El papa en Castel Gandolfo: "Recen por mí, lo necesito"
La mañana del domingo 14 de julio las campanas tocaron para anunciar que el papa Francisco llegaba.
Los habitantes de Castel Gandolfo recibieron con jubilo la presencia el papa Bergoglio, si bien lamentan que no se quede todo el verano allí, puesto que las pocas actividades comerciales de la pequeña ciudad sufren mucho por su ausencia.
Francisco se privará del período de vacaciones en la residencia Castel Gandolfo, aunque en realidad los pontífices cuando iban a esta residencia, llamada por Juan Pablo II como 'el vaticano 2" seguían trabajando, aunque en un ambiente distendido y en un clima más fresco que el de Roma.
Bergoglio al quedarse en la residencia de Santa Marta, ubicada en el Vaticano, con la intención de continuar su trabajo en este período del verano romano, ha querido también seguir la línea de austeridad por él predicada.
Francisco llegó hacia las 9,30 de la mañana en un auto azul, no en la mecedes CV 001, sino en una ford focus de la gendarmería, y en el patio de la residencia en donde se encontraban un centenar de personas saludó al obispo de la diócesis de Albano, Marcello Semeraro; a la alcalde, Milvia Monachesi; y al director, a los empleados de las Villas Pontificias, y a sus familiares.
“Vine aquí -dijo- para tener un día de encuentro con los ciudadanos de Castel Gandolfo, con los peregrinos y todos los visitantes, que justamente quieren mucho a este lugar, que están encantados por su belleza y encuentran aquí un momento de distensión”. Pero vine también para expresarles a ustedes que trabajan en estos palacios pontificios, mi gratitud por vuestra preciosa obra”.
A la comunidad parroquial de Castel Gandolfo y de la diócesis de Albano les invitó a “renovar con alegría y entusiasmo empeño en anunciar y dar testimonio del Evangelio” dijo.
Y a ser “signo de esperanza y de paz, atentos siempre a las personas y a las familias en dificultad. ¡Esto es importante!” dijo. Y exhortó: “Abran las puertas a la esperanza, para que la esperanza vaya hacia adelante, y operen siempre en la paz”.
Recordó a su predecesor, el beato Juan Pablo II y a Benedicto XVI que en el período de verano iban a la residencia de Castel Gandolfo “Muchos de ustedes --recordó-- pudieron encontrarlos y acogerlos, conservando un querido recuerdo. Su testimonio les anime siempre en la fidelidad cotidiana a Cristo y en el continuo esfuerzo para llevar una vida coherente con las exigencias del Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia”.
El papa Francisco encomendó a los presentes a la Virgen, y recordó que el 16 de este mes se festeja a Nuestra Señora del Carmen.
Y concluyó: “¡La Virgen les cuide siempre a ustedes y a sus familias! Y también ustedes recen por mi, porque lo necesito, y por mi servicio a la Iglesia. Renuevo a cada uno mi gratitud y les bendigo de corazón. Gracias”. Después de dar la bendición a los allí presentes el santo padre entró en la residencia.
Al medio día en cambio fue la oración del ángelus cuando el papa. saludó a la multitud reunida en la plaza de Castel Gandolfo no desde el balcón, sino desde el ingreso principal del palacio, desde esa pequeña explanada realzada respecto al nivel de la plaza.
La plaza estaba llena ya desde muy temprano. Y después del ángelus se acercó a la multitud reunida en la plaza, y saludó en particular a personas con dificultades físicas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario