7 ene 2013

Nuevo jefe del Pentágono y director de la CIA

Barack Obama ha anunciado este lunes la elección de Chuck Hagel como secretario de Defensa y de John Brennan como director de la CIA. Por razones opuestas, ambos serán sometidos a un complicado interrogatorio en el Senado para su confirmación en los cargos.
Brennan también ha sido el arquitecto de otro programa polémico, el de los aviones no tripulados (los llamados 'drones') dirigidos a matar a terroristas y simpatizantes de Al Qaeda en Pakistán y Afganistán.
El nuevo equipo, de momento, se completa con John Kerry, elegido para ser secretario de Estado y una figura menos controvertida. El senador, un moderado y veterano de la comisión de Exteriores, tiene el respaldo de ambos partidos.
Obama da un nuevo rumbo a la CIA y al Pentágono
El presidente de EE UU cambia al jefe del Pentágono y al director de la CIA
Nota de David Alandete
El País, Washington 7 ENE 2013
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó este lunes a los dos elegidos para dirigir el Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia en su nuevo Gobierno, trascendiendo las líneas de partido con un republicano y un independiente que liderarán su equipo de seguridad nacional si consiguen la ratificación por parte del Senado.
Desde esa cámara legislativa, sin embargo, algunos republicanos han expresado ya su oposición a la nominación de su compañero de partido Chuck Hagel para Secretario de Defensa, por unas polémicas declaraciones sobre la alianza de Washington con Israel y por sus duras críticas a la gestión que George W. Bush hizo de la guerra de Irak.


Obama compareció este lunes en la Casa Blanca junto al exsenador Hagel, propuesto para dirigir el Pentágono, y junto a John Brennan, que hasta ahora ha sido su principal asesor en materia antiterrorista, y a quien le ha encomendado dirigir la CIA. “Estos dos líderes han dedicado sus vidas a proteger a nuestro país”, dijo el presidente. “Estoy seguro de que harán un trabajo excelente. Insto al Senado a que les ratifique lo antes posible, para poder mantener a nuestra nación y a la ciudadanía norteamericana seguras”. En diciembre, Obama se vio obligado a renunciar a la que había sido su primera opción para dirigir la diplomacia norteamericana, Susan Rice, por la obstrucción que le habían augurado los republicanos.
En un breve discurso, Brennan ofreció una mayor cooperación de la CIA con el poder legislativo. “Colaboraré con el Congreso”, dijo, “dado que nuestra seguridad nacional depende de la capacidad de los poderes legislativo y ejecutivo de trabajar en equipo. Aunque el trabajo de la inteligencia exige frecuentemente secretismo, es igualmente importante que haya un diálogo completo y transparente sobre estos asuntos con los representantes elegidos por la ciudadanía norteamericana”. Se refería Brennan, de forma implícita, a varios programas antiterroristas secretos que la CIA escondió del Capitolio bajo el mandato de Bush.
Hagel, por su parte, dijo que, desde la dirección del Pentágono, trabajaría para “fortalecer las alianzas del país, y para fortalecer la libertad global, la decencia y el trato humano”. Fue un mensaje claro de uno de los senadores que, trascendiendo divisiones partidistas, más critico fue con el desarrollo de la guerra de Irak y el Gobierno de Bush, y que ahora tendrá el encargo de acabar la guerra de Afganistán y de aplicar unos duros recortes de austeridad en el Ejército.
Precisamente, por sus críticas a Bush y otros motivos, sus propios compañeros de partido en la cámara legislativa en la que sirvió la auguran una difícil ratificación. Muchos le recriminan ahora una frase de 2008. “El lobby judío intimida a mucha gente aquí”, dijo Hagel en un libro publicado por el diplomático y experto en el conflicto árabe-israelí Aaron David Miller. “Siempre he rebatido las cosas estúpidas que hace, porque no creo que obre en el interés de Israel”, añadió, “y yo soy senador de Estados Unidos, no soy senador israelí”.
El anuncio de que Hagel sería nominado para dirigir el Pentágono provocó airadas protestas entre la bancada republicana del Senado. “Francamente, Chuck Hagel está fuera de las corrientes principales en la mayoría de asuntos que atañen a la política internacional”, dijo el domingo el legislador por Carolina del Sur Lindsey Graham en el canal CNN, “hace tiempo que cortó sus lazos con el Partido Republicano. Esta es una afrenta a todos los que apoyamos a Israel”. El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo en la cadena NBC que a Hagel “le esperan preguntas duras”.
 El hecho de que Brennan sea independiente y Hagel esté afiliado al Partido Republicano no significa que sean candidatos de consenso. Obama ha apostado decididamente por ellos, después de haberse visto obligado a renunciar a la que era su primera opción para dirigir el Departamento de Estado. Susan Rice, que ahora es embajadora ante la ONU, sufrió una campaña de oposición por parte de los republicanos, porque cinco días después del ataque del 11 de septiembre en el consulado de Bengasi, en Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses, dijo públicamente que este había emanado de una manifestación espontánea contra un vídeo que ridiculiza a Mahoma.
 Los republicanos han criticado a la Administración de Obama por evitar definir aquel ataque como un atentado terrorista, planificado y ejecutado aprovechando fallos en la seguridad del consulado. Ante la oposición de los republicanos, el presidente se vio obligado a ceder, y eligió en lugar de Rice al veterano senador por Massachusetts John Kerry, que fue candidato demócrata a la presidencia en 2004 y a quien los republicanos le han augurado una fácil nominación, dada su nutrida experiencia en asuntos relativos a la política internacional.
 Si es ratificado, Brennan sustituirá en la dirección de la CIA a Michael Morrell, que el 9 de noviembre sustituyó al general retirado David Petraeus, que dimitió después de admitir una relación extramatrimonial con su biógrafa. Hagel tomará el relevo de Leon Panetta, quien dirigió la CIA entre 2009 y 2011 y el Pentágono hasta ahora.
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Hagel fue senador entre 1997 y 2009. Veterano de la guerra de Vietnam, fue muy crítico con la decisión de la Administración de George W. Bush de invadir Irak. En 2005 pronunció una de las frases de disentimiento con Bush más recordadas en el Capitolio: “Yo he hecho un juramento a la Constitución, no con mi partido o mi presidente”. Decidió abandonar el Capitolio por su propia voluntad, justo en las elecciones de 2008, en las que apoyó públicamente a Barack Obama sobre John McCain.
Desde entonces su nombre se barajó para diversos puestos, desde vicepresidente hasta Secretario de Defensa.
Se oponen a Hagel diversos grupos de defensa de los derechos de los homosexuales, porque en 1998 criticó abiertamente la elección por parte de Bill Clinton del diplomático James Hormel como embajador a Luxemburgo, por considerarle “abierta y agresivamente gay”, según publicó entonces el diario The Omaha World-Herald. Hagel se disculpó por la elección de palabras el pasado mes de diciembre.
De ser confirmado, Hagel sustituirá a Leon Panetta, que, después de ser director de la CIA, asumió la jefatura del Pentágono en junio de 2011.

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