La plaza vs. el Presidente

La plaza vs. el Presidente

Reforma, 19 de febrero 

Crónica: Domingo cívico. En la calle otra vez. Abarrota multitud la Plaza de la Constitución en defensa de las instituciones de la democracia, ante la embestida del Ejecutivo federal

Mayolo López

Los nubarrones que presagiaban otra lluvia extraviada de un febrero loco se han disipado y la mañana luce radiante con un cielo azul sin viento.

En el templete bajo el balcón presidencial del Palacio Nacional, la vehemencia con que Lorenzo Córdova dirige su mensaje le alborota el mechón. Una y otra vez un flamígero dedo índice acompaña un movimiento áspero del brazo en los más elocuentes pasajes del discurso.

"Hay quien dice que las instituciones no se tocan. Claro que sí, claro que sí: pero sólo si es para mejorarlas. Si lo que se quiere es desmantelarlas, destazarlas o capturarlas, lo decimos fuerte y claro, si es para eso, claro que no se tocan", desafía el ex árbitro electoral.

"Por eso, ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos que se han hecho para vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas; para desmantelar las instituciones que nos protegen de los abusos y para imponer una sola visión del mundo y de la nación, es que hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país".

La multitud que atiborra el Zócalo ruge y celebra el arrojo de un combativo orador en mangas de camisa que el año pasado dijo que no a quienes lo veían como candidato presidencial de la oposición. En todo caso, Córdova luce suelto en el templete. El gentío lo ha recibido con una nutrida ovación.

Es inevitable: el ambiente en la plaza pública está impregnado de encono. La marea rosa se atrinchera en defensa de la amenazada democracia y casi casi dice: de a como nos toque.

Es la plaza pública contra el Presidente, punto. "López-Obrador, eres un traidor. López-Obrador, eres un traidor". El tabasqueño es visto como el villano que atenta contra la preciada democracia. Y lo insólito: una espontánea consigna que retumba en la fachada del Palacio Nacional, consecuencia de un incómodo hashtag que se ha prolongado por días.

"Narco-Presidente, narco-Presidente, narco-Presidente". El encono es inocultable. La polarización casi se palpa. Palacio Nacional luce amurallado. La bandera nacional, secuestrada. Y muchos protestan por un repique de campanas de la Catedral que se extiende por más de diez minutos.

"Es una provocación, es una provocación", conjeturan varias voces en la plancha del Zócalo. Con ese tañer, los que se apretujan cerca de la Catedral se molestan porque el mensaje de Lorenzo se pierde.

Agudo observador de la cosa pública, el priista sinaloense Heriberto Galindo sintetiza: "El despertar de la ciudadanía está consolidándose. Es la muestra de la consolidación de un despertar ciudadano". Según dice, "es una pena" que haya aflorado una consigna como la de 'Narco-Presidente'. Retumbó en la plaza pública y a mí, como ciudadano mexicano, me apena, pero es un sentir popular. Nadie estaba agitando a la gente para que gritara eso".

Hierve la plaza. Cientos lucen gorras y playeras rosas. Muchos ondean banderas. Allí está la clase media, que avisa que está dispuesta a defender la democracia. A vuelo de pájaro, hay mucha gente mayor y pocos jóvenes.

"Es la más grande (manifestación) de las tres que hemos hecho", celebra el senador Emilio Álvarez Icaza, del Frente Cívico Nacional. "Rebasó la anterior. Cuando vi que entraban ríos y ríos de gente, dije 'ya chingamos'. Todos, hombres y mujeres libres. López Obrador debe estar entre enojado y con diarrea. La combinación del mensaje de Lorenzo y la forma de la plaza desbordada deja un mensaje muy potente de que López Obrador debe sacar las manos (del proceso electoral) y de que queremos voto libre".

La marea rosa pasa de las diatribas contra López Obrador a las advertencias contra la consejera presidenta del INE: "Taddei, la ley es la ley...". El ciudadano alza el puño. Está en pie de lucha.

Y Lorenzo Córdova agita a la masa: "Estamos aquí reunidos para defender a la democracia y para decirle 'no' a toda propuesta que busque desmantelar las conquistas que hemos alcanzado".

Con el rediseño de la Constitución que se alienta desde Palacio Nacional como trasfondo, el ex consejero presidente previene: "O en la Constitución cabemos todas y todos, o se acabó la democracia".

"Por eso es tan grave que se pretenda apresurar un plan de reformas que no busca un consenso nacional, sino la imposición de una visión de parte, profundamente autoritaria que busca -sobre todas las cosas- la concentración y la perpetuación del poder".

Córdova fatiga su convincente discurso y la marea ciudadana explota: "So-mos libres, so-mos libres...". El repique de las campanas se hace más audible y el gentío busca la salida en 5 de mayo y Madero.

"Caray, nos dimos cuenta de que el poder ciudadano tiene poder y debemos ejercer nuestro poder. No vamos a permitir que perdamos todo lo que se ha conquistado por el odio de una persona. La democracia no se toca", previene Jorge Soria, ganadero michoacano que llegó a la manifestación en su bicicleta.

En el Zócalo ha quedado de manfiesto un pulso ciudadano contra el poder en tiempos electorales convulsos. Y sí, la democracia no se toca.

EXPRESIONES

Ciudadanos y organizaciones de distintos ámbitos se manifestaron en el Zócalo de la Ciudad de México en demanda del voto libre y respeto a las instituciones y a la democracia.