Matar al periodista/Ricardo Aleman.
Columna Itinerario Político en
El Universal, 30 de mayo de 2013
En
los años del florecimiento del viejo PRI –años 60 y 70; tiempos del partido
único, de elecciones "zapato", despotismo y autoritarismo–, la mayor
amenaza para el ejercicio del periodismo era precisamente el carácter represor
de esos gobiernos.
Tiempos
en los que resultaba no sólo imposible cuestionar, criticar y confrontar las
voces y los dichos del gobierno priístas en turno sino que era suicida disentir
de las versiones oficiales y, no se diga, poner en duda la palabras
presidencial.
Hoy
–40 o 50 años después–, las mayor amenaza para el periodismo ya no está tanto
en el gobierno federal –a pesar de que existe gobiernos estatales represores de
la prensa–, sino que el peligro está en el carácter represor de las bandas del
crimen organizado y el narcotráfico que, literalmente, han matado al periodismo
y asesinado a no pocos periodistas en estados como Tamaulipas, Coahuila,
Sinaloa, Michoacán, Veracruz y otras, en donde fue proscrita la libertad
periodística.