16 oct 2013

Morera en el Foro Sumemos Causas por la Seguridad


 Diversas intervenciones durante el Foro Nacional Sumemos Causas por la Seguridad
Alcazar del Castillo de Chapultepec, 15 de octubre de 2013
La Presidenta de Causa en Común, doctora María Elena Morera de Galindo:
Nuevamente, muy buenos días a todos.
Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; licenciado Miguel Osorio Chong, Secretario de Gobernación; doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno del Distrito Federal; doctor Manuel Mondragón y Kalb, Comisionado de Seguridad Pública; licenciado Manuel Velasco, Gobernador de Chiapas.
Gracias a todos ustedes, por acompañarnos.
Gracias a los Consejeros de Causa en Común; a los representantes de distintas organizaciones sociales con las que siempre hemos participado.
Amigos policías Federales, estatales y municipales, para quienes les pido un fuerte aplauso. Realmente, este esfuerzo, por supuesto que es para los ciudadanos, todo lo que hacemos en Causa en Común, pero también es para nuestros amigos policías.

Representantes de los medios de comunicación; amigos todos.
Señor Presidente:
En Causa en Común reconocemos el compromiso que ha mostrado usted por apostar a la política, a la negociación y al acuerdo de las fuerzas políticas para transformar a México.
Valoramos también, que mantenga un diálogo con las organizaciones de la sociedad civil. Su presencia aquí es un ejemplo de ello.
La calidad de las instituciones, es determinante en un Estado que garantice a sus ciudadanos el acceso a la ley, a la educación, a la economía, a los bienes públicos y otro que excluye a la mayoría.
En este contexto, el Estado tiene una obligación básica antes que cualquier otra, y es darle certidumbre a sus ciudadanos. Certidumbre de vivir con seguridad y con tranquilidad. Pero, precisamente, la seguridad y la justicia, que deberían de ser una prioridad de cualquier Gobierno, es la deuda pendiente.
Aquí, señor Presidente, con respeto pero con contundencia, debo compartirle lo que vemos y lo que nos duele. Desde la mirada de un ciudadano, la calidad de la policía es la mejor manera de evaluar a nuestro Gobierno.
Estamos cansados de dudar, cansados de esperar. Muchas familias cansadas de sufrir. Los mexicanos, señor Presidente, estamos cansados de tener miedo. Llevamos 30 años que las autoridades nos prometen estrategias de seguridad y justicia, instituciones profesionales y confiables.
Sin embargo, pese a los esfuerzos mayores y menores que se han hecho, pese a los avances en algunos estados y en algunas áreas del Gobierno Federal, lo único que es evidente es que la violencia y el delito ha ido más rápido que las capacidades institucionales.
Seguimos dependiendo de las capacidades individuales y sólo podrá avanzar cuando el Gobierno no dependa de la habilidad de una persona, sino que dependa de la fortaleza de sus instituciones.
Por ejemplo, reconocemos que de enero a agosto el homicidio doloso bajó un 15 por ciento, siendo esto muy afortunado, no tenemos certeza de que se deba a la coordinación o se deba al diseño de diversas estrategias, lo que significa que no podemos asegurar que esta tendencia que realmente es sumamente afortunada se mantenga en el tiempo.
Refiero esto, porque los mexicanos ya fuimos testigos del 2004 y el 2005, los secuestros denunciados bajaron mucho. Sin embargo, posteriormente, y lo digo con mucha tristeza, volvieron a subir y con mucho mayor violencia.
Es momento de hacer un alto en el camino, de que reconozcamos que México vive una encrucijada.
No es cerrando los ojos a una realidad como se resuelve, no es escudándose en encuestas, como se responde a la gente o se le otorga certidumbre, tampoco es eludiendo la responsabilidad que a cada autoridad le compete.
Todos necesitan hacer su parte, los gobernadores y el Jefe de Gobierno deben dejar de ignorar sus obligaciones en seguridad y en justicia.
El Consejo Nacional de Seguridad Pública, fue el instrumento creado para que todos adopten compromisos, no sólo para sacarnos fotos.
Aquí, los ciudadanos también debemos hacer un alto en el camino. También, tenemos que asumir que cumplir con la ley es nuestra obligación y, muchas veces, muchas veces no lo hacemos. Asumir, que como parte de una comunidad somos corresponsables de lo que sucede en México.
En Causa en Común, tenemos como misión generar confianza entre los ciudadanos y entre los ciudadanos y las autoridades.
La confianza es un activo fundamental para la gobernabilidad del país, razón por la cual hemos implementado el Programa Acompañamiento al Plan de Carrera Policial que a grandes rasgos consiste en una supervisión ciudadana a las policías.
Debo decir, que este programa que nos convoca el día de hoy ha sido posible, gracias a que hemos tenido acceso a la información, lo cual ha sido un primer y valioso paso.
Le agradecemos a la Secretaría de Gobernación y a los directores de los Centros de Control de Confianza su compromiso.
El objetivo de este programa es fortalecer a nuestras instituciones, empezando por el eslabón que está en contacto con la sociedad, las policías, las preventivas y las ministeriales. Pero aunque debería de ser el eslabón más fuerte es, justamente, el más débil y por donde se rompe constantemente la cuerda.
Hay un factor determinante que las corrompe: la falta de regulación en la vida interna de nuestras policías. No existe un concepto claro de justicia sobre sus legítimas aspiraciones profesionales, como la promoción de carrera, la seguridad o los ascensos.
No vemos que el sistema de desarrollo policial sea permanente, sea accesible y confiable desde el punto de vista de los servidores públicos.
Esto lo hemos confirmado en las encuestas que forman parte de la organización como, por ejemplo, tres de cada cinco policías refieren que no tienen conocimiento de los mecanismos de promoción y ascenso.
Uno de cada tres percibe un salario de seis mil pesos mensuales o menos por su trabajo. No hay homologación de criterios y sabemos que México es todo un mosaico de diferencias. Sin embargo, los criterios mínimos los deberíamos tener claros para la policía.
Tampoco hay capacitación suficiente a los mandos que tengan la habilidad de infundir en su personal, la ética, el sentido de pertenencia y la responsabilidad social.
En este proceso, los controles internos y externos son insuficientes. Tenemos un 58 por ciento de los policías estatales aprobados por control de confianza, el nueve por ciento no está aprobado, el ocho por ciento está pendiente de resultado y el 25 por ciento no ha sido evaluado.
Debemos reconocer que el único que ha cumplido con esto cabalmente ha sido el Gobierno Federal y muy pocos estados.
Sabemos que el control de confianza es un mecanismo imperfecto y que debe mejorarse. Sin embargo, también deben fortalecerse los consejos de honor y justicia, las unidades de asuntos internos y los mecanismos de supervisión civil.
Los controles los debemos ver como parte del sistema de desarrollo policial, como parte de un todo, no de manera individual. De manera individual seguiremos teniendo problemas.
Este panorama se convierte, entonces, en un círculo perverso, donde por un lado los policías no tienen certidumbres, no hay controles suficientes; y, por el otro lado, los ciudadanos no tenemos confianza en su trabajo.
Sabemos que construir instituciones es una tarea muy compleja y que puede tomar, al menos, una generación si hay visión y persistencia.
Pero no hay forma de darle la vuelta al problema de inseguridad si no lo hacemos fortaleciendo a las policías.
Y si bien hay cambios en la ley que debemos hacer y, por supuesto, que serían útiles, no son determinantes para que la reforma policial ocurra.
Señor Presidente:
Estos son algunos de los problemas que hemos visto que nos duele y que debemos solucionar para crear una historia distinta de nuestros policías; una historia distinta de nuestras instituciones de seguridad y justicia.
Le pedimos, señor Presidente, que el compromiso sea mucho mayor, con una estrategia integral y trascedente en los siguientes años.
Confiamos en su liderazgo para cambiar las cosas, como lo está haciendo en educación, en energía, en competencia.
Por el bien de México, queremos que su sexenio finalmente consolide a las instituciones de seguridad y justicia, y como parte de la sociedad civil queremos seguir participando en esta transformación que es profundamente social.
Un Gobierno al que le importan sus policías, es un Gobierno al que le importan sus ciudadanos.
Cuando la percepción general sobre nuestras policías sea de admiración y de respeto, habremos creado las instituciones de seguridad y justicia que México merece y necesita.
Muchas gracias por acompañarnos en este foro.


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