6 jul 2014

A propósito de Cierra el colegio Westminster por casos de abuso sexual


A propósito de Cierra el colegio Westminster por casos de abuso sexual
LA REDACCIÓN
Revista Proceso # 1966, 5 de julio de 2014
PALABRA DE LECTOR
De Jaime Casarrubias Pérez
Señor director:
Por medio del presente escrito solicito que se me permita hacer uso del derecho de réplica previsto en la Ley sobre Delitos de Imprenta; esto en relación con un reportaje publicado en Proceso 1965, del 29 de junio del presente año, titulado Cierra el colegio Westminster por casos de abuso sexual, donde en repetidas ocasiones se hace referencia a mi persona.
En primer término, por lo que respecta a la afirmación en el sentido de que el colegio Westminster cerrará de manera definitiva debido a los casos de abuso sexual que se han presentado, puedo afirmar que esto no es del todo cierto. El cierre del colegio ya había sido planeado desde años antes, en 2010, al morir la dueña y fundadora del mismo.
Por otra parte, en lo que concierne directamente a mi persona, considero pertinente y necesario aclarar los siguientes puntos.

Es falsa la repetida aseveración de que diversas niñas fueron víctimas y testigos de abuso sexual por parte mía. Como se podrá constatar en el expediente y las averiguaciones previas a las que supuestamente tuvo acceso esta revista, en ningún momento se apersonaron ni se acreditó la existencia de estas niñas abusadas y testigos. El hecho por el que se me juzgó fue únicamente por un supuesto beso hacia una niña, el cual, tal y como lo sostuve durante todo el proceso, jamás sucedió.
 Además, en el procedimiento jamás se permitió a la defensa que se realizaran las pruebas psicológicas solicitadas, ya que sus padres se negaron en todo momento a que se efectuaran las pruebas periciales idóneas en materia psicológica por considerarlas contra la moral y las buenas costumbres. De esta manera, debe operar la presunción de inocencia en mi favor porque el daño de la menor no se puede atribuir a mi persona, pues aunado a lo anterior la menor declaró que su padre tenía problemas de alcoholismo y que era víctima de bullying por sus compañeras, siendo esto la causa de su daño psicológico. Estas declaraciones pueden ser consultadas en el expediente respectivo.
 Asimismo, en el reportaje se dice que los abusos eran cometidos en un lugar conocido como “la torre”. Esto resultó igualmente falso debido a que en el colegio no existe algún espacio físico conocido con ese nombre. Y en todas las instalaciones de la institución el flujo de gente era constante, por lo cual es improbable efectuar actividades ilícitas y que éstas sean mantenidas en secreto por tanto tiempo. No sólo eso, sino que todo el lugar era monitoreado las 24 horas del día mediante cámaras de vigilancia, y en ninguna de las grabaciones en poder de la escuela se aprecia la comisión de algún hecho delictivo. Tan es así que cuando en el procedimiento se solicitaron las grabaciones como prueba, el colegio no pudo presentarlas en virtud de que las mismas se “reciclaban” cada 15 días si en éstas no aparecía algo de importancia.
 Considero importante mencionar que, al ocurrir mi detención en mayo de 2012, una gran cantidad de padres de familia, exalumnos y alumnos del colegio se mostraron sorprendidos e inmediatamente me manifestaron su apoyo a través de cartas o acudiendo personalmente al juzgado a declarar en mi favor. La razón: que a ellos les constaba que el delito que se me imputaba no correspondía con la labor que había desempeñado por tantos años. Como prueba de esto pongo a su disposición las cartas que fueron enviadas en mi apoyo, así como el expediente abierto a mi nombre en el cual constan las declaraciones de los diversos testigos.
Finalmente, tal y como lo sostuve durante el proceso judicial, me declaro inocente del delito que se me imputó, y manifiesto que todo este “circo” fue armado en mi contra por denunciantes que buscan obtener dinero del colegio de manera fácil y deshonesta, pues el padre de “Laura” es una persona de comprobada deshonestidad, ya que fue destituido e inhabilitado para el ejercicio del servicio público por un periodo de 10 años al haber cometido un fraude millonario en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin más por el momento, reitero mi solicitud de publicar la presente carta, tomando en consideración que, a raíz de estos eventos, mi nombre se ha visto seriamente dañado, al igual que el de mi familia, por lo que deseo aclarar este asunto y evitar que se generen más confusiones.
Atentamente
Jaime Casarrubias Pérez
Respuesta de la reportera
Señor director:
Ante la carta enviada por el profesor Jaime Casarrubias Pérez, procesado y sentenciado por el delito de abuso sexual agravado en la averiguación previa FDS/FDS-6/T2/0033/12-04 D01 (PGJDF), permítame puntualizar a nuestros lectores lo siguiente.
1. La nota publicada se basa en los documentos de las averiguaciones previas, de los que tengo copia.
2. El profesor miente al manifestar que no se probó que hubiera ocurrido el abuso sexual agravado contra la menor desde que ella tenía nueve años de edad hasta los 12. El 28 de mayo de 2012 a las 20:00 horas se agregó a la averiguación previa citada el dictamen de la perito Haydee Patricia Hernández Echegaray. En él afirma que, de acuerdo con el dictamen psicológico, la menor agraviada “sí presenta sintomatología como consecuencia de la agresión sexual”.
 3. En la averiguación se asienta que hubo tres niñas de tercero de primaria que en el interior de la escuela se quejaron de abusos del profesor. También existe el testimonio ante la PGJDF de otra menor que afirmó haber atestiguado los abusos sexuales del profesor en el plantel. Dicho testimonio fue ratificado.
 4. El 7 de junio de 2012, a las 14:14 horas, la maestra Rosa Margarita Lezama Pérez testificó ante la PGJDF que, efectivamente, en horas escolares Casarrubias Pérez le pidió que dejara salir a la niña agraviada del salón durante su clase por lo menos cinco veces. La niña indicó que el profesor la llevó a un salón especial del colegio donde se guardan libros y material escolar. La existencia de ese lugar fue corroborada por la maestra en su declaración ministerial.
 5. El profesor fue declarado culpable “de abuso sexual agravado” y sentenciado a cuatro años cuatro meses de prisión. Casarrubias Pérez salió libre bajo fianza, luego de ser sentenciado, como beneficio por ser primodelincuente, pero como fue declarado culpable tiene que ir a firmar al penal de Santa Martha una vez al mes.
 6. Casarrubias Pérez también miente respecto a las razones por las que fue cerrada la escuela. Tengo en mi poder un e-mail enviado por el director y dueño del colegio, Byron Iconomópulos, fechado el 14 de noviembre de 2013, en el cual informó por primera vez a los estudiantes, padres de familia y profesores que el plantel cerraba sus puertas por problemas financieros, ya que había bajado notablemente la matrícula de alumnos y no le era posible mantenerlo. Para esa fecha, el colegio y los padres de familia de un menor afectado estaban litigando una indemnización millonaria como parte de la reparación del daño. El 11 de junio pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación ratificó la sentencia del pago de 12 millones de pesos a la víctima y sus padres. Asimismo, dispongo de un e-mail fechado el 17 de junio de 2014 en el que un padre de familia del Westminster School informa a un familiar de otra de las víctimas que, en cuanto se comenzó a saber de los abusos sexuales, varios padres de familia como él comenzaron a sacar a sus hijos de la institución, y que de una matrícula de 2 mil alumnos ésta comenzó a reducirse dramáticamente.
 Atentamente
 Anabel Hernández

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