AMLO sabotea la democracia.- Congreso de EU
José Díaz Briseño / Corresponsal
Reforma, Washington DC, Estados Unidos(25 febrero 2023).- Los intentos del Presidente Andrés Manuel López Obrador para socavar al Instituto Nacional Electoral (INE), incluido el aval legislativo al llamado "Plan B", significan un sabotaje de la democracia que daña la relación entre México y Estados Unidos, advirtieron ayer legisladores en el Congreso de EU.
Luego de que el Senado de México aprobó el "Plan B", el Senador demócrata Bob Menéndez y el congresista republicano Michael McCaul, presidentes de los Comités de Relaciones Exteriores del Senado y la Cámara Baja de EU, lamentaron sus afectaciones a la autonomía y la independencia del INE."Como presidentes del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EU rechazamos los repetidos intentos del Presidente López Obrador de sabotear las instituciones democráticas de México", dijeron Menéndez y McCaul.
"Regresar a México a su oscuro pasado de elecciones controladas por el Presidente no sólo hace retroceder el reloj de su democracia, sino también de las relaciones entre EU y México".
En un inusual pronunciamiento que subraya la fuerte coincidencia bipartidista entre los Partidos Demócrata y Republicano en torno a México, Menéndez y McCaul aseguraron que López Obrador no pasará a la historia como un demócrata.
"A pesar de su esperanza de su deseo de ser recordado como un demócrata y como defensor de los más vulnerables del País, los continuos esfuerzos del Presidente López Obrador para socavar la autonomía e independencia del INE seguramente consolidarán su legado como todo lo contrario", aseguraron ambos.
"Con la aprobación de la propuesta del Presidente López Obrador para recortar las capacidades de financiamiento y fiscalización del Instituto Nacional Electoral, el Congreso mexicano ha puesto en peligro el futuro de las instituciones democráticas de su País".
'Vamos sin temor'
La activista Beatriz Pagés, quien será oradora en la concentración del domingo en defensa del INE, dijo que llegarán al Zócalo sin miedo, a pesar de las descalificaciones de las que han sido objeto por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista, lanzó un llamado a los ciudadanos a repetir el éxito de la "marea rosa" del 13 de noviembre pasado, ahora para demandar a la Suprema Corte que cumpla con su función fundamental de resguardar la democracia y hacer cumplir la Constitución frente al llamado Plan B de la reforma electoral.
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Perú retira Embajador en México y deja en el limbo la relación diplomática,
La Presidenta, Dina Boluarte, anunció que ordenó el retiro definitivo del Embajador de Perú en México, e informó que la relación entre ambos países quedará a nivel de encargados de negocios, tras las críticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
"El señor López ha decidido apoyar el golpe de Estado que diera el ahora ex Presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre del año 2022, el mismo que generó el rechazo unánime de las instituciones que integran el orden democrático del Perú y la decisión del Congreso de la República de vacarlo en el cargo con el voto de 101 de sus 130 parlamentarios, haciendo uso de una facultad que le reconoce la Constitución Política", expresó la Mandataria en un mensaje a la Nación.
"Con sus declaraciones, el señor López viola el principio del derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos, así como aquellos referidos a la defensa y promoción de la democracia".
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Las columnas políticas, hoy sábado 25 de febrero de 2023
Desaire a desaire, perfilan choque de poderes Judicial y Ejecutivo
Bajo Reserva/el Universal
Pasó en el aniversario de la Constitución, en el del Ejército y ahora en el Día de la Bandera. En el primero, nos recuerdan, le cambiaron el lugar a la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, y luego le reprocharon que no se puso de pie para recibir al presidente Andrés Manuel López Obrador. Al segundo, doña Norma no asistió y a quien la sustituyó, el ministro Alberto Pérez Dayán, lo sentaron en segunda fila. Ayer, a la ceremonia por el lábaro patrio, la ministra presidenta no asistió y en su representación acudió el ministro Jorge Pardo Rebolledo. Nos cuentan que en el programa estaba incluido su discurso pero de última hora cambió y ya no habló. Nos hacen ver que esos pequeños detalles, más el torpedeo mañanero contra los juzgadores, dibujan la relación. Con el Plan B electoral de Palacio ya aprobado en el Congreso y la inminente actuación de la Corte para determinar su constitucionalidad, un choque parece inevitable. Abróchense los cinturones.
El Plan B de Gutiérrez Luna
Nos cuentan que después de la actriz Sabrina Sabrock, el youtuber Luisito Comunica y algunos otros promotores en redes de las bondades del AIFA, entró en acción el expresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, quien tuiteó maravillas del aeropuerto y anunció que saldría de ahí rumbo a su natal Veracruz. Dijo que hizo 58 minutos desde Insurgentes Sur, que está modernísimo y que no se inunda como el AICM. Lo que no dijo es que para su reciente viaje a Japón salió del viejo aeropuerto, porque del AIFA sería imposible. Nos cuentan que entre sus colegas legisladores se preguntan si en caso de no conseguir la anhelada candidatura al gobierno de Veracruz, don Sergio esté considerando como Plan B una carrera de influencer para promover obras del gobierno.
Corcholatas, ¿tiktokeando por un sueño?
Otros que siguen muy activos en las plataformas digitales son el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum. Nos hacen ver que, a ritmo grupero, don Marcelo estrenó canción: "Te puedes sentir seguro que Marcelo trabaja duro; de China a Zacatecas, de Chiapas a Moscú, buscó tus vacunas para que tengas salud", dice la letra del tema que presumió en TikTok, interpretado por el zacatecano Grupo Fusión. Mientras doña Claudia brinca y baila también en Tiktok y, en su último video aprovecha una canción de Kenia Os para llegar a los millones de seguidores de la cantante. Queda la tranquilidad, nos dicen los malquerientes de ambos políticos, de que si no llegan a la silla grande, tienen futuro como comunicadores en redes.
Morena no quiere coahuilazo en Jalisco
Nos cuentan que en el morenismo jalisciense empezó la rebatiña rumbo a la elección por la gubernatura en 2024. La dirigencia del partido se busca un perfil ciudadano, alejado de las pugnas internas y con arraigo en la entidad, para enfrentar al gobernante Movimiento Ciudadano. Entre los perfiles, nos detallan, analizan a José María Martínez, exsenador y coordinador del oficialismo en el Congreso local. También a Carlos Lomelí, empresario farmacéutico y polémico exdelegado federal en el estado. Lo que se busca en este proceso, nos cuentan, es evitar otro “coahuilazo” que divida al partido y lo deje sumido en su historial de derrotas locales. ¿Convencerán a los militantes o habrá denuncias de imposición?
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Rosario absuelta: vuelve el fiscal y los jueces le dan palo/Salvador García Soto
El Universal,
Mientras el Presidente y su gabinete de seguridad aplaudían ayer al resucitado Alejandro Gertz Manero, que reaparecía en el Campo Marte tras un año de no dejarse ver en público y los últimos dos meses de ausencia de su cargo por enfermedad, los jueces del Poder Judicial Federal le daban un tremendo revés al fiscal, al absolver ayer a Rosario Robles Berlanga, de los cargos y el proceso penal en su contra que le abrió la FGR hace 3 años y medio por el delito de ejercicio indebido del servicio público por omisión en los desvíos millonarios de la llamada “Estafa Maestra”.
Apenas unas horas después de que el presidente López Obrador celebrara en su mañanera el regreso de su amigo el fiscal, diciendo que “ya está en su oficina y ya está bien de salud. Lo celebro porque ya lo daban por muerto y gozaba de cabal salud”, el juez federal Roberto Omar Paredes Gorostieta declaraba sobreseído el expediente judicial que el mismo Gertz Manero le abrió a Rosario Robles en 2019, por considerar que las conductas que le atribuyeron a la exsecretaria de Desarrollo Social y de Sedatu en el gobierno peñista se debieron sancionar por la vía administrativa y no por la vía penal, que la mantuvo casi 3 años en prisión preventiva oficiosa.
Muy poco le duro al fiscal la sonrisa y los aplausos y celebraciones de bienvenida que le dedicaron el Presidente y sus colaboradores. Apenas se enteró del fallo emitido por el juzgador federal, que dictó una sentencia absolutoria a favor de Robles y ordenó cancelar las medidas cautelares que se le habían impuesto, inhibiendo que la FGR pueda volver a perseguirla penalmente por el mismo delito, la Fiscalía dejó ver su molestia con la decisión al anunciar en un comunicado que presentará una queja administrativa contra el juez Paredes Gorostieta, contra el que además procederá penalmente, abriéndole una carpeta de investigación por presuntamente “emitir un fallo contra la ley”.
“En la determinación tomada este día por el juez federal Roberto Omar Paredes Gorostieta y Femat, del Reclusorio Sur, de sobreseer a favor de Rosario “R”, con la misma se está actuando en contra la ley y en contra de las constancias de autos; razón por la cual se inicia no solo la queja administrativa, sino el procedimiento penal correspondiente”, dijo la Fiscalía a cargo de Gertz Manero en un comunicado oficial. El propio juez aludido ya había anticipado, al momento de emitir su veredicto a favor de los derechos humanos de Robles, que su sentencia no era definitiva porque la FGR podía presentar una apelación. “Eso es lo bello de los tribunales”, dijo el juez al terminar de leer su fallo, anticipando la reacción que ya esperaba de la Fiscalía.
Tampoco para López Obrador es una buena noticia la absolución de Robles Berlanga. Primero porque no le va a gustar al Presidente un nuevo fallo adverso a su gobierno por parte de los jueces del Poder Judicial federal y, segundo, porque si bien siempre dijo no tener una venganza en su contra, claramente a su antigua aliada y amiga en el PRD se le mantuvo tres años en la cárcel por una consigna política, como lo denunció la misma exjefa de Gobierno en una entrevista radiofónica que le realizamos, en la que acusó que si permaneció tanto tiempo en la cárcel de Santa Martha Acatitla, antes de que la liberaran el 19 de agosto de 2022, fue “porque así lo quiso Andrés Manuel”.
Ayer, cuando salía de la audiencia en la que fue absuelta, enfundada en un traje rojo, con mascada rosa al cuello, y caminando de la mano de su hija Mariana Moguel, Rosario Robles se veía sonriente y cuando los reporteros la abordaron en el estacionamiento del Reclusorio Sur, comentó: “Se demuestra después de más de tres años que tenía la razón, que soy inocente, siempre di la cara, viví la injusticia en carne propia tres años y ahora me toca seguir luchando por muchas mujeres que conocí, que sin tener la capacidad de voz y la atención que he tenido de parte de todos ustedes me tocará hablar por ellas”.
Definitivamente para Gertz Manero su segundo día de trabajo, tras una larga ausencia, no fue el mejor no sólo por el revés de los jueces, sino porque la Fiscalía acumula otra derrota más en uno de sus casos prioritarios y, aún con la posibilidad de apelar, tiene por lo pronto absuelta a la extitular de Sedesol. Mientras, sus otros casos emblemáticos, el de Emilio Lozoya, el de Juan Collado y otros como las nuevas acusaciones sobre el caso Ayotzinapa, que incluyen la acusación contra el exprocurador Jesús Murillo Karam, se encuentran estancados o de plano se le han ido derrumbando poco a poco. La falta de eficacia y capacidad de sus fiscales y ministerios públicos para probar las acusaciones y delitos que han imputado a varios de esos personajes de alto perfil político vuelve a quedar exhibida con la exoneración de Rosario.
NOTAS INDISCRETAS…
Quién sabe qué resultó más penoso y vergonzoso ayer tras difundirse la investigación de El País: si que por segunda vez acusen de plagio a la ministra Yasmín Esquivel Mossa, ahora por presuntamente haber copiado casi la mitad del contenido de su tesis de doctorado en Derecho, que presentó en 2009 utilizando fragmentos enteros y hojas completas de ensayos, libros y otras tesis de varios autores mexicanos y de otros países, o que la Universidad Anáhuac, que fue la que le otorgó el título de doctora, sin percatarse del presunto plagio, haya salido anoche con una respuesta absurda en la que dice que no va a hacer nada ante los señalamientos de plagio publicados y documentados por el diario español, porque su reglamento interno no lo contempla. “El reglamento vigente de la Universidad Anáhuac, que reconoce la integridad académica y sanciona faltas, establece que a partir de los tres años siguientes a la emisión del acta del examen doctoral, no es posible llevar a cabo una acción que la cuestione”, dijo escuetamente la institución privada. Si para la ministra es un duro golpe que llegue un nuevo señalamiento de plagio, justo cuando se defiende de la primera acusación por su tesis de licenciatura en la UNAM, para la universidad particular, fundada por los Legionarios de Cristo, también resultará un daño a su imagen y prestigio el haber otorgado un doctorado con una tesis que plagió textos íntegros de otros autores y juristas, sin percatarse de la falta cometida por una de sus doctorantes. Y lo peor es que la Anáhuac, que quitada de la pena dice que no procederá de ninguna forma, lo hace con un argumento algo infantil, al decir que en 2009 no tenía las “herramientas tecnológicas” para poder detectar y sancionar un presunto plagio, mientras que ahora sí las tiene. La ética y la obligación de cualquier universidad de verificar y revisar las tesis de sus alumnos, que sean originales, que no plagien y cumplan con los requerimientos académicos y de integridad que exige el otorgamiento de un título profesional, no es algo que no existiera en el 2009 e incluso desde años y hasta siglos antes. Que no la conocieran o practicaran en esa institución de educación superior, eso es otra cosa…Por cierto, que revisando ayer la semblanza profesional de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, que se publica en la página de internet de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la parte donde se menciona a su doctorado en derecho, no sólo dice que se lo otorgó la Universidad Anáhuac, sino que ésta lo hizo “en convenio con la Universidad Complutense de Madrid”, ¿Será que la universidad madrileña, una de las más antiguas de España y de Europa, tendrá algo qué decir o qué ver en el plagio denunciado por la misma prensa de su país?...Ayer conversamos en Pachuca con periodistas, estudiantes y académicos de Comunicación durante el último día de la Semana del Periodismo México 2023, organizada por la Fundación para la Comunicación y el Periodismo en Hidalgo. En la biblioteca “Ricardo Garibay”, de quien por cierto se celebran los 100 años de su natalicio, coincidimos con la presencia del extraordinario periodista y escritor Humberto Musacchio, quien también participó como ponente. Durante casi una semana, periodistas, moneros y académicos hablaron de la situación actual del periodismo en México, de la violencia criminal contra los periodistas mexicanos y del ambiente de polarización, ataques y descalificaciones a la prensa crítica que se promueve desde la presidencia de López Obrador, como una estrategia política y mediática para posicionar sus falacias y sus “otros datos” sobre la realidad del país, con una estrategia basada en la posverdad y la manipulación de la información. Enhorabuena por la Fundación para el periodismo hidalguense que realizó con éxito esta Semana del Periodismo, por su hashtag #UnidosNoNosCallarán y por el valor de invitar a sus foros a periodistas que no están dispuestos a renunciar a la crítica ni a dejar de cuestionar al poder, por más que se atice y acose a la labor periodística y se le pretenda callar, por un lado con las balas del narco y de los poderes locales caciquiles, y por el otro con la campaña de odio del Presidente hacia la prensa…Los dados cierran con Serpiente Doble. Semana de subidas y caídas.
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Política zoom
Usted es la culpable de todos mis quebrantos/Ricardo Raphael
Milenio,
El tuteo o el ustedeo determina el tono de cualquier conversación. La elección de uno es prólogo de lo que viene. OCTAVIO HOYOS
Cada vez son más personas las que me hablan de usted y también más a las que yo les hablo de tú. Se trata de un síntoma que aparece al mismo tiempo que las canas. Y yo que pensaba que para cuando llegara a esta edad el usted habría desaparecido.
Doy testimonio de que toda esa teoría de que el ustedeo agoniza es rematadamente falsa. Tan ridícula como aquella que hace unos años preconizó la desaparición de los libros físicos o el fin del matrimonio.
Hablarse de usted es un recurso fundamental del lenguaje que a veces sirve para marcar la diferencia de edad, pero cuya utilidad va mucho más lejos.
El tuteo o el ustedeo determina el tono de cualquier conversación. La elección de utilizar uno o el otro modo es prólogo de lo que viene, puede fijar distancias, también afectos, grado de confianza, asimetrías, contexto, intimidad, respeto, lugar, región, país, generación y hasta personalidad.
Es algo parecido a un logaritmo que sirve para definirnos en sociedad. De ahí que no sea posible prescindir tan fácil del ustedeo.
Cada vez que me hablan de usted reacciono con la consabida frase: “háblame de tú”, no tanto para romper distancias sino para evitar sentirme viejo tan pronto. En revancha, la persona suele responder: “es que le tengo respeto”.
Este es uno de los argumentos más absurdos de dicha conversación. ¿Quiere esa respuesta decir que cuando nos hablamos de “tú” lo hacemos con menos respeto? ¿O que solamente se puede expresar respeto ustedeando?
El recurso es multiusos y de ahí el problema para explicarlo. El usted sirve como marcador de edad y también como gesto de cortesía y respeto. Pero vale la pena distinguir entre ambos. Es marcador de edad, por ejemplo, para hablar con un niño. A menos que se hable medio en broma, el usted no se utiliza para conversar con un menor y el menor, a menos que se trate de alguien perteneciente a su círculo de intimidad, se dirige a sus mayores hablándoles de usted.
No tiene nada que ver este marcador discursivo con el respeto, sino con el reconocimiento de una diferencia de edad. Cosa distinta es el uso del ustedeo a la hora de dirigirnos a una eminencia médica, a una ministra, a un obispo, un científico o una escritora provecta. Ahí el ustedeo, en efecto, se emplea para fijar parámetros de respeto y hasta de admiración. En la construcción, por ejemplo, es válido hablarle de tú al aprendiz de albañil, pero al maestro de obras es mejor ustedearlo. Lo mismo sucede con la profesora, mientras más años pasa ella en las aulas mayor posibilidad de que sea tratada de usted.
El tuteo y su opuesto son también marcadores de poder. El vocablo “usted” viene de un antiguo término del siglo XVI: “vuestra merced”. Se trata de una reducción de esas dos palabras que se utilizaban para dirigirse a quien era jerárquicamente superior.
El término evolucionó, pero no el uso del usted para ahondar las asimetrías. El jefe le habla de tú al subordinado y el subordinado de usted al jefe.
En revancha, las pulsiones democratizantes e igualadoras han profetizado, desde tiempos de la Revolución Francesa, que tal cosa iba a cambiar y sin embargo hoy sería extrañísimo, por ejemplo, que alguien fuera de la familia del presidente le tuteara en público.
Las democracias han conservado las formas, no solo del respeto, sino también de la asimetría pre-republicana.
En esta misma hebra cabe destacar el intento de quienes han buscado hacer la revolución con el lenguaje. Entre camaradas comunistas se habla de tú, igual que entre feministas o personas de la diversidad sexual. La irreverencia de la voz ha necesitado del tuteo como un recurso de rebeldía.
Y es que el tuteo es sinónimo de simetría. Se usa entre colegas, entre personas de la misma edad, entre hermanos, entre pares. Hasta los jefes de Estado, si son de la misma edad, se tutean.
Este es uno de los argumentos por los que muchas veces se ha profetizado la muerte del ustedeo. Cuando el mundo logre desaparecer las clases, las jerarquías, las distancias sociales, en fin, todas las asimetrías, cabe pensar que entonces, solo entonces, el usted dejará de ser utilizado para marcar poder.
Sin embargo, otras formas discursivas del usted probablemente prevalezcan. El uso alternativo del tuteo y el ustedeo también sirve para definir la frontera entre lo íntimo confiable y lo público amenazante.
La niña le puede hablar a su abuela de tú porque ella es parte de su círculo de certeza y protección. En este contexto tutearse significa reconocerse, no tanto como un igual, sino como alguien próximo. Alguien de quien no es necesario defenderse
Al revés, ustedear a una persona ayuda también a marcar una distancia emocional frente a quien no le tenemos confianza. La persona amenazante, al menos en nuestra cabeza, suele ser un usted. Si se nos aproximara un asesino serial o un político corrupto probablemente reaccionaríamos ustedeándolo.
No es, desde luego, una defensa definitiva, pero el usted sirve como recurso para patentizar la desconfianza y también se convierte en una manera de nombrar al temor. Es una tiza que marca el espacio seguro, frente a la posible agresión.
Si al transcurrir del intercambio humano resulta que nos equivocamos, que esa persona no era asesina ni político ladrón, entonces la confianza acortará las distancias y dejaremos el usted para hablarnos de tú.
Para volver más complejo el asunto hay que traer a esta página el uso inverso del vocablo usted. Sobran las canciones de amor en que se ustedea a la persona amada. “Usted es la culpable…” cantaban Los Panchos con gran sentimiento una composición de José Antonio Zorrilla.
Aquí el usted es un recurso de seducción, a la colombiana, país donde, inversamente a México, cuando alguien es completamente íntima merece el usted.
En definitiva, no es sencillo explicarle a un hablante extranjero cuándo y cómo utilizar el usted. Pero si de algo podemos estar seguros es de que no es un uso del lenguaje que esté en peligro de extinción, porque se trata de un marcador que fija con gracia y al mismo tiempo con contundencia el poder de la lengua.
@ricardomraphael
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¡Vamos al Zócalo!/Sergio García Ramírez
El Universal, 25/02/2023;
La Ciudad de México, atrapada entre la paciencia y la exasperación, es el escenario de muchos movimientos populares. Van de la queja individual a la protesta colectiva, de la marcha pacífica al tumulto iracundo. A veces, los movimientos surgen espontáneamente, en el seno de un grupo, una institución, una facción, y en otras, son el parto de la seducción política, que pone en juego todos los medios a su alcance: el oro y el poder, la amenaza y la promesa.
En esos movimientos han participado millares de ciudadanos, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, profesionales y estudiantes, obreros y campesinos, bajo múltiples banderas. Abarcan todo el abanico de la sociedad, heterogénea y numerosa, que gana la calle y eleva la voz. Las expectativas se explayan en plazas y avenidas, frente a las insignias del poder. Para bien de México, esto deberá ocurrir de nuevo mañana mismo, domingo 26 de febrero de 2023.
Estamos en el ojo de un huracán que inició con aires inquietantes y ha tomado fuerza en la demanda de los ciudadanos. Los vientos se dispararon desde la tribuna del poder, con medidas de fuerza (cubiertas por reformas constitucionales y legales de dudosa legitimidad, por decirlo con un eufemismo) y constantes llamados a la discordia. Últimamente, las tormentas han pretendido una trascendencia que podría descarrilar a la República. Son “vientos aspiracionistas”: aspiran a alterar la marcha de la democracia, afianzar la concentración del poder, desvanecer los controles institucionales y resolver de un golpe —¿y para siempre?— el destino de la nación.
Estos pasos han motivado, acaso por primera vez en mucho tiempo, una reacción de grandes sectores de la sociedad, provocados y ofendidos, que no solían manifestarse. Millares de mexicanos salieron a la calle y expusieron sus reclamaciones en la sede misma del poder que los agravia. Así ocurrió en la sorprendente marcha del 13 de noviembre de 2022. A una voz la gran columna de marchistas abogó por la democracia y por sus instituciones asediadas. Lo hizo en paz. Pronto respondió el autoritarismo, aderezado con la movilización de otros ciudadanos —tan respetables, por supuesto, como los del 13 de noviembre— atraídos con los recursos habituales del poder político.
Los temores persisten y la protesta sigue. No podemos abandonar esta causa. El poder político insiste en desmantelar la democracia, ignorar los legítimos planteamientos de millones de ciudadanos y retroceder las manecillas de la historia. Esto ha determinado una nueva convocatoria popular para llegar al Zócalo y a todas las plazas de México —cuyo único dueño es el pueblo— el domingo 26 de febrero y reiterar la voluntad democrática de los mexicanos, que han reconocido el peligro que acecha.
Vamos al Zócalo y a todas las plazas del país en una gran concentración por la democracia. ¡Vamos! Marchemos nuevamente. Elevemos la voz. Reclamemos nuestros derechos. Exijamos democracia. Preservemos las instituciones de la República. Y hagámoslo -como el 13 de noviembre- en paz inalterable y con honrada ponderación, sin injuria, sin violencia, en ejercicio de nuestra condición de ciudadanos. Hablemos para que se oiga en las trincheras del autoritarismo. Hagamos conciencia y preparemos el sufragio redentor del 2024.
Profesor emérito de la UNAM
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Culpable
LINOTIPIA / Peniley Ramírez
en REFORMA, 25 Feb. 2023;
Son las 2:40 de la tarde. El hombre que entra en esta sala de una corte federal en Nueva York ha perdido el brillo frío y aterrador que tenían sus ojos la última vez que me miró, hace unos días. Diez años antes vi esos ojos cuando le pregunté en una conferencia de prensa por qué se mudaba a Miami. Aquel día de 2012 fue su último como el policía más poderoso de México. La semana pasada, cuando me miró de nuevo, escuchábamos a una fiscal explicar cómo él fungía de capo en una mafia disfrazada de policía.
El hombre luce igual que aquella vez, cuando él era poderoso y yo, una aprendiz de periodista. Traje impecable. Corte de cabello perfecto. Uñas pulcras.
Pero las cosas han cambiado. El hombre entra en la sala y toda su piel se ha vuelto roja, como si la sangre bombeara en su cuerpo a una velocidad inaudita. Tiene los labios tan juntos que su rostro parece una mueca, con la mirada esquiva. En sus ojos ya no hay amenaza, sino miedo. Pienso que ha valido la pena llegar hasta aquí porque, pase lo que pase, he visto este momento de terror.
A mi izquierda está Anabel Hernández, una periodista a quien el hombre torturó sicológicamente. Mató a sus fuentes, amenazó a su familia, la expulsó de su país. Ella, aunque es muy fuerte, vibra a 20 centímetros de mí. Tiene en sus manos una copia de la hoja del veredicto, la misma que el jurado acaba de entregar. Anoto en mi libreta los cargos. Ella los marca en sus hojas mientras oímos al juez.
Tratamos de apuntar todo: la expresión de él, del jurado, del juez, de la esposa. No lo conseguimos. El momento nos sobrepasa.
Segundo cargo, culpable. Tercero, culpable. Cuarto, culpable.
Anabel comienza a sollozar. Pongo mi mano izquierda en su espalda. Escribo lo que puedo con la derecha. Me doy cuenta de que yo también estoy llorando cuando mi colega María Hinojosa me sostiene el brazo. A nuestra izquierda, mi compañera Sofía Sánchez me mira con dulzura y acaricia a Anabel.
Quinto cargo, culpable. Primero, culpable. Ya no anoto nada. El titular será "todos los cargos". Anabel me mira. En sus ojos hay una tristeza infinita.
Recuerdo entonces: estoy aquí como periodista. Me fijo de nuevo en él. Observa al juez, impoluto. Sus manos, cruzadas. No las ha movido ni un milímetro de como las vi hace unos minutos. Su hijo ha dejado de moverse y traga saliva. Me seco las lágrimas. Otros periodistas me sonríen cariñosamente.
Tras el cuarto cargo, los abogados de la defensa ya no siguen con la mirada el documento del veredicto. Saben que han perdido todo. Solo atinan a decir sí cuando el juez pregunta si quieren que cada uno de los doce jurados confirme la decisión unánime. Sí, señor, responden uno a uno. Sí, señor, como respondía el hombre de traje al presidente de México, a la DEA, la CIA, al Cártel de Sinaloa, en sus días de poder.
El juez propone una fecha para la sentencia. El 27 de junio. La defensa y la fiscalía asienten. El hombre aún no se mueve. Anabel se ha calmado. Caigo en cuenta de que el momento cuando el tiempo se detuvo ya terminó. Estamos en la burocracia de un caso más en una corte más.
Cuando termina el papeleo, se va el jurado. El hombre, aún rojo, parece que va a desmayarse. Ya no envía besos ni te amos a los suyos. Se toca el pecho y se va. La esposa sale con la cara arriba. Detrás, el enjambre de periodistas.
Cuando deja la sala, una de las fiscales me mira. Quiero decir gracias, pero sé bien que eso no me toca. No digo nada. Afuera, nos encontramos de nuevo con Anabel. Camina despacio. Abraza su libreta. Le preguntamos cómo está. No sé, responde. Sofía prende su grabadora. Mi libreta de reportera fue mi única arma para vencer a este tipo, dice luego. El fuego de periodista ha vuelto a su mirada y a su voz.
En la calle el ambiente tiene la algarabía de un carnaval. La gente se abraza y grita sí se pudo. Periodistas transmiten en vivo. Nos ponemos a grabar lo nuestro.
El momento suspendido ya no existe. Yo también he vuelto a mí. Ya no digo su nombre. Ya no digo que es "supuestamente" un criminal. Es un narcotraficante. Un número de veredicto. Un número en una cárcel. Pienso en otros números a los que llevo años poniendo rostro: los que han muerto, los que han desaparecido, a los que seguimos buscando. A esos sí los nombro.
@penileyramirez
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Esto no es una invasión/Jorge Ramos Ávalos
en REFORMA
EL PASO, Texas.- Las cámaras y las luces estaban listas. Nos encontrábamos a punto de iniciar el noticiero de televisión cuando, de pronto, a mis espaldas, dos inmigrantes se saltaron el muro metálico que separa a Estados Unidos de México. Subieron y bajaron de la barrera de unos cinco metros de altura en menos de un minuto. Se deslizaron a territorio estadounidense suavemente, por uno de los postes que sostienen el muro, y al tocar tierra se echaron a correr. Minutos después, otros dos hicieron lo mismo. Y luego dos más para un total de seis. Una camioneta de la Patrulla Fronteriza, que estaba a unos 200 metros del lugar, ni siquiera se movió para intentar detenerlos. Así es un día normal en la frontera.
En el último año fiscal casi 2.4 millones de personas entraron ilegalmente a Estados Unidos por la frontera sur, según cifras oficiales. Eso es un récord. Y aunque las nuevas restricciones migratorias del gobierno de Biden redujeron en enero un 97 por ciento el cruce de cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos, los inmigrantes siguen llegando. Como siempre.
Por algo esta región que comparten México y Estados Unidos se ha conocido durante siglos como "el paso del norte". Ahí, frente al albergue del Sagrado Corazón, conocí a Jennifer, una salvadoreña de 25 años de edad, madre soltera con tres hijos. ¿Cuándo llegaste?, le pregunté. "Hace como una hora", me contestó, un poquito desorientada. "Me vine en tren desde la Ciudad de México" hasta Ciudad Juárez y luego cruzó la frontera "por una montaña".
El cruce a Estados Unidos de Daliana -una sonriente cocinera venezolana de Maracay, de 39 años- fue mucho menos dramático. Pasó caminando el puente, legalmente, junto a su madre y a su hijo. Aprovechando las nuevas reglas migratorias para venezolanos, bajó una aplicación en su celular, llenó una solicitud, consiguió un patrocinador y, un mes después, pudo entrar a Estados Unidos. "Me dieron cita para dentro de dos años", me dijo, abrazando una bolsa azul donde guardaba su petición de asilo. "Usted no sabe cuánto me costó esto". Culminaba así un trayecto de seis meses, desde Perú, y pasando por la temida selva del Darién en Panamá. Lo más increíble es que Daliana hizo todo ese trayecto con cuatro perritos blancos. (Ellos se quedaron en Ciudad Juárez hasta que alguien se los pueda pasar).
Reality check. Es absurdo pensar que la frontera entre México y Estados Unidos se puede sellar totalmente. La división -y a veces el muro- que separa a ambos países fue impuesta arbitrariamente tras la guerra en 1848. Así que, por geografía, historia y diseño, la frontera es porosa e imperfecta. Aquí cruzan, de un lado a otro, personas, productos e ideas. Y es frecuente escuchar las referencias a "mis hermanos del otro lado".
¿Es posible cerrar la frontera al paso de indocumentados?, le pregunté al juez Ricardo Samaniego, la máxima autoridad política en el condado de El Paso, y cuya familia está esparcida en ambos lados del río Bravo/Grande. "Para mí eso es algo ridículo", me dijo. "Yo aquí tengo toda la vida. Y toda la vida la gente ha buscado la manera de cruzar... Esto no es una invasión".
Tenemos que ver la situación en la frontera de otra manera. Lo normal, lo que hemos visto durante décadas, es que los más pobres y vulnerables se van a los países más ricos, estables y seguros. Y con la violencia y la desigualdad que prevalece en América Latina, con las dictaduras en Cuba, Nicaragua y Venezuela, y con las secuelas económicas por la pandemia del Covid, el trayecto migratorio de sur a norte está más vivo que nunca.
El gobierno de López Obrador solo ha entorpecido -con guardias nacionales y negociaciones secretas con Estados Unidos para que los migrantes se queden en México- el pacífico, necesario e histórico paso hacia el norte. El gobierno de México puede hacer su parte y eso es quitarse del camino. Bastante difícil ya es dejar tu país como para que te compliquen más al cruzar México.
Ya estamos advertidos: los inmigrantes seguirán llegando y en números mucho más grandes cuando se levante el Título 42 (que ha permitido las deportaciones exprés). Así que es preciso estar preparados. Hay que oír al juez Samaniego. Al final de cuentas saltarse el muro, como lo acabo de presenciar, es lo más fácil de todo.
@jorgeramosnews
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GGL
El mayor golpe se lo llevan los dos gobiernos del PAN que protegieron a GL/ Jorge Volpi
en REFORMA
Si resulta imposible no sentirse satisfecho ante la condena de uno de los personajes más siniestros de nuestra historia reciente, México en realidad no tendría nada que celebrar. No solo la condena en un tribunal neoyorquino -y no mexicano-, sino todo el proceso seguido contra Genaro García Luna ofrece un retrato del país que hemos construido en el último cuarto de siglo. Un territorio sin ley y sin justicia, en el que la diferencia entre el Estado y las organizaciones criminales no existe, los responsables de perseguir a los delincuentes son delincuentes ellos mismos, quien accede a las más altas esferas del poder siempre lo usa en su provecho y no hay margen para la reparación del daño, para la verdad o para que las víctimas sean escuchadas.
Es evidente que el golpe más duro se lo llevan los dos gobiernos del PAN que ascendieron, justificaron, premiaron y protegieron a GL. Aun hoy debería horrorizarnos que, después de que el jefe de la policía federal -la AFI, una creación suya- reconociese en televisión haber violado el debido proceso y los derechos humanos de Florence Cassez e Israel Vallarta, Vicente Fox no lo haya destituido de manera fulminante. Y peor aún: ya con este antecedente, Felipe Calderón no solo lo nombró secretario de Seguridad Pública, sino que lo convirtió en su brazo derecho y a su lado ejecutó una de las acciones más perniciosas e irresponsables emprendidas por nuestros gobernantes, ese desastre continuado al que seguimos llamando guerra contra el narco.
Calderón sabía que se entregaba a un hombre sin escrúpulos, cuyas mayores virtudes parecían ser la eficacia y la lealtad -hoy hemos comprobado que ambas eran también montajes-, dispuesto a cualquier cosa, la tortura, el chantaje, la mentira, para conseguir sus objetivos comunes. A nadie debería sorprender su captura y su condena: García Luna encarna -igual que su némesis: El Chapo- el alma de la nación. Su estrepitosa caída es la conclusión natural a una carrera en la que no hizo sino simular una cosa siendo su reverso: el montaje es la práctica más común entre nuestros políticos. Desde tiempos del viejo PRI, esto es México: un lugar que se dota de leyes que jamás se cumplen y de gobernantes a quienes solo les importan sus propios intereses.
La condena a GL representa, al menos, el fin de la vida política de Calderón y de su círculo. Y, en buena medida, la del PAN: un partido que se ha mostrado incapaz de emprender un examen de conciencia respecto a la monumental catástrofe de la guerra contra el narco. Su torpe defensa, según la cual GL nunca fue militante, no lo salvará del descrédito y la vergüenza históricos y menos con un Presidente que no se cansará de restregarle, con razón, su complicidad. Si el PAN aspira a sobrevivir, necesitará nuevos líderes que condenen sin ambages su pasado calderonista.
López Obrador ha celebrado la condena como un triunfo personal y lo rentabilizará para que su candidata obtenga la victoria en 2024. Lo ocurrido con GL confirma su idea de la mafia en el poder: el diagnóstico sobre sus predecesores siempre fue correcto. Por desgracia, todo lo que ha hecho desde que llegó al poder no ha servido para corregirlo o revertirlo, sino para acentuarlo. En vez de alterar las reglas de juego, de emprender una política de legalización de drogas -como prometió- o de transformar nuestro podrido sistema de justicia, decidió concederle todo el poder en materia de seguridad no ya a un individuo, como Calderón con GL, sino a una institución, el Ejército, que pronto se revelará -lo veremos- tan corrupto como este.
Porque la condena a GL lo es, sobre todo, a un absurdo modelo global hacia las drogas. México ha sacrificado 350 mil vidas por una ficción puritana que no ha impedido, ni antes ni ahora, que todas las drogas lleguen a sus puntos de venta. Una serpiente que se muerde la cola: la prohibición solo provoca un mercado cuyas gigantescas ganancias siempre lograrán corromper a los encargados de sabotearlo. Si no rompemos este círculo vicioso -nunca mejor dicho-, GL solo será un eslabón reemplazable en una cadena que es, por sí misma, criminal.
@jvolpi
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