28 sept 2009

Polígrafo

El polígrafo es un instrumento de utilización profusa en los servicios de inteligencia anglosajones. Es un método sistemáticamente aplicado por las agencias federales de los EE UU. Los sujetos sometidos al polígrafo en el ámbito de la inteligencia no son criminales, terroristas o sospechosos diversos, contra los que no sirve de nada (pues su cuestionada fiabilidad es patente, patente en su cuestionamiento), sino precisamente los agentes propios. En la metodología de la inteligencia federal y del law enforcement americanos el polígrafo es un instrumento de asuntos internos. Generalmente se aplica en los screening periódicos de seguridad de los agentes. Incluso allí donde la CIA, DEA o FBI tienen programas estables de cooperación en el exterior, con otras policías, el polígrafo sirve como herramienta de comprobación rutinaria de la “fiabilidad” de los agentes extranjeros con los que se coopera voluntariamente.
Así que el uso del polígrafo para control interno no es nada sorprendente.
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CRISIS EN LOS SERVICIOS SECRETOS / 'Investigación' interna
El Mundo, 22 de junio de 2009;
Saiz somete a 10 agentes del CNI a la 'máquina de la verdad'
Recurre al polígrafo para averiguar quién ha filtrado a EL MUNDO los datos que le acusan de usar medios públicos para fines privados. Al menos tres agentes se han negado a ser interrogados en sesiones de una hora ante la sofisticada máquina adquirida en 2002 en Estados Unidos. Como en ninguno de los casos el resultado ha sido positivo pero en varios se considera no determinante, las pruebas podrían continuar esta semana
CASIMIRO GARCÍA ABADILLOMadrid
La semana pasada, tras la publicación por EL MUNDO de las denuncias hechas por determinados agentes y mandos del CNI sobre las irregularidades cometidas por su director, Alberto Saiz, el responsable de seguridad del Centro tomó una iniciativa sin precedentes: ordenó la aplicación de la prueba del polígrafo, también conocido como de la máquina de la verdad, a una decena de agentes sospechosos de haber filtrado información.
Al menos tres de los citados se negaron a pasar por dicha prueba, tras consultar con los servicios jurídicos del propio Centro.
Los agentes del servicio de espionaje no están obligados a someterse a dicha técnica, que, hasta este momento, ha sido utilizada en contados casos y exclusivamente para los fines propios del Centro: la defensa de los intereses nacionales.
Algunos de los requeridos son agentes del máximo nivel que llevan muchos años en el CNI.
Según las fuentes consultadas, sostienen que la solicitud es una muestra de desconfianza injustificada por parte de la dirección del Centro, al margen de una humillación. Por otro lado, los resultados del polígrafo no son siempre del todo fiables y, de hecho, el sistema judicial español ni siquiera considera su uso para validar las declaraciones de testigos o imputados en procesos civiles o penales.
Ninguna de las pruebas realizadas a los agentes que aceptaron someterse al polígrafo dio resultado positivo. Pero, en algún caso, el resultado fue no determinante, por lo que a los agentes que están en esa situación se les ha requerido para que vuelvan a someterse a otra sesión.
La prueba del polígrafo suele durar en torno a una hora. Preguntas inocuas, como el nombre o la dirección, se van mezclando con otras relacionadas directamente con el objeto de la investigación. Por ejemplo, si el afectado conoce o tiene relación con algún periodista.
Los resultados de las pruebas, llevadas a cabo en días sucesivos durante la semana pasada, le serán entregados hoy al secretario director del Centro. Con toda seguridad, el responsable de seguridad consultó previamente con él la aplicación del polígrafo a los presuntos sospechosos de haber filtrado información al diario EL MUNDO.
Desde hace años, el CNI ha hecho uso de esta herramienta, cuya utilización suele ser habitual en otros servicios secretos, como la CIA estadounidense.
En 2002, cuando el director del CNI era Jorge Dezcállar, se adquirió en EEUU un polígrafo muy sofisticado, que es el que ahora se está utilizando en la investigación interna para detectar a los responsables de las filtraciones. Un técnico de los servicios secretos estadounidenses viajó en su día a España para mostrar el manejo del mismo.
Algunos agentes del Centro Nacional de Inteligencia han viajado, a su vez, a EEUU para perfeccionar las técnicas de uso del polígrafo.
Actualmente, hay dos técnicos que son los responsables de la máquina de la verdad. Ambos acudieron hace unos meses a realizar un curso a Canadá. Hasta ahora, han hecho pruebas de su manejo con algunos de los agentes de reciente incorporación al servicio secreto español.
La idea de la dirección del Centro es que, en el futuro, se utilice de manera aleatoria con determinados agentes destinados al extranjero.
Sin embargo, en la toda la historia del Centro Nacional de Inteligencia ésta es la primera vez que se utiliza la máquina de la verdad para detectar si los agentes (en este caso, todos ellos con un alto grado de información interna sobre el CNI) han filtrado información a un medio de comunicación.
Hay que resaltar que, de lo publicado por EL MUNDO, no hay nada que pueda ser considerado como información sensible para la seguridad. Hasta ahora, toda ella se refiere al comportamiento personal del director del Centro y a determinadas dimisiones de altos cargos relacionados con la lucha antiterrorista.
La psicosis de control sobre los agentes que se ha desatado por parte de la dirección en los últimos días está muy extendida y, de hecho, está paralizando la actividad del Centro.
Muchos agentes se creen espiados por sus propios compañeros o jefes. Ya casi nadie utiliza sus móviles oficiales para determinadas conversaciones porque temen que estén intervenidos. Incluso algunos agentes han sacado los papeles con información relevante de sus despachos ante el temor de que se estén produciendo registros.
En paralelo a la utilización de la máquina de la verdad, el responsable de seguridad del CNI ha puesto en marcha un sistema de control aleatorio para todos los empleados del Centro, que consiste en pararlos y registrarlos a la salida del edificio donde se ubican los servicios secretos.
Alberto Saiz acudirá mañana martes a la Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados del Congreso de los Diputados, más conocida como Comisión de Secretos Oficiales, para responder, a puerta cerrada y solamente ante los portavoces de los seis grupos parlamentarios, de las acusaciones de las que se ha hecho eco este periódico.
Según indicaron fuentes del CNI a Servimedia, su director, que asegura que todo son «mentiras» y «falsas interpretaciones», presentará facturas y documentos para defender que no hizo un uso privado de medios públicos
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