La Arquidiócesis de Morelia confirmó el hallazgo del cuerpo sin vida del Padre Miguel Gerardo Flores, reportado como desaparecido desde el 18 de agosto.
En un comunicado difundido este 25 de agosto, el director de la Oficina de Prensa de la Arquidiócesis de Morelia, P. Raúl Sánchez Rodríguez, señaló que “lamentablemente se encontró sin vida” el cuerpo del P. Flores, de los Misioneros de la Sagrada Familia, “en Nueva Italia, municipio de Múgica, Michoacán”.
Sánchez Rodríguez aseguró que Mons. Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia, los obispos auxiliares y los sacerdotes de la arquidiócesis “nos unimos al dolor y expresamos nuestras condolencias a los Misioneros de la Sagrada Familia”.
Muy lamentable! ¿Por qué?
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Las columnas políticas hoy, domingo 26 de agosto de 2018...
Bajo Reserva/EL UNIVERSAL
** Los motivos de Tatiana Clouthier
La renuncia anticipada de Tatiana Clouthier como subsecretaria de Gobernación en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador le metió ruido a su colega Mario Delgado. Nos dicen que aunque muchos ya ven al todavía senador como el próximo coordinador parlamentario de los diputados federales, algunos legisladores le vieron potencial a la ex coordinadora de campaña de López Obrador para ser líder de esta fracción, la bancada más grande en la Cámara de Diputados. En esta pelea también siguen Alfonso Ramírez Cuéllar, Dolores Padierna y Pablo Gómez. Sin embargo, Tatiana asegura que no está en su interés liderar el rebaño moreno. Total, que para la Subsecretaría de Gobernación, Tatiana también se echó para atrás, pero sus motivos, asegura, son estrictamente familiares: sus dos hijos y su esposo.
El chocolate espeso de Ricardo Monreal
El coordinador de los senadores lopezobradoristas, el zacatecano Ricardo Monreal Ávila, como nuevo mandamás, de entrada abrirá una licitación, la de la auditoría externa de este órgano del Congreso, que le dé la radiografía del ejercicio del presupuesto, antes de la austeridad que dicen se va a implantar. Esa entrega-recepción será una auténtica petición de cuentas claras y el chocolate espeso, nos comentan...
Zambrano pelea escaño
Uno de los líderes de Los Chuchos, Jesús Zambrano no se resigna a quedarse en la banca en los próximos seis años. Nos dicen que este viernes Zambrano impugnó la repartición de los escaños plurinominales para el Senado, para ver si hay oportunidad de entrar a la Cámara Alta. Nos cuentan que el próximo senador del PRD, Juan Zepeda, ganó su lugar por las dos vías: la de mayoría relativa y plurinominal, pero la ley le obliga a ocupar el espacio por el que fue votado. En ese entendido, el INE le otorgó ese lugar al suplente de Juan Zepeda, Israel Zamora Guzmán, quien es un joven perredista del Estado de México. Nos describen que Zambrano quiere que la autoridad electoral invalide esta plurinominal y argumenta que debe entrar él porque es del mismo género y no Hortensia Aragón, porque habría una sobrerrepresentación de mujeres con Xóchitl Gálvez, que fue la número 1 en la lista pluri del PRD.
Agandalle en el PAN
Pues nada, que la historia de agandalles en Acción Nacional no para. Pese a voces del círculo de poder panista -vinculados, se admita o no, con el ex candidato presidencial Ricardo Anaya- criticaban que Damián Zepeda se mantuviera en la presidencia del partido y con miras a ser el coordinador parlamentario en el Senado, pues se ignoraron las alertas y se consumó lo que se preveía: un agandalle. Así que Damián prácticamente se autonombró coordinador, aunque en un boletín de prensa pomposamente dijeron que quien lo decidió fue Marcelo Torres Cofiño, como presidente en funciones. No aprenden.
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TEMPLO MAYOR/ REFORMA
A casi dos meses de su triunfo electoral, Andrés Manuel López Obrador no ha dicho quién quedará al frente del SAT, aunque se sabe que será una mujer, pues así lo anticipó el propio Presidente electo.
Mucho se ha mencionado a Rosalinda López Hernández, una fiscalista metida en la política, cuyo perfil tiene la peculiaridad de que su hermano Adán Augusto será gobernador en Tabasco y su esposo, Rutilio Escandón, gobernará en Chiapas.
Pero EN las últimas horas surgió otro nombre, el de la regiomontana Margarita Ríos-Farjat, abogada y maestra en derecho fiscal por la UANL, quien habría sido recomendada por el próximo jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
Sus credenciales son tan buenas que muchos ya la ven en la recta final para hacerse de la poco agradable pero muuuy necesaria tarea de recaudar.
** Si ven a Jorge Carlos Ramírez Marín en silla de ruedas y con la pierna derecha enyesada, no es porque anden duras las zancadillas en el PRI o porque la elección del coordinador senatorial se haya decidido a patadas.
Lo cierto es que se cayó haciendo ejercicio... y sin que alguien le metiera el pie. Y estuvo fuerte el golpe, pues tendrá que estar diez semanas con escayola.
** Donde aún no se decide quién será el coordinador de Morena es en la Cámara de Diputados. Lo cierto es que ayer, durante el registro de quienes serán los nuevos legisladores de ese partido, andaba muy activo Mario Delgado, repartiendo copias del que sería su programa de acción si obtiene esa posición.
En el otro extremo del espectro moreno, se vio a Dolores Padierna en plática de cuates con el dirigente de su partido en el Edomex, Horacio Duarte, y se sabe que ha estado cabildeando para que le den las riendas de la bancada más numerosa de la próxima Legislatura.
La reunión para elegir al pastor de la grey morenista será mañana... a ver si no salen chispas.
** Vaya crisis ambiental y social se está viviendo en Centla, Tabasco, con la muerte de decenas de manatíes por la exposición a sustancias contaminantes.
Y mientras la Semarnat de Rafael Pacchiano apenas se ha interesado en el asunto con medidas que se ven tardías e ineficientes, los pobladores andan más que enojados por la falta de atención.
La pesca en la zona se cayó y la contaminación no para. ¿A poco las autoridades actuales seguirán nadando de muertito y le dejarán la bronca a la próxima titular de Semarnat, Josefa González? Es pregunta de naturaleza ¡urgente!
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TRASCENDIÓ /MILENIO
Que en los corrillos de la Policía Federal y la Comisión Nacional de Seguridad consideran que el trabajo de toda la corporación, sumado al de las fuerzas armadas, será siempre insuficiente si los gobiernos de estados y municipios no asumen un papel activo en el combate a la delincuencia.
Luego de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, señalara que la Policía Federal no está lista para sustituir al Ejército y la Marina en esta tarea, consideran necesario reiterar que el artículo 21 constitucional establece que la seguridad pública es responsabilidad de la Federación, pero también de los gobiernos locales, cuya obligación es prevenir, investigar y perseguir delitos. Oportuno recordatorio.
Que quienes andan muy activos son los diputados electos de Morena Mario Delgado y Dolores Padierna, quienes dedicaron este sábado a hacer campaña entres sus compañeros del Palacio de San Lázaro para quedarse con la coordinación parlamentaria. Ambos aprovecharon que sus correligionarios electos por la vía plurinominal estuvieron ahí para tramitar su acreditación. Es una misión contrarreloj, pues la plenaria donde se votará al nuevo líder parlamentario es mañana.
Que siguiendo con los inquilinos de la próxima legislatura, hasta este sábado solo se habían registrado 95 de los 128 senadores, quienes rendirán protesta el próximo miércoles. El martes se espera que 15 legisladores del PRI concluyan el trámite; sin embargo, en el caso de Napoleón Gómez Urrutia, de Morena, nadie sabe nada aún. Incluso se dice que podría llegar directo a la sesión constitutiva del 29 de agosto.
Que Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno electa en CdMx, estará mañana con Andrés Manuel López Obrador en su reunión con integrantes de la Conago en el Colegio de Ingenieros Civiles de México AC. Ahí estarán, además de los 32 gobernantes locales, los mandatarios electos: Rutilio Escandón (Chiapas), Cuauhtémoc Blanco (Morelos), Adán Augusto López (Tabasco), Cuitláhuac García (Veracruz), Mauricio Vila (Yucatán), Diego Sinhue (Guanajuato) y Enrique Alfaro (Jalisco). A ver qué sale.
Que con el retiro de la línea del Golf a partir de 2019, Volkswagen analiza dos opciones: traer a su planta de Puebla la producción del Seat o comenzar el ensamblaje de una nueva SUV. Sin importar lo que pase, los 8 mil trabajadores de planta afiliados al gremio que encabeza Rey David García Avendaño tienen asegurado su puesto de trabajo.
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FRENTES POLÍTICOS/ EXCÉLSIOR
I. Compromiso. En el terreno de la rumorología, la declinación de Tatiana Clouthier al cargo de subsecretaria de Participación Ciudadana, Democracia Participativa y Organizaciones Civiles de la Segob fue leída como una ruptura con Andrés Manuel López Obrador. No se confundan quienes piensan que a Clouthier, quien coordinó la campaña ganadora en las elecciones, le faltó ambición o que fue relegada. Nada más inexacto. Desde siempre dijo que asumiría como diputada federal. "Estoy en donde mejor sirvo a mi país y donde más cerca estoy de quienes hoy me requieren en la casa chica: la familia", aclaró. "Asumo la diputación por así ser lo mejor para la Patria y mi familia; no hay telenovelas por escribir y sí cariño y trabajo de la mano con López Obrador". No especulen. Si alguien está comprometida con el país, es ella.
II. Suman fuerzas. Cualquier situación se resuelve mejor si los dirigentes de un equipo están preparados y agarran al toro por los cuernos. En esta ocasión es el Partido Acción Nacional (PAN) el que da una muestra de apertura e inclusión. Ayer dio a conocer los nombramientos de sus coordinadores en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks, y en la de Senadores, Damián Zepeda, hombres de equipos contrarios, pero con un gran perfil. "Estoy convencido de que los próximos grupos parlamentarios están llamados a desempeñar con creatividad e inteligencia el papel de principal fuerza de oposición en México", afirmó Marcelo Torres Cofiño, presidente de ese instituto político. Con esto, el PAN demuestra que puede haber pluralidad y unión. Seguramente veremos pronto buenos resultados.
III. Los grotescos. Los maestros lo son en las artes del engaño. Tras realizar la clausura simbólica de la sede la SEP, los afiliados a la CNTE quemaron un par de figuras que representaban a Elba Esther Gordillo y a Aurelio Nuño. A la exlideresa del STNE se le "quemó" por su reaparición del pasado 20 de agosto y su posible intento de retomar el control. A Nuño en represalia por poner en marcha la Reforma Educativa y ser su principal impulsor. Se manifestarán en contra hasta el próximo 1 de diciembre, cuando inicie la próxima administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador. ¿De verdad no tienen algo bueno que ofrecerle al país? Sus argumentos ya aburren.
IV. Convenencieros. Ahora resulta que los diputados de Movimiento Ciudadano están a favor de la cuarta transformación. Ellos, los mismos que se aliaron con el PRD y el PAN para crear la coalición que siempre descalificó a Morena, ahora anuncian que están de acuerdo con sus antes rivales políticos. Adelantaron que en la próxima legislatura respaldarán "todas y cada una de las iniciativas y acciones de Andrés Manuel López Obrador". Y no sólo eso, también prometieron renunciar a privilegios de la Cámara, como gastos médicos mayores y telefonía celular. Alberto Esquer señaló que apoyarán otra reforma educativa, la austeridad republicana, la reversa al gasolinazo y la eliminación de las pensiones a los expresidentes. Uff, lo que es el temor a quedarse fuera del presupuesto.
V. Otro fracaso. Una mancha más. El sacerdote reportado como desaparecido en Uruapan, Michoacán fue encontrado sin vida. El cuerpo de Miguel Gerardo Flores Hernández, de 49 años, fue ubicado en Nueva Italia, municipio de Múgica; se encontraba en avanzado estado de putrefacción; y vestía ropa distinta a la indicada en la ficha de desaparición. La Arquidiócesis de Morelia emitió un boletín donde externó su dolor. Por si fuera poco, los pobladores de Coalcomán, cansados del cobro de piso, extorsiones y desapariciones, se enfrentaron con gente armada de Los Viagras, justo lo que el gobernador se ha negado a hacer. Y aun así cuentan que Silvano Aureoles sigue soñando con ser presidente de México. Ajá.
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SACAPUNTAS/EL HERALDO DE MÉXICO
El as de Olga Sánchez
La futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se sacó un as de la manga: Diana Álvarez Maury, destacada egresada del ITAM, con experiencia en temas electorales y propuesta para ser la fiscal anticorrupción. Será subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, que era para Tatiana Clouthier.
Fichajes de 10
Buenos fichajes realizó Miguel Torruco, próximo secretario de Turismo. Integró a Simón Levy como subsecretario de Planeación y Política Turística, y en la Subsecretaría de Desarrollo y Regulación Turística a Humberto Hernández Haddad. El primero hizo un buen trabajo al frente de ProCDMX; y el segundo tiene gran experiencia diplomática.
Despedida
Desfile de funcionarios federales tuvo lugar el viernes en la Residencia Oficial de Los Pinos. La mayoría de los integrantes del gabinete, nos dicen, fueron recibidos por el Presidente Enrique Peña. Nos comentan que los citó para darles instrucciones sobre la transición y el cierre de su administración, y aprovechó para despedirse y agradecerles su entrega y apoyo.
Madruguete en el PAN
Sorprendieron los afines a Ricardo Anaya al panismo, con el nombramiento fast track de Juan Carlos Romero Hicks y Damián Zepeda como líderes de las bancadas en el Senado y San Lázaro, respectivamente. Los designó Marcelo Torres, quien hasta el viernes era secretario general del partido, y ayer amaneció siendo presidente en funciones de Acción Nacional.
Encinas los puso nerviosos
Inquietud entre varios activistas causó Alejandro Encinas, futuro subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, al anunciar que se investigarán todas las presuntas violaciones a garantías, pero sólo en aquellos casos de hechos comprobados. O sea, ya no habrá quien pueda lucrar política o económicamente con supuestos y versiones no confirmadas.
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Columna RETRATO HEREJE/ Roberto Rock
EL UNIVERSAL
López Obrador y Cienfuegos los acuerdos
La reunión efectuada el pasado día 22 entre Andrés Manuel López Obrador y el secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, tuvo un impacto en la visión que el presidente electo sostenía sobre temas de seguridad y el rol que las Fuerzas Armadas deben desempeñar.
Fuentes cercanas al encuentro revelaron a este espacio los aspectos esenciales del desayuno de trabajo efectuado entre ambos personajes a primera hora de ese miércoles, en las oficinas de Cienfuegos, quien estuvo acompañado de su primer círculo de colaboradores. El presidente electo acudió solamente con Alfonso Durazo, designado futuro secretario de Seguridad Pública.
En esta entrega puedo compartirle que al presidente electo le fue realizada una presentación pormenorizada (se habla de más de 90 láminas de un powerpoint) sobre el auge del crimen organizado en zonas concretas del país, lo mismo que las debilidades de la Policía Federal, la entidad civil que tiene encomendado formalmente enfrentar a las principales mafias delincuenciales.
A raíz de ello, ambos personajes habrían alcanzado entre otros acuerdos significativos, la permanencia de fuerzas militares en tareas de seguridad pública (según confirmó López Obrador este viernes) y el mecanismo para la definición del próximo titular de la Defensa, que será seleccionado entre una lista de cinco generales de alto rango que será elaborada por Cienfuegos. Lo mismo, se dijo, ocurrirá en el caso del relevo en la Secretaría de Marina, que encabeza el almirante Vidal Soberón.
A este respecto, las fuentes consultadas aseguraron que este método de selección fue planteado por el propio López Obrador, luego de que el actual titular de la Defensa le ofreció pleno respaldo a cualquier decisión que tomara a este respecto. Incluso, se dijo a este espacio, Cienfuegos le habría planteado, palabras más o menos:
"Si usted lo dispone así, señor presidente electo, dígame en este momento a quién desea designar futuro general secretario; de inmediato comenzaremos a coordinarnos con él, y podrá iniciar la conformación de su propio estado mayor".
Se anticipó que en la referida lista de cinco altos mandos de la Defensa proyectados como potenciales relevos a cargo de la dependencia figurarán, en orden de sus posibilidades, los generales Eduardo Emilio Zárate, actual oficial mayor; Roble Arturo Granados Gallardo, subsecretario; Pedro Felipe Gurrola Ramírez, inspector y contralor general, y el jefe del Estado Mayor, Alejandro Saavedra Hernández.
López Obrador recibirá este listado en la segunda semana de septiembre, y anunciará las designaciones respectivas en algún momento de octubre.
Durante la citada reunión, adicionalmente, se sugirió que el nuevo presidente utilice para sus traslados oficiales el avión comprado para el uso del propio titular de la Defensa, lo que le permitirá ratificar su ofrecimiento del vender el "TP-01" adquirido el pasado sexenio y estrenado por el presidente Peña Nieto. Definieron que López Obrador visitará en breve otras instalaciones militares. E incluso Cienfuegos le dijo que respetará cualquier decisión que se tome en materia de la Ley de Seguridad Interior, pero dijo que las Fuerzas Armadas precisan un esquema jurídico al cual ajustar su desempeño en las calles.
La información recabada describe a un López Obrador arribando a las instalaciones de la Defensa Nacional a bordo de su auto compacto. Al bajar se le notó tenso. El gesto no lo cambió pese a que al pie de su vehículo fue recibido por una comitiva con los primeros mandos del Ejército, encabezados por el propio Cienfuegos. Pero se fue relajando hasta mostrarse satisfecho y sonriente según transcurrió la reunión, que se habría prolongado por dos horas, incluida una larga sesión de preguntas y respuestas.
Dos días antes ambos habían sostenido una breve conversación en Palacio Nacional, en la tercera entrevista que sostuvo el político tabasqueño con el presidente Enrique Peña Nieto, ahora junto con sus respectivos gabinetes. Ahí Cienfuegos invitó al presidente electo a un desayuno. En los siguientes minutos las agendas mutuas fueron coordinadas. No parece existir evidencia de un contacto formal previo entre el equipo del presidente electo y la jerarquía militar, pero se había detectado un cabildeo, presumiblemente a título personal, del general Audomaro Martínez Zapata, cercano al político tabasqueño desde hace décadas.
Se trata de una historia en faceta inicial que admite desde ahora múltiples interpretaciones.
** Apuntes: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno electa en la Ciudad de México, estima que no se han ejercido al menos 9 mil millones de pesos programados para atender a las víctimas y daños provocados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, hace casi un año, pese al compromiso del ex mandatario Miguel Mancera. A ello se añade que la administración interina de José Ramón Amieva estaría atorando la entrega de la nómina íntegra de empleados. El señalamiento específico es sobre el actual jefe de gabinete, Miguel Ángel Vásquez.
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La carta de la unidad/Enrique Krauze
Reforma, 26 Ago. 2018
La batalla democrática que muchos libramos durante las tres décadas finales del siglo XX tuvo dos valores cardinales: la pluralidad y la libertad. Recuerdo un episodio en que ambos ideales se manifestaron. Ocurrió a propósito de los comicios de julio de 1986 en Chihuahua.
Desde 1983, el espíritu democrático había despertado en esa entidad como resultado de la desastrosa administración de López Portillo. Dos políticos del PAN habían triunfado en las alcaldías de Ciudad Juárez y la capital: el joven Francisco Barrio y don Luis H. Álvarez, cuya quijotesca candidatura a la presidencia en 1958 era un vago recuerdo de mi infancia. Ese despertar contagió a Nuevo León y Sonora, donde surgieron nuevos líderes. Era, claramente, la hora del Norte, nombre también del diario regiomontano cuyo trabajo valiente y profesional era otro buen signo. Soplaban vientos de libertad.
Me entusiasmaban esas señales. Coincidían con las tesis de mi ensayo "Por una democracia sin adjetivos" (Vuelta, enero de 1984). Ese año visité por primera vez Chihuahua. Conocí a Luis H. Álvarez (tenía ya 64 años) y escuchándolo sentí la emoción de la lucha democrática. Pero también, en un mitin al que asistí en ese viaje, pude percibir la fuerza de la maquinaria priista.
En junio de 1986, luego de una larga estancia en el estado, publiqué en Vuelta el reportaje "Chihuahua, ida y vuelta" donde fundamentaba el inminente triunfo de la oposición, avalado por la izquierda. Estuve presente el día de las elecciones. El fraude no se hizo esperar. Entonces tomamos la iniciativa de publicar una carta de protesta. La titulamos "El caso Chihuahua":
Los resultados oficiales de las pasadas elecciones en el estado de Chihuahua arrojaron triunfos del PRI en el 98% de los casos en contienda. Desde lejos y sin ligas con los partidos, pensamos que estas cifras revelan una peligrosa obsesión por la unanimidad. De cerca y con mayores elementos de juicio, un sector amplio y diverso de la sociedad chihuahuense cree que su voto no fue respetado. Para expresar su descontento, este sector ha realizado actos pacíficos de valor cívico que desmienten la unanimidad y ponen en entredicho la limpieza democrática de los comicios.
Las autoridades no deben ignorar la trascendencia de estas manifestaciones. Hoy más que nunca los electores necesitan creer en que votar tiene sentido: más sentido que la abstención o la violencia. Para eso hace falta que los vencidos queden convencidos. Los testimonios ciudadanos y de la prensa nacional e internacional registran suficientes irregularidades como para arrojar una duda razonable sobre la legalidad de todo el proceso. Para despejar plenamente esta duda, que toca una fibra central de la credibilidad política en México, pensamos que las autoridades, procediendo de buena fe, deben restablecer la concordia y anular los comicios en Chihuahua.
Firmaban: Héctor Aguilar Camín, Huberto Batis, Fernando Benítez, José Luis Cuevas, Juan García Ponce, Luis González y González, Hugo Hiriart, David Huerta, Enrique Krauze, Teresa Losada, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor, Marco Antonio Montes de Oca, Octavio Paz, Elena Poniatowska, Ignacio Solares, Isabel Turrent, Abelardo Villegas, Ramón Xirau, Gabriel Zaid.
La carta se comentó en los principales diarios internacionales. Días más tarde, en el restaurante La Calesa de Londres, Aguilar Camín, Monsiváis, Cuevas y yo nos reunimos con el secretario de Gobernación Manuel Bartlett. Le pedimos evidencias contra nuestra postura. Nos dio la clave de la suya: "el gobierno no cedería Chihuahua a la Iglesia, los empresarios y los Estados Unidos". El Nuncio Girolamo Prigione estaba de acuerdo: reprendió severamente al Obispo Adalberto Almeida, que simpatizaba con el movimiento democrático. Al poco tiempo, Bartlett nos hizo llegar la información que, a su juicio, probaba la limpieza del proceso. Mientras tanto, en Chihuahua, Luis H. Álvarez permanecía en huelga de hambre. Nada movió al gobierno. Tiempo después, Juan Molinar Horcasitas probó puntualmente el fraude en "Regreso a Chihuahua" (Nexos, marzo de 1987).
¿Por qué recordar ahora ese episodio? El papel de Bartlett es incidental. Quizá cualquier secretario de Gobernación del PRI hubiera reaccionado así, pero sus formas eran particularmente bruscas. Lo importante fue la participación de intelectuales de filiaciones y creencias diversas, en defensa de la democracia. Fue un momento de pluralidad y libertad, valores irrenunciables en el México que vendrá.
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Y la mata comienza a dar.../Luis Rubio
Reforma 26 Ago. 2018
Pasan los días y las semanas y la realidad comienza a ser evidente: las cosas son más complejas de lo que el gobierno en ciernes suponía y anticipaba. La pregunta es qué hará al respecto.
La velocidad con que el presidente electo tomó control del discurso dejó atónito a todo México -y al mundo- pero no sorprendió a nadie. Desde que Peña Nieto desapareció del mapa luego de Ayotzinapa, Andrés Manuel López Obrador tomó control de la narrativa y creó las condiciones que hicieron posible su avasallador triunfo. Quizá era inevitable que así ocurriera, pero el hecho tiene consecuencias: por una parte, le ha dado al próximo presidente control pleno; por la otra, le ha hecho imposible ignorar la complejidad real del país en la actualidad: con 53% del voto, es el único responsable. Estas semanas han servido para hacer claro que AMLO tiene una decisión fundamental frente a sí sobre qué priorizar y cómo hacerlo.
Reconocer la realidad no implica que el futuro deba ser una mera continuidad de lo que no ha traído resultados favorables para el conjunto de la población, pero sí constituye el punto de partida. Un gobierno tras otro en el mundo desde hace casi medio siglo ha aceptado la premisa de que "no hay alternativa", en las palabras célebres de una primer ministro británica. Por varias décadas, el mundo avanzaba en una dirección y todas las naciones competían por las mismas fuentes de inversión, lo que creaba condiciones muy precisas para una estrategia de gobierno.
Las circunstancias que crearon el entorno de competencia por la inversión no han cambiado, pero es obvio que ha desaparecido la disposición de los votantes a tolerar resultados mediocres. El voto abrumador por AMLO así lo hace ver. Pero eso no cambia dos factores medulares: primero, que no hay marcha atrás en el mundo de las comunicaciones instantáneas o de la ubicuidad de la información. Los votantes se volcaron por un candidato y le confirieron un extraordinario mandato, pero no tiraron a la basura sus fuentes de información ni sus teléfonos inteligentes: sería una ingenuidad suponer que van a tolerar la destrucción de lo que sí funciona. El otro factor que no se altera es el hecho de que existen restricciones externas a lo que un gobierno puede hacer para cambiar el sentido del desarrollo.
Cambiar el sentido del desarrollo no sólo es posible, sino necesario. El modelo seguido a la fecha partió de la premisa (implícita) de que había que dejar intocado el statu quo político, lo que de hecho implicaba preservar feudos de poder y, por lo tanto, limitar el desarrollo a quienes ya se encontraban en la modernidad y que podían actuar por sí mismos: quienes eran capaces de competir, exportar y sobrevivir en el mundo de la globalización serían los grandes ganadores; a los demás, que alguien los ampare.
Pero el problema no es el modelo económico que ha seguido el país desde los ochenta, sino la forma en que, de facto, se ha excluido a buena parte de la población. Las reformas económicas de los ochenta en adelante se proponían crear condiciones para que el país pudiera prosperar, pero siempre y cuando eso no alterara la estructura de poder político, sindical y empresarial. Esto es lo que creó una economía dual: los que compiten y son exitosos y los que se rezagan. El reto para el próximo gobierno es muy simple: destruir lo que sí funciona (el entorno que favorece la competencia y el éxito en el mundo global) o redefinir su agenda para orientarse a sumar a todos los que no han podido o tenido condiciones para ser parte de ese éxito.
Aunque parezca paradójico, no hay contradicción en esto: el problema no radica en el modelo económico o en la capacidad de los mexicanos para ser exitosos, sino en que todo lo que existe está sesgado a impedir que el mexicano lo sea. Los mexicanos emigran porque no hay condiciones para ser prósperos; una vez que llegan a su destino, son tan exitosos o más que el mejor. Uno puede ver cómo los oaxaqueños en Los Ángeles o Chicago son tan hábiles y capaces como todos los demás, pero no así en Oaxaca: ¿el problema radica en los oaxaqueños o en la realidad sociopolítica de Oaxaca?
El dilema para el próximo gobierno es que sus premisas y prejuicios no empatan con la realidad. La razón por la que el TLC es tan popular es que ahí se encuentran los mejores empleos, los que mejor pagan y los que mejor perspectiva ofrecen: la lección es que hay que generalizar las condiciones que hacen posibles esas circunstancias. Sin embargo, por obvia que sea esta lección, llevamos cinco décadas evitando actuar al respecto: un gobierno tras otro se ha dedicado a proteger el statu quo, incluyendo a una planta industrial ancestral e inviable, en lugar de crear un proceso de transformación real que sume a toda la población en el mundo de éxito.
La disyuntiva es simple y transparente: romper con los impedimentos al éxito de la economía moderna -de hecho, hacer posible que el 100% de los mexicanos tenga acceso- o empecinarse en una agenda de construcción de clientelas improductivas que acabarán por matar las fuentes de ingreso del país. No hay para dónde hacerse: resolver lo que no han querido atacar las administraciones previas o seguir sin poder prosperar. El mandato da para esto y mucho más.
@lrubiof
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Consulta médica para todos/Gabriel Zaid
Reforma, 26 Ago. 2018
La atención personal es costosa para el médico y el paciente. Hay que programar las agendas respectivas para coincidir en un lugar y momento; con desplazamientos de un lugar a otro que pueden costar más que la consulta.
Hubo un tiempo en que los médicos visitaban a los pacientes. En una ciudad de 100,000 habitantes, podían visitar a un buen número al día, teniendo automóvil. Cuando las ciudades crecieron y media humanidad tuvo automóvil, empezaron a negar el servicio a domicilio. Ahora son los pacientes los que pierden el tiempo. Hasta la consulta más breve toma horas, si se incluyen los viajes de ida y vuelta y la antesala en el consultorio.
Soluciones para reducir el costo:
1. La radical es que el paciente sea su propio médico. En vez de criticar la automedicación, debería reforzarse con buena información gratuita y de fácil acceso. Un gran avance ha sido medlineplus.gov/spanish que busca en miles de revistas médicas y videos temas como Bufferin, chichón, diabetes, embarazo, gingseng, penicilina.
2. A partir de ahí, se pudiera crear una base interactiva en la web, consultable llenando un cuestionario. Con las características del paciente y sus síntomas (presentes y ausentes), daría diagnósticos tentativos y, en caso necesario, recomendaría el tipo de especialista que ha de ser consultado.
3. Centros de consulta gratuita por teléfono, como servicio público, atendidos las 24 horas por enfermeras y médicos del IMSS, el ISSSTE, el Seguro Popular, la Secretaría de Salud y los gobiernos locales. En los Estados Unidos, hay empresas que dan esta prestación a su personal, atendida por contratistas para todo tipo de consultas: qué hacer en el acto, en caso de urgencia; qué especialista consultar para qué; consejos sobre nutrición; remedios caseros.
4. Para la población rural, puede haber la mediación de enfermeras locales. Recibirían entrenamiento, manuales y un celular para teleconsultas acompañadas de la imagen y la voz del paciente. Se pueden aprovechar los libros en español de la Hesperian Foundation: Donde no hay doctor, Donde no hay dentista, Donde no hay doctor para mujeres, Libro para parteras, etc. Hay versiones electrónicas gratuitas en www.hesperian.org.
5. En las clínicas rurales, la consulta remota mejoraría con terminales de televisión cerrada conectadas a un consultorio central, como ya lo hace el servicio de telemedicina del ISSSTE. Así, un especialista remoto puede observar al paciente, hablar con él y con su médico y recetar.
6. Clínicas transitorias montadas sobre ruedas como hospitalitos móviles para visitas periódicas (o en desastres naturales); con médico, dentista, optometrista, laboratorista para análisis de orina y sangre, enfermera y el instrumental correspondiente. La visita puede aprovecharse para vacunar, repartir sobres contra la deshidratación, entregar anteojos pregraduados, aconsejar.
7. Donde hay población concentrada en multifamiliares, tiene sentido la visita de puerta en puerta para toda la familia, como el programa Médico en tu Casa del gobierno de la Ciudad de México. Hay pacientes que no pueden o no quieren salir de su casa. No se puede llevar un quirófano a domicilio, pero muchas situaciones se pueden atender con un maletín médico, un celular, una enfermera o un estudiante de medicina que aproveche la oportunidad de servir y aprender.
8. Los costos del IMSS los pagan los asegurados, sus patrones y el gobierno. Pero, cuando se trata de simples consultas, millones de asegurados prefieren no acudir a los servicios que pagan, por el tiempo que pierden. Cada asegurado está adscrito a una sola clínica y un solo turno, matutino o vespertino. No puede ir a otra, ni a cualquier hora, ni sábados ni domingos. Esta rigidez resulta cómoda para la institución, pero onerosa para el asegurado. Tiene que madrugar para sacar ficha, hacer antesala y esperar estoicamente (se sienta como se sienta) para que lo reciban diez minutos. Y si tiene que subir a otro piso con muletas o silla de ruedas, ¡mala suerte! Total: horas y horas perdidas, suyas y de su acompañante, si no puede ir solo. El IMSS parece organizado para ahorrarse trabajo desanimando a los asegurados. Significativamente, tiene el campeonato de quejas recibidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Entre el abandono absoluto y los grandes centros médicos, hay que construir opciones intermedias a costos solventables.
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Y la mata comienza a dar.../Luis Rubio
Reforma, 26 Ago. 2018
Pasan los días y las semanas y la realidad comienza a ser evidente: las cosas son más complejas de lo que el gobierno en ciernes suponía y anticipaba. La pregunta es qué hará al respecto.
La velocidad con que el presidente electo tomó control del discurso dejó atónito a todo México -y al mundo- pero no sorprendió a nadie. Desde que Peña Nieto desapareció del mapa luego de Ayotzinapa, Andrés Manuel López Obrador tomó control de la narrativa y creó las condiciones que hicieron posible su avasallador triunfo. Quizá era inevitable que así ocurriera, pero el hecho tiene consecuencias: por una parte, le ha dado al próximo presidente control pleno; por la otra, le ha hecho imposible ignorar la complejidad real del país en la actualidad: con 53% del voto, es el único responsable. Estas semanas han servido para hacer claro que AMLO tiene una decisión fundamental frente a sí sobre qué priorizar y cómo hacerlo.
Reconocer la realidad no implica que el futuro deba ser una mera continuidad de lo que no ha traído resultados favorables para el conjunto de la población, pero sí constituye el punto de partida. Un gobierno tras otro en el mundo desde hace casi medio siglo ha aceptado la premisa de que "no hay alternativa", en las palabras célebres de una primer ministro británica. Por varias décadas, el mundo avanzaba en una dirección y todas las naciones competían por las mismas fuentes de inversión, lo que creaba condiciones muy precisas para una estrategia de gobierno.
Las circunstancias que crearon el entorno de competencia por la inversión no han cambiado, pero es obvio que ha desaparecido la disposición de los votantes a tolerar resultados mediocres. El voto abrumador por AMLO así lo hace ver. Pero eso no cambia dos factores medulares: primero, que no hay marcha atrás en el mundo de las comunicaciones instantáneas o de la ubicuidad de la información. Los votantes se volcaron por un candidato y le confirieron un extraordinario mandato, pero no tiraron a la basura sus fuentes de información ni sus teléfonos inteligentes: sería una ingenuidad suponer que van a tolerar la destrucción de lo que sí funciona. El otro factor que no se altera es el hecho de que existen restricciones externas a lo que un gobierno puede hacer para cambiar el sentido del desarrollo.
Cambiar el sentido del desarrollo no sólo es posible, sino necesario. El modelo seguido a la fecha partió de la premisa (implícita) de que había que dejar intocado el statu quo político, lo que de hecho implicaba preservar feudos de poder y, por lo tanto, limitar el desarrollo a quienes ya se encontraban en la modernidad y que podían actuar por sí mismos: quienes eran capaces de competir, exportar y sobrevivir en el mundo de la globalización serían los grandes ganadores; a los demás, que alguien los ampare.
Pero el problema no es el modelo económico que ha seguido el país desde los ochenta, sino la forma en que, de facto, se ha excluido a buena parte de la población. Las reformas económicas de los ochenta en adelante se proponían crear condiciones para que el país pudiera prosperar, pero siempre y cuando eso no alterara la estructura de poder político, sindical y empresarial. Esto es lo que creó una economía dual: los que compiten y son exitosos y los que se rezagan. El reto para el próximo gobierno es muy simple: destruir lo que sí funciona (el entorno que favorece la competencia y el éxito en el mundo global) o redefinir su agenda para orientarse a sumar a todos los que no han podido o tenido condiciones para ser parte de ese éxito.
Aunque parezca paradójico, no hay contradicción en esto: el problema no radica en el modelo económico o en la capacidad de los mexicanos para ser exitosos, sino en que todo lo que existe está sesgado a impedir que el mexicano lo sea. Los mexicanos emigran porque no hay condiciones para ser prósperos; una vez que llegan a su destino, son tan exitosos o más que el mejor. Uno puede ver cómo los oaxaqueños en Los Ángeles o Chicago son tan hábiles y capaces como todos los demás, pero no así en Oaxaca: ¿el problema radica en los oaxaqueños o en la realidad sociopolítica de Oaxaca?
El dilema para el próximo gobierno es que sus premisas y prejuicios no empatan con la realidad. La razón por la que el TLC es tan popular es que ahí se encuentran los mejores empleos, los que mejor pagan y los que mejor perspectiva ofrecen: la lección es que hay que generalizar las condiciones que hacen posibles esas circunstancias. Sin embargo, por obvia que sea esta lección, llevamos cinco décadas evitando actuar al respecto: un gobierno tras otro se ha dedicado a proteger el statu quo, incluyendo a una planta industrial ancestral e inviable, en lugar de crear un proceso de transformación real que sume a toda la población en el mundo de éxito.
La disyuntiva es simple y transparente: romper con los impedimentos al éxito de la economía moderna -de hecho, hacer posible que el 100% de los mexicanos tenga acceso- o empecinarse en una agenda de construcción de clientelas improductivas que acabarán por matar las fuentes de ingreso del país. No hay para dónde hacerse: resolver lo que no han querido atacar las administraciones previas o seguir sin poder prosperar. El mandato da para esto y mucho más..
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Revista Proceso #2182, 26 de agosto de 2018
AMLO y los militares: no se avizora cambio alguno/
ERUBIEL TIRADO
“El rescate del Estado implica la reconstrucción de la organización del territorio y del poder político, con la participación de los ciudadanos… proveyendo las condiciones necesarias para garantizar derechos humanos, individuales y sociales.”
Con el resguardo del Estado Mayor Presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) recibió su constancia como presidente electo el 8 de agosto y, de no hacer un replanteamiento de fondo respecto del principio de supremacía civil (como lo muestra su visita a Lomas de Sotelo y a Coyoacán el 22 y el 23 de agosto, respectivamente), continuará su tránsito hacia el ejercicio de un poder que terminará tutelado por los militares del país.
Atrás, al menos para el presidente electo, quedaron las descalificaciones de los secretarios de Defensa y Marina, quienes lo ridiculizaban como candidato y no dudaron en expresar su desdén ante su protagonismo como “actor social” (así calificado en boletines y discursos). También quedó atrás el adjetivo de “matraquero” endilgado por AMLO al general de cuatro estrellas (en la peculiar formalidad militar mexicana sólo hay uno, el titular de la Sedena) cuando el uniformado, en su indebida campaña política, se aprestó a recibir un doctorado honoris causa por una universidad pública (bajo la “recomendación” de un sector castrense), como parte de la cobertura de propaganda a favor de la Ley de Seguridad Interior (LSI).
A diferencia del grueso de ofertas de campaña que lo llevaron al triunfo, AMLO se pronunció, por un lado, con ambigüedad (no usar la ley para reprimir movimientos sociales) respecto de las amplias atribuciones militares con la aprobación y vigencia de la LSI. Una ley severamente cuestionada e impugnada, dentro y fuera del país, por sus vicios de inconstitucionalidad y el grave riesgo que representa para las garantías ciudadanas y los derechos humanos de la población. Por otro lado, a partir del 2 de julio, AMLO ha omitido siquiera revisar su pertinencia y menos derogarla, como debería hacerlo a la luz de las demandas de organizaciones civiles de defensa de derechos humanos y otras, como la CNDH y la misma ONU.
Llama la atención el silencio de los críticos de la LSI, organizados y en lo individual, luego del triunfo electoral de AMLO, que no persisten en su reclamo por echarla abajo, sabedores de que el gobierno entrante continuará con esquemas fracasados, creados e impulsados por sus predecesores, como el mando único policial.
Todo indica que los mecanismos intrusivos y antidemocráticos de la LSI serán la base para aspirar al modelo estadunidense de Secretaría de Seguridad Interior (Homeland Security)… pero “a la mexicana” porque, además de constituir la moneda de cambio castrense de control político y social al servicio del gobierno entrante, serán los militares el factótum de la nueva hegemonía de poder sin contrapesos reales ni formales. De ahí la retórica de “esperar” a que la Suprema Corte “decida” sobre una ley que ya se aplica desde diciembre pasado (véase la entrevista: Durazo ofrece verdad y justicia. El país un panteón, Proceso 2181), olvidando que se trata de la misma Corte que aprobó la jurisprudencia que les dio el disfraz de policías a los militares bajo la coartada del confuso concepto de “seguridad interior” que figuraba sólo en leyes orgánicas castrenses.
El documento sustantivo de la campaña del presidente electo fue el Proyecto de Nación 2018-2024, cuyas 461 páginas son escasas, generales u omisas, dependiendo, en lo que atañe a la agenda de seguridad y defensa, la función militar y sobre el análisis de su desempeño.
Entre otras cosas, la LSI ni siquiera es mencionada, en tanto que la “Guardia Nacional” –ya cancelada, según señaló Alfonso Durazo, el próximo titular de Seguridad Pública, el miércoles 15– fue desvirtuada en su concepto civilista original para dejarla en manos castrenses, tal como lo habían anunciado voceros oficiosos del Ejército y la Marina (Íñigo Guevara, El Heraldo de México, 10 de julio de 2018).
El complejo Mx “sui generis”:
militares intocables
En 1946, con la culminación del proceso civilista del poder en México, los militares fueron acotados del ejercicio político con prerrogativas y privilegios otorgados por el presidente mismo (con reglas escritas y no escritas). Todo a cambio de la lealtad e incondicionalidad castrense de servir al Ejecutivo federal (civil) y a su camarilla gobernante, incluso recurriendo a la fuerza represiva en nombre de la razón de Estado (ahora se dice que de la seguridad nacional e interior), y así garantizar la hegemonía y el control del país.
Ese sería el modelo sintético de la gobernanza autoritaria o semidemocrática que privó durante más de seis décadas en el país y que llevó a justificar, en el discurso y la práctica política, la ausencia de reforma del sector de la defensa (Ejército y Marina), tal y como ocurrió en el hemisferio y en otras latitudes donde se vivieron regímenes autoritarios y/o dictaduras represivas (militares o civiles con el apoyo castrense), al despuntar la ola democratizadora en los ochenta y noventa.
Se decía, y se dice, que no haber pasado por una dictadura militar (salvo el lejano golpe de Victoriano Huerta en 1913) era razón suficiente para no revisar siquiera las condiciones de los militares y su relación con el poder civil en México, el papel y el perfil que debían tener en un proceso de transición democrática y, posteriormente, en su consolidación. Esto resultó en más autonomía militar en detrimento del desarrollo democrático del país.
En la práctica, la ignorancia y/o miopía de gobernantes e intelectuales permitió, entre otras cosas, que en los últimos 25 años los militares mexicanos no sólo evitaran cambios según las exigencias de su papel en la transición política, sino que trastocaran un pacto no escrito (cuyo origen se remonta a 1928) con características clientelares y corporativas: ensancharon sus prerrogativas económicas, políticas y legales con garantías de impunidad gracias a su involucramiento, tanto en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado (antes lo fue contra la guerrilla rural y urbana), como en el “apoyo” a enfrentar la crisis de seguridad que ha hundido al país en la violencia.
Las estrategias de seguridad de los últimos tres gobiernos (incluido el actual) tienen a los militares como los principales responsables, no sólo operativos, sino como fuerte influencia en la definición de tales políticas. Pese a ello, no habrá consecuencias legales ni políticas por su responsabilidad en violaciones graves a los derechos humanos (desapariciones forzosas, tortura y ejecuciones extrajudiciales), por la corrupción en sus filas (el control legal de armas a cargo de la Sedena, induciendo compras públicas para favorecer a ciertas empresas o marcas y la operación comercial de los puertos a cargo de la Marina son la punta de un iceberg que ni siquiera se menciona en el diagnóstico del Proyecto de Nación, menos en las entrevistas de los próximos gobernantes) ni por la ineficiencia que las ha deformado estructuralmente (un Ejército que se ha preparado para fungir de policía político en el presente sexenio y una fuerza naval que sigue teniendo más kilómetros recorridos en tierra –por su actuación de policías y espías– que millas navegadas). Nada indica cambio de rumbo ni corrección alguna.
“Usos y costumbres”… ¿gobierno
y militarismo descafeinado?
Sin innovaciones, se respetarán “usos y costumbres” (AMLO dixit) de un sector empoderado y enriquecido que fracasó en su “nueva” misión de seguridad y que, junto con otros sectores, generó violencia institucional que ahora se pide perdonar (martes 7 de agosto de 2018). Se buscan “escenarios” alternos que maticen los pocos planteamientos que lo afectan, como convertir al EMP en brigadas de Policía Militar para investigar y perseguir al crimen organizado.
No sólo eso, la sucesión en la Sedena y en la Semar, cuyos actuales titulares actuaron sin cortapisa legal o política alguna en contra del candidato AMLO, reproduce en forma insultante los esquemas del presidencialismo corporativo y autoritario del régimen priista y no se advierte, siquiera, la necesaria purga castrense tal como la que se vivió, incluso, con el primer presidente civil de la posrevolución. La visita del presidente electo para recibir de los titulares de la Sedena y la Semar, en sus oficinas castrenses, su propuesta de sucesión, no se le ve por la milicia como una cortesía republicana, sino como la subyugación de un antiguo rebelde: generales y almirantes sólo van a Los Pinos.
La aspiración militar de tener una ley a modo que “defina su marco de actuación en la seguridad” tenía, ahora lo sabemos, un doble propósito: salvaguardar impunidad (con los privilegios e influencias con que cuentan soldados y marinos) con la ayuda del Congreso y tener un instrumento de control político y social al servicio del presidente en turno. Protegidos por la LSI, Ejército y Marina están realizando investigaciones y persiguen delitos de modo inconstitucional (según se observa por aprehensiones y decomisos hechos por militares a partir de marzo) y amplían, sin recato, su actuación con la directriz norteamericana, como su integración al Grupo Chicago anunciada por la DEA y la PGR en esa ciudad (15 y 16 de agosto). El perdón que ahora reclama AMLO en los cuestionados foros “de escucha” (iniciados el martes 7) será para beneficiar a militares y policías más que a delincuentes y capos. El “rescate del Estado” no pasa por desmontar el componente militar autoritario de nuestro sistema político.
La segunda transformación (Reforma Liberal del siglo XIX) en el dogma del presidente electo, parece olvidarse, tocó de fondo los privilegios de dos instituciones que inhibían la república federalista: la Iglesia católica y el Ejército. Por lo visto y oído, la institución militar no tendrá cambios sustantivos en el gobierno entrante. Por el contrario, según el Proyecto de Nación, las declaraciones e intenciones expuestas por el presidente electo y sus colaboradores, los militares continuarán ganando privilegios a cambio del control político y social para el nuevo grupo gobernante, que no termina de comprender los riesgos de sus omisiones.
”.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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