Columna EN PRIVADO/ Alfredo Originales
rrazones.com, 3 de febrero de 2010;
LA CUENTA REGRESIVA.
Urge nominar candidato para que haya tiempo a la operación cicatriz.
Advertía en el artículo anterior que la guerra sucia con miras a la sucesión en el gobierno del Estado de Sinaloa, iba a seguir y cada vez con mayor intensidad en contra del alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón, para muchos el candidato del gobernador.
Pues bien, no pasaron muchos días para ser testigos de otro misil dirigido no solo a reventar el proyecto del gobernador, sino a enfrentar al propio mandatario Jesús Aguilar Padilla con su delfín, al atribuirle al primero una declaración dando por muerto a Jesús Vizcarra debido a su relación con el narcotráfico.
Hace días gente cercana al presidente municipal de Culiacán me revelo que en la agenda de riesgos ya tenían previsto todos estos ataques, de tal manera que no los toman por sorpresa, sin embargo, creo que a estas alturas y por el alto grado de belicosidad la sucesión gubernamental en Sinaloa está entrando en una etapa crítica de polarización riesgosa.
Hace una semana señalaba también que esta situación de polarización aguda generada y alentada por el “fuego amigo”, podría dar pie a que finalmente el gobernador Jesús Aguilar opte por otra vía, lo que implicaría sacrificar a los dos precandidatos más visibles: Jesús Vizcarra y el senador Mario López Valdez.
Quienes se oponen a ultranza de que el alcalde de Culiacán no sea el candidato del PRI para gobernador y para ello están echando toda la lumbre al asador, a lo mejor no han dimensionado que, junto con ello están “quemando las naves” de las aspiraciones del empresario ferretero.
En este sentido, la especulación más fuerte es que dentro del cuartel del gobernador ya se valora la conveniencia de seguir o no adelante con el proyecto vizcarrista, pero con la premisa por delante de que si no es uno, el otro tampoco.
¿Qué tan viable es este escenario? Hay quienes no lo descartan porque la polarización que se está dando entre los grupos aguilaristas y millanistas, va más allá de posicionamientos personales, sino de intereses no “alineados” término acuñado por el principal protagonistas, el ex gobernador Juan Millán.
Pero también hay quienes sostienen la idea de que a pesar de toda esta guerra sucia, o lodo, como quieran llamarle, el proyecto vizcarrista sigue adelante en el entendido de que no hay la mínima preocupación por el linchamiento mediático en su contra.
Según estos últimos, el sustento optimista de este escenario es que le apuestan a que, si bien es cierto de que una mentira repetida hasta la saciedad termina por creerse, igual sucede en que al final genera fastidio dentro de la percepción ciudadana y por ende acaba encapsulada como desecho.
Sobre todo porque hasta el momento, después de tres meses de ataque continuo, en nada ha menguado el trabajo que como alcalde y presidente de la FENAM, Jesús Vizcarra está desplegando en su municipio y en la entidad.
Los más optimistas, creen en que este ataque sistemático está generando en torno al alcalde culiche la sensación de víctima, y de repudio contra sus adversarios.
Al margen de estos posicionamientos y tratando de ser lo más objetivo o menos subjetivo posible, creo que este enfrentamiento intestino dentro del PRI por la candidatura a gobernador, esta desgastando al partido, a los precandidatos y a toda la clase política en general porque deja en evidencia la ambición desmedida por el poder.
Y hablo en términos generales, porque lo mismo ha sucedido en otros partidos, como en el PRD cuyas tribus prácticamente desmantelaron todo el capital político que generó Andrés Manuel López Obrados en el 2005 y que hoy se encuentra minimizado y focalizado solo en el centro del país.
Lo cierto es que el PRI enfrenta hoy en Sinaloa uno de sus mayores retos de su existencia que es la estabilidad y unidad partidista y si el gobernador como primer priista no acierta en su decisión puede poner en riesgo la hegemonía que por casi nueve décadas ha mantenido en la entidad.
Cualquier decisión que tome Jesús Aguilar Padilla sobre quien deberá ser el candidato, -haya o no la tercera vía- debe ser sustentada en una valoración ponderada que incluya las debilidades y fortalezas del ungido, pero en especial fincado en acuerdos y negociaciones, cuya premisa será la de ganar-ganar.
Así pues, empieza la cuenta regresiva en el PRI-Gobierno. El destape oficial debe darse ya para que la operación cicatriz entre en acción inmediata, para que haya tiempo suficiente de restaurar heridas, cubrir facturas, cumplir compromisos, acuerdos y negociaciones.
Sobre todo porque las condiciones de vida en Sinaloa no son nada favorables para el gobierno en sus tres niveles, por el alto grado de violencia e inseguridad y nula respuesta de las autoridades para garantizar la paz y tranquilidad a los sinaloenses
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