Caso
Dauahare, el último acusado/JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN |
La Silla Rota, | 2014-08-19
La
llegada a la PGR de Jesús Murillo Karam sirvió, entre otras cosas, para lavarle
la cara a una institución sin credibilidad.
1.-
Será cuestión de semanas, quizá de días, para que el abogado Gerardo Ortega
Maya, coacusado en uno de los procesos que la Procuraduría General de la
República (PGR) armó en contra de los generales Tomás Ángeles Dauahuare,
Ricardo Escorcia Vargas, Roberto Dawe Gonzálezy elMayor Iván Reyna Muñoz,
señalados falsamente, en el 2012, de tener nexos con el cártel de los hermanos
Beltrán Leyva, salga de la cárcel.
2.-
La mala obra fue estructurada por los máximos pilares del sexenio calderonista:
La procuradora Marisela Morales Ibañez y el general secretario de la Defensa
Nacional, Guillermo Galván Galván, ambos de traumático, cruento y dudoso
desempeño.
3.-
Las venganzas personales permitieron orquestar un burdo y procaz entramado
narcopoliciaco para golpear a militares fuera del control panista y a quienes
estuvieron cerca de ellos.
La
procuradora y su general anticrimen organizaron, con pedacería de aquí y de
allá, con testigos colaboradores elegidos para reforzar expedientes hechos
sobre las rodillas, un caso de falsa colaboración con cárteles de la droga (el
de los Beltrán, el de Sinaloa) que llevó a prisión a cinco militares y a un
civil.
4.-
Los de uniforme fueron quedando en libertad conforme se caía el caso de papel,
cortado por la PGR de Calderón. Todos están libres tras demostrarse que las
acusaciones eran falsas, que los testigos colaboradores (Jennifer – Roberto
López Nájera- y Mateo (el narcotraficante Sergio Barragán Villarreal, El
Grande) fueron usados para acusar a modo a los generales y al civil.
5.-
La llegada a la PGR de Jesús Murillo Karam sirvió, entre otras cosas, para
lavarle la cara a una institución sin credibilidad y con escaso margen de
maniobra entre la sociedad y la opinión pública.
El
desaseo y el quebranto del Estado de derecho dejado en la procuraduría de
Calderón fueron abordados con casos insignia como el del general Dauahare y sus
coacusados, especialmente los militares, para ser resueltos de inmediato ya que
no sólo se trataba del manoseo vulgar de la PGR hecho por la propia PGR, sino
además del linchamiento de militares pergeñado desde instituciones civiles y
castrenses.
Había
que extender una verdadera operación limpieza para sanear las heridas de la
anterior administración.
6.-
Por eso el apresuramiento, dentro de plazos legales pertinentes, para que la
PGR de Murillo reconociera en los primeros meses de la gestión de EPN que no
había, que nunca hubo pruebas en contra de Dauahare, Escorcia, Dawe y Reyna en
los expedientes armados por Marisela Morales.
Pero
en la lista de coacusados del general Tomás Ángeles quedaba y queda una persona
más; el abogado Ortega Maya, un civil sacado de su casa una noche de mayo de
2012 por agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO) y llevado a los separos de dicha instancia para
ser torturado física y psicológicamente con un objetivo: declarar en contra el
general Dauahare y coacusados.
Gerardo
Ortega Maya no cooperó con la PGR y sufrió las consecuencias. Se le ha seguido
proceso en la causa penal 31/2012.
7.-
A partir de ese momento, su hermana Karina se ha dedicado a difundir el caso de
Gerardo en donde le ha sido posible hacerlo. El abogado fue arraigado durante
50 días en la Casa de Arraigo para luego ser enviado al Centro Federal de
Readaptación Social Número 3 (CEFERESO 3), en Matamoros, Tamaulipas.
Karina
ha relatado en varias ocasiones que “su único delito es haber sido amigo del
General y haberle demostrado su lealtad y amistad a pesar de la brutalidad con
la que fue lastimado durante su tortura en la cual tan sólo por reseñarle le
navajearon y quemaron con cables eléctricos sus piernas centímetro a
centímetro, lo golpearon y trataron de asfixiar con diversos líquidos y métodos
de tortura y por no haber aceptado cooperar le dijeron que le acabarían la vida
y pasaría el resto de su vida en prisión…”.
En
2012 una juez federal negó la formal prisión en su contra por falta de
elementos, sobre todo por las inconsistencia en las declaraciones de los
testigos colaboradores cuyos testimonios sirvieron para iniciar la indagatoria
en contra de Dauahare y luego de Ortega Maya.
Otra
jueza le abrió una nueva causa penal basada de nuevo en pruebasaportadas por
los mismos testigos protegidos, quienes señalaban que el abogado trabajaba para
una organización de Los Cabrera Sarabia, que reclutaba funcionarios de PGR para
comprar información sensible de la lucha antidrogas.
8.-
Por la forma en que opera nuestro sistema de justicia penal, es prácticamente
imposible saber si el caso del abogado Ortega Maya va avanzando de manera
favorable porque llegó a su fin la era panista en Los Pinos o porque en algún
lugar del sistema todavía se aplica la ley y no la justicia a secas.
El
pasado 7 de agosto, los abogados de Ortega Maya ganaron un amparo en segunda
instancia con el que han conseguido que se le decrete la libertad inmediata por
el delito de Delincuencia Organizada por el que lo detuvieron en 2012.
9.-
A Gerardo Ortega le queda aún otro delito, el de portación de armas de uso
exclusivo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, las cuales estaban en su poder
al momento de ser detenido.
El
detalle es que las armas en cuestión pertenecen al general Tomás Ángeles
Dauahare, quien solía dejárselas encargadas al abogado cuando salía de viaje.
De
hecho, la defensa de Ortega Maya pidió en al menos dos ocasiones durante el
proceso que el general Dauahare compareciera en Tamaulipas para que explicara
que él era el dueño de las armas de fuego y que dijera que se la había dejado a
su amigo como la había hecho en varias ocasiones durante 12 años, el tiempo que
llevaban de conocerse.
10.-
Dauahare, por consejo de sus abogados, nunca atendió los citatorios. La defensa
de Gerardo Ortega Maya también pidió a la Sedena copias, constancias de la
propiedad de las armas a partir de los números de serie registrados por la
dependencia.
Pronto
se conocerán esos datos con los que se tendrá el panorama completo del montaje
de la PGR en el caso Dauahare, y en particular en el caso del abogado Ortega
Maya, detenido por no culpar a su amigo a quien, además, le cuidaba sus armas
registradas ante la Sedena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario