partido Morena, y la capacidad de los partidos opositores, por pequeños que hoy se vean, de reagruparse y crecer, a partir del inevitable desgaste y los errores de su gobierno.
La otra sorpresa que hubo en el mensaje fue una mención directa, con agradecimiento incluido a poderosos empresarios a los que el presidente parece ubicar como “afines” a su proyecto de la 4T. El primero y más importante, Carlos Slim, a quien ni siquiera los mandatarios más neoliberales que ayudaron e impulsaron al ingeniero hasta convertirlo en el hombre más rico de México, desde Carlos Salinas hasta Vicente Fox, pasando por Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Peña Nieto, le dedicaron nunca una mención tan elogiosa por su nombre y apellido en un informe presidencial. Los otros dos empresarios aludidos directamente por el presidente fueron Carlos Salazar, el casi militante de la 4T desde el Consejo Coordinador Empresarial, y a un Antonio del Valle que, aunque es impensable ubicarlo a la izquierda, hoy representa el reencuentro de Andrés Manuel con el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios que durante décadas controlara el salinista Claudio X. González.
Fue un primer informe que se propuso ser tan distinto que se autonombró “Tercero”. Y que cambió paradigmas como el manejo solemne del lenguaje y el uso de los datos técnicos, cifras y porcentajes habituales en ese tipo de discursos, que ayer fueron sustituidos por conceptos y definiciones ideológicas, por menciones generales y por buenas intenciones decretadas; además por enlistar como “logros” de los primeros nueve meses lo mismo proyectos emblemáticos que aún no caminan, como el aeropuerto de Santa Lucía, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya o el corredor Interoceánico, que cancelaciones multimillonarias como la de Texcoco, cuyo finiquito y pago fue celebrado.
Al mismo se enumeraban leyes y reformas en materia de combate a la corrupción, fraude electoral y austeridad republicana, se vendía como logro haber “detenido la caída de la producción petrolera” que aún no aumenta pero lo hará en diciembre, o se vendía, a falta de crecimiento por el 0% del aumento del PIB el “desarrollo y mejor distribución del ingreso” por el reparto de dinero en efectivo a través de los programas sociales a grupos vulnerables y a jóvenes, y como logros de una “nueva política económica” el ingreso histórico de 16 mil millones de dólares de remesas de los “héroes migrantes”, la austeridad y la honestidad, como ejes de ese nuevo modelo de economía que se propone lograr el “bienestar no sólo material sino del alma” y alcanzar el desarrollo sin crecimiento económico.
Pero al final, aunque distinto en las formas y los estilos, el mensaje de AMLO terminó siendo igual que los de sus antecesores: totalmente autocomplaciente y carente de un mínimo de autocrítica y a veces hasta insensible. Porque si bien el tema de la inseguridad y la violencia fue reconocido como el único con “no buenos resultados” y como un “desafío” que no ha podido resolver, tampoco hubo una mención, aunque fuera simbólica ya no de los 20 mil muertos de los últimos tres trimestres, ni siquiera de los 29 mexicanos brutalmente asesinados en Coatzacoalcos. Apenas si alcanzaron una leve mención los “desaparecidos” y se habló de periodistas y defensores de derechos humanos “protegidos” por un Estado “que ya no es el principal violador de los derechos humanos” y que respeta la autonomía de la CNDH. Aunque la cara del ombudsman nacional ahí presente, Luis Raúl González Pérez, dijera lo contrario.
En fin, que fue la reconfirmación de que López Obrador no sólo ve un pueblo “feliz, feliz, feliz”, sino un “cambio no de gobierno sino de régimen” que ya está en marcha y un “país con pleno Estado de Derecho”. Por esa misma ruta seguiremos, porque es de la que está convencido el presidente, aunque algunos no la vean tan clara y viable como él, y muchos todavía confíen ciegamente en la habilidad del capitán para llevar el barco a puerto sin naufragios.
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Extorsión “patriótica” abortada | Diego Fernández De Cevallos
Milenio
Sin Rodeos
Me gustaría sumarme a quienes consideran que el Presidente escuchó, razonó y rectificó en la reciente confrontación del gobierno con cuatro empresas transportadoras de gas. Dicen que fue pragmático y que generó confianza al lograr el arreglo con tres de ellas.
No, señores, no nos engañemos, las fuerzas contrarias y la terca realidad abortaron la intentona de extorsión patriótica gubernamental contra empresas previamente extorsionadas por particulares.
Coloquialmente se diría: al ratón le hicieron entender que con los gatos no se juega.
Es evidente que la Transformación de Cuarta, que tiene los ojos en la nuca, considera al capital privado, nacional y extranjero, un mal inevitable que debe estar bajo permanente acoso y sitiado como presunto culpable.
La historia de esa “negociación”, epílogo de un atraco fallido, se resume así:
1) El gobierno, sin aportar prueba alguna (pero hablando a sus fieles y al mundo entero) calificó de corruptas a las empresas contratadas para construir gasoductos y transportar el fluido en territorio nacional; y dijo que no honraría esos contratos por ser “leoninos”.
2) Las empresas negaron las imputaciones y varias de ellas iniciaron demandas en tribunales internacionales contra el gobierno mexicano.
3) Después de semanas de incertidumbre, y a propuesta formulada por una de las afectadas, las partes acordaron: A) MANTENER LOS CONTRATOS; B) que las tarifas a favor de las empresas serán MÁS ALTAS a corto plazo; C) que esas tarifas NO AUMENTARÁN en el futuro; D) que AUMENTARÁN los años de vigencia de los contratos.
Tronando cohetes y repicando campanas, el gobierno dijo haberse ahorrado 4 mil 500 millones de dólares, pero omitió decir de dónde salen “sus datos”; tampoco informó cuánto más ganarán las empresas por las prórrogas convenidas, ni qué gobierno les pagará esos extras.
Ahora bien, repudiar la agresión artera del gobierno no implica negar lo benéfico y trascendente de la solución. Por ello, ¡felicidades!
Pero, ¿qué obligó al gobierno a entrar a varas? Fueron varios factores:
1) SU IMPOTENCIA. No es igual atropellar a mexicanos, sobre todo pobres, que enfrentar en tribunales extranjeros a poderosas empresas que no entienden eso de que: “yo tengo otros datos”, “lo que diga mi dedito” y “me canso, ganso”. No hay loco que coma lumbre.
2) LA ENÉRGICA RESPUESTA DEL GOBIERNO CANADIENSE en defensa de una de sus empresas, recordándole al de aquí que está pendiente de firmarse el nuevo tratado comercial.
3) LA CATÁSTROFE que producirían el desabasto de gas y la más que probable sentencia condenando al gobierno a pagar miles de millones de dólares.
Ojalá que el Presidente pronto ESCUCHE y RECTIFIQUE, ante la fuerza de la ley, respetando la razón y los contratos.
No lo queremos prepotente aquí y desmirriado y desnudo ante poderosos.
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En memoria de Mariana | Héctor De Mauleón
El Universal
En Tercera Persona
Mariana Baltierra fue violada y asesinada con un cuchillo de carnicero. Una mañana de julio de 2017 salió a comprar huevos y jamón para el desayuno y no regresó. Fue una de esas miles de mujeres mexicanas que un día sencillamente no regresaron.
Su madre, Saira Valenzuela, fue a buscarla a la tienda. El local se hallaba a unos pasos del edificio, en el Fraccionamiento América, de Ecatepec, en el que ellas vivían. Mariana ni siquiera tenía que cruzar la calle: debía pasar solo frente a un condominio, una carnicería, un inmueble con puerta de metal y una tortillería.
En la tienda le dijeron a Saira que la joven “ya tenía un ratito” de haberse ido. Saira comenzó a preguntar entre los vecinos si alguien había visto a su hija. Nadie había visto nada. La carnicería y la tortillería tenían sus puertas cerradas aquel jueves.
Los padres de Mariana pasaron el resto del día en el ministerio público. Al volver a su casa, había varios agentes de la fiscalía del Edomex y algunos oficiales de la Comisión Estatal de Seguridad. Hicieron preguntas, pidieron imágenes de la muchacha de 18 años desaparecida.
Al día siguiente le avisaron a Saira que había una patrulla frente a la carnicería. Ella tuvo un mal presentimiento y se acercó a mirar. La calle estaba repleta de mirones. Llegó el personal de servicios periciales. Pasaron dos horas.
Finalmente, sacaron un cuerpo.
Alguien le dijo al marido de Saira que, lamentablemente, la víctima tenía las características de la niña que andaban buscando.
En noviembre de 2017, Saira me relató su historia: en la parte alta de la carnicería vivía un sujeto, de unos 26 años, llamado Juan de la Cruz Quintero Meraz. Tenía menos de un mes habitando ahí. No era nuevo en el rumbo: había trabajado en la carnicería dos años atrás, pero un día se perdió de vista.
En ese tiempo Mariana le confesó a su madre que le daba miedo la forma de mirar de Quintero. “Le pedí que no lo saludara, ni lo viera, y ya no la mandé a la carnicería”, relató Saira. No sabían que aquel individuo estaba de vuelta.
El viernes 29 de julio el dueño de la carnicería abrió las puertas y encontró sangre por todos lados. Creyó que habían matado a su empleado, pero al subir las escaleras encontró un espectáculo que no esperaba. Ahí estaba la joven, desnuda y acuchillada, y ahí estaban el cuchillo de carnicero y la ropa ensangrentada del asesino. Quintero se había fugado horas antes. Saira prometió que no iba a dejar que el caso se apagara.
La policía de investigación del Edomex obtuvo una foto del feminicida, su número de teléfono celular, y el dato de que alguna vez había hecho referencia a ciertos parientes de Oaxaca.
La fiscalía ofreció una recompensa de 500 mil pesos. La fotografía de Quintero circuló ampliamente. Quintero se deshizo del celular y esa pista se enfrió. La búsqueda en Oaxaca no dio resultados. Durante casi dos años, pareció que el carnicero se había salido con la suya.
Pero Quintero, efectivamente, estaba en la ciudad de Oaxaca. Consiguió trabajo en alguna carnicería, pero lo corrieron en cosa de tres meses porque recayó en su afición a la “piedra”: más tarde confesó a los agentes que lo aprehendieron que el día del asesinato “estaba muy drogado”, y que —aprovechando que la carnicería no iba a abrir aquel día— había pasado la noche “fumando cinco o seis piedras”.
Ya no dejó la droga. Comenzó a vivir en hotelitos baratos del centro de Oaxaca. Trabajó lavando coches y haciendo mandados. En poco tiempo acabó en la calle, pidiendo dinero. “Fue el vicio el que lo perdió”, dice uno de los funcionarios que llevaron el caso.
En esas andadas, la fiscalía recibió una pista de un informante. Un número de teléfono que presentaba actividad en el centro de Oaxaca. Una célula de la fiscalía, de la que formaron parte elementos de la coordinación de inteligencia, se trasladó a aquella ciudad. Un agente se hizo pasar por taxista —los otros, por pasajeros. Comenzaron a peinar el centro. Al fin, lo vieron en Burgos y Bustamante. Supo que iban por él, porque en cuanto vio que el primer hombre se bajaba del taxi, echó a correr. Corrió 20 o 30 metros.
Aquella mañana intentó abordar a Mariana, y ella lo rechazó. Así que la jaló hacia la carnicería y la mantuvo ahí mientras su madre la buscaba en la calle. “Desde la carnicería, él podía ver todo lo que pasaba afuera”, relató Saira. “Nos vio pasar buscándola. Ahora sabemos que la mantuvo con vida varias horas”.
“Ya estuvo. Sé lo que debo”, dijo Quintero cuando lo subían al taxi.
Deseo sinceramente que la justicia haga que lo pague.
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La cosmogonía de Macuspana/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal
El Financieero..
rivapa
Hasta ahora, el modelo de país del presidente Andrés Manuel López Obrador es lo que dice no ser. Ya no hay corrupción porque la barrió de arriba hacia abajo –que es el método que dijo en campaña que utilizaría para purificar el país–, ya no hay balazos porque hay abrazos, ya no hay avión presidencial ni Los Pinos ni Texcoco ni reforma educativa ni reforma energética ni lujos ni ostentaciones. Aunque no es parte de su discurso, tampoco hay el crecimiento prometido, ni bajó la violencia que dijo tendría una inflexión en sus primeros meses de gobierno, ni hay paz en el país. Hasta ahora, López Obrador es el Presidente del no. Lo que sí existe es el país que se imagina –por tanto aún imaginario– hecho realidad a través de su poderosa narrativa.
En su realidad alterna, la guerra contra el huachicol fue un éxito –los datos de Pemex lo contradicen–, la lucha contra la delincuencia avanza aunque falta más por hacer –los datos de su gobierno dicen lo contrario–, cancelar el aeropuerto de Texcoco le ahorró pagar a los mexicanos millones de pesos –que en realidad era un costo autofinanciable–, el programa para jóvenes sin escuela ni trabajo es un éxito –no ha superado el 40 por ciento y ha perdido fuerza–, se restableció el Estado de derecho –justo cuando su partido violó la ley en el Congreso para perpetuarse en la presidencia–, tener a Pro México era 'ridículo' y ni Japón, Francia o Alemania tienen algo parecido –los tres sí tienen ese equivalente. La lista podría seguir, aunque quizá la síntesis de todo está en cómo llamó a este acto constitucional: “Tercer Informe de Gobierno al Pueblo de México”. Así, dos alocuciones partidistas previas las convirtió en actos de Estado.
En todo caso, el resultado hasta ahora de este primer corte de caja legal es un sacudimiento nacional que ha hecho crujir todo el andamiaje institucional y la arquitectura del país. López Obrador lo llama “la cuarta transformación”, comparando su modelo con la Independencia, la Reforma y la Revolución. Visto con objetividad, ese discurso renovador tiene que ver con otro cambio radical, que es el otro sí de su joven administración, el retorno al presidencialismo más fuerte que hemos vivido desde hace cuando menos unos 40 años, donde el poder está concentrado en una sola persona que busca quitarse obstáculos del camino: órganos reguladores, ONG’s, prensa crítica y empresarios. A ellos se refirió indistintamente en su mensaje, al afirmar que “estaban moralmente derrotados”. El Poder Judicial, por otra parte, está en camino del sometimiento; el Poder Legislativo está hincado frente a él.
El andamiaje de una democracia le estorba a la construcción del país que quiere. Como prácticamente todas las cosas que han sucedido en su gobierno, no hay engaño. Su mundo se construyó en la cosmogonía de Macuspana, su tierra, durante sus años de formación. Lo que bajo esa óptica interpretó, moldearon al Presidente que hoy nos gobierna. Quizás el Tren Maya es un sueño de aquellos años, con su confusa visión de desarrollo, donde habla del periodo del desarrollo estabilizador de los setenta, pero da las estadísticas del periodo del milagro mexicano de los cincuenta. A pocos le importa esta diferencia, pero habla de cómo las ideas se mezclan y cruzan en su cabeza sin contexto ni tiempo y espacio.
Sólo observándolo en ese marco de referencia se puede entender, o cuando menos intentar comprender, acciones como sus rituales de respeto por “la madre tierra” y por los pueblos originarios –con los que ha convivido por décadas–, y que esté empeñado en iniciativas tales como que las carreteras del sur se construyan a mano, sin maquinaria industrial, y que las escuelas las levanten los maestros y los padres de familia. Soslayar totalmente procedimientos, regulaciones, reglas de operación y controles que las obras significan, no es algo ajeno al Presidente. El mundo de López Obrador es otro, que todos tengan trabajo, que se haga agricultura de autoconsumo y un ingreso fijo, sin importar que sea bajo. Es la búsqueda de una sociedad menos desigual, aunque el piso de la igualdad sea un retroceso en el desarrollo.
Por primera vez en la historia más de 51 por ciento de los trabajadores gana entre uno y dos salarios mínimos, lo que significa unos nueve dólares por día, que es lo que cobra un trabajador en Estados Unidos por hora –una economía con la cual el Presidente gusta comparar a la mexicana–, reveló Tomás de la Rosa en una serie de trabajos analíticos publicados en Eje Central. En 2005, el 27.7 por ciento de la población ocupada ganaba más de tres salarios mínimos, y actualmente se cayó a 11.6 por ciento, mientras que en ese mismo periodo el número de personas ocupadas que ganan entre uno y dos salarios mínimos se elevó de 38.6 por ciento a 51.3 por ciento. Estos datos perfilan un país rumbo a la precariedad, que es lo que el presidente López Obrador parece entender como sociedad igualitaria. Por eso piensa que es mejor tener un país agrícola que una economía de servicios.
Desde el universo de Macuspana, López Obrador también observó las oleadas democráticas en el mundo –incluido México–, pero no es algo que esté debajo de su piel. Se dice democrático, pero este sistema político de contrapesos y rendición de cuentas es algo con lo que no se siente cómodo –que tampoco es algo novedoso– y trata de colocarle muros. Su modelo no es democrático, sino utilizar los recursos de la democracia para imponer el suyo, la cuarta transformación, que es eminentemente político, con un andamiaje que se está construyendo para garantizar, electoralmente, la hegemonía transexenal de Morena. De esto hablaremos en una próxima columna.
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Humildad y deber
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma, 02 Sep. 2019
"El fin último es conseguir la felicidad de la gente... Y preciso aún más: el bienestar material y el bienestar del alma”. Andrés Manuel López Obrador
Uno podrá confesar confusión ante un Presidente que se refiere a su primer informe como el tercero. Es el mismo mandatario, sin embargo, que llamó a su gobierno antes de empezar la cuarta transformación, solo para referirse después a cuatro previas: las de Hidalgo, Juárez, Madero y Cárdenas.
Esta cuarta o quinta transformación, sin embargo, ha sido vertiginosa, milagrosa. "Ya es un hecho... la separación entre el poder económico del poder político" (sic). "Ya existe un real estado de derecho". "El Poder Ejecutivo ya no interviene, como era costumbre, en las determinaciones del Poder Legislativo ni del Judicial, respeta las atribuciones y jurisdicciones de las instancias estatales y municipales; no se entromete en las decisiones de órganos autónomos...".
Ya las elecciones son limpias y libres. Para mejorar nuestra democracia, solo hay que convencer "respetuosamente" al Poder Legislativo para que "elimine las trabas legales para la aplicación del método de consulta popular". La consulta para la cancelación del aeropuerto de Texcoco será el ejemplo o quizá la que pidió permiso a la Madre Tierra para construir el Tren Maya o alguna de esas consultas a mano alzada en que el pueblo sabio expresa su opinión.
En esta transformación, "el gobierno federal pone el respeto a las libertades por sobre las prohibiciones, impulsa los comportamientos éticos y no las sanciones, y respeta escrupulosamente la libertad de elección de todos los ciudadanos en todos los aspectos: en posturas políticas e ideológicas, en creencias religiosas y en preferencias sexuales".
"Se está poniendo en práctica el olvidado mandato constitucional según el cual el Estado tiene la responsabilidad de promover y encauzar el desarrollo económico nacional... La esencia de nuestra propuesta económica consiste en convertir la honestidad y la austeridad en forma de vida y de gobierno".
Quizá no todo es perfecto en esta utopía. "La economía está creciendo poco, pero no hay recesión. Además, ahora es menos injusta la distribución del ingreso; es decir, hay más desarrollo y bienestar". Se han creado 300 mil empleos, ha aumentado el salario mínimo "como nunca, en 36 años de neoliberalismo", se ha dado oportunidad de trabajar como aprendices a 930 mil jóvenes "que antes eran discriminados y tratados como ninis", ocho millones de adultos mayores han recibido pensiones de 2,550 pesos bimestrales, se reparten becas y subsidios a millones. Además, "ya se canceló la mal llamada reforma educativa". En seguridad, "aunque todavía no tenemos buenos resultados en cuanto a la disminución de la incidencia delictiva en el país... estamos seguros de que vamos a lograr pacificar a México".
No es esta la primera vez que un Presidente ofrece un informe optimista. Pero ninguno se ha aproximado a este. México está entrando a una nueva era de armonía y prosperidad. Y solo ha necesitado nueve meses para lograrlo: apenas el tiempo de un embarazo.
Los otros datos que muestran una economía estancada o un incremento en la violencia no tienen cabida en este nuevo reino de bienestar. "Los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados" porque "la mayoría de los mexicanos apoya la transformación y están contentos... Los empresarios están cooperando con mayor compromiso social: invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones". Por eso el Presidente se mantiene optimista, "sin aflojar el paso porque el poder es humildad y deber".
· DERROTADOS
AMLO sigue sin entender que ya es Presidente de todos los mexicanos. Plantear que quienes no piensan como él están "moralmente derrotados" subraya que sigue creyendo que está en campaña.
@SergioSarmiento
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Felicidad, impuestos y algo más/Enrique Quintana
Coordenadas
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No se trata de un cambio de gobierno, sino de un cambio de régimen.
Ese es el gran argumento del presidente López Obrador en su Primer Informe Constitucional de Gobierno, que además él denominó: ‘Tercer Informe al Pueblo de México’.
La cuarta transformación –el cambio de régimen– incluye estas nuevas denominaciones y cambios, como el hecho de primero pronunciar el discurso y luego entregar el documento al Congreso.
Cambios de forma que también implican cambios de fondo, de un mandatario al que no le gusta portar la banda presidencial ni cantar el Himno Nacional.
En el discurso pronunciado ayer en el Palacio Nacional no hubo sorpresas. Ni información que no conociéramos ni anuncios espectaculares.
Pero sí algunas reafirmaciones y subrayados relevantes.
López Obrador reiteró su idea de que el crecimiento económico es menos importante de lo que usualmente se cree. Pidió desechar la “obsesión tecnocrática” de medirlo todo en función del crecimiento económico.
“El fin último de un buen gobierno es conseguir la felicidad de la gente”.
El presidente López Obrador no es el primero que está a la búsqueda de nuevas métricas para medir el éxito de su gestión.
Desde hace años, diversos organismos han buscado nuevas métricas para definir el éxito de los gobiernos, entre ellos la OCDE y el Inegi.
Por ejemplo, la OCDE construyó el Índice para una Vida Mejor, que incluye diversos indicadores como la satisfacción con la vida, el balance vida-trabajo, y diversos indicadores sociales.
a calificación que le ponemos a nuestra satisfacción con la vida, según la OCDE es de 6.5 y estamos poco más arriba de media tabla. Finlandia, Noruega y Dinamarca son los países que encabezan esta medición.
En el caso de los indicadores de bienestar autorreportado que formula el Inegi, hay una calificación de 8.3 puntos en la satisfacción con la vida, cuando esa calificación era de 8.1 un año atrás.
Más allá de esas referencias filosóficas, en lo concreto, AMLO dedicó un segmento importante de su discurso a hablar de la importancia del sector privado y agradeció, con nombre y apellido a Carlos Slim, Carlos Salazar y Antonio del Valle, su papel para haber desactivado el conflicto de los gasoductos.
Sin duda que, aunque no lo diga de ese modo, a AMLO le gustaría tener una economía que creciera a una tasa de 4 por ciento que una que no crece.
De hecho, en el Plan Nacional de Desarrollo aparece el objetivo de crecer a un promedio de 4 por ciento en este sexenio, así que el desprecio por el crecimiento en realidad más bien deriva del mal desempeño que tiene hasta ahora.
No habrá un antes y un después del Primer Informe.
Será más relevante, de hecho, la dinámica que cobre el Poder Legislativo. Dos de las iniciativas enviadas son cruciales para el futuro político del país: la de revocación de mandato y la consulta popular.
Y el próximo domingo se dará a conocer un documento que será más relevante que el discurso de ayer: el Paquete Económico 2020.
Los resultados fiscales de julio, en los cuales hubo una caída de 10 por ciento en términos reales en la recaudación del ISR, prenden una luz roja respecto al efecto del freno económico en la recaudación y las dificultades que existen para llegar a los objetivos fiscales que se ha planteado el gobierno.
Allí podría estar una fuente de infelicidad, que podría arruinar todo lo demás.
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Tierra Prometida/Denise Dresser
Reforma, 02 Sep. 2019
En vez de mañanera hubo misa. En vez de una evaluación del estado que guarda la nación, escuchamos un sermón sobre el arribo a la Tierra Prometida. Eso fue el Tercer Informe de la Cuarta Transformación. Un relato bíblico, una caminata por Cananea, un exhorto a creer que una persona milagrosa está produciendo resultados milagrosos. Desde el púlpito habló el predicador que quiere salvar almas en vez de asegurar resultados; el párroco que quiere ser seguido por apóstoles en vez de ser medido por ciudadanos. El líder que no se comporta como dirigente electo de una República laica, sino como el guía espiritual de una secta religiosa. Lo que López Obrador ofrece a quienes gobierna no es un contrato social o un compromiso constitucional; es la conexión emotiva con un culto, es la lealtad espiritual a la investidura papal. Para entender a este gobierno hay que abdicar a la razón y sustituirla con la fe. Hay que arrodillarse y persignarse.
Porque sólo así resultaría aceptable un Informe como el que AMLO presentó, con el lenguaje que utilizó, con el desapego a la realidad que demostró. Lo más evidente y constante del discurso presidencial fue la discrepancia entre los dichos y los hechos. Las mentiras evidentes y constatables. La imposibilidad de comprobar mucho de lo que se celebra ya que no existen datos o estudios o padrones o evaluaciones o censos gubernamentales disponibles. Es obvio que el Presidente posee una vocación transformadora centrada en combatir la desigualdad, la pobreza y la corrupción. Pero también es cierto que mantiene una relación resbalosa con la verdad. Está dispuesto a manosearla de ser necesario, y a mancillarla cuando resulte conveniente. No es que mienta más que sus predecesores; es que prometió no hacerlo. No es que su Informe contenga más falsedades; es que ante ellas demanda resignación cristiana.
Y quien desmienta al Presidente no es un crítico racional o un ciudadano exigente que busca ser convencido a través de los datos. Se vuelve un apóstata. Un hereje. Un fariseo que no puede entrar a ese reino de los cielos que es la Cuarta Evangelización. Un protestante al que se debe quemar en la estaca, porque señala con qué frecuencia AMLO violenta la verdad. Como cuando dice que no ha caído la producción de Pemex pero no es así; como cuando declara que la corrupción se ha acabado, pero ordena no investigar a Bartlett; como cuando afirma que el Estado ya no viola los derechos humanos y olvida la "Ley Garrote" o la prisión preventiva oficiosa; como cuando subraya que su gobierno ha ahorrado 500 mil millones de pesos pero no hay forma de constatarlo; como cuando insiste en que las comunidades indígenas aprueban el Tren Maya pero sólo se ha consultado a la Madre Tierra; como cuando dice que ha separado al poder político del poder económico pero aumenta el número de asignaciones directas y la discrecionalidad que entrañan; como cuando afirma que su gobierno evita el clientelismo pero no aclara cómo se hizo y de qué manera se está usando el Censo del Bienestar; como cuando asegura que ya no hay influyentismo pero Slim y Salinas Pliego siguen obteniendo políticas públicas en su favor.
¿Cómo explicar esta manufactura de mentiras, tanto en el Informe como en las mañaneras, donde se han contabilizado seis falsedades promedio al día? ¿Existe la intención deliberada de engañar o AMLO esparce información equivocada que le proveen? ¿Miente porque quiere el apoyo emocional de la feligresía y no el apoyo racional de la ciudadanía? El Presidente muestra desdén por los datos de manera reiterativa e incluso en el Informe sugirió que era necesario "desechar la obsesión tecnocrática con medirlo todo", y sustituir las mediciones cuantitativas con los criterios cualitativos.
Pero los datos confiables, comparables y verificables son lo único con lo cual contamos para saber si la Cuarta Transformación está transformando o si está simulando; si está mejorando la condición de vida de los más pobres o si está manipulándolos; si está separando el poder político del poder económico o tan sólo uniéndolos de otra manera. Cuando López Obrador miente en el Informe y exige creer en lo que dice sin verificar lo que hace, el país pierde. México deja de ser una República laica y democrática y se vuelve la Tierra Prometida. Ahí no importa informar o medir; basta con hincarse ante las decisiones de un dedito.
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La ética es una palabra en desuso/Lourdes Mendoza
Sobremesa
El Financiero...
No tener palabra ni ética también es corrupción. Así de fuerte, y esto lo digo por la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, coordinada por Mario Delgado, así como por Dolores Padierna, la mano que mueve la cuna detrás de la reelección de Porfirio Muñoz Ledo como presidente de la Cámara de Diputados, a pesar de existir el acuerdo de que le tocaba al PAN.
Los morenistas, en una soberbia inaudita y dejando de honrar su palabra, decidieron pasarle por encima a la bancada panista, teniendo como escudo el argumento –les costará seguramente mucho trabajo creerme, pero es 100 por ciento cierto–, ¡no los soportamos!
Juan Carlos Romero Hicks ha tratado de mantener el diálogo y el respeto con todas las bancadas, aunque no se pueda dialogar con quien no cumple. El tuit que posteó el sábado será: mmm, ¿un poco de memoria para Porfirio?…
“En Acción Nacional siempre hemos defendido la democracia. Cuando la izquierda era perseguida por el viejo régimen, nosotros luchamos para crear espacios de participación política para todos. ¿Por qué ahora esa misma izquierda tiene tintes dictatoriales y quiere por violar la ley?”
Así la ética de estos legisladores. Se les olvida que la democracia en la que vivimos, con sus defectos y virtudes, diría la D´Alessio, fue construida con su participación, con la lucha de Cuauhtémoc Cárdenas y el propio Porfirio para abrir estos espacios.
La ley da un plazo de cinco días para echar abajo este agandalle morenista, y no me lo va a creer quién será el fiel de la balanza –inhale y exhale–, ni más ni menos que Rubén Moreira. Sí, el coahuilense que está con AMLO, o cómo olvidar que él y sus dos diputados, Fernando Donato de las Fuentes y Martha Hortencia Garay, votaron a favor de la revocación del mandato y estos ocho –Frinne Azuara, Isaías González, Benito Medina, Luis Miranda, Luisa María Noroña, Juan Ortiz, Dulce María Sauri y Marcela Guillermina Velasco– se ausentaron para No lograr la mayoría calificada y evitar pasar esta iniciativa.
Por lo pronto su presidente de partido, Alito Moreno, ya se pronunció en Twitter y escribió: “Morena da un paso más hacia la destrucción del pacto democrático. La rotación de los cargos de la cámara era un acuerdo de civilidad. El totalitarismo no puede contar en la democracia”. Así pues, estaremos pendientes de su proceder y sus votos.
¿Azules unidos?
Previo al Informe se juntaron, en el restaurante Mercaderes, los gobernadores panistas Cabeza de Vaca, Pancho Domínguez, Mendoza Davis, Rosas Aispuro, Martín Orozco, Mau Vila, Diego Sinhue, Carlos Joaquín, y la nota es que se les unió Javier Corral. De hecho se reunirán con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, en Palacio Nacional y los temas a tratar son el Presupuesto, la seguridad y reprobar la ruptura de los acuerdos. Pensando en 2021 el CEN de Marko Cortes debe cerrar filas con sus góbers y bajarle dos rayitas a su soberbia. Ah, y lograr un acuerdo con Margarita Zavala y Felipe Calderón, pues divididos será más difícil.
Mis datos del Informe.
Comenzó el Primer Informe de AMLO con muchas sillas vacías, lo que hace preguntarme: ¿No invitaron a suficientes personas o le hicieron el feo?
La mampara decía Tercer Informe, ¿será qué los dos primeros los dio como presidente legítimo?
No traía la banda presidencial, los puristas me dirán que no acudió al Congreso; sin embargo, este fue un acto sustituto y estaba informando como jefe de Estado.
“No como antes, que los funcionarios públicos usaban los helicópteros para ir a jugar golf”, qué buen llegue le puso a Emilio Gamboa.
La separación del poder político del poder económico, que presumió al inicio, se fue al foso felicitando a Slim y a Carlos Salazar.
Bartlett fue mencionado después de felicitar a los empresarios y en la política la forma es fondo, diría Reyes Heroles.
Tras reconocer a Carlos Bremer y darse cuenta que no estaba invitado, nos percatamos de que la persona que escribe el discurso NO se habla con el que hizo la lista de invitados.
Mi resumen, la mafia del poder ya se acomodó en el ánimo del presidente López Obrador.
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Humildad y deber
JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
Reforma 02 Sep. 2019
"El fin último es conseguir la felicidad de la gente... Y preciso aún más: el bienestar material y el bienestar del alma”. Andrés Manuel López Obrador
Uno podrá confesar confusión ante un Presidente que se refiere a su primer informe como el tercero. Es el mismo mandatario, sin embargo, que llamó a su gobierno antes de empezar la cuarta transformación, solo para referirse después a cuatro previas: las de Hidalgo, Juárez, Madero y Cárdenas.
Esta cuarta o quinta transformación, sin embargo, ha sido vertiginosa, milagrosa. "Ya es un hecho... la separación entre el poder económico del poder político" (sic). "Ya existe un real estado de derecho". "El Poder Ejecutivo ya no interviene, como era costumbre, en las determinaciones del Poder Legislativo ni del Judicial, respeta las atribuciones y jurisdicciones de las instancias estatales y municipales; no se entromete en las decisiones de órganos autónomos...".
Ya las elecciones son limpias y libres. Para mejorar nuestra democracia, solo hay que convencer "respetuosamente" al Poder Legislativo para que "elimine las trabas legales para la aplicación del método de consulta popular". La consulta para la cancelación del aeropuerto de Texcoco será el ejemplo o quizá la que pidió permiso a la Madre Tierra para construir el Tren Maya o alguna de esas consultas a mano alzada en que el pueblo sabio expresa su opinión.
En esta transformación, "el gobierno federal pone el respeto a las libertades por sobre las prohibiciones, impulsa los comportamientos éticos y no las sanciones, y respeta escrupulosamente la libertad de elección de todos los ciudadanos en todos los aspectos: en posturas políticas e ideológicas, en creencias religiosas y en preferencias sexuales".
"Se está poniendo en práctica el olvidado mandato constitucional según el cual el Estado tiene la responsabilidad de promover y encauzar el desarrollo económico nacional... La esencia de nuestra propuesta económica consiste en convertir la honestidad y la austeridad en forma de vida y de gobierno".
Quizá no todo es perfecto en esta utopía. "La economía está creciendo poco, pero no hay recesión. Además, ahora es menos injusta la distribución del ingreso; es decir, hay más desarrollo y bienestar". Se han creado 300 mil empleos, ha aumentado el salario mínimo "como nunca, en 36 años de neoliberalismo", se ha dado oportunidad de trabajar como aprendices a 930 mil jóvenes "que antes eran discriminados y tratados como ninis", ocho millones de adultos mayores han recibido pensiones de 2,550 pesos bimestrales, se reparten becas y subsidios a millones. Además, "ya se canceló la mal llamada reforma educativa". En seguridad, "aunque todavía no tenemos buenos resultados en cuanto a la disminución de la incidencia delictiva en el país... estamos seguros de que vamos a lograr pacificar a México".
No es esta la primera vez que un Presidente ofrece un informe optimista. Pero ninguno se ha aproximado a este. México está entrando a una nueva era de armonía y prosperidad. Y solo ha necesitado nueve meses para lograrlo: apenas el tiempo de un embarazo.
Los otros datos que muestran una economía estancada o un incremento en la violencia no tienen cabida en este nuevo reino de bienestar. "Los que se oponen al cambio viven aturdidos y desconcertados" porque "la mayoría de los mexicanos apoya la transformación y están contentos... Los empresarios están cooperando con mayor compromiso social: invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones". Por eso el Presidente se mantiene optimista, "sin aflojar el paso porque el poder es humildad y deber".
· DERROTADOS
AMLO sigue sin entender que ya es Presidente de todos los mexicanos. Plantear que quienes no piensan como él están "moralmente derrotados" subraya que sigue creyendo que está en campaña.
@SergioSarmiento
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Virtud y fortuna, realidad y convicciones
Razones7JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Excelsior
• Como aseguró el jefe del Ejecutivo en su Informe de Gobierno, la seguridad es su mayor desafío y la herencia del pasado no se puede desconocer. • El gobierno no parece tener una estrategia precisa para atender este fenómeno.
No recuerdo un presidente que haya recordado a Maquiavelo en un Informe de Gobierno, pero la cita de Andrés Manuel López Obrador fue oportuna: un gobernante necesita virtud y fortuna. Y el mandatario sin duda las ha tenido: tiene la virtud de la persistencia en sus objetivos y la fortuna de que, más allá de las diferencias sobre sus políticas públicas, la valoración que se hace de su gestión sigue siendo positiva.
El Informe de Gobierno describe perfectamente su personalidad. La insistencia en la moral, el alma, el bienestar, el optimismo, la dicha, la honestidad no son simples apoyos discursivos, son principios fuertes, dignos del mejor predicador. El Presidente predica y se puede diferenciar con transparencia lo que le escribieron sus colaboradores, lo que escribió él y obviamente lo que improvisó, muchas veces en forma coloquial, algo también inédito en un Informe presidencial.
En la prédica presidencial hay dos ejes que se han convertido en el verdadero sentido último de este gobierno: la separación del poder político del económico, y la rectoría económica del Estado. Ésa es la gran diferencia de esta administración con las de los últimos 36 años. El Presidente suele poner esa distancia en la corrupción (en realidad los gobiernos de Echeverría y López Portillo fueron mucho más corruptos que los posteriores, quizás con el de Peña Nieto disputándole esa posición) pero la diferencia ideológica y operativa central es ésa. A partir de esos principios, separación de poder político y económico, y rectoría del Estado, se acomodan todas las políticas públicas. No se canceló el NAIM por sus costos o para proteger a las aves, sino para dejarlo claro desde antes de asumir el poder.
Eso le permite poner una distancia con el pasado y colocar sus propios límites operativos. Y eso es lo que genera también los apoyos (la rectoría económica del Estado es un principio revolucionario que nutrió a generaciones desde los libros de texto gratuitos) pero también la desconfianza e incertidumbre. ¿Hasta qué límite el poder político subordinará al económico?¿en qué medida la rectoría del Estado se impondrá a las leyes del mercado? ¿cómo se puede felicitar al mismo tiempo a Slim y a Bartlett si sus posiciones son francamente antagónicas? Sobre esos principios, el Presidente reparte, premia y castiga. Se dice afortunado de que los empresarios sigan invirtiendo en México, que paguen sus impuestos, que le den apoyo y luego dice que los conservadores y neoliberales (me imagino que esos mismos empresarios) están “moralmente derrotados” y “fuera de quicio”.
El discurso es impecable cuando exhibe sus conceptos programáticos. Comienza a mostrar fallas cuando se debe aplicar a través de las políticas públicas.
Sin duda, como aseguró, la seguridad es su mayor desafío y la herencia del pasado no se puede desconocer. Pero en nueve meses, el gobierno no parece tener una estrategia precisa para atender el fenómeno: mejorar las condiciones de vida, tener un gabinete de seguridad a las seis de la mañana, buscar a los jóvenes de Ayotzinapa no constituye una estrategia de seguridad, no alcanza para garantizar que se va a “serenar y pacificar México”. La creación de la Guardia Nacional es un acierto, pero en lugar de felicitar a los gobernadores, les tendría que haber recordado que sin una Pprofunda reforma de las policías estatales y municipales no se recuperará la seguridad.
e reconoció que el crecimiento económico es insuficiente, pero no es menos importante que la distribución. Estamos hablando de distribuir riqueza y no pobreza. Y la riqueza surge del desarrollo y la inversión. Sin ellas, no hay futuro. El Presidente reseñó una impresionante serie de programas sociales: cinco de cada diez familias mexicanas reciben hoy uno o varios apoyos. Pero lo cierto es que los mismos suman mucho más que los ahorros presupuestales y, sin crecimiento y sin un incremento de la recaudación, no se los podrá mantener. No es un secreto, ya sucedió en Brasil con Dilma Rousseff, en Argentina con Cristina Fernández, en forma infinitamente más dramática en Venezuela.
El Informe confirma que la agenda para avanzar en uno u otro sentido, para conservar “la virtud y fortuna”, de la que hablaba Maquiavelo es corta y precisa: garantizar la seguridad, la pública y la jurídica; impulsar las inversiones nacionales y extranjeras, y lograr que el crecimiento sea lo suficientemente fuerte como para garantizar sus programas sociales sin devorar con ellos el presupuesto nacional. Con esas tres premisas, más allá de diferencias políticas e ideológicas, se puede trabajar sobre una base común con la enorme mayoría de los mexicanos.
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¿Informe?… ¡proclama!
De naturaleza política/ENRIQUE ARANDA
Excelsior
Lo dicho: el primer Informe de Andrés Manuel López Obrador, el mensaje que con motivo del envío de la versión formal del mismo al Congreso pronunció en Palacio Nacional —“Tercer Informe de Gobierno al Pueblo”, según la particularísima definición que él quizo darle— derivó en una nueva proclama ideológica que, más que ofrecer datos duros sobre los nueve primeros meses de su gestión, insistió en imputar a sus antecesores la responsabilidad de problemas existentes, la exaltación de las políticas sociales impulsadas por él y, también, en la denostación de sus críticos y opositores —“los conservadores y reaccionarios”— a los que, sin más, declaró “moralmente derrotados”.
Ello, sin dejar pasar la oportunidad de evidenciar su identificación y defensa de políticas públicas de corte claramente estatista (clientelares) o, en abono a esto mismo, de reiterar su convicción de que (si bien) “la economía ha crecido poco no hay recesión” (y ahora) “es menos injusta la distribución de la riqueza”. Y todo, claro, tras la celebrada alusión al combate de la corrupción y la impunidad como objetivo primario de su gestión o la contracción del gasto gubernamental en prebendas y excesos de funcionarios…
De temas políticos controvertidos, como la ilegal y antidemocrática Ley Bonilla o la denominada Ley Garrote, poco o nada comentó, como sí lo hizo cuando de insistir en legislar la revocación de mandato, la consulta popular o el acotamiento de los órganos (constitucionalmente) autónomos se trató o, por ejemplo, para afirmar que su gobierno no interviene en la vida de los sindicatos ni de los partidos políticos…
Escasamente autocrítico, el mensaje del tabasqueño no omitió, ahí sí, reconocer lo pobre que ha sido el avance en el ámbito de la inseguridad y violencia pues, si bien destacó el despliegue de más de 50 mil elementos de la Guardia Nacional, reconoció la creciente incidencia de la delincuencia… aunque, vale decir, insistió en su (no) estrategia según la cual a medida que se dé apoyo a jóvenes y familias, la criminalidad tenderá a declinar. Su afirmación de que el gobierno no es ya el principal responsable de violar derechos humanos resultó a no pocos, al menos, arriesgada…
Un informe, en fin, que, si bien impactó positivamente en formas y prácticas de antaño, cayó en el autoelogio y en la tentación de convertir el mismo en proclama ideológica con miras a sustentar el dicho presidencial de que la llamada 4T “no es sólo un cambio de gobierno sino de régimen”.
Al tiempo…
ASTERISCOS
* Revelador de lo que ocurre en Acción Nacional el que, al mismo tiempo que su bancada en San Lázaro era víctima de otro agandalle legislativo del partido-gobierno, Morena, el gris-gris Marko Cortés presumiera, vía Twitter, estar en Durango celebrando —¿brindando?— tras la asunción de Jorge Salum como alcalde. Ahora sí que, diría el clásico: ¡lo primero, primero!
* Es por ello, muy probablemente, que la asociación de gobernadores panistas, recién constituida, aprovechó la coyuntura para, amén de manifestar su molestia por el incumplimiento de acuerdos asumidos por el lopezobradorismo, anunciaron que tomarán medidas contra la antidemocrática acción que, advirtieron, “no van a agradar al tabasqueño”. Bueno, al menos…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.
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La mañanerota | Margarita Zavala
El Universal
El artículo 69 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala que es deber del presidente de la República presentar un informe por escrito al Congreso de la Unión. Lo importante no es precisamente el día, sino la rendición de cuentas, responde al derecho a la verdad que todos tenemos y que particularmente tenemos los gobernados frente al gobierno.
No pareció que hubiera gran preocupación por lo que iba a decir el presidente. En gran parte porque están las ruedas de prensa —si así se le puede llamar a eso— que se conocen como “mañaneras” en donde se dan abrazos, se le compara al presidente con un keniano, etc., y el presidente se pone a hablar.
La primera ocurrencia: darle la misma importancia al mensaje de los 100 días que a la celebración de su triunfo electoral y al de un acto relacionado con la Constitución Mexicana y con la división de poderes. Es decir, la Constitución y la división de poderes le da igual.
Lo que vimos fue una “mañanerota”. Si estamos de austeros, si lo iba a hacer así, si el título de su acto era una burla a la Constitución, mejor nos hubiéramos ahorrado el acto y hubiera bastado entregar por escrito su informe.
La “mañanerota” no aportó nada nuevo, porque es claro que no se preparó mucho más que cualquier mañanera. Quizás un poco más serio, eso sí, porque al principio sí parecía serio. Inició con principios que no ha respetado del todo: de la división de poderes, del Estado de Derecho, de la importancia de los datos macroeconómicos, democracia, de la redistribución efectiva del ingreso, también de la disciplina fiscal —no dijo nada de la condonación a sus cuates, pero en su caso se entiende. Así es que al principio estuvo un poco más serio con su introducción.
Pero siguió con cosas preocupantes, por ejemplo: la insistencia de la revocación de mandato que puede desestabilizar tanto al país; la falta de atención a uno de los grandes problemas en nuestro país que es la grave crisis de inseguridad; la felicidad que le da el tener el poder para la prisión preventiva oficiosa; la simpleza con la que critica algunas oficinas que es evidente que no entiende o no quiere entender; insiste en justificar la cancelación de las estancias infantiles; se le olvidaron datos importantes como el número de homicidios; confunde beneficiarios con empleados; festeja la cancelación de la reforma educativa y nos habla de 100 universidades públicas nuevas (¿es en serio?, ¿dónde están?); olvida la historia y la obra de los otros; olvidó hablar del medio ambiente. Y con la misma simpleza, declaró que todos somos felices, tan felices que los empresarios ya son responsables socialmente, que ya pagan los impuestos, que ya pagan buenos salarios, sólo le faltó decir que ya no son necesarios los sindicatos … y claro, ya mero vemos el tema de las medicinas, mientras tanto que las enfermeras y médicos compren las que faltan.
Pero lo más preocupante es el discurso de odio. Quien no lo apoya, está “aturdido”, quien piensa diferente es “conservador”, están “nerviosos”, “desconcertados” y hasta “fuera de quicio”, desea que no se organicen de ninguna manera y que la oposición está —en el colmo de la soberbia— “moralmente derrotada”. Pues no todos estamos dispuestos a que nos roben la esperanza. Seguiré por México ayudando a ciudadanos a organizarse para que no se pierda la esperanza, para que recordemos quiénes somos y qué podemos llegar a ser, por ese México Libre que nos mueve.
Abogada
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Misterios de la trinidad/Jesús Silva-Herzog Márquez
Reforma, 02 Sep. 2019
En su celebración de ayer, el presidente López Obrador nos ofreció una pista valiosa para acercarnos a su entendimiento del mundo. Invitaba al primer informe de gobierno al tiempo que en la escenografía se describía ese evento como el tercer informe. Misterios de la contabilidad lopezobradorista: lo primero es, al mismo tiempo, lo tercero.
Como el dogma cristiano un solo dios son tres y esa trinidad no es triple sino uno solo, en la aritmética del México renacido el primero es ya tercero, aunque siga siendo el inicial. 3=1=3. Cierto: los publicistas del gobierno han aclarado que han contado como "informes" su discurso de los cien días y el mensaje al cumplir un año de la elección. Pero lo que revela esta trivialidad es la distancia del mundo de los números. Desatención, desprecio e incluso hostilidad a la aritmética.
¿Quién fue el primero que sumó uno más uno? Un miserable, respondió con vehemencia Rousseau en su Discurso sobre las ciencias y las artes. A su juicio, el libro de las sumas y las restas nació de la avaricia. Como todas las ciencias, la aritmética brotó del vicio humano. El bien carece de curiosidad. No multiplica ni se entretiene con decimales. Son las serpientes quienes nos tientan con la vanidad del conocimiento. Un virtuoso no pierde el tiempo sumando lo que tiene para compararlo con lo que desea. Una persona de bien no haría contabilidad de ganancias y pérdidas. Una persona virtuosa viviría feliz, libre del mal de números.
Ahí está una de las fibras más profundas del romanticismo político: colocar la virtud por encima y en contra del cálculo racional. Ver con sospecha la ciencia que nos deshumaniza. Advertir que el avance científico es enemigo de la alegría. Imaginar una ignorancia dichosa, inocente y plena. Denunciar a la técnica como una perdición moral. En esa clave escribía Octavio Paz en "Entre la piedra y la flor" que saber contar no era saber cantar. El arte del canto, sugería claramente, era superior a la árida disciplina de las cuentas.
La política lopezobradorista es, en ese sentido, hondamente reaccionaria. Una política que desprecia el conocimiento y la técnica, que desconfía de los especialistas, que apuesta todo a su intuición y a su sensibilidad. Ayer, cuando volvió a la carga contra los números dejó claro que, a su juicio, lo esencial no es medible. En su primer-tercer informe, describió a los números como una obsesión de los tecnócratas que la Nueva Era debe superar. ¿Para qué perder el tiempo midiendo el crecimiento si ese dato no es relevante para la felicidad del alma? En la diatriba presidencial contra la medición del crecimiento, hay, por supuesto, un reproche moral.
Los economistas que le toman el pulso a ese dato se fugan de la realidad. Se preocupan por montos y porcentajes porque no se conmueven con la vida. Medir no es, entonces, proveerse de un instrumento confiable para orientar la acción. Una herramienta para registrar adelantos y para identificar problemas. El Presidente sostiene que medir es evadirse de lo importante. Así lo dijo ayer. "Otro elemento básico de nuestra política es hacer a un lado, poco a poco desechar la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del simple crecimiento económico. Nosotros consideramos que lo fundamental no es lo cuantitativo, sino la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza". Y más adelante aseguraba el Presidente que ahora hay más desarrollo y más bienestar.
Lo notable de estas líneas es que, al tiempo que desprecia la objetividad de la cifra, abraza con absoluta certeza una percepción que no tiene el mínimo sustento en la lógica ni en la evidencia. ¿Puede haber desarrollo sin crecimiento? ¿En qué se basa el Presidente para asegurar que ahora "hay más desarrollo y hay más bienestar"? ¿Deben rechazarse los medidores técnicos para apreciar la distribución? ¿Será eso su "economía moral"?
Lo bueno es que el Presidente nos ve muy contentos. Felices, felices, felices porque él nos gobierna. Fiel a su romanticismo, propone una nueva manera de apreciar la realidad. Si los números son reaccionarios, si las cifras son los juguetes que entretienen a los tecnócratas, dediquémonos a palpar la salud del alma. A eso se dedica el Presidente, según nos los dice una y otra vez: a hacernos buenos, a hacernos felices, a purificarnos espiritualmente. Y para ello no hay que sacar la báscula.
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