12 mar 2011

Reunión Plenaria de Consejeros 2011 Banamex

El Presidente Calderón en la XIX Reunión Plenaria de Consejeros 2011 Banamex
2011-03-11 | Discurso
Qué tal, muy buenos días.

Amigas y amigos.

Señor Fernando Henrique Cardoso, ex Presidente de la República Federativa de Brasil.

Señor Álvaro Uribe Vélez, ex Presidente de la República de Colombia.

Señor licenciado Manuel Medina Mora, Presidente de la Comisión Ejecutiva del Grupo Financiero Banamex.

Contador público Alfredo Harp Helú, Presidente del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banamex.

Licenciado Roberto Hernández Ramírez, Presidente del Consejo de Administración del Banco Nacional de México.

Contador público José Aguilera Medrano, Vicepresidente del Grupo.


Licenciado Valentín Díez Morodo, Consejero del Grupo Financiero Banamex.

Muy distinguidos directivos y Consejeros del Grupo Financiero Banamex.

Servidores públicos.

Invitados especiales.

Amigas y amigos:

Nuevamente, me alegra mucho el estar con todos ustedes en esta Reunión Plenaria de Consejeros del Grupo Financiero Banamex.

Los saludo a todos con mucho afecto, especialmente a mis paisanos, que en buen número están aquí presentes. Y les agradezco la invitación para acompañarlos en este importante evento. Importante victoria del Morelia, por cierto, el domingo pasado.

También quiero saludar con mucho afecto y con mucha gratitud a dos grandes personajes de nuestro tiempo, dos profundos transformadores de la realidad de América Latina, y particularmente en sus países.

Al ex Presidente Fernando Henrique Cardoso, el gran transformador, o quien impulsó la gran transformación de Brasil, de su economía, de su política, de PETROBRAS, por ejemplo, y que explica en buena parte el extraordinario resultado y desempeño de Brasil. Con nuestra admiración y nuestra gratitud, Presidente Cardoso.

Y, desde luego, al ex Presidente Álvaro Uribe, de Colombia, también un gran transformador de Colombia, de su economía, de su política y, desde luego, del principal problema que tenía Colombia, que era, precisamente, la seguridad. La valentía, el arrojo, la voluntad, el empeño que durante los 10 años de su Presidencia hizo el Presidente Uribe, transformó verdaderamente Colombia y creo que es un ejemplo a seguir. Gracias por estar en México, Presidente, y gracias también por sus palabras de apoyo a nuestro país.

Como cada año, amigas y amigos, este Foro de Banamex nos da la oportunidad de reflexionar sobre muchas cosas, pero especialmente sobre el entorno económico del país. Sobre los pendientes que tenemos, sí, pero también sobre lo mucho que hemos logrado juntos y también sobre el gran futuro que estamos construyendo y que estamos construyendo entre todos para México.

Celebro la iniciativa de Banamex, de reunir a sus Consejos Consultivos, integrados por los más destacados, las más destacadas empresarias, los más destacados empresarios del país. Y no sólo porque es una invitación al diálogo constructivo, sino porque también es un llamado a redoblar esfuerzos para que nuestra economía y nuestra sociedad despliegue todo su potencial.

Quiero hacer, además, un sincero reconocimiento a los trabajadores de Banamex, a quienes todos los días hacen posible que esta Institución, de más de 125 años, participe activamente y contribuya al desarrollo económico nacional.

Quiero partir en esta ocasión haciendo algunos comentarios sobre la situación actual de nuestra economía, que creo que han sido ya, además, los puntos relevantes ampliamente analizados.

En resumen. Yo pienso que hay muy buenas noticias sobre la economía mexicana. No es la primera vez que lo digo, pero sí es, quizá, de las primeras veces que no me van a decir que soy un optimista, pero la verdad es que la economía está bastante bien.

La verdad es que nuestra economía pasa por un gran momento y que este entorno positivo tampoco es producto de la casualidad o sólo de circunstancias aleatorias, sino que también obedece a fundamentos sólidos, a tener la casa en orden y también al gran empeño, al tesón, sobre todo de las empresarias y los empresarios de México.

Ninguna economía puede avanzar, ni siquiera principalmente por el empeño de Gobierno. Avanza fundamentalmente por la fuerza de su sector productivo, algunas veces con el apoyo del Gobierno, otras veces sin el apoyo del Gobierno y algunas otras más aún en contra de los esfuerzos del Gobierno, como ha ocurrido en México en algunas ocasiones y ocurre en muchos países en el mundo. Así que ésta es la razón, y me congratula que lo más nutrido del sector productivo nacional esté aquí.

2010 fue un año, en ese terreno, amigas y amigos, mejor de lo que casi toda la gente anticipaba. Yo me acuerdo todavía que en esta misma reunión, sí hablábamos de expectativas de crecimiento. Pero, entonces, si revisamos los datos, algunos analistas pronosticaban que creceríamos apenas 2.7 por ciento. Y ya sabemos el resultado.

El año pasado cerramos con una tasa de crecimiento de 5.5 por ciento; es decir, el doble de lo pronosticado a estas fechas del año pasado. Y que se dice fácil, pero es la tasa de crecimiento más alta para México en 10 años y la tercera más alta para México en 29 años.

Y eso ha permitido que en el 2010 se generaran empleos formales. Yo quiero insistir en esta diferencia. No se trata de encuestas que miden el desempleo, que es de cinco, casi 5.5, según los datos del INEGI, de los más bajos, por cierto, de la OCDE, sino de datos duros de empleo formal.

Es decir, de todas las altas que se registran en el Seguro Social cada año, y en el ISSSTE, se le restan las bajas por renuncias o liquidaciones y el neto son los empleos formales pagados con cuota obrero-patronal al Seguro Social y al ISSSTE. Y el año pasado se generaron 852 mil nuevos empleos formales netos, que es la cifra más alta en la historia de México, por lo menos desde que se lleva este registro.

Y la buena noticia, también, además de ésta, es que seguimos creciendo con un muy buen ritmo en la generación de empleos. En lo que va del año, por ejemplo, se han creado, hasta febrero, más de 120 mil nuevos empleos, y esperamos seguirlos generando.

La fortaleza de nuestra economía está ahí muy clara, muy presente, y también se debe en buena medida al manejo responsable de las finanzas públicas, y agradezco mucho las palabras, tanto de Alfredo Harp, como de Manuel Medina Mora, a este respecto.

A lo largo de la última década, los mexicanos, quizá a lo largo de varias Administraciones ya, los mexicanos hemos construido una economía estable, un manejo responsable de las finanzas públicas, que es un pilar indispensable para el crecimiento sostenido. Y gracias a ello, hoy tenemos las mejores condiciones macroeconómicas que se hayan visto en mucho tiempo.

Nuestra economía es también más fuerte, entre otras cosas, porque contamos también con un sistema financiero muy robusto. A pesar del difícil entorno económico de los últimos años, la Banca en México se ha mantenido sólida y se ha mantenido solvente.

A enero de 2011, el Índice de Capitalización del Sistema Financiero Mexicano fue de 17 por ciento, más del doble del estándar sugerido a nivel internacional, del ocho por ciento. Hoy, que nuestra economía está nuevamente en crecimiento, el nivel de morosidad también, el nivel de cartera vencida, se ha reducido significativamente y han retomado, por fortuna, los niveles previos a la recesión internacional.

Y también es muy importante señalar que durante los momentos más difíciles de esta crisis, los niveles de morosidad y de cartera vencida fueron considerablemente menores a los niveles alcanzados en crisis previas que hemos sufrido, y vaya que las hemos sufrido, en nuestro país.

Una economía fuerte, una Banca sólida, como la que hoy tenemos, abre mayores oportunidades de desarrollo para las empresas y preparan el terreno, desde luego, para atraer más inversiones. Por eso la Banca, como otros indicadores relevantes de la economía mexicana, nos dan fuertes razones para ver el futuro con mayor confianza.

Y si en el pasado la Banca fue parte esencial del problema económico de México, hoy ha sido y es parte fundamental también de la solución de los problemas económicos de México. Francamente, vemos las perspectivas de nuestra economía como muy positivas.

Como la principal institución bancaria del país, Banamex conoce mejor que nadie el gran potencial de la economía mexicana. Y para este año, no hay que olvidar que los pronósticos de Banamex últimamente han sido los más acertados, para este año nuevamente prevé un crecimiento importante del orden del 4.8 por ciento, que esperemos que se consolide.

Y si se logran reformas importantes que están en curso de discusión en el país, tanto en el ámbito legislativo, como la recién presentada Iniciativa de Reforma Laboral, o nuevamente presentada Iniciativa de Reforma Laboral, o la discusión que se hace en términos fiscales, o en el ámbito administrativo los cambios en materia de telecomunicaciones, seguramente la competitividad de nuestra economía podrá ser mucho mayor y, en consecuencia, podremos albergar para el futuro tasas de crecimiento sostenido más elevadas.

Así que tenemos razones fundadas, queridas amigas, queridos amigos, para esperar otro buen año en materia económica, pero evidentemente no hay que confiarse. Ahora es cuando debemos construir las bases para una nueva etapa de mayor dinamismo y de mayor prosperidad. Ahora es cuando debemos profundizar en los cambios estructurales que tenemos pendientes, que nos hacen falta en el país.

Y ahí creo que hay que ser ambiciosos. Hay que ser ambiciosos, porque el futuro desempeño de la economía depende de nuestra capacidad de imaginar, hoy, lo que podemos alcanzar mañana, y de nuestra capacidad de transformar, hoy, lo que está a nuestro alcance. Así que es momento de apostar por México y es momento de apostar por su sector productivo.

Hemos hecho cambios muy importantes, ciertamente. Hemos hecho cambios en materia de energía a nivel legislativo. Hemos resuelto una buena parte de nuestro problema de pensiones en el sector público, la Reforma del ISSSTE, insisto, más los cambios en el Contrato Colectivo del Seguro Social y de Comisión Federal de Electricidad, la liquidación de Luz y Fuerza, nos han permitido resolver un verdadero peligro para las finanzas públicas, nos han permitido ahorrar más de 30 puntos del Producto Interno Bruto a valor presente neto para las finanzas públicas.

Hemos hecho algunos cambios, también, en materia tributaria, que han permitido elevar recaudación propia distinta de ingresos petroleros. Hemos hecho cambios que permiten mayor inversión, y no sólo estabilización, que ya se está dando, sino esperamos pronto incremento de la producción petrolera en el país.

Y tenemos que hacer muchos cambios más. Los cambios regulatorios que hemos hecho en el Gobierno, la eliminación de 15 mil normas, reglamentos o circulares que sólo estorbaban en la Administración Pública Federal. En fin. Muchas, muchas cosas, pero hay que hacer muchas más. Creo que es momento de hacerlo.

En este esfuerzo, amigas y amigos, también estoy convencido de que las empresarias y los empresarios de México deben seguir aportando su empuje, su visión y su liderazgo; porque las empresas que ustedes dirigen son el verdadero motor de la economía.

Su compromiso de largo plazo con la creación de empleos, con la inversión, con la competitividad del país, es clave para que la economía crezca de manera dinámica y de manera sostenida.

Para que nuestra economía crezca aún más, es importante equilibrar el crecimiento entre el sector externo y el sector interno. La verdad, las exportaciones han crecido sustancialmente.

Uno de los cambios regulatorios que hicimos, por cierto, fue eliminar una gran cantidad, o reducir una gran cantidad de aranceles en México. En medio de la crisis, yo insisto en recordar esto, en las reuniones del G-20, por ejemplo, todos los países hacemos una declaración, ya de rigor, como le llamamos nosotros, de cajón, un rechazo al proteccionismo, una exhortación enérgica a concluir la Ronda de Doha para el comercio mundial, etcétera.

Sin embargo, al día siguiente, yo recuerdo que por lo menos 15 de los 20 países presentes en el G-20 llegaban a sus países a subir tarifas o a poner más barreras al comercio.

En el caso de México, hicimos exactamente al revés. En el caso de México, eliminamos tarifas comerciales y redujimos los aranceles de más del 12 por ciento, promedio, al cinco por ciento, promedio.

Y contra el temor de muchos que eso nos iba a cerrar muchas empresas, que iba a bajar la competitividad; al contrario, creció la competitividad de las empresas mexicanas.

Creció, por ejemplo, la producción de mercado, el market share de productos mexicanos en las importaciones de Estados Unidos, de menos del 10 a más del 12 por ciento en dos años.

Creció nuestro volumen de comercio exterior. Nuestras exportaciones alcanzaron un nivel récord en enero pasado, y con ello creció el número de empleos y la tasa de crecimiento económico vinculada al sector externo.

Por cierto, yo debo decir, además, reconocer la buena voluntad y el impulso enérgico, la disposición del Presidente Uribe, por ejemplo, para llevar adelante una ampliación de nuestro Tratado de Libre Comercio con Colombia. Y debo comentar, informarle a mi estimado amigo, el Presidente Uribe, que de hecho no sólo concluimos lo que él y yo habíamos negociado, sino que estamos ahora discutiendo en el Senado mexicano, y ojalá se apruebe, esta ampliación del comercio con el pueblo, el país hermano de Colombia, con el pueblo y el país hermano de Perú.

Y también estamos iniciando, aprovechando la presencia del ex Presidente Cardoso, una amplia negociación para un acuerdo comercial de gran fondo con Brasil. Las dos economías más grandes de América Latina, dos economías fuertes, como Brasil y México, sólo podemos ganar si intercambiamos más nuestros bienes y servicios.

Les decía que creció la competitividad de México. En el índice del Banco Mundial, por ejemplo, el llamado Doing Business Index, del Banco Mundial, cuando yo entré a la Presidencia de la República, México ocupaba el lugar número 73. Y hoy México ya ocupa el lugar número 35. Con lo cual hemos avanzado significativamente. Ahora estamos liderando a América Latina en el Índice del Banco Mundial. Estamos por delante de todos los BRIC, y eso nos está generando grandes ventajas de comercio internacional que se traducen en crecimiento económico.

Hay una situación distinta con el mercado interno. Y por qué razón.

Probablemente, amigas y amigos, porque aún predomina escepticismo, pesadumbre, desánimo, diría yo, entre consumidores nacionales. Y no es para menos, porque ha habido, no digo que se ignoren las noticias, pero simplemente ha habido tal cúmulo de noticias adversas, negativas, tan frecuentes, parece que hay un constante bombardeo, un esfuerzo de demolición del ánimo nacional, particularmente el año pasado, que eso ha generado que la confianza del consumidor no se recupere a los niveles que tenía en 2003, por ejemplo.

Y qué ocurre.

Eso afecta al mercado interno también. Son lo que llaman los economistas: profecías que se autocumplen o se autorealizan.

Por qué razón.

Porque si alguien tiene un terrible escepticismo acerca del futuro, no realiza sus decisiones de inversión o de compra que pudiera hacer.

Y qué tanto está el ambiente nacional.

Por ejemplo, todavía una encuesta que tenemos del Gobierno Federal hecha en octubre, noviembre, más o menos, cuando estaba franca ya la recuperación económica, cuando estábamos creciendo notablemente en empleo, en crecimiento económico, en esta encuesta más del 70 por ciento de los mexicanos seguían considerando que estábamos en plena crisis económica.

La mitad de ellos; es decir, 35 por ciento, no sólo pensaba que seguíamos en crisis económica, sino que estábamos en lo más profundo de la crisis. Y 25 por ciento del total; es decir, la mayor parte de quienes creían que estábamos en lo más profundo de la crisis, no sólo pensaban que estábamos en lo más profundo de la crisis, sino que además no había solución a la crisis económica.

En ese entorno, amigas y amigos, alguien, insisto en estos ejemplos. Que, por ejemplo, tiene un taller que está vendiendo bien, que está vinculado a alguna empresa exportadora, que está vinculado a algún sector, y que tiene, incluso, su capacidad por saturarse, que tiene dinero o crédito de Banamex, entre otros, para ampliar su taller, con el apoyo, desde luego, del Fondo PyME, que ha crecido notablemente, no invierte en comprar la nueva maquinaria que necesita para expandirse.

Si alguien está cansado o quiere cambiar de coche, le gusta el modelo nuevo, qué tal el 2008, está muy bonito, etcétera. Tiene el dinero y también quiere el crédito disponible, y además ya el Gobierno eliminó el Tenencia en los coches nuevos, y a partir del próximo año en toda la Tenencia Federal está eliminada. La Tenencia Federal ya está eliminada desde ahorita, por cierto. Entonces, esa persona no compra el coche.

Si tiene un hijo más o ya los niños ya son adolescentes, quiere que cada uno tenga su cuarto propio, quiere comprarse una casa, le gusta la nueva casa, tiene dinero y tiene crédito para la nueva casa, no lo hace. Y por esa razón, por ejemplo, indicadores de compra de bienes de consumo duradero, o bien indicadores hipotecarios o de vivienda no reflejan, en parte por ello, el mismo ritmo de crecimiento que tenían antes de la crisis.

Por eso pienso que es tan importante, amigas y amigos, yo no digo ocultar las malas noticias ni mucho menos, ni se puede ni se debe; sino simplemente balancear y hablar, así como hablamos de lo malo, hablar de lo bueno. Y créanme que en México hay muchas, muchas cosas buenas, como todas las que estamos reportando acerca de la economía.

Pienso que en la medida en que crezca la confianza del consumidor y se recupere el mercado interno, que se está recuperando, hay razones para que se recupere, está creciendo la masa salarial, sobre todo por el número de trabajadores nuevos, pero también por recuperaciones en términos reales, modestas pero reales del salario, del ingreso; en esa misma medida podemos, verdaderamente, acelerar el crecimiento económico.

Estoy convencido, amigas y amigos, que consolidar el crecimiento de México es un compromiso compartido, cada uno de nosotros, las empresas, el Gobierno, el sector financiero, tenemos que hacer la parte que nos corresponde desde nuestras respectivas trincheras.

En este esfuerzo, los empresarios deben seguir aportando su empuje y su visión. Las empresas que ustedes dirigen son, precisamente, clave de ello.

El sector financiero debe respaldar la labor del sector productivo con más crédito, que es la palanca fundamental del crecimiento. Después de un periodo limitado de acceso, un periodo de acceso limitado al financiamiento privado, obviamente como resultado de la crisis internacional, es muy positivo que el crédito bancario total haya crecido más del ocho por ciento anual a enero de 2011, y los datos que nos han presentado de Banamex reflejan cifras, incluso, mucho mayores.

Es más, el hecho de que el crédito empresarial aumentara más del nueve por ciento es una muy buena señal. Y sé que Banamex, como ha quedado claro, está haciendo su parte.

Fue la institución que registró el mayor incremento, por ejemplo, lo acabamos de ver, en vivienda, en hipotecaria; la cifra era del 20 a 21 por ciento, como lo presentaba ahora Manuel Medina Mora. Y la cartera crediticia destinada a PyMES, a pequeñas y medianas empresas, creció 12 por ciento, o incluso más en la cifra que presentaron ahora.

Son buenas noticias, la verdad. Y sé, amigas y amigos, que podemos hacer más.

Por qué.

Porque los parámetros nos indican que podemos hacer más. Por ejemplo, el acceso al crédito bancario en México, aunque está creciendo, todavía equivale en proporción del PIB, a la cuarta parte del crédito financiero de Chile; y equivale a menos de la mitad del crédito financiero de Brasil.

Tenemos que expandir la bancarización y la disponibilidad de crédito a todo el país. Si queremos crecer con mayor dinamismo y generar más y mejores empleos, es apremiante fortalecer la disponibilidad de recursos para el sector productivo.

El Gobierno Federal, por su parte, tiene que hacer lo que le toca. Y en materia de financiamiento lo tratamos de hacer a través de la Banca de Desarrollo. En lo que va de esta Administración, concretamente, como ustedes saben, el Fondo PyME lo hemos incrementado, y no sólo eso, en lugar de otorgarlo a cuentagotas a pocas empresas beneficiarias, lo que hemos hecho es canalizarlo como colateral a través de la Banca de Desarrollo para poder apalancar, garantizar crédito a pequeñas y medianas empresas.

Y con ello, hemos detonado crédito por 235 mil millones de pesos, que es casi cinco veces más de todo lo que se hizo en el sexenio anterior. Con ello hemos beneficiado a más de 300 mil micro pequeñas y medianas empresas.

Y la otra cosa que estamos haciendo para PyMES son las compras del Gobierno. Nos habíamos propuesto que, como meta para el 2010, que el Gobierno Federal, a través de sus dependencias, comprara a pequeñas y medianas empresas hasta 46 mil millones de pesos.

Y no sólo logramos la meta, sino que el año pasado compramos a pequeñas y medianas empresas 71 mil millones de pesos y vamos por más este año.

Y por lo que toca al crédito a la empresa en general, grandes o pequeñas, el que está impulsado por la Banca de Desarrollo alcanzó un monto superior a los 680 mil millones de pesos, que es el máximo nivel de los últimos 15 años, más o menos el cinco por ciento del PIB. Y esperamos que crezca casi 100 mil millones de pesos más para este año.

Así que, amigas y amigos, el futuro de México está ligado al crecimiento y al éxito de sus empresas. Y por eso queremos apostar por las empresas de México. Lo hacemos con la plena confianza en su potencial y conscientes de que el entorno económico en México es un buen entorno para crecer.

Sin embargo, el compromiso con México no puede quedar ahí. Tenemos que ver mucho más allá de coyunturas para enfocarnos que la tarea de largo plazo y posicionar a nuestra economía como una economía de vanguardia.

El reto es insertar a México en la nueva lógica de la economía mundial. Una economía basada en la tecnología, en el conocimiento y en la innovación.

Vivimos en un mundo que evoluciona a gran velocidad, que no se detiene a esperar a nadie, y somos plenamente conscientes de que debemos desplegar el potencial del país.

Por eso estamos trabajando para generar condiciones que nos permitan impulsar el desarrollo tecnológico, detonar el crecimiento y apuntalar la productividad y la competitividad de la economía.

Qué estamos haciendo para ello.

También estamos trabajando fuerte en la parte social, es decir, estamos invirtiendo en la gente. Entonces, ese es el primer punto. Por ejemplo, lo que estamos invirtiendo en materia de salud o lo que estamos invirtiendo en materia de educación.

En materia de educación, por ejemplo, estamos trabajando fuerte para superar la cobertura educativa. Yo recuerdo que cuando tomé la Presidencia teníamos el temor de que ahí está la bola de muchachos que están llegando a la edad universitaria, que en lugar de aumentar la cobertura educativa la tasa pudiera reducirse; es decir, si no se invertía en universidades, iba a haber más muchachos en la universidad.

E hice un compromiso con los rectores de todo el país en mi campaña para que para el año 2012 la cobertura universitaria no sólo no iba a bajar, sino que iba a subir, del 24 al 30 por ciento.

Y qué hicimos.

Invertimos fuerte en universidades. Hemos creado  90 centros universitarios más, en cuatro años, hemos ampliad 45 de los campus existentes y, con ello, hemos logrado que la cobertura a nivel universitario pase del 24 al 30 por ciento. Es decir, alcanzamos en 2010 la meta para todo el sexenio en cobertura universitaria, y hay que ir por más.

Y con  ello, además, fundamos también más de 800 nuevos bachilleratos, particularmente técnicos en el país.

Qué es lo que está pasando ahora, amigos.

Que hoy en México se están graduando 90 mil ingenieros o técnicos cada año. Es decir, por primera vez se gradúan en México más ingenieros o técnicos que en Alemania, en Canadá, o en Brasil.

Y con ello, nuestras empresas, sobre todo manufactureras, están ganando competitividad, y algo más importante: ya demostró México que somos muy buenos para  manufacturas, para mano de obra, pero ahora estamos aportando talento, también, a través de nuestros muchachos, es decir, de mano de obra a inteligencia en obra, o en operación.

Por ejemplo, en los motores del Airbus 380, de General Electric, se están rediseñando y modernizando, por ingenieros mexicanos, en Querétaro, en la industria aeroespacial. Y no es extraño que el mayor número de inversiones de la industria aeronáutica en los últimos  años se esté canalizando hacia México.

O que la producción automotriz esté creciendo 50 por ciento. Y que en el último año me haya tocado anunciar la creación de los modelos más competitivos de los distintos jugadores en México: el modelo Fiesta, de Ford, se está produciendo aquí; el nuevo March, de Nissan, se está produciendo aquí; el nuevo FIAT 500 se está produciendo aquí. Muchas cosas adicionales, y nuevas inversiones que vendrán, y espero poderles compartir en su momento.

Y en materia de salud, que es la mayor obra que la gente reconoce.

Miren ustedes, en cuatro años hemos construido más de mil hospitales, o clínicas nuevas, totalmente en el país; y hemos remodelado o ampliado otras mil 500. Dos mil 500 hospitales o clínicas.

Y qué ha pasado con ello.

Si a eso le sumamos que hemos cuadruplicado el presupuesto del Seguro  Popular, la cobertura de salud en México ha pasado de 45 millones de asegurados que había al principio de la década pasada, a 94 millones de asegurados ahora. Y a este ritmo, vamos a alcanzar una  meta, que es un anhelo para cualquier Nación desarrollada o en desarrollo: cobertura universal de salud antes de que yo termine la Presidencia; es decir, médico, medicinas, hospitales y tratamiento para cualquier mexicana o cualquier mexicano que lo necesite.

Otros dos.

Segundo punto. Es el esfuerzo que estamos haciendo para impulsar la innovación y el crecimiento económico. Para ello, estamos impulsando proyectos de empresas mexicanas, casi mil 200 proyectos, con incentivos para el desarrollo económico. Eso ha generado inversión privada por 10 mil millones de pesos.    

Tercero. Estamos promoviendo el desarrollo de sectores nicho, sectores estratégicos de contenido tecnológico. Ya hablé de clústers, por ejemplo, en la industria aeronáutica, en Chihuahua, en Querétaro; de industria automotriz, de industria electrónica, incluso estamos empezando a exportar automóviles a China  misma. Ya la Volkswagen está exportando vehículos a China; la Chrysler, a través de Fiat, está haciendo lo mismo.

Y el objetivo es muy claro, el objetivo es incrementar la competitividad de las empresas, promover el desarrollo de cadenas productivas, y generar empleos.  

Cuarto. Lo que estamos haciendo en infraestructura.

En materia de carreteras, por ejemplo, hoy hemos construido o modernizado, en cuatro años, más kilómetros de carretera, más de 15 mil,  que es más de lo que se construyó o modernizó en toda la década de los 90, y más de lo que se construyó o modernizó en todo el sexenio pasado.

La inversión en infraestructura en México alcanza por año ya casi el cinco por ciento del PIB que nos propusimos, después de que en la Administración pasada se alcanzó el 3.2 por ciento.

Eso significa que estamos invirtiendo casi 50 mil millones de dólares por año en México, en materia de infraestructura, que es una cifra  sin precedentes. Para darles una idea, el promedio de la OCDE es de tres y medio por ciento, menos de tres y medio, en infraestructura. 

En síntesis, amigas y amigos.

En estas materias sabemos perfectamente cuál son nuestros retos, qué debemos hacer para enfrentarlos como país, y lo más importante es que tenemos que enfrentarlos con determinación y con responsabilidad.

Hoy México avanza con rumbo muy claro, y sé que para conquistar el futuro económico que queremos tenemos que seguir avanzando en otra cosa medular: en cuál, en la construcción de un México de leyes, un México en donde prevalezca el estado de Derecho, sin excepciones.

Y por eso, en el Gobierno Federal estamos trabajando, y muy fuerte, para enfrentar la criminalidad.

Más allá del hecho de que más de 90 por ciento de los delitos son del ámbito local, estatal, incluido la extorsión, por ejemplo, o el secuestro, el propio homicidio, estamos  trabajando fuerte. Y hemos más que duplicado el presupuesto para seguridad a  nivel Federal.

Por cierto, en el ámbito estatal, el presupuesto para seguridad no ha aumentado en términos reales en cuatro años, esto es algo muy relevante. Pero nosotros no eludimos esa responsabilidad.

En el ámbito de la lucha contra el crimen organizado, por ejemplo, en el año 2009, la PGR publicó una  lista de los 37 criminales más buscados en todo el país, de todos los cárteles. Y de esa lista de los 37 más buscados, ya hemos capturado, o han sido abatidos al momento de ser capturados, 20 de esos 37, desde Arturo Beltrán hasta Nazario Moreno González, alias El Chayo.

Otra cosa que estamos haciendo, medular. No es sólo enfrentar, confinar, confrontar a los criminales, sino lo que estamos haciendo es construir la gran institucionalidad, que es más importante que lo primero.

Y esa nueva institucionalidad implica construir nuevas policías y nuevos cuerpos de seguridad. No íbamos a ir a ningún lado en México mientras no tuviéramos y no tengamos policías en las cuales confiar.

Mientras sepamos todos lo que la gente  sabe, que de los primeros que hay que desconfiar son los policías, que son los primeros que dicen, son los cómplices de los criminales, los que utilizan la información pública y policiaca para atacar a la gente.

Por esa razón, ya construimos, y vamos a fortalecer más una nueva Policía Federal. Estamos avanzando ahora más rápido; nos hemos tardado en la Procuraduría General de la República. Y ahora la clave, amigas y amigos, y ustedes tienen un papel que pueden jugar ahí, es construir las nuevas policías a nivel estatal.

Qué día va a ser el día de la victoria en este tema de la seguridad pública, y la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. El día en que en México haya en cada estado de la República 32 policías estatales confiables, eficaces, bien pagadas en todo el país.

Y por eso es tan importante que todos, el Gobierno Federal, y también ustedes, que son líderes en su comunidad, presionen, exijan, supervisen, vigilen, que se cumpla con la ley y con este deber elemental.

Es decir, necesitamos que esto suceda en todo los niveles de Gobierno. Cada estado de la República debe contar con policías confiables y acreditadas. Eso qué significa. Crear un Centro de Control de Confianza acreditado.

Hasta ahora, sólo cuatro entidades de la República tienen Centros de Control de Confianza acreditados. Es decir, un centro donde le pasen báscula, literalmente, desde los Secretarios de Seguridad Pública hasta el último de los policías, pasando por todos los comandantes.         

Crear Unidades Estatales de Combate al Secuestro, que también estén certificadas. Y finalmente depurar sus cuerpos policíacos, para que operen bajo el nuevo modelo policial.

Y, finalmente, una gran labor social. Porque la premisa de que estamos partiendo es de jóvenes y adolecentes, que están arribando a la vida, sin valores y sin principios de respeto a la vida, de respeto a los demás, de respeto a sí mismos.

Jóvenes que saltan de una información de violencia intensa, en medios como internet, de los video juegos incluso, a la calle, sin oportunidades de trabajo, de educación, sin familia integrada; y eso está representando, por un lado, crecimiento en las adicciones, que también estamos combatiendo sin precedentes, como también incorporación al crimen organizado de  jóvenes y adolescentes.

Ustedes saben que en este terrible homicidio de migrantes, en Tamaulipas, hemos capturado a una buena parte de la banda, otros ha  muerto en enfrentamientos con la Marina, o entre bandas.

Pero de los que hemos capturado, hay uno de los autores materiales de 17 años de edad y otro de 14 años de edad. Y el muchacho que capturamos también en Morelos, que a los 12 años empezó con su tarea macabra, que ustedes conocen, que desempeñaba al frente de la banda a la que pertenecía.

Algo profundo tenemos que hacer en materia social, en materia de valores y en materia de principios, y en materia de oportunidades. Y en ello, el Gobierno tiene una tarea, pero todos tenemos una tarea.

Amigas y amigos.

Después de ver las cifras que ustedes han analizado aquí, me congratula constatar que México es ya un jugador muy importante en el contexto internacional. Veo lo que está ocurriendo en otras latitudes, los datos que se presentan, de que el riesgo país es mucho más elevado, no sólo en otros países en desarrollo, sino incluso en países desarrollados, europeos, que se asumían y que son, por el tamaño de su economía, más fuertes que México, y sin embargo, hoy hay confianza en los mercados en México. Y recuerdo cuando se decía que México no tenía remedio en materia económica en plena crisis.

Veo lo que está ocurriendo en otras latitudes, en materia de estabilidad política, de revueltas, turbulencias, asonadas, golpes.

Veo lo que ocurre en nuestro país, donde hay una pluralidad democrática, que convive en paz,  y pienso que aquellos días donde se decía que el estado fallido era México.

Hoy, amigas y amigos, referendo que México es ya un jugador muy importante en el contexto internacional. Y pienso que debemos asumir plenamente esa responsabilidad como una de las economías relevantes en la región y en el mundo.

Hoy nuestro país requiere de sus líderes, de sus empresarias y empresarios, de cada uno de ustedes, para poder desplegar todo su potencial. Y estoy más convencido, ahora que nunca, que es momento de creer en México, de seguir apostando por México, de seguir tomando los riesgos que deban de tomarse para resolver nuestros problemas. Porque tenemos la fortaleza, la visión, la estrategia necesaria para salir adelante y alcanzar nuestras metas.

Que hoy es momento de querer aún más a nuestro gran país, que más que nunca, requerimos de mexicanas y mexicanos valientes y comprometidos con México y con su futuro.

Que México requiere que sus líderes, los que están al frente de las responsabilidades nacionales, en el Gobierno o en las empresas, asumamos nuestra responsabilidad, con convicción, con amor a México, decididos a  alcanzar las grandes alturas a las que está destinado nuestro país.

Que es momento de trabajar por México y de convertir esa convicción y amor por México en el trabajo responsable, que en la vida pública, en la economía, en la vida social, en la política se necesita para proyectar a México al futuro.

Y que si realmente nos unimos en esta misión colectiva, estoy seguro de que habremos de triunfar, de que habremos de transformar al país, como lo estamos haciendo, y que habrá un mañana y un futuro muy distinto y mucho mejor para todos los mexicanos.

Enhorabuena por esta reunión.

Muchas gracias.

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