El Papa se encuentra por una hora y media con ocho víctimas de abusos

El Papa Francisco se reunió la noche del sábado, 25 de agosto de 2018, en Dublín, con ocho sobrevivientes de abusos sexuales.
Las personas con las que se ha encontró son Marie Collins; el sacerdote Patrick McCafferty, el padre Joe McDonald; el concejal Damian O’Farrell; Paul Jude Redmond; Clodagh Malone; Bernadette Fahy, y otro sobreviviente, víctima del sacerdote Tony Walsh, que prefirió permanecer en el anonimato
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El Papa se encuentra por una hora y media con ocho víctimas de abusos
El comunicado de los participantes: estaba muy impresionado por nuestras experiencias y dijo que los abusos y los encubrimientos son «caca»
Vatican Insider, 25/08/2018:

ANDREA TORNIELLI
ENVIADO A DUBLÍN
El Papa Francisco se reunió por la tarde de este 25 de agosto de 2018 con ocho víctimas irlandesas víctimas de abusos por parte del clero y de las instituciones. Estuvo con estas ocho personas durante una hora y media, en un encuentro a puerta cerrada, en la nunciatura de Dublín. Según lo que han dicho dos de los participantes en un comunicado conjunto, Bergoglio dijo que los abusos y los encubrimientos en la Iglesia eran «caca». 
 Entre los presentes estaba Marie Collins, violada por un sacerdote cuando era chica, que fue miembro, hasta que renunció, de la comisión vaticana anti-pederastia. Estaban el padre Patrick McCafferty, Joe McDonald, el consejero municipal de Dublín Damian O’Farrell, Paule Jude Redmond, Clodagh Malone y Bernadette Fahy. Uno de los supervivientes, víctima del padre Tony Walsh, prefirió el anonimato. 
  Una vez más, el Papa, que actúa como pastor y no como CEO de una corporación, quiere dar el ejemplo acogiendo y escuchando las experiencias, los dramas, las heridas y los abusos sufridos por estas personas en el pasado. «Las heridas de las víctimas de los abusos –escribió en la Carta al pueblo de Dios– nunca prescriben», son gritos hacia el cielo. 
 «El encuentro fue cordial y gentil», se lee en el comunicado firmado por Redmond y Malone. Le entregaron al Papa una carta en la que se habla de por lo menos 100 mil madres menores que fueron obligadas a separarse por la fuerza de sus niños en los institutos religiosos, en donde les dijeron que habría sido pecado mortal «tratar de ponerse en contacto con sus hijos». En Irlanda «cinco congregaciones de monjas eran responsables de las conocidas Casas de la Madre y de los Niños, lugares en donde murieron más de 6000 niños y en donde también morían sus jóvenes madres. Pedimos a Su Santidad que pida públicamente a las monjas de estas congregaciones que reconozcan sus actos y que pidan perdón a los supervivientes». 
  «El Papa Francisco –continúa el comunicado– condenó la corrupción y el encubrimiento de los abusos dentro de la Iglesia definiéndolos “caca”». Una palabra que los que participaron en el encuentro no comprendieron y tuvo que ser traducida por el intérprete papal: «literalmente suciedad que se ve en un baño». Palabra inédita en el vocabulario papal, pero seguramente eficaz.