11 mar 2025

Las columnas políticas hoy, martes 11 de marzo de 2025

Ucrania acepta propuesta de EU de cese el fuego con Rusia de 30 días; ahora todo depende de Putin…

De entrada, EU levantará inmediatamente la pausa en el intercambio de inteligencia y reanudará la asistencia de seguridad a Ucrania, de acuerdo con el comunicado emitido tras reuniones entre delegaciones de EU y Ucrania en Arabia Saudita.


El alto el fuego propuesto será prorrogable por mutuo acuerdo de ambas partes, y está sujeto a la aceptación y aplicación por parte de Rusia, añade el comunicado.

El secretario de Estado de EU, Marco Rubio, afirmó que Ucrania aceptó "negociaciones inmediatas" con Rusia y confió en que Moscú acepte la propuesta de 30 días de alto el fuego inmediato.

A su vez, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dijo que Estados Unidos debe "convencer" a Rusia de aceptar un alto el fuego. 

Las dos partes, reunidas en Arabia Saudita, también acordaron concluir lo antes posible un acuerdo integral para desarrollar los recursos minerales críticos de Ucrania, de acuerdo con el comunicado.

"Ucrania ha expresado su disposición a aceptar la propuesta de EU de establecer un alto al fuego inmediato y provisional de 30 días, que puede prorrogarse por acuerdo mutuo de las partes y que está sujeto a la aceptación y aplicación simultánea por parte de la Federación Rusa", dice el comunicado.

"Estados Unidos comunicará a Rusia que la reciprocidad rusa es la clave para alcanzar la paz". 

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Estrictamente Personal

Sí, Trump quiere políticos/Raymundo Riva Palacio

El Financiero, marzo 11, 2025 | 



No todas las noticias que han salido de Washington en los últimos días han sido positivas para el gobierno de México, aunque sean efímeras, como la nueva suspensión de aranceles. La más inquietante de todas es la confirmación de que el presidente Donald Trump sí quiere la cabeza de políticos mexicanos vinculados con el crimen organizado y su gobierno está explorando acciones inéditas para lograrlo. Las presiones han estado subiendo de tono, aunque todavía de manera informal, para la entrega de narcopolíticos a la justicia estadounidense.

Funcionarios del Departamento de Estado han sostenido conversaciones con sus contrapartes en México para proponer un acuerdo bilateral para investigar a políticos presuntamente vinculados con el crimen organizado, con el propósito de que sean detenidos y puedan ser extraditados a ese país. La petición ha ido acompañada de una velada amenaza: si no ven avances en esa dirección, podría darse una denuncia pública en Washington antes de que venza el siguiente plazo para la revisión de aranceles el próximo 2 de abril.

Nunca se había dado una petición tan inusual, pero tampoco había existido tanta información y evidencias sobre políticos mexicanos trabajando con los cárteles de las drogas, que al mismo tiempo hubieran sido blindados desde lo más alto del poder en este país, que se tradujera en impunidad.

Los funcionarios estadounidenses no pusieron nombres sobre la mesa, hasta donde se sabe, pero causaron preocupación en Palacio Nacional, donde los dos grupos de trabajo que apoyan a la presidenta Claudia Sheinbaum en el análisis de la relación bilateral —uno es institucional, encabezado por los secretarios de Relaciones Exteriores y Economía, y el otro es externo, dirigido por un consultor muy cercano a ella, con quien ha trabajado por años— tendrán que proponer alternativas para contener y evitar que la petición informal se materialice.

Las noticias sobre el interés de Washington sobre políticos mexicanos metidos con el crimen organizado vinieron a reforzar la creencia de que la administración Trump sí está pensando en actuar contra algunos de ellos, con o sin autorización del gobierno mexicano. Hay incluso preocupación dentro de Morena sobre lo que pudiera pasar con dos gobernadores, Rubén Rocha Moya de Sinaloa y Américo Villarreal de Tamaulipas, que están incluidos en una investigación bilateral que data de más de un año, por sus presuntas vinculaciones con el Cártel de Sinaloa y con los empresarios que manejaban el robo de combustible en el noreste del país, con el cual financiaron ocho campañas de Morena para gubernaturas en 2021.

En el contexto de la petición informal de funcionarios del Departamento de Estado, hubo deliberaciones al más alto nivel en donde se llegó a plantear la posibilidad de que en esa lista se incorpore a los coordinadores de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, y en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal.

El primero ha sido señalado por el actual gobernador de Tabasco, Javier May, de haber nombrado como secretario de Seguridad a quien era el jefe de una organización criminal —caso que entra en la “inaceptable alianza” del gobierno mexicano con criminales, planteada por Trump—, mientras que el segundo tiene una historia familiar de presuntos nexos con narcotraficantes en Zacatecas, y es muy cercano del vicecoordinador en el Congreso, Pedro Haces, que tiene investigaciones abiertas en Estados Unidos.

La semana pasada se publicó en este espacio una relación de políticos mexicanos cuyos nombres han aparecido en declaraciones en la Corte del Distrito Este en Brooklyn, de los cuales únicamente el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, rechazó que su nombre forme parte de las indagatorias.

Hay testimonios donde mencionan a funcionarios mexicanos durante los juicios de Joaquín El Chapo Guzmán —cuyos hijos Ovidio y Joaquín están negociando ser testigos cooperantes—, y del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien ya imputó abiertamente al expresidente Andrés Manuel López Obrador y dijo que los dos gobiernos tienen pruebas contra él, y a quien los fiscales estadounidenses insisten en que declare sobre la narcopolítica en México. Pero también hay declaraciones no judicializadas donde involucran a otros políticos encumbrados de haber recibido dinero de organizaciones como La Familia Michoacana y de Rafael Caro Quintero, acusado del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, recientemente desterrado dentro del paquete de 29 criminales que le regaló Sheinbaum a Trump.

El gobierno de Estados Unidos tiene información suficiente para proceder contra varios políticos mexicanos, pero ha sido muy cuidadoso de no actuar para no generar un conflicto político con un vecino cuya estabilidad depende en amplias zonas del país del narcotráfico. Lo que no se había dado antes es buscar la cooperación del gobierno en turno, para que las investigaciones, detenciones y extradiciones sean parte de un acuerdo de cooperación bilateral.

Sheinbaum ha dicho reiteradamente que está dispuesta a colaborar siempre y cuando no existan acciones unilaterales, pero esta nueva iniciativa no estaba considerada en sus escenarios. La presidenta no tiene muchos espacios de maniobra y tampoco se sabe el alcance que podrían tener algunas detenciones de alto impacto sobre su gobierno, como en el hipotético caso de una captura de Rocha Moya, quien ha sido poco discreto en decir —sin que signifique que sea cierto— que contribuyó con varias decenas de millones de pesos en efectivo a la campaña presidencial. El gobernador, sin embargo, tiene la capacidad de incriminar a López Obrador por las sospechosas relaciones que tuvieron los dos con los líderes del Cártel de Sinaloa.

De llegar a formalizarse la petición de un acuerdo en esta materia a nivel de cancillerías, Sheinbaum estaría en un dilema, pero también ante una oportunidad. Podrían firmarlo e iniciar las investigaciones, que por su naturaleza tendrían que ser guardadas con todas las reservas. No habría un desgaste en esta etapa, y junto con las autoridades estadounidenses sabría hasta dónde están llegando y cómo procederían conjuntamente.

Siendo claros, si varios de los políticos bajo sospecha resultaran inculpados, le irían limpiando el camino de obstáculos para gobernar. Lo único que tendría que evaluar es que, por su naturaleza de ser un esfuerzo bilateral, no hay punto de retorno, aun si las pesquisas llegaran a terrenos que ella no quisiera pisar.

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Una bocanada de oxígeno/Francisco Martín Moreno

 EN REFORMA, 11 marzo 2025;

Hagamos un descanso, un alto en el camino, como dijera Germán Dehesa, mi hermano. No, no abordaré el tema de la penosa concentración populista del domingo en el Zócalo, financiada con el ahorro público, con la aquiescencia o no de los contribuyentes de impuestos federales. Una vergüenza, además anacrónica. No me referiré a la herencia maldita que recibirá el nuevo secretario de Hacienda, después de 6 años de despilfarros suicidas, de escandalosas malversaciones de fondos, de endeudamientos públicos autorizados, tan aberrantes como criminales, hasta la ignominia, por su antecesor. No abordaré el tema de los aranceles ni de los narcos ni de los monstruosos libros de texto que atentan contra la niñez y, por ende, contra el futuro de México. No, en esta ocasión, abandonaré los contenidos tóxicos para relatar la experiencia vivida y confesada por un fraternal amigo, cuando en razón de su edad provecta, prefirió recluirse en un asilo de ancianos.

Al transcurrir un par de meses de encierro en la institución, padeció un brutal enfrentamiento con la vejez, con la decrepitud y con el arrepentimiento al compartir su tiempo con personas que llevaban varios años de internamiento, de las cuales recibiría lecciones inolvidables: no importa, me dijo, qué tan joven seas hoy, porque algún día serás viejo y cuando ese día llegue, ¿qué tipo de vida habrás vivido...?

Aprendí, me hizo saber, que la soledad es la enfermedad más devastadora y que la lucha real no es física, sino emocional. Se encontró con personas que no habían recibido visitas en meses o hasta, años. ¿Sus hijos? Ocupados. ¿Sus amistades? Ausentes, tal vez para siempre. Nada podía reemplazar el calor de la familia. Ellos, lo confesaban, desearían haber disfrutado relaciones más sólidas antes de haber llegado ahí, e invertir menos tiempo persiguiendo el dinero y más tiempo forjando vitales camaraderías.

Entendió que la salud es más importante que la riqueza. Uno de los huéspedes era un gran empresario, un viajero empedernido, dueño de residencias, yates, joyas y autos de lujo, pero su cuerpo lo había traicionado y ya no podía comer ni vestirse ni ir al baño ni caminar ni moverse sin asistencia ni jamás recuperaría el regalo más grande de la existencia: su independencia. A estas alturas, ni con todo el dinero del mundo podría comprar su salud, ni practicando ejercicio ni cuidando su dieta ni controlando su estrés. ¿Para qué la riqueza si ya no podía gozarla? Ahora vivía en un pequeño cuarto sin lujo alguno, sin obras de arte de gran valor. La acumulación de bienes ya había perdido sentido y lo único que tenía verdadero significado eran los recuerdos compartidos con seres queridos. Hubiera sido mejor coleccionar instantes que objetos.

Una mujer de más de 85 años le había confesado que la felicidad consistía en no pensar en las pérdidas sufridas, fuentes de rencores y resentimientos, ya fuera con sus hijos o con amigos del pasado, sino de disfrutar lo que todavía tenía, como una buena conversación, una rica taza de café, o la agradable sensación del sol en tu espalda. No eran sus enemigos quienes estaban atrapados en el dolor, sino ella misma que soportaba un corazón atestado, cuyo peso no soportaba. Había perdonado, sí, pero no porque la persona lo mereciera, sino porque ella merecía más la paz que el orgullo, ya que el mañana no estaba asegurado y había que quitarse el plomo de las alas.

Otro compañero de asilo le había comentado que los sueños había que materializarlos de inmediato porque al esperar, si la posibilidad se daba sería demasiado tarde. El momento perfecto para disfrutar la vida era ahora; amar a las personas era ahora, ahora mismo, sin excusas, como si cada amanecer y cada carcajada fueran los últimos, porque un nuevo día era un regalo, imposible desperdiciarlo. La vida no se mide en años, sino en momentos, decía. Envejecer no se trata de los años que restan por vivir, sino de aprovechar los que aún faltan sin pérdidas de tiempo.

Al concluir la conversación alcanzó a decirme: "No importa la edad que tengas, valora tu salud, dile a tus seres queridos cuánto los amas y los necesitas, pues si llegas a estar sentado en un cuarto de asilo solo con tus recuerdos desearías haber hecho más, mucho más. No dejes pendientes: si quieres te doy una definición de la vida en 5 letras: ¡Ahora! Menuda bocanada de oxígeno recibí sin esperarla...


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