«Puto es el hombre que de
putas fía
y puto el que sus gustos
apetece,
puto es el estipendo que se
ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta el
alegría
que el rato putaril nos
encarece;
y yo diré que es puto a quien
parece
que no sois puta vos, señora
mía.
Mas llámenme a mí puto
enamorado,
si al cabo para puta no os
dejare,
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me
pagare:
porque las putas graves son
costosas,
y las putillas viles
afrentosas"
El poema es de Francisco de Quevedo y Villegas nacido en Madrid en
1580 y difunto en 1645, de familia hidalga de la montaña de Santander. Pasó su vida infantil en
Palacio y en la Corte, donde se interesó por la política. Su padre, Pedro Gómez
de Quevedo Villegas, fue secretario de la princesa María, hija de Carlos V y
esposa de Maximiliano, emperador de Alemania; también fue secretario de doña
Ana María de Austria, cuarta esposa de Felipe II. Su madre, María Santibáñez de
Quevedo, fue dama de honor de la reina Ana María. Quevedo estudió con los
jesuitas en el Colegio Imperial de Madrid, y después cursó estudios en las
Universidades de Alcalá y Valladolid, sobre todo cuando Valladolid fue capital
de la Corte (1601-1606).
Luis de Góngora se interesaba por los valores fónicos, sensoriales e imaginativos del lenguaje.
Su poesía es amorosa, satírica, burlesca, metafísica, moral, religiosa, fúnebre, escatológica...
Ah y nadie se le hizo de jamón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario