Inauguración
de la Autopista Durango-Mazatlán y Conmemoración del Día del Caminero
17
OCT
Señoras
y señores.
Muy
buenas tardes, a todas y a todos ustedes.
Me
da mucho gusto estar aquí, en Durango, con varios motivos que nos convocan el
día de hoy.
En
primer lugar. Quiero saludar a los señores Gobernadores, particularmente al
Gobernador del Estado de Durango, a quien le agradezco su hospitalidad, su
mensaje de bienvenida, que al igual que lo hiciera el señor Gobernador del
Estado de Sinaloa, se suman de manera entusiasta al trabajo, al esfuerzo y,
sobre todo, a este impulso transformador que el Gobierno de la República ha
venido realizando en los últimos meses.
Quiero,
también, saludar a los Gobernadores de entidades vecinas que se benefician,
precisamente con la obra que hoy inauguramos.
Al
Gobernador del Estado de Zacatecas, al Gobernador del Estado de Coahuila, al
Gobernador del Estado de Tamaulipas, de Chihuahua, a quienes agradezco su
presencia.
Y
de todos ellos, agradecer la coparticipación que han tenido para la realización
de esta obra, porque si bien es una obra que ha dedicado importante inversión
por parte del Gobierno Federal, estas obras sólo pueden materializarse cuando
las autoridades locales acompañan el esfuerzo del Gobierno Federal, cuando
coadyuvan a la liberación del derecho de vía, a que podamos facilitar la
realización de la obra material, como a la obra que hoy estamos entregando.
Por
eso, señores Gobernadores, quiero expresarles en nombre del Gobierno de la
República, mi reconocimiento y mi gratitud para la materialización de esta
importante obra para el desarrollo de esta región del Norte del país.
Muchísimas
gracias.
Quiero
saludar a los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial de las entidades
aquí, hoy presentes.
A
las distintas autoridades del Gobierno de la República, de los gobiernos
estatales.
A
Senadores de la República.
Legisladores
Federales.
Presidentes
Municipales, particularmente a los Comandantes de la Región Militar y Naval de
esta región Norte del país, a quienes saludo con respeto y con afecto y con
reconocimiento a su trabajo cotidiano, precisamente, para coadyuvar al impulso
transformador del país.
A
los señores empresarios y constructores del país.
Y
de manera particular a las empresas constructoras que participaron en la
realización de esta obra, a quienes les representan, les saludo con respeto y
con gratitud por su compromiso para, el día de hoy, el Día del Caminero,
entregar esta importante obra de desarrollo.
En
este día que celebramos el Día del Caminero, de manera muy particular quiero
saludar a los camineros que están hoy aquí presentes.
A
los hombres que con su trabajo diario han venido trabajando y esforzándose,
precisamente en la construcción de caminos, carreteras y autopistas a lo largo
y ancho del territorio nacional.
No
sólo a quienes han contribuido a la realización de esta obra, que felicito y
agradezco su presencia, pero desde aquí quiero saludar a todos los camineros, a
todos los hombres que en distintos espacios de participación y de trabajo,
precisamente han dedicado su esfuerzo cotidiano y permanente a la construcción
de los caminos, carreteras y autopistas que unen a esta gran Nación.
Para
todos ustedes mi reconocimiento y felicitación en este Día del Caminero.
Y
al tiempo que saludo desde aquí a todos los camineros del país, quiero saludar,
de manera muy particular, a toda esta distinguida concurrencia.
Saludar
a esta gran representación de la sociedad duranguense, de Sinaloa, a las
autoridades eclesiásticas, empresariales, organizaciones de la sociedad civil.
Y
de manera muy señalada, a todos los jóvenes que de Durango y de Sinaloa se han
dado cita, y que de manera entusiasta participan en este acto.
A
todas las mujeres, a las mujeres de Durango que invariablemente han sido
solidarias, y que generosamente me han expresado su adhesión y su bienvenida en
ocasión de visitar nuevamente el Estado de Durango.
Muchísimas
gracias a las mujeres y a los hombres que están hoy aquí presentes.
Gracias
por su presencia.
Insisto,
saludo a todas las autoridades aquí presentes, a señores exgobernadores del
Estado de Durango que también nos acompañan.
A
los señores representantes de los medios de comunicación.
Señoras
y señores:
Hoy
son varios los motivos que nos convocan en este acto.
En
primer lugar, como ya lo he señalado, es felicitar a los camineros del país, a
quienes, insisto, han dedicado sus esfuerzos, como aquí lo hemos escuchado, a
la construcción de todos los caminos, carreteras y autopistas que transitan por
la geografía de nuestro territorio, pero que al mismo tiempo unen a los
mexicanos.
Unen
distintas regiones, poblaciones, comunidades de toda la geografía nacional y
que eso, al final de cuentas, nos da sentido de identidad y de pertinencia a
esta gran Nación.
Esa
es la trascendencia de las grandes arterias que unen a los mexicanos, la
construcción de estas vías que al final de cuentas son rutas y vías de progreso
y desarrollo para la Nación, que al hacerlo no sólo nos identifican y nos unen
a las distintas regiones, sino también permiten el desarrollo de las distintas
regiones de nuestro país.
Porque
las carreteras y caminos que transitan nuestra geografía permiten realmente
impulsar el desarrollo económico de nuestra Nación, favorecen a que la
distancia o el tiempo que lleva ir de un lugar a otro sea más corto, sea más
rápido, sea más seguro.
Favorece
también a que los productos que favorecen al abastecimiento de las distintas
regiones, también pueda hacerse en menos tiempo y con ello disminuir el costo
de los productos.
Nos
vuelve más productivos al disminuir los costos de producción y de traslado en
lo que tiene que ver con el aprovisionamiento de toda la cadena productiva de
muchos de los productos que se generan en el país y después llevarlos al
consumidor final o exportarlos a otras partes del mundo.
Eso
es lo que hacen las carreteras. Eso es lo que hacen los caminos que transitan
por la geografía nacional.
También
favorecen a que otros servicios, como los servicios de salud, los servicios
educativos, la atención del Gobierno se acerque a las comunidades, a veces
apartadas, que necesariamente se ven beneficiadas cuando llega el camino o la
carretera que les comunica con otros centros poblaciones de mayor desarrollo.
Los
caminos y carreteras también, además de darnos sentido de identidad, favorecen
al desarrollo turístico, al desarrollo económico de todo el país.
Esa
es la trascendencia y por eso el 17 de octubre, con la historia que nos ha
referido el ingeniero Clemente, nos permite ubicar muy bien la trascendencia e
importancia que tiene reconocer a los camineros de nuestro país, a quienes por
generaciones y en esta época, hacen de su trabajo aquello que permite realmente
seguir construyendo caminos, carreteras y autopistas para el desarrollo del
país.
Y
hoy les quiero decir a los camineros de México: estamos preparados, como lo
hemos venido estando y han seguido trabajado, porque el plan carretero y de
impulso a infraestructura carretera que este Gobierno tiene trazado, es muy
ambicioso.
Vamos
a construir más caminos, más autopistas y más carreteras, más puertos, más vías
de ferrocarril porque precisamente de ello depende el desarrollo económico y
social que tenga nuestro país.
Al
presentar el Plan Nacional de Infraestructura anticipamos una inversión muy
ambiciosa que queremos dedicar a la infraestructura del país: 1.3 millones de
millones de pesos, entre la participación del sector público y privado, es el
objetivo que nos hemos trazado.
Esto,
sin duda, nos permitirá entregar un país mejor comunicado, con mejores puertos,
con mejores vías de ferrocarril, que nos integren y comuniquen de mejor manera.
Por
eso, señores camineros, felicidades en su día, reconocimiento y convocatoria
para que sigan trabajando en este proyecto ambicioso que el Gobierno de la
República tiene trazado para el desarrollo del país.
Queremos
hacer de México un centro logístico de alto valor agregado. Ya quienes me han
antecedido en el uso de la palabra han hecho referencia a la importancia e
impacto que tendrá la obra que hoy estamos entregando y a la que en un momento
más habré de referirme.
Pero
al hacerlo, han dejado muy en claro que México tiene una ubicación geográfica
relevante que tenemos que aprovechar en beneficio de los mexicanos para
impulsar su desarrollo y para impulsar la dinámica económica del país. Porque
éste es el elemento central que permitirá cambiar el entorno en nuestro país.
Son
varios los retos que tenemos por delante y que los estamos enfrentando, a
través de impulsar reformas transformadoras.
No
queremos administrar la inercia, no queremos mantenernos pasivos. Queremos
mover la conciencia nacional, precisamente para cambiar de fondo y de raíz.
Y
tenemos retos en materia educativa, en materia de seguridad pública. Pero todo
esto está íntimamente vinculado al entorno o al crecimiento económico que
México tenga.
Por
eso, he señalado que un motor fundamental para lograr una mejor atención y
eficacia en otros retos que tenemos, es lograr el México próspero que nos hemos
propuesto alcanzar y llevar a cabo.
Que
eso significa crecer económicamente, imprimirle al país una nueva dinámica
económica para que todo mexicano, desde cualquier espacio donde se desenvuelva,
pueda además de escribir su propia historia de éxito, tener un espacio de
oportunidad y de crecimiento individual.
Lo
haga trabajando en alguna empresa, lo haga, también, en su propio negocio y que
ese negocio pueda prosperar, pueda crecer, pueda ampliar su horizonte de
crecimiento y de expansión como negocio.
Para
eso necesitamos que la economía tenga una mayor dinámica y las carreteras, sin
duda, son arterias fundamentales para lograr este acelerado crecimiento
económico de forma sostenida.
México,
insisto, queremos hacer de México este centro logístico, porque somos un país
que está geográficamente ubicado en Norteamérica, en Centro y Sudamérica y que
somos la entrada a todo este gran mercado.
Y
que tenemos que elevar, también, las condiciones de competitividad para que
México sea más atractivo por su ubicación geográfica, por la red de carreteras
que circulan por la geografía nacional. Pero también, lo sean por la calidad y
la economía o el costo más económico que tengan los insumos que se demandan
para producir en el país.
Porque
fundamental será elevar la productividad entre los mexicanos para crecer
económicamente de manera más acelerada.
Por
eso, en este entorno, en esta óptica y en este objetivo es que hoy me
congratulo de, junto con ustedes, en este espacio que yo apelaría que guardaran
todos en su memoria, porque, sin duda, es una fecha histórica, porque todos
ustedes están siendo parte de la historia en la construcción de la
infraestructura más relevante y trascendental para el país.
Hoy
estamos entregando una obra de especial relevancia, la Autopista
Mazatlán-Durango, pero que no sólo conecta estas dos importantes ciudades, sino
que además, se suma o se conecta con otras importantes autopistas que
prácticamente integran de mejor manera siete entidades del país de esta región
Norte de México.
Esta
autopista que se ha venido construyendo desde el año 2001 y que ha tomado
tiempo por la complicación y por la gran ingeniería, y aquí permítanme hacer
reconocimiento a los ingenieros mexicanos por lo que han puesto en aptitud, y
en capacidad y en tecnología en la realización de esta obra.
Ésta
es una obra de alta especificación pero, sobre todo que ha demandado una gran
habilidad y una gran capacidad de los ingenieros de México. Tiene 115
estructuras, 61 túneles. Ha tomado todo este tiempo para su construcción.
Y
hoy estamos entregando el último tramo, de 60 kilómetros, casi 61 kilómetros
que faltaban para la total operación de esta autopista.
Y
que, reitero, no sólo conecta a estas dos ciudades importantes del país, Mazatlán-Durango,
sino que, además, integra, prácticamente se convierte en una autopista que
conectará al Golfo con el Pacífico.
Y
con otras autopistas, por ejemplo, de Chihuahua a Mazatlán ahora sólo tomará
siete horas recorrerla; de El Paso a Mazatlán 10 horas; de Matamoros a Mazatlán
aproximadamente 14-15 horas. Ésta es la distancia y éste es el tiempo que
tomará acercar a estas ciudades, por sólo citar algunas.
Y,
por igual, acerca a otras ciudades que tienen mucho que prometer e importante
desarrollo que alcanzar, a partir de esta infraestructura carretera que hoy
estamos entregando.
Por
eso, insisto, son ustedes testigos de la entrega de una importante obra,
trascendental para el desarrollo del país. Obras como éstas son las que
queremos seguir construyendo e impulsando en la geografía nacional.
Esta
autopista interoceánica es una que sin duda va a impulsar la actividad
económica, la actividad turística.
Es,
además, una carretera muy bella. Es una carretera de gran belleza escénica.
Que
además de brindarle seguridad a quienes transiten por ella, podrán disfrutar de
los paisajes, podrán disfrutar de las playas de Mazatlán; podrán disfrutar de
las ciudades con belleza arquitectónica, como Durango, como Zacatecas, que son
ciudades patrimonio de la humanidad.
Que
también favorecerán al turismo de aventura y de otro tipo, que estaremos
impulsando con esta autopista.
Son
muchos, muchos los beneficios que traerán aparejada la apertura y operación
total y plena de esta autopista.
Por
eso, me congratulo, me felicito de estar una vez más aquí, en Durango, de poder
saludar a la gente noble de esta entidad, lo mismo que de Sinaloa, que se han
dado cita en este encuentro y en la inauguración de esta carretera.
Ustedes
serán los primeros beneficiarios de esta obra y también pone por delante el
reto que tiene el Gobierno de la República para seguir impulsando la
construcción de más autopistas y de más carreteras que comuniquen de mejor
manera las distintas regiones y entidades de nuestra República Mexicana, porque
queremos que el país tenga un crecimiento armónico; que el desarrollo económico
y social de México esté por igual en todas las regiones y entidades del país,
que no sólo se dé en algunas partes de la República Mexicana, sino que lo mismo
que está ocurriendo y habrá de ocurrir en el Norte del país, lo mismo esté
pasando en el Sureste mexicano.
Por
eso aquí, hoy comprometo que el Gobierno de la República seguirá trabajando en
las reformas que darán marco a que el Gobierno tenga capacidad o mejores
capacidades para elevar la competitividad del país, al lado de la sociedad
mexicana y que también esto motive que más obras, como la que hoy estamos
inaugurando, estemos construyendo y desarrollando en otras regiones de nuestra
República Mexicana.
Aquí,
el Gobierno está cumpliendo con algo que nos trazamos al inicio de esta
Administración y que a menos de un año estamos entregando el 20 por ciento,
casi el 20 por ciento de lo que faltaba entregar de esta obra, estos 60
kilómetros de los 230 kilómetros que tiene en su totalidad la Autopista
Mazatlán-Durango.
Me
felicito de estar con ustedes, de acompañarles en la entrega de esta importante
obra que será para beneficio de estas entidades del país, que se verán mejor
comunidades y la contribución que harán al desarrollo y progreso de toda la
Nación.
Muchísimas
felicidades.
Quiero
concluir con un mensaje de reconocimiento a todos quienes hicieron posible esta
obra, a todos los camineros del país nuevamente, a todas las autoridades
involucradas y sobre todo mi gratitud por la hospitalidad que me han dispensado
en esta honrosa visita que hago al Estado de Durango.
Muchísimas
gracias.
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