16 oct 2022

Mario Zamora, Segob y un PRI en sus huesos

Mario Zamora, Segob y un PRI en sus huesos/Por Ismael Bojórquez

Altares y Sótanos, Impreso

Artículo publicado el 09 de octubre de 2022 en la edición 1028 del semanario Ríodoce.


El 20 de septiembre por la noche, Pablo Moreno Cota le llamó a Fernando Díaz de la Vega. Los dos ex dirigentes estatales del PRI, han sido siempre amigos. Pablo tenía una encomienda. Se discutiría en el Senado de la República la iniciativa de la diputada federal priista, Yolanda de la Torre, para reformar la constitución y ampliarle al Ejército Mexicano el plazo hasta 2028, para que siguiera en las calles. Se trata de garantizar la seguridad de los mexicanos, decía la iniciativa, que en realidad había sido impulsada por Morena a través del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, que solo mira cómo salvar el pellejo, víctima de “Los Martes del Jaguar”.

Es la militarización, se alegaba en el bloque opositor, PRI, PAN, PRD, MC. Pero a Morena no le alcanzaban los votos en el Senado y en Sinaloa se firmaría un desplegado apoyando al senador priista Mario Zamora, para que votara a favor. Para hacerlo, Mario ocupaba, y así lo planteó, que “los sinaloenses” se lo pidieran abiertamente y así escudarse en ellos.

Cuando Pablo Moreno se lo pidió a Díaz de la Vega, este le contestó: “¿Y nuestros nietos, Pablo? ¿Qué les vamos a decir a nuestros nietos cuando nos pregunten por qué? No lo firmó, pero tampoco Pablo Moreno. Desde el tercer piso del gobierno estatal le habían llamado para pedirle el favor. Y que tratara de convencer a los demás ex dirigentes del partido. Pero la operación tuvo otro origen: la Secretaría de Gobernación, su titular, Adán Augusto López Hernández, operando directamente.

Ese mismo día, el propio Adán Augusto le había llamado al embajador de México en España, Quirino Ordaz, para que le pidiera a Zamora votar a favor de la iniciativa. Quiero que lo hagas públicamente, le dijo. Y entonces el ex gobernador de Sinaloa subió un tuit pidiéndole que votara a favor porque “esta reforma es benéfica para el país”. Fue el 20 de septiembre y eran las 18:58 horas. Menos de una hora más tarde, a las 19:42, el gobernador Rubén Rocha hizo el mismo llamado, pero con un toque de sutileza, pues lo extendió a los tres senadores sinaloenses. Quirino hizo llamadas a otros priistas. Le pidió respaldo para el desplegado a Irma Moreno, pero también ella le dijo que no apoyaba la reforma.

Sin que nadie o casi nadie lo hubiera autorizado, el desplegado se publicó en las cinco portadas de El Debate, algo totalmente inusual. Aparecen firmando cinco ex dirigentes del PRI y los seis diputados locales del partido. Todos o casi todos se deslindaron.

Pero Mario quería que los sinaloenses se lo pidieran, porque su puesto en el Senado, decía, se lo debe a los sinaloenses. Una farsa. Fue pública la reunión del senador con el secretario de Gobernación en un hotel frente al Senado y que Zamora calificó como “un encuentro casual”. Zamora Gastélum está comprometido con Alejandro Moreno por muchas razones, pero entre ellas, tal vez la más importante, es que quiere repetir en el Senado y para ello ocupa al dirigente nacional, que ya dijo que se va hasta después del 24.

El martes 4, cuando se votó de nuevo el dictamen con cambios menores, Zamora y otros senadores de su partido, con los brazos quebrados, dieron su voto para que la reforma pasara.

Las fuerzas armadas en la llamada cuarta transformación, son un gran tema, pero el PRI es otro. Visto a nivel estatal y en todo el país, es la misma vaina. Se está consumiendo en su propia descomposición. No queda nada de lo que fue, o casi nada. No solo porque ha estado perdiendo posiciones en todo el espectro político y de gobierno, sino porque desde Morena y con la línea del presidente AMLO, han estado socavando lo poco que queda del partido. Todos los días se va alguien. El caso del diputado local, Ricardo Madrid, es patético. Fue de los promotores del desplegado, pero ni a sus compañeros de bancada pudo convencer. E igual los metió a chaleco para que luego lo desmintieran. Llegó por las siglas del PRI, quirinista incondicional, pero sirve a Morena y al gobernador Rubén Rocha. Un pelele.

Bola y cadena

EL ROL DE LA GUARDIA NACIONAL ha sido una engañifa del presidente AMLO desde que la concibió. Se trataba, según dijo, de crear un cuerpo disciplinado, eficiente, impermeable a la corrupción, con mandos y directrices civiles. Nada de esto ocurrió. De marzo de 2019 a la fecha nada ha cambiado en el país en materia de seguridad porque miles de soldados anden en las calles portando uniformes de la GN. Sus mandos son castrenses, sus armas son castrenses, su disciplina es castrense. Y castrense ha sido su fracaso.

Sentido contrario

CON LA REFORMA QUE SE APROBÓ, el Ejército podrá estar en las calles con facultades ampliadas, no hasta 2024, mientras se consolidaba la GN, como había sido el compromiso, sino hasta 2028. El tema es que el Ejército está en las calles desde hace décadas y eso no ha detenido la expansión de la violencia ni de los grupos delictivos que la ejercen. Sobre todo, a partir de la llegada de Felipe Calderón a la presidencia, en 2006. ¿Y qué ha sucedido? Nada. El crecimiento de los cárteles ha sido incontenible desde entonces… hasta este día.

Humo negro

LO PEOR ES QUE ESTA REFORMA, que le da de suyo más poder al Ejército Mexicano, ocurre en momentos en que esta institución vive el peor escándalo de su historia, luego de que fueran hackeados cientos de miles de correos electrónicos “confidenciales” que exponen, todos los días y en distintos medios ce comunicación, diversos tópicos de la Secretaría de la Defensa, sus planes, sus alcances, sus nexos con el narcotráfico, sus métodos de “inteligencia”, sus veleidades, el poder que tienen sobre el mismo presidente de la república, sus ambiciones sin rienda…

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