El Universal, 7 de enero de 2012
Un reconocido grupo de miliantes históricos del PAN elaboró –luego de la pasada elección presidencial–, un inusual diagnóstico de la tragedia que llevó al partido de la derecha, a la peor crisis de su historia.
El documento –histórico por la severidad de su autocítica–, culpa a los presidentes Fox y Calderón de la crisis y la derrota del PAN, responsabiliza a senadores y diputados federales, al CEN, a las dirigencias estatales y, sin duda, a los gobiernos y congresos locales azules, que incurrieron en toda clase de tropelías. Va el diagóstico, sintetizado en 17 puntos.
1.-Que el Humanismo Político y los principios doctrinarios
del PAN siguen vigentes, pero actualizar conceptos como matrimonio, familia,
educación y trabajo, entre otros, y revisar la estrategia para hacer nuestra
propuesta atractiva y viable.
2.-Que la reciente derrota electoral tiene causas directas
en el desempeño del Gobierno Federal, en nuestros gobiernos estatales,
municipales y grupos parlamentarios; en las actitudes e incompetencias de las
últimas dirigencias nacionales; en la organización partidaria y, desde luego,
en el desempeño del equipo de campaña y su deficiente estrategia.3.- El gran reto es revisar procesos, normas, conductas –propias y ajenas–, y resultados. Más que refundar el PAN, necesitamos rectificar y recuperar la autoridad moral del partido.
4.- Debemos saber por qué se perdieron en los últimos tiempos la Presidencia de la República, ocho gubernaturas, 24 senadores, 79 curules federales, además de alcaldías, regidurías y diputaciones estatales, de lo cual son corresponsables principales las dirigencias nacionales del partido.
5,. El CEN del PAN se ha venido integrando por cuotas de poder internas dominadas por el chambismo. Las dirigencias nacional y estatales no han sabido construir una relación de respeto recíproco con el Gobierno; y las municipales están sometidas a las conveniencias de grupos de interés que han olvidado la formación y capacitación política de miembros, de liderazgos y cuadros directivos, además de que subsisten grupos con lealtades y complicidades susbterráneas a los cauces institucionales del partido.
6.- Las dirigencias estatales, en su mayoría, no reparten los subsidios a los comités distritales y municipales y se creó una burocracia que ha abandonado los propósitos fundamentales del partido. Las dirigencias en todos esos ámbitos son corresponsables directas de los resultados electorales, empezando por el CEN y el Consejo Nacional.
7.- El análisis crítico de los Gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón nos indica que éstos tuvieron logros importantes en la generación de bienes públicos y la mejor calidad de vida del Pueblo de México,
8.-Sin embargo, desde sus inicios no correspondieron sus acciones con una adecuada planeación e integración de equipos de gobierno; no fueron capaces de formar cuadros de políticos y técnicos con perfil humanista; el Presidente Fox formó un gabinete sin el perfil para garantizar el cambio democrático ofertado por el PAN; dilapidó buena parte del capital político que le dio el Pueblo de México; sacó físicamente al PRI de Los Pinos, pero no de las estructuras del poder público.
9.- En el caso del Presidente Calderón privó la desconfianza y privilegió la lealtad y amistad sobre las aptitudes y el profesionalismo del puesto y ejerció un liderazgo más vertical que horizontal.
10.- Fox y Calderón tuvieron deficiencias graves de comunicación social y política; no aceptaron la relación de acompañamiento y respeto mutuo con el partido; no lograron construir un modelo de desarrollo o de gestión gubernamental a nivel nacional de marca PAN (como si se había logrado en lo municipal y en lo legislativo); no lograron que todos los integrantes de sus equipos ajustaran su conducta de servidores públicos a los valores y principios de Acción Nacional.
11.- Tampoco atinaron a crear condiciones para transformar las corporaciones sindicales corruptas del PRI, como el SNTE o el sindicato petrolero; no concretaron la modernización educativa; no supieron atajar el duopolio televisivo y fomentar la competencia en telecomunicaciones.
12.- En el combate al narcotráfico no conformaron una verdadera estrategia nacional, con la corresponsabilidad de los gobiernos estatales y municipales, así como la participación ciudadana; no cubrieron las expectativas y esperanzas de buena parte de la población y, por tanto, son corresponsables de la derrota electoral de julio de 2012.
13.- En el caso de los últimos gobiernos estatales panistas de Aguascalientes, Baja California, Sonora, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Querétaro, además de compartir algunas actitudes de las Administraciones Federales, han sido gobiernos distantes de la ciudadanía; con rasgos autoritarios, no incluyentes; indispuestos a la participación y el escrutinio ciudadanos; que extendieron los vicios de usar el poder para hacer negocios personales y patrocinaron intereses privados.
14.- En los ámbitos legislativos se ha percibe a nuestros legisladores con soberbia, poco profesionales, sin aptitud, experiencia parlamentaria y oficio político. La actuación de los diputados o asambleístas locales donde somos oposición ha sido irresponsable: la corrupción y despilfarro de los Gobiernos del Distrito Federal, Estado de México, Coahuila, Chiapas, Michoacán, no se explican sin la pasiva complicidad y hasta el contubernio de legisladores locales panistas.
15.- La contienda interna por la candidatura presidencial fue vista, dentro y fuera del partido, con estupor por el evidente uso del aparato gubernamental, en los tres órdenes de gobierno, para apoyar a uno de los precandidatos –Ernesto Cordero–, no obstante los compromisos de neutralidad e imparcialidad.
16.- Existe también la percepción de que a nuestra candidata presidencial se le impuso buena parte de su equipo de campaña y candidaturas legislativas. Se ha evaluado la ineficaz coordinación de dicha campaña presidencial, principalmente por la inexperiencia, improvisación, desorganización, falta de planeación y recursos, cuando se debió llamar a los más experimentados en campañas electorales ganadoras.
17.- No hubo apoyos esperados y legítimos para propaganda y publicidad, faltó el compromiso legítimo, claro y eficiente de los gobiernos estatales. Faltó una estrategia consistente de campaña; los debates no se aprovecharon para marcar diferencias a favor de los Gobiernos del PAN y fue pésima la relación con los medios de comunicación. Por todo ello –por sus deficiencias e insuficiencias–, son corresponsables del fracaso electoral, al Partido y el equipo de campaña.
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