Protesta social contra la carestía de la vida
Más de 400.000 personas se manifiestan en Israel en la llamada 'Marcha del millón'
El centro de Tel Aviv, colapsado por los manifestantes.
Sal Emergui | Tel Aviv (Israel)
El Mundo, sábado 03/09/2011
Kikar Medina (Plaza del Estado) de Tel Aviv pasará a la historia. Quizás en pocos días vuelva a ser conocida como el bastión de las marcas más lujosas y caras del momento. Pero la noche del 3 de septiembre del 2011 ha catapultado esta plaza a un puesto preferente de la historia de Israel al ser el motor de la mayor manifestación que ha visto y seguramente verá. "Ahora no se llama Plaza del Estado, sino Plaza del Pueblo", dice uno de los líderes de la lucha social que empezó hace siete semanas en la cuenta de Facebook de una joven indignada con el elevado precio del alquiler de la vivienda.
Nada mejor que esta plaza -donde comprar unos zapatos 'requiere' una hipoteca- para que la lucha social lanzara su grito más numeroso y masivo. Un llamamiento para exigir 'justicia social' y un plan inmediato de reformas que ponga fin al espectacular incremento de la vida en Israel.
"Desde hoy la sociedad israelí se divide en dos: los que siguen resignándose y diciendo que 'la vida es así' y los que salen a las calles para provocar y exigir un verdadero cambio social y económico", exclama Itzik Shmuli, carismático líder estudiantil ante 300.000 manifestantes en Tel Aviv. En total, más de 400.000 personas han salido a las calles -406.000 según el canal 2 y 460.000 según el el canal 10- en una veintena de ciudades en lo que parece, con el fin del verano, el acorde final de este tipo de manifestaciones.
Los jóvenes que desde hace 52 días están en las calles en marchas y tiendas de campaña pidiendo mayor conciencia social del Gobierno fueron tan ambiciosos que aceptaron la iniciativa nacida en las redes sociales llamada 'Marcha del millón'. Finalmente no han alcanzado esta cifra imposible, pero sí una que es suficientemente importante como para que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se dé cuenta de que la llama de la protesta social sigue sin apagarse.
"Israel necesita una Cúpula de Hierro social", nos dice Tsaji en alusión a las tres baterías defensivas desplegadas en el sur del país para neutralizar los misiles de las milicias palestinas de Gaza. Acompañado de su esposa, su hijo de 10 años y otros centenares de miles, este abogado israelí exige -casi al borde del ruego- que Israel dedique a la agenda social los mismos recursos empleados en asuntos de guerra y paz desde su creación en el 48.
Al lado, Coby con su hijo de 4 años, se muestra optimista: "Dicen que al acabar el verano y la vuelta al trabajo y el cole, la protesta se acabará pero yo le digo que en las próximas elecciones, la genda social será la que mande. Que 'Bibi' se entere!", nos dice en alusión a Netanyahu, que no tiene suficientes horas en la agenda para afrontar las manifestaciones sociales, la crisis con Turquia y la frágil tregua con las milicias de Gaza o el tsunami que se avecina a finales de mes con el reconocimiento del estado palestino en la ONU.
A la espera de las conclusiones de la comité encabezado por el prestigioso profesor de origen argentino Manuel Trachtenberg, la lucha social ya puede presumir de varios logros: un nuevo lenguaje en el debate público, reducción de precios de poderosas empresas de alimentación y ropa, planes para abaratar la vivienda y, sobre todo, haber convencido a los politicos y jerarcas económicos de que la clase media se ha despertado.
Aunque durante toda la semana se ha afirmado que el gran examen de esta campaña social sería la manifestación de este sábado por la noche, el gran reto para los manifestantes tiene lugar el día después. Es decir, como se traducen en hechos y medidas el espectacular caudal de protestas, exigencias y deseos de un verano tan diferente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario