La
Historia en Canal Once/FLORENCE TOUSSAINT
Revista
Proceso
# 1970, 2 de agosto de 2014
La
actual administración de Canal Once ha dejado programas realizados por la
televisora en el sexenio pasado para ser repetidos. Es el caso de Bienes
raíces; lo mismo sucede con varias de las series adquiridas, entre otras
Downton Abbey o Jo. La primera doblada al español, la segunda subtitulada.
La
barra de opinión se mantiene con muy pocos cambios, resalta únicamente el afán
por modificar colores o escenografías como en Primer plano. De la producción
propia siguen elaborándose La ruta del sabor, Aquí nos tocó vivir, Conversando
con Cristina Pacheco. Así mismo Diálogos en confianza, modificado casi por
completo, D Todo con distinta conductora.
Lo
nuevo propio es poco, se caracteriza esencialmente por el énfasis en temas
históricos, sea de la política, la técnica, la economía o las artes. Aparecen Retratos, Momentos de una historia,
Historias de vida, Actívate, Tu cocina, Yo sólo sé que no he cenado. Para
discusión y comentarios está Sacro y profano, que analiza las distintas
religiones del planeta, sus raíces sociales, geográficas, sus mezclas, alcance.
Celebrar
los 55 años resulta un motivo para poner al aire breves comentarios laudatorios
a cargo de todo tipo de personajes, hasta de aquellos que no están vinculados
con el canal. También se han rescatado del archivo fragmentos de grabaciones,
con lo cual se va ilustrando el nacimiento y desarrollo de la emisora. Este
ejercicio es importante pues no basta la historia escrita, el relato verbal,
una institución audiovisual necesita salvar en imágenes esos relatos. Ahí están
los estilos, las evoluciones de lenguaje, los protagonistas en su tránsito o
permanencia, según maduraron, según envejecieron. También pueden notarse los
giros en la línea editorial. Si bien al ser ésta una administración priísta, lo
que se destaca son logros interesantes para esa corriente política. No es una
historia objetiva, ni siquiera equilibrada, pero a partir de lo exhibido puede
reconstruirse una parte de lo que ha sido la emisora del Instituto Politécnico
Nacional e interpretarla bajo parámetros críticos.
Otras
producciones de la casa han sido el relato de cómo se restauraron los órganos
de la catedral de México, diversos pasajes de los hechos de la Colonia, la
independencia, la reforma y la revolución de 1910. Se introdujeron cápsulas
informativas de tres minutos, efemérides en su mayoría. Se dio a los oficios un
espacio.
Sin
embargo continúan prevaleciendo las series compradas, la barra matutina para
niños está plagada de ellas. Después del noticiario hay también emisiones
foráneas. Ese giro dado por Fernando Sariñana en el sexenio de Calderón le
quitó a Canal Once su carácter nacional, su impulso productivo, la misión de
difundir materiales pertinentes a mantener un público. Permanece el rasgo
propagandístico a favor de todo lo que haga o diga el gobierno de Peña Nieto.
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