Comunicado
con motivo de la explosión en San Pedro Xalostoc
Roberto Domínguez Couttolenc
Obispo
de Ecatepec
A
TODOS LOS SACERDOTES, DIACONOS, RELIGIOSOS, RELIGIOSAS, SEMINARISTAS Y PUEBLO
DE DIOS QUE PEREGRINA EN LA DIOCESIS DE ECATEPEC
“Yo
soy la resurrección y la vida,
el
que cree en mí no morirá para siempre” (Jn 11, 25a.26)
Estimados
hermanos y hermanas, con gran pesar recibí la noticia de la explosión de una
pipa de gas en la autopista México-Pachuca, la madrugada del martes 7 de Mayo,
en el Pueblo de San Pedro Xalostoc, dejando veintitrés personas muertas, otras
heridas, decenas de casas y vehículos dañados. Desde ese momento he elevado mis
plegarias al Padre Celestial, para que nos fortalezca en esta situación difícil
que enfrentamos como comunidad diocesana.
Estos
momentos donde la muerte se ha presentado de manera repentina, nos deben llevar
a recordar las palabras de Jesús: “No se inquieten. Si creen en Dios, crean
también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así,
se lo habría dicho a ustedes.”. (Jn 14, 1-2) La Palabra de Dios es viva y
eficaz, por ello hago eco de las enseñanzas de nuestro Santo Padre Francisco:
“Nuestra esperanza de cristianos es fuerte, segura, sólida en esta tierra,
donde Dios nos ha llamado a caminar, y está abierta a la eternidad, porque está
fundada en Dios, que es siempre fiel. No debemos olvidar: Dios es siempre fiel;
Dios es siempre fiel con nosotros” (Audiencia General 10 abril 2013).
Siempre
tenemos la oportunidad de realizar obras de caridad, pero hoy hago un llamado a
la Iglesia que peregrina en Ecatepec, a realizarlas en estos momentos a favor
de los hermanos que las necesitan. Nuestras plegarias en las Celebraciones
Eucarísticas de esta semana, por el eterno descanso de los fallecidos en este
accidente, así como por la pronta recuperación de los heridos y sus familiares,
hagamos además el rezo del Santo Rosario.
Agradezco
al Santo Padre Francisco además de sus palabras, el mensaje de esperanza que me
envío el 8 de Mayo, donde manifesta la cercanía espiritual con todos los
afectados por esta tragedia; su consuelo y su bendición apostólica nos confortan.
Que
el Señor premie las expresiones de solidaridad y cercanía del Sr. Nuncio
Apostólico en México Christophe Pierre y de mis hermanos obispos de la
Conferencia del Episcopado Mexicano. También, deseo hacer un reconocimiento al
Dr. Eruviel Ávila Villegas, Gobernador del Estado de México, por las acciones
de supervisión realizadas a favor de las personas que han sufrido este
incidente, incluyendo la cancelación de su gira de trabajo donde tendría
encuentros oficiales en Roma, entre ellos la audiencia con el Santo Padre, con
el fin de atender esta emergencia personalmente. Del mismo modo agradezco la
labor del Mtro. Pablo Bedolla, Presidente Municipal de Ecatepec.
Permanezco
en oración al Padre Misericordioso, encomendando a todos los que sufren a causa
de este accidente. Pido a la Santísima Virgen de Guadalupe su maternal
intercesión y les imparto a todos mi bendición.
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