1 jun 2016

Jueces (y abogados) del mundo en el Vaticano contra traficantes y explotación

 Jueces (y abogados) del mundo en el Vaticano contra traficantes y explotación
Estará por allá el mexicano Samuel González Ruiz.
El 3 y 4 de junio habrá una cumbre sin precedentes entre expertos de justicia para discutir sobre el tráfico de seres humanos, sobre las mafias, el narcotráfico, la explotación de la prostitución y de los menores, de los migrantes y de los desplazados. 
Entre los problemas identificados destacan las lagunas en las leyes nacionales e internacionales para combatir al crimen organizado a nivel global y sus «estructuras de pecado»
Vatican Insider, 31/05/2016/
FRANCESCO PELOSO
CIUDAD DEL VATICANO
Es una cumbre verdaderamente extraordinaria la que se llevará a cabo en el Vaticano entre el viernes y el sábado próximos. Se trata de la Cumbre de los jueces sobre la trata de personas y el crimen organizado, promovido por la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales. Está prevista una audiencia con el papa Francisco.
Específicamente, un centenar de magistrados, procuradores, representantes de órganos e instituciones de justicia de todo el mundo comprometidos en la lucha contra los diferentes fenómenos criminales, se reunirán en la Casina Pío IV, dentro de la Ciudad del Vaticano, para confrontarse abiertamente sobre diferentes temas de actualidad, como la trata de personas, el narcotráfico, la difusión de las organizaciones criminales y mafiosas a nivel global, la explotación de la prostitución, el tráfico de órganos… Todos estos temas han sido mencionados por Papa Francisco, quien ha tratado de llamar la atención de la comunidad internacional, sobre todo en su discurso en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York de septiembre del año pasado.

 En el texto que acompaña la convocatoria a la cumbre, mons. Marcelo Sánchez Sorondo (Canciller de la institución), en nombre de la Academia Vaticana, explicó: «La sociedad global que busca la ganancia por sobre cualquier cosa y que produce la cultura del descarte, como ha denunciado Papa Francisco en la ‘Evangelii gaudium’ y en la ‘Laudado si’’, ha generado un número infinito de marginados y excluidos». «En un mundo basado en la pura ganancia —añadió—, el producto interno bruto mundial declarado incluye las ganancias ‘informales’ obtenidas por las organizaciones mafiosas internacionales y por el crimen organizado, y se estima que representan el 10% del PIB global». Se trata de recursos, afirmó, que algunos países afirmaron oficialmente no haber reconocido, pero, como sea, han sido tomados en cuenta para calcular su Producto Interno Bruto.
 «Es bien sabido —escribió Sorondo— que 40 millones de personas sufren debido a las nueva formas de esclavitud y por el tráfico de personas», que incluye diferentes categorías, como «el trabajo forzado, la prostitución, la venta de órganos, el narcotráfico. Al mismo tiempo, como consecuencias de las guerras, del terrorismo y del cambio climático, hay 60 millones de desplazados y 130 millones de refugiados que representan el caldo de cultivo de los traficantes. Las instituciones y el sistema internacional no poseen, por ahora, lo instrumentos jurídicos adecuados para afrontar el desafío de la indiferencia global frente a los graves problemas antes indicados. Mientras tanto, el narcotráfico y las mafias aprovechan estas lagunas de gobierno y de legislación internacional para utilizar a nivel global ‘las estructuras de pecado’ nacionales e internacionales, bastante eficaces, y de esta manera ganar dinero esclavizando a los más vulnerables».
 En la sociedad global, indicó mons. Sánchez Sorondo, debemos volver a comenzar desde la justicia. «Ninguna instancia de justicia —afirmó— puede tolerar la violencia de la esclavitud ni del crimen organizado, y ningún poder debe corromper la justicia. Los jueces están llamados a cobrar conciencia plenamente de este desafío, a compartir sus experiencias y a trabajar juntos para abrir nuevos caminos de justicia y promover la dignidad humana, la libertad, la responsabilidad, la felicidad y la paz».
 Inaugurará las sesiones de trabajo el mismo Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales; después de él participarán la presidenta de la institución, Margaret Archer, el economista Jeffrey Sachs, experto de las Nacones Unidas en temas como el trafico de seres humanos y de droga, además de estar en sintonia con el Papa en relación con los temas del medio ambiente. También tomará la palabra Gustavo Vera, argentino como Sánchez Sorondo y amigo de Bergoglio, líder de la fundación Alameda, comprometida justamente en la lucha contra el trabajo esclavo, la explotación de menores y contra el narcotráfico. Muy nutrida será la presencia de magistrados, jueces y expertos: habrá unos veinte jueces y procuradores, guiados por Ricardo Lorenzetti, presidente de la Suprema Corte argentina y que se ocupará del papel que ha tenido la Suprema Corte en la lucha contra el narcotráfico.

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