8 mar 2013

Habemus Cónclave/FA



Esta semana Habemus papam /Fred Alvarez
 ¿ Por fin! y tras ocho Congregaciones Generales el Colegio cardenalicio se decidió a adelantar 72 horas el Cónclave y se acordó sea el martes 12 de marzo, doce días después de la Sede Vacante, y 29 días después de que Benedicto XVI anunciara su renuncia.

Un comunicado del Vaticano señala por "por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro la Santa Misa "Pro eligendo Romano Pontífice" y por la tarde del mismo día será el ingreso de los cardenales en el Cónclave".
Según la Constitución Apostólica Universi Dominicis Gregis (UDG), el cónclave debería comenzar cuando muy pronto el próximo viernes día 15, pero gracias a un 'motu proprio' (decreto papal) publicado por Benedicto XVI pocos días antes de su dimisión, el colegio tenía la potestad de adelantar la fecha del cónclave si así lo decidía y si se encontraban todos los cardenales ya en Roma. Como ha sido el caso.
La decisión sobre la fecha fue votada por mayoría simple; No sabemos cuantos cardenales votaron pues rige el sigilo y la reserva sobre lo que sucede en la asamblea de cardenales.
La mañana del sábado 9 de marzo se concretó la novena Congregación de cardenales. Allí fue decidido por mayoría que los purpurados se muden el mismo martes a Santa Marta y se sortearon las habitaciones
¿Que sigue?
Mañana lunes habrá una nueva congregación general en la que tendrán la palabra los cardenales que la pidieron. Ese día los electores se trasladarán por la noche a la Casa Santa Marta.
A las horas del martes por la mañana -10 horas-, participarán todos los cardenales –electores y n o electores-, en la Misa Pro Eligendo Pontífice, que presidirá el cardenal Angelo Sodano, en la basílica de San Pedro.
Justo a las 16 45 horas los Cardenales pronunciarán el juramento solemne de secreto, tras el cual se pronunciarán las palabras en latín “extra omnes” –que significa ¡fuera todos los ajenos! Y  los 115 cardenales electores serán encerrados en la Capilla Sixtina, en donde permanecerán aislados del mundo, y no saldrán hasta el nombramiento del nuevo pontífice.

El juramento que pronunciarán los purpurados previsto en la Constitución Apostólica, con una introducción en latín del cardenal Giovanni Battista Re. Y siguiendo el orden de precedencia, los cardenales uno a uno dirán su parte del juramento con la mano sobre el evangelio, pronunciando su nombre y apellido:
Nosotros, Cardenales de la Santa Iglesia Romana, del Orden de los Obispos, del de los Presbíteros y del de los Diáconos, prometemos, nos obligamos y juramos, todos y cada uno, observar exacta y fielmente todas las normas contenidas en la Constitución apostólica Universi Dominici Gregis del Sumo Pontífice Juan Pablo II, y mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa que de algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice, o que por su naturaleza, durante la vacante de la Sede Apostólica, requiera el mismo secreto.
Seguidamente cada cardenal dirá: Y Yo, … Cardenal … prometo, me obligo y juro. Y poniendo la mano sobre los Evangelios, añadirá: Así me ayude Dios y estos Santos Evangelios que toco con mi mano.
Un día antes- el lunes 11 de marzo- deberán haber jurado en la Capilla Paulina “secreto absoluto”, ante el Cardenal Camarlengo Tarcisio Bertone, todos las personas que tengan roce o algo que ver con el Cónclave, a saber: los religiosos, monjas, médicos y enfermeras, personas responsables de los ascensores del Palacio Pontificio; además, el personal de servicios del comedor y de limpieza, los encargados del transporte de los Cardenales electores de la Casa de Santa Marta al Palacio Apostólico, el coronel y un comandante de la Guardia Suiza y el director de la Gendarmería junto con sus colaboradores.
Todos deben guardar secrecía, la pena es grave y se castiga con esxcomunion latae sententiae (es decir inmediata).
Esa tarde habrá la primera votación de calentamiento. No habrá humo blanco.
No se percibe un Cónclave fácil, a menos que haya arreglos previos, percibo que habrá votos de calentamiento por lo menos dos días.
Los últimos Cónclaves han sido así, muy rápidos. En 2005 cuando se eligió a Jospeh Ratzinger el Cónclave duro dos días; el duelo se dio entre Ratzinger y el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
En el primer escrutinio Ratzinger logró 47 votos frente a 10 de Bergoglio; Carlo Maria Martini tuvo 9 sufragios seguido por Camillo Ruini, con seis; Angelo Sodano tuvo 4; y el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga y el arzobispo de Milán, Dionigio Tettamanzi tuvierpon dos votos.
En la segunda votación Ratzinger obtuvo 65 votos y Bergoglio 35; en la tercera Ratzinger logró 72frente a los 40 de Bergoglio. Ahi quedó bloqueda la elección.
El “duelo” terminó cuando el jesuita monseñor Bergoglio pidió, “casi con los ojos llenos de lágrimas, que no lo votaran.” Al retirarse,  de la contienda, Joseph Ratzinger habría ganado. Sin el retiro del argentino Ratzinger no hubiera sido papa. Así, se llegó a la cuarta votación, Ratzinger superó el quórum de los 77 votos, en la Sixtina hubo un momento de silencio, seguido de un largo aplauso.
Benedicto XVI fue elegido con 84 votos y 26 fueron para el arzobispo de Buenos Aires. Eso se ha podido saber debido a que un cardenal anónimo lo comento a un periodista italiano.
Esta vez como en 2005 se necesita mayoría calificas, es decir, el nominado debe contar un mínimo de 77 votos para ser papa.
El Cónclave más largo:
El Cónclave más largo de la historia se llevó a cabo entre 1268 y 1271 en el palacio arzobisopal de Viterbo, Italia. Un Cónclave, que además fue el primero de la historia digno de llamarse con este nombre, porque fue la primera vez que los cardenales fueron encerrados bajo llave, “clausi cum clave”. Esa vez se llegó a quitarle el techo a la sala del Palacio arzobispal en donde se encontraban reunidos los cardenales, para que se decidieran de una buena vez. La Sede vacante que duró 1006 días. Terminó finalmente en 1271 con la elección de Teobaldo Visconti que se encontraba con los cruzados en la Tierra Santa. Tomó el nombre de Gregorio X y fue coronado en marzo del año siguiente, cuando volvió a Roma.
¿Cómo funciona el Cónclave?
Hay todo un procedimiento para la votación con escrutadores, revisores y ceremonieros.
Las fichas son quemadas después de cada votación en una estufa. De allí la fumata será negra si no hubo un resultado positivo; en cambio será blanca e irá acompañada por el repique de campanas si, con una mayoría de dos tercios, fue elegido un nuevo Papa.
El nuevo Pontífice será anunciado por el Cardenal protodiácono el francés Jean-Louis Tauran, con el el famoso "¡Habemus Papam!" desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Despuès del anuncio, el nuevo papa se presenta a la gente, pronuncia su primer discurso e imparte su primera bendición Urbi et Orbi.
 ¿Y quien será el papa?
Es la pregunta clave. Es difícil de predecir en esta ocasión. En lo personal creo que será un italiano. Y quién más se perfila hoy es Ángelo Scola, arzobispo de Milán, dicen alguna vaticanistas que trae el apoyó de los cardenales norteamericanos.  El último papa italiano fue Albino Luciani, duro en el cargo 33 días. Su muerte encierra un misterio, todavía hoy.
Otro papable fuerte es el brasileño Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo. Percibo –y es muy subjetivo, lo reconozco-, que Tendrán apoyo en las primeras votaciones el canadiense Marc Oullet, el húngaro Peter Erdö, y quizá los latinoamericanos el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, el argentino Jorge Mario Bergoglio todavía tienen seguidores, y se habla del mexicano José Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara  y único cardenal nombrado por Benedicto XVI, por cierto originario de Mascota Jalisco, y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
¡ Claro puede haber sorpresas!
Dicen, con todo respeto, que es asunto del “espíritu Santo”, yo digo que es un asunto de hombres de carne y hueso. Para ser papa se requieren votos, y esos los dan los cardenales electores.
PD 2: Juan Sandoval Íñiguez, por segunda vez en el Cónclave
Dijo en una entrevista reciente para el Vatican Insider que Joseph Ratzinger no influirá en la elección de su suceso, y que nunca pensó vivir en primera persona dos Cónclaves, sobretodo por que es uno de los electores más viejos, el 28 de marzo cumplirá 80 años.
-“Papa negro”, “Papa latinoamericano”. Por estas horas se multiplican las especulaciones, ¿consideran ustedes la procedencia geográfica del futuro pontífice?, le preguntan
-La procedencia geográfica no debe influirnos, la Iglesia es católica, no estamos aquí por representación como los diputados que provienen de un distrito electoral. Nosotros debemos preguntarnos: ¿en este momento cuál es la persona apta para llevar el timón de la barca de Pedro? Entonces se elije, sin importar de dónde venga, respondió categórico.

Futuro Cónclave:
Benedicto XVI creó 90 cardenales en cinco consistorios, de los cuales 67 son electores.
Juan Pablo II convocó a nueve consistorios y otorgó la dignidad cardenalicia a 231 prelados; de ese grupo viven 123 y 48 son electores potenciales; en total son 115 electores.
Debieran ser 117; pero como sabemos se excusaron de participar Julius Riyadi Darmaatmadja, arzobispo emérito de Yakarta, Indonesia, por motivos de salud, y el escoces Keith Michael Patrick O’Brien, por motivos escandalosos.
Viven dos cardenales creados por Pablo VI, que no son electores. Se trata del brasileño Paulo Evaristo Arns OFM, y del estadounidense William W. Baum.¨
***
Angelo Scola (7 de noviembre de 1941-)
Nacido en Malgrate, en la provincia de Lecco, el 7 de noviembre de 1941, Angelo Scola crece en una familia humilde .
A inicios de los años 60 y después de haber realizado los estudios de ingeniería en el Politécnico y los de filosofía en la Universidad Católica, el joven Scola se convirtió en discípulo y amigo de don Luigi Giussani. 
En 1965 el cardenal arzobispo de Milán, Giovanni Colombo, lo nombra presidente de la Federación de Universitarios Católicos Italianos (FUCI) de la diócesis ambrosiana, encargo que mantuvo hasta 1967, año de su ingreso en el seminario de la diócesis de Milán.

La experiencia de seminarista fue complicada: Scola paga su cercanía a don Giussani y a Comunión y Liberación, movimiento todavía naciente y no plenamente comprendido por el mundo católico en aquellos años. Por sugerencia de don Giussani, Scola termina sus estudios como seminarista en Téramo, donde será ordenado sacerdote en 1970.
 Ya antes de ser sacerdote, entra en contacto con eminentes teólogos de la época, de Henri de Lubac a Hans Urs von Balthasar. Al mismo tiempo empieza a profundizar los estudios y el conocimiento de las Iglesias ortodoxas y del cristianismo en la época de la Europa comunista. 
Colabora también con la revista Communio.
Su carrera académica inicia en los años 70 en la Universidad de Friburgo, donde enseñó teología. 
En 1982 se convierte en profesor de la Universidad Pontificia Lateranense, en la que asume el rectorado en 1995. En ese mismo año fue nombrado presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los estudios sobre matrimonio y familia. Entre 1986 y 1991 fue consultor de la Congregación de la Doctrina de la Fe, por entonces guiada por el cardenal Joseph Ratzinger.
En 1991recibe la ordenación episcopal; de .1991 a 1995 es obispo de Grosseto; en 2002 es nombrado patriarca de Venecia: siendo la diócesis una sede cardenalicia, recibirá el birrete rojo de manos del beato Juan Pablo II, durante su último consistorio, en 2003. 
En 2011 fue nombrado arzobispo de Milán por Benedicto XVI.
Sobre la noticia de la renuncia de Benedicto XVI, Scola declaró: "el testimonio del papa nos ha demostrado qué es una vida plena, capaz de estar de frente a Jesús, destino del hombre". En esta ocasión destacó el vínculo indisoluble entre Roma y Milán en el catolicismo: "«Pedro y Ambrosio, una sola fe»: es esta la fuente de nuestra confianza".

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