A los pies del caciquito.../ÁLVARO DELGADO
Revista Proceso # 1712, 23 de agosto de 2009;
En 2007, el magistrado del Tribunal Electoral federal Salvador Olimpo Nava Gomar se reunió secretamente con Jorge Hank Rhon en las oficinas de éste en Tijuana. Lo que explica el sigilo de esa reunión es que Hank era ya candidato a gobernador de Baja California y Nava Gomar se encargó de elaborar el dictamen que rechazó las quejas del PAN por la presunta violación a la llamada “ley antichapulín” del estado. Consultado al respecto, el juzgador proporcionó como coartada un “oficio” apócrifo, con una firma falsa...
Bajo sospecha por el sesgo político de sus fallos y la opulencia de sus sueldos, que superan los 340 mil pesos al mes, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) también suelen guiar sus sentencias por relaciones secretas de amistad, como la que mantiene Salvador Olimpo Nava Gomar con el priista Jorge Hank Rhon.
El magistrado Nava Gomar emitió fallos favorables a Hank Rhon antes y después de reunirse con él, en secreto, en sus oficinas del hipódromo Agua Caliente, de Tijuana, el 23 de marzo de 2007, cuando el priista era candidato a gobernador de Baja California por la Alianza Para que Vivas Mejor, encabezada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En ese encuentro –sobre el que fue consultado por el reportero y omitió responder a las preguntas formuladas– Nava Gomar platicó a solas con Hank Rhon, quien también lo condujo en un recorrido por su zoológico particular, le dio a comer jamón de tigre y, a petición expresa, le obsequió un cachorro de perro de raza fina.
Tras la reunión con el magistrado electoral, que le impidió asistir a la desangelada ceremonia por el décimo tercer aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio en la colonia Lomas Taurinas, Hank Rhon tomó un vuelo para participar en la fiesta de cumpleaños de su amigo Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, Estado de México, celebrada en San Juan Ixhuatepec.
Tres meses y medio después de su reunión secreta, el 5 de julio, Nava Gomar correspondió a Hank Rhon: elaboró uno de los dos proyectos de sentencia que, con el voto de todos los magistrados, convalidaron la candidatura del priista, pese a que el artículo 42 de la Constitución local la prohibía, tal como previamente lo dictaminó el Tribunal Electoral de Baja California.
La defensa de Hank promovió dos juicios: uno de revisión constitucional electoral, que quedó a cargo de Nava, y otro de defensa de derechos político-electorales del ciudadano, que atendió Pedro Penagos López. Como los dos le daban la razón a Hank, el pleno del TEPJF aprobó reunir ambos proyectos en uno solo, el de Penagos; el de Nava fue sobreseído.
La decisión del TEPJF, inatacable pese a la inconformidad del Partido Acción Nacional (PAN), puso punto final al largo litigio que permitió a Hank Rhon participar en las elecciones del 5 de agosto de 2007, cuando finalmente fue derrotado por el panista José Guadalupe Osuna Millán.
Ahora ministro…
Aunque el proyecto de Hank Rhon de recuperar para el PRI el gobierno de Baja California se frustró, con lo que el PAN se encamina a cumplir casi un cuarto de siglo en el poder con el sexenio de Osuna –después de que Ernesto Ruffo lo ganó en 1989–, la reunión secreta de Nava con él cobra relevancia no sólo porque evidencia las componendas del magistrado para emitir sus fallos, sino por sus ambiciones como juez.
Nombrado magistrado con el apoyo del PAN –sobre todo por su relación de amistad y negocios con Roberto Gil Zuarth, director jurídico del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido con Germán Martínez como presidente y diputado federal electo–, Nava Gomar aspira ahora a ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Los ministros Genaro Góngora Pimentel y Mariano Azuela Güitrón pasarán a retiro en noviembre, y Nava Gomar pretende ser uno de los sustitutos gracias a las relaciones que tiene con el PAN –antes con Martínez y ahora con César Nava– y con el gobierno de Felipe Calderón, cuya mujer, Margarita Zavala, es amiga íntima de María del Carmen Alanís, presidenta del TEPJF y de quien él es confidente.
Para su proyecto de ser ministro, Nava se ufana de contar con el respaldo del diputado Gil Zuarth, quien lo hizo profesor de la Universidad Anáhuac del Sur, de cuya Escuela de Derecho era director, y luego se hicieron socios en el despacho Derecho y Política Consultores, S.C.
El reportero envió al correo electrónico institucional de Nava Gomar cuatro preguntas sobre su reunión con Hank Rhon: cuáles fueron las razones para verlo en sus oficinas de Tijuana; si en ese encuentro se pactó validar la candidatura al gobierno de Baja California; si tuvo otras reuniones con él antes o después del fallo sobre la candidatura, y si violó valores éticos y jurídicos, lo que eventualmente implica responsabilidad.
El magistrado, quien otras veces ha sostenido comunicación con el reportero por esa vía, instruyó al coordinador de Comunicación Social del TEPJF, Octavio Mayén Mena –quien fue colaborador del exgobernador priista Arturo Montiel Rojas–, para enviar un “oficio de invitación que sustenta la comisión que realizó el magistrado Nava en Baja California el 23 de marzo del 2007”.
Según el oficio, fechado el 20 de marzo, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, “en colaboración con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado de Baja California”, lo invitaron a impartir una conferencia magistral denominada “Elecciones y Transparencia”.
Además, después de la conferencia prevista para el 23 de marzo a las 17:00 horas, se le ofreció a Nava Gomar que impartiera un taller para empresarios del estado “sobre la confiabilidad del sistema electoral”, el sábado 24 al mediodía, según el oficio firmado por el doctor Ernesto Villanueva.
Consultado al respecto, Villanueva, cuyo cargo de coordinador del área de Derecho a la información del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM no se especifica en el oficio, niega haber formulado esa invitación y, al tener a la vista el documento, lo califica de apócrifo: “Parece un abuso de confianza”.
–¿Es falso el oficio?
–Sí. Es falso por lo siguiente: primero, no es mi firma; segundo, nunca el instituto y el consejo llevaron a cabo ese encuentro; tercero, jamás hago una invitación con dos días de anticipación; cuarto, no redacto así, y cuando firmo lo hago como coordinador del área de Derecho a la Información; y quinto, ni siquiera dice dónde se van a llevar a cabo esas actividades.
Amigo en ese entonces del magistrado Nava Gomar, Villanueva insiste: “Es totalmente falso el documento y es una mala utilización de mi firma al amparo de la amistad. Yo ni sabía de ese encuentro”.
–Si se falsificó ese documento, implica delito. ¿Lo denunciará?
–Sí, claro que sí. Haré la denuncia por la falsificación de firma y de documentación oficial. En un delito. Y, además, me someto a una prueba independiente de confiabilidad.
Yo estuve en la reunión
En entrevista con el reportero, Ernesto Villanueva dice que supo del viaje del magistrado Nava Gomar a Tijuana, donde él estaba precisamente trabajando con el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella, y el magistrado le pidió que lo acompañara a una reunión con Hank Rhon.
–¿Entonces sí se llevó a cabo una reunión entre Hank y el magistrado Nava?
–Efectivamente, se llevó a cabo en sus oficinas de Agua Caliente. Fue una reunión de cortesía entre el magistrado y Jorge Hank Rhon, una plática que tuvo como propósito conocerse, generar una relación simple y sencillamente, que fue lo que se dio.
Según Villanueva, Nava Gomar oficialmente acompañaría al también magistrado Manuel González Oropeza, quien ese mismo día, 23 de marzo, fue distinguido con el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Baja California, en Mexicali. Desde ahí, Nava se trasladó por tierra a Tijuana para entrevistarse con Jorge Hank Rhon.
–Y usted, ¿en razón de qué lo acompañó?
–Yo simplemente lo acompañé como amigo. Yo estaba trabajando en ese momento en Baja California con el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, en aquel entonces Alberto Capella, proponiendo mejoras a la Ley de Acceso a la Información del estado, de tal suerte que me pidió que lo acompañara y finalmente pudiera estar ahí como testigo, como acompañante.
–¿No estaba conciente Nava, y usted no se lo hizo ver, de lo que implicaba entrevistarse con alguien como Hank, candidato a gobernador?
–Evidentemente fue una reunión de amigos o de intento de amigos, privada, no fue una reunión pública. En esa secrecía se dio. Tú me estás preguntando y yo respondo con la verdad de los hechos, pero no es algo que tuviera como finalidad una reunión pública.
–Vista esa reunión a la distancia, ¿Nava incurrió en alguna falta?
–Eso lo tendrá que decidir el propio Tribunal Electoral. Por lo que a mí concierne, advierto que no es la conducta más afortunada la de reunirse con un justiciable para tratar un caso que le incumbe al propio justiciable, en este caso Jorge Hank Rhon, y me parece que puede poner en predicamento la imparcialidad del Tribunal Electoral. Y, visto a la distancia, me parece que no fue lo más adecuado. En conciencia creo que el magistrado Nava actuó de buena fe.
Villanueva dice que la reunión, celebrada a las 12 del día, hora del Pacífico, duró unos 45 minutos y que durante al menos 15 estuvieron solos Nava y Hank Rhon, quien fue muy amable al darles un recorrido por su zoológico particular y darles a probar jamón de tigre.
A manera de despedida, y a petición del propio Nava, el magnate priista le obsequió un perro de raza recién nacido: “Efectivamente, le obsequió un cachorrito de uno de los perros que tiene ahí Jorge Hank, y él no sintió que hubiera alguna actitud incorrecta en recibirlo, sino sólo un gesto de consideración. Prometió entregárselo”.
Los fallos del amigo
Antes de la reunión secreta con Hank Rhon, celebrada el día del aniversario del asesinato de Colosio y la comilona que ofreció Onésimo Cepeda a la clase política en su feudo de Ecatepec –a la que el alcalde de Tijuana llegó puntual por la diferencia de horarios–, Nava Gomar había emitido una resolución favorable al priista.
Fue el encargado de elaborar el proyecto de resolución mediante el cual el TEPJF desechó, el 31 de enero de 2007, la impugnación del PAN contra la opinión del Consejo Estatal Electoral de que Hank no tenía impedimento para ser candidato.
“Se propone desechar la demanda en tanto que la violación reclamada no resulta determinante para el desarrollo del proceso electoral o para su resultado final”, decía el proyecto elaborado por Nava, con lo cual el máximo órgano electoral no entraba al fondo sobre la ilegibilidad de Hank.
El litigio comenzó desde que, el 22 de junio de 2006, Hank hizo público que buscaría gobernar Baja California luego de ganar, en 2004, la alcaldía de Tijuana. Su obstáculo era el artículo 42 de la Constitución local, conocida como “ley antichapulín”.
Tal disposición establece, con una defectuosa redacción que da lugar a interpretaciones, que los legisladores y alcaldes están impedidos de ser postulados a otro puesto de elección popular durante el período para el que fueron electos, “aun cuando se separen de sus cargos”.
Desde julio de 2006, Hank Rhon pidió al Consejo Estatal Electoral su opinión sobre si ese artículo le impedía ser candidato, y en agosto el organismo respondió, por mayoría, que no había problema. El PAN recurrió entonces al TEPJF, que a propuesta de Nava desechó la queja.
El 20 de junio, y después de que el PAN impugnó, el Tribunal Electoral local revocó la candidatura de Hank Rhon. Fue cuando éste recurrió a su amigo magistrado Nava Gomar, cuya propuesta a sus compañeros del TEPJF validó, el 6 de julio, el registro del priista.
Aunque el proyecto que el pleno de magistrados votó para convalidar la candidatura fue la de Penagos López, Nava también se pronunció en el sentido de que con esa candidatura “no se quebranta la soberanía popular ni provoca interrupción, mucho menos impide el correcto funcionamiento de las instituciones y la continuidad de las tareas legislativas y de gobierno mediante la separación del cargo de manera oportuna para quien aspire a otro puesto de elección popular, ya que existen instrumentos para suplir deficiencias”.
Revista Proceso # 1712, 23 de agosto de 2009;
En 2007, el magistrado del Tribunal Electoral federal Salvador Olimpo Nava Gomar se reunió secretamente con Jorge Hank Rhon en las oficinas de éste en Tijuana. Lo que explica el sigilo de esa reunión es que Hank era ya candidato a gobernador de Baja California y Nava Gomar se encargó de elaborar el dictamen que rechazó las quejas del PAN por la presunta violación a la llamada “ley antichapulín” del estado. Consultado al respecto, el juzgador proporcionó como coartada un “oficio” apócrifo, con una firma falsa...
Bajo sospecha por el sesgo político de sus fallos y la opulencia de sus sueldos, que superan los 340 mil pesos al mes, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) también suelen guiar sus sentencias por relaciones secretas de amistad, como la que mantiene Salvador Olimpo Nava Gomar con el priista Jorge Hank Rhon.
El magistrado Nava Gomar emitió fallos favorables a Hank Rhon antes y después de reunirse con él, en secreto, en sus oficinas del hipódromo Agua Caliente, de Tijuana, el 23 de marzo de 2007, cuando el priista era candidato a gobernador de Baja California por la Alianza Para que Vivas Mejor, encabezada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En ese encuentro –sobre el que fue consultado por el reportero y omitió responder a las preguntas formuladas– Nava Gomar platicó a solas con Hank Rhon, quien también lo condujo en un recorrido por su zoológico particular, le dio a comer jamón de tigre y, a petición expresa, le obsequió un cachorro de perro de raza fina.
Tras la reunión con el magistrado electoral, que le impidió asistir a la desangelada ceremonia por el décimo tercer aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio en la colonia Lomas Taurinas, Hank Rhon tomó un vuelo para participar en la fiesta de cumpleaños de su amigo Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, Estado de México, celebrada en San Juan Ixhuatepec.
Tres meses y medio después de su reunión secreta, el 5 de julio, Nava Gomar correspondió a Hank Rhon: elaboró uno de los dos proyectos de sentencia que, con el voto de todos los magistrados, convalidaron la candidatura del priista, pese a que el artículo 42 de la Constitución local la prohibía, tal como previamente lo dictaminó el Tribunal Electoral de Baja California.
La defensa de Hank promovió dos juicios: uno de revisión constitucional electoral, que quedó a cargo de Nava, y otro de defensa de derechos político-electorales del ciudadano, que atendió Pedro Penagos López. Como los dos le daban la razón a Hank, el pleno del TEPJF aprobó reunir ambos proyectos en uno solo, el de Penagos; el de Nava fue sobreseído.
La decisión del TEPJF, inatacable pese a la inconformidad del Partido Acción Nacional (PAN), puso punto final al largo litigio que permitió a Hank Rhon participar en las elecciones del 5 de agosto de 2007, cuando finalmente fue derrotado por el panista José Guadalupe Osuna Millán.
Ahora ministro…
Aunque el proyecto de Hank Rhon de recuperar para el PRI el gobierno de Baja California se frustró, con lo que el PAN se encamina a cumplir casi un cuarto de siglo en el poder con el sexenio de Osuna –después de que Ernesto Ruffo lo ganó en 1989–, la reunión secreta de Nava con él cobra relevancia no sólo porque evidencia las componendas del magistrado para emitir sus fallos, sino por sus ambiciones como juez.
Nombrado magistrado con el apoyo del PAN –sobre todo por su relación de amistad y negocios con Roberto Gil Zuarth, director jurídico del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido con Germán Martínez como presidente y diputado federal electo–, Nava Gomar aspira ahora a ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Los ministros Genaro Góngora Pimentel y Mariano Azuela Güitrón pasarán a retiro en noviembre, y Nava Gomar pretende ser uno de los sustitutos gracias a las relaciones que tiene con el PAN –antes con Martínez y ahora con César Nava– y con el gobierno de Felipe Calderón, cuya mujer, Margarita Zavala, es amiga íntima de María del Carmen Alanís, presidenta del TEPJF y de quien él es confidente.
Para su proyecto de ser ministro, Nava se ufana de contar con el respaldo del diputado Gil Zuarth, quien lo hizo profesor de la Universidad Anáhuac del Sur, de cuya Escuela de Derecho era director, y luego se hicieron socios en el despacho Derecho y Política Consultores, S.C.
El reportero envió al correo electrónico institucional de Nava Gomar cuatro preguntas sobre su reunión con Hank Rhon: cuáles fueron las razones para verlo en sus oficinas de Tijuana; si en ese encuentro se pactó validar la candidatura al gobierno de Baja California; si tuvo otras reuniones con él antes o después del fallo sobre la candidatura, y si violó valores éticos y jurídicos, lo que eventualmente implica responsabilidad.
El magistrado, quien otras veces ha sostenido comunicación con el reportero por esa vía, instruyó al coordinador de Comunicación Social del TEPJF, Octavio Mayén Mena –quien fue colaborador del exgobernador priista Arturo Montiel Rojas–, para enviar un “oficio de invitación que sustenta la comisión que realizó el magistrado Nava en Baja California el 23 de marzo del 2007”.
Según el oficio, fechado el 20 de marzo, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, “en colaboración con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado de Baja California”, lo invitaron a impartir una conferencia magistral denominada “Elecciones y Transparencia”.
Además, después de la conferencia prevista para el 23 de marzo a las 17:00 horas, se le ofreció a Nava Gomar que impartiera un taller para empresarios del estado “sobre la confiabilidad del sistema electoral”, el sábado 24 al mediodía, según el oficio firmado por el doctor Ernesto Villanueva.
Consultado al respecto, Villanueva, cuyo cargo de coordinador del área de Derecho a la información del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM no se especifica en el oficio, niega haber formulado esa invitación y, al tener a la vista el documento, lo califica de apócrifo: “Parece un abuso de confianza”.
–¿Es falso el oficio?
–Sí. Es falso por lo siguiente: primero, no es mi firma; segundo, nunca el instituto y el consejo llevaron a cabo ese encuentro; tercero, jamás hago una invitación con dos días de anticipación; cuarto, no redacto así, y cuando firmo lo hago como coordinador del área de Derecho a la Información; y quinto, ni siquiera dice dónde se van a llevar a cabo esas actividades.
Amigo en ese entonces del magistrado Nava Gomar, Villanueva insiste: “Es totalmente falso el documento y es una mala utilización de mi firma al amparo de la amistad. Yo ni sabía de ese encuentro”.
–Si se falsificó ese documento, implica delito. ¿Lo denunciará?
–Sí, claro que sí. Haré la denuncia por la falsificación de firma y de documentación oficial. En un delito. Y, además, me someto a una prueba independiente de confiabilidad.
Yo estuve en la reunión
En entrevista con el reportero, Ernesto Villanueva dice que supo del viaje del magistrado Nava Gomar a Tijuana, donde él estaba precisamente trabajando con el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del estado, Alberto Capella, y el magistrado le pidió que lo acompañara a una reunión con Hank Rhon.
–¿Entonces sí se llevó a cabo una reunión entre Hank y el magistrado Nava?
–Efectivamente, se llevó a cabo en sus oficinas de Agua Caliente. Fue una reunión de cortesía entre el magistrado y Jorge Hank Rhon, una plática que tuvo como propósito conocerse, generar una relación simple y sencillamente, que fue lo que se dio.
Según Villanueva, Nava Gomar oficialmente acompañaría al también magistrado Manuel González Oropeza, quien ese mismo día, 23 de marzo, fue distinguido con el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Baja California, en Mexicali. Desde ahí, Nava se trasladó por tierra a Tijuana para entrevistarse con Jorge Hank Rhon.
–Y usted, ¿en razón de qué lo acompañó?
–Yo simplemente lo acompañé como amigo. Yo estaba trabajando en ese momento en Baja California con el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, en aquel entonces Alberto Capella, proponiendo mejoras a la Ley de Acceso a la Información del estado, de tal suerte que me pidió que lo acompañara y finalmente pudiera estar ahí como testigo, como acompañante.
–¿No estaba conciente Nava, y usted no se lo hizo ver, de lo que implicaba entrevistarse con alguien como Hank, candidato a gobernador?
–Evidentemente fue una reunión de amigos o de intento de amigos, privada, no fue una reunión pública. En esa secrecía se dio. Tú me estás preguntando y yo respondo con la verdad de los hechos, pero no es algo que tuviera como finalidad una reunión pública.
–Vista esa reunión a la distancia, ¿Nava incurrió en alguna falta?
–Eso lo tendrá que decidir el propio Tribunal Electoral. Por lo que a mí concierne, advierto que no es la conducta más afortunada la de reunirse con un justiciable para tratar un caso que le incumbe al propio justiciable, en este caso Jorge Hank Rhon, y me parece que puede poner en predicamento la imparcialidad del Tribunal Electoral. Y, visto a la distancia, me parece que no fue lo más adecuado. En conciencia creo que el magistrado Nava actuó de buena fe.
Villanueva dice que la reunión, celebrada a las 12 del día, hora del Pacífico, duró unos 45 minutos y que durante al menos 15 estuvieron solos Nava y Hank Rhon, quien fue muy amable al darles un recorrido por su zoológico particular y darles a probar jamón de tigre.
A manera de despedida, y a petición del propio Nava, el magnate priista le obsequió un perro de raza recién nacido: “Efectivamente, le obsequió un cachorrito de uno de los perros que tiene ahí Jorge Hank, y él no sintió que hubiera alguna actitud incorrecta en recibirlo, sino sólo un gesto de consideración. Prometió entregárselo”.
Los fallos del amigo
Antes de la reunión secreta con Hank Rhon, celebrada el día del aniversario del asesinato de Colosio y la comilona que ofreció Onésimo Cepeda a la clase política en su feudo de Ecatepec –a la que el alcalde de Tijuana llegó puntual por la diferencia de horarios–, Nava Gomar había emitido una resolución favorable al priista.
Fue el encargado de elaborar el proyecto de resolución mediante el cual el TEPJF desechó, el 31 de enero de 2007, la impugnación del PAN contra la opinión del Consejo Estatal Electoral de que Hank no tenía impedimento para ser candidato.
“Se propone desechar la demanda en tanto que la violación reclamada no resulta determinante para el desarrollo del proceso electoral o para su resultado final”, decía el proyecto elaborado por Nava, con lo cual el máximo órgano electoral no entraba al fondo sobre la ilegibilidad de Hank.
El litigio comenzó desde que, el 22 de junio de 2006, Hank hizo público que buscaría gobernar Baja California luego de ganar, en 2004, la alcaldía de Tijuana. Su obstáculo era el artículo 42 de la Constitución local, conocida como “ley antichapulín”.
Tal disposición establece, con una defectuosa redacción que da lugar a interpretaciones, que los legisladores y alcaldes están impedidos de ser postulados a otro puesto de elección popular durante el período para el que fueron electos, “aun cuando se separen de sus cargos”.
Desde julio de 2006, Hank Rhon pidió al Consejo Estatal Electoral su opinión sobre si ese artículo le impedía ser candidato, y en agosto el organismo respondió, por mayoría, que no había problema. El PAN recurrió entonces al TEPJF, que a propuesta de Nava desechó la queja.
El 20 de junio, y después de que el PAN impugnó, el Tribunal Electoral local revocó la candidatura de Hank Rhon. Fue cuando éste recurrió a su amigo magistrado Nava Gomar, cuya propuesta a sus compañeros del TEPJF validó, el 6 de julio, el registro del priista.
Aunque el proyecto que el pleno de magistrados votó para convalidar la candidatura fue la de Penagos López, Nava también se pronunció en el sentido de que con esa candidatura “no se quebranta la soberanía popular ni provoca interrupción, mucho menos impide el correcto funcionamiento de las instituciones y la continuidad de las tareas legislativas y de gobierno mediante la separación del cargo de manera oportuna para quien aspire a otro puesto de elección popular, ya que existen instrumentos para suplir deficiencias”.
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