11 nov 2013

Información sobre el avión eliminado..


Los medios hoy, lunes 11 de noviembre de 2013
Primeras planas y columnas.

EL UNIVERSAL:
A prueba, nexo con Caracas: analistas
El tema de la aeronave mexicana destruida el lunes pasado por las fuerzas armadas de Venezuela, pone a prueba la relación bilateral, no sólo por el tono de molestia del presidente Nicolás Maduro, sino que el incidente es poco claro, no se explica que un avión cargado con cocaína asegurado haya sido incendiado en lugar de compartir información de inteligencia para conducir una investigación antidrogas. El exrepresentante de México ante Naciones Unidas Enrique Berruga y el experto en temas de seguridad Jorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), coincidieron en que el caso requerirá de diplomacia para evitar que escale y se convierta en otra crisis, cuando el gobierno mexicano está haciendo lo correcto para pedir explicaciones en un asunto que tiene aún muchas incógnitas.
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LA RAZÓN: Venezuela ignoró sus propias reglas y quemó avión
El gobierno venezolano violó sus propios lineamientos y criterios relacionados con la confiscación de bienes relacionados al narcotráfico, al destruir el avión mexicano con matrícula XB-MGM, que era presuntamente usado para la trasportación de droga. De acuerdo con el Plan Nacional Antidrogas venezolano, los bienes muebles o inmuebles empleados en la comisión del delito de tráfico de drogas, o de sospecha de este tipo de delito, deberán ser custodiados por la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) con el objetivo de evitar que se alteren, desaparezcan, deterioren o destruyan. El documento marca que los bienes ligados con el tráfico de drogas serán incautados y cuando haya sentencia definitiva se ordenará su confiscación y se adjudicarán a la ONA, la cual, “por mandato de ley”, debe crear un servicio de administración de bienes incautados o confiscados que hayan sido puestos a disposición por los tribunales penales para su conservación y evitar su destrucción.


Algunas Columnas
BAJO RESERVA/ EL UNIVERSAL
LA LUNA de miel que pretendían iniciar, apenas la semana pasada, los gobiernos de México y Venezuela, podría convertirse en un divorcio escandaloso si ambos gobiernos no logran esta misma semana bajar la tensión generada por el escándalo del avión con matricula mexicana “inmovilizado” por las fuerzas armadas venezolanas y que, aseguran en aquella nación, iba repleto de cocaína. Diplomáticos nos dicen que la Cancillería, que encabeza José Antonio Meade, tendrá que mostrar oficio para mantener firme la postura mexicana y tratar de preservar la relación bilateral. Aseguran que la tarea nos es sencilla pues el presidente Nicolás Maduro decidió elevar a nivel presidencial el tema.

TRASTIENDA/24 Horas
Las declaraciones del presidente Nicolás Maduro sobre qué pasó con el avión comercial mexicano que destruyó su Ejército hace una semana, sólo han tensionado las relaciones bilaterales. Este lunes tendrá que explicar qué ha querido decir Maduro y por qué no quieren dar más información, el embajador de Venezuela en México, Hugo José García Hernández, que presentó sus credenciales en mayo, trasladado desde Moscú. El diplomático puede ser fuente interesante, dado que fue jefe del Estado Mayor de la poderosa Brigada Blindada, cuyos jefes han estado metidos desde hace tiempo en problemas por presuntos vínculos con el narcotráfico.

FRENTES POLÍTICOS/Excelsior.
I. Misión diplomática de alto riesgo. La SRE convocó hoy a Hugo José García, embajador de Venezuela en México, para hablar sobre el avión mexicano incendiado en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro quiso atacar al gobierno de Enrique Peña Nieto, al afirmar que iba repleto de cocaína, y se mostró sorprendido de que pidiera explicaciones. Sólo se sabía que la aeronave ingresó a espacio aéreo venezolano sin la respectiva autorización; que el jet fue perseguido e incinerado, pero no la carga. Maduro lo promueve como un tropiezo. El canciller mexicano, José Antonio Meade, hace lo correcto. Sea cual fuera el caso, la matrícula es mexicana, no se les olvide.

II. El tema de las avionetas siniestradas no es menor. En México los números son destacables. Durante la actual administración de Salvador Cienfuegos, titular de la Sedena, se han incautado 20 aeronaves supuestamente utilizadas para el trasiego de droga. Personal militar destruyó 173 pistas clandestinas del 1 de diciembre de 2012 al 31 de octubre de 2013, en Sonora, Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Chihuahua y Michoacán. La Fuerza Aérea ha realizado en este gobierno al menos seis mil 697 operaciones contra el narcotráfico, que representan 12 mil 998 horas de vuelo. Las cifras, contundentes. Los resultados, del general Cienfuegos.
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PULSO POLÍTICO/Francisco Cárdenas Cruz
El Universal,
DE ESTO Y DE AQUELLO
EMPEORA el conflicto diplomático de México con Venezuela, luego de esa declaración del mandatario de ese país, Nicolás Maduro, de que le “sorprende” que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto “abogue por un avión lleno de cocaína”, como el bajado y destruido con un misil por las fuerzas armadas venezolanas.
POR lo pronto, el embajador aquí, Hugo José García Hernández, deberá acudir hoy a la Secretaría de Relaciones Exteriores a dar una amplia explicación acerca de ese incidente.
LA Comisión de Derechos Humanos del estado de México está más que obligada a intervenir ante las flagrantes violaciones en que incurren elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en el municipio de Ecatepec, al encarcelar hasta 24 horas a quienes cometen una infracción de tránsito.
DECENAS de conductores que para evitar un tope demasiado alto en la avenida Central, a la altura de Plaza Aragón, invaden el carril del Maxibus, son detenidos, llevados ante un juez calificador en la cárcel de Granjas Villa de Guadalupe y tratados como si fueran delincuentes.
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 ¿Quién iba en el avión full de coca?
Columna Razones de Jorge Fernández Menéndez 
Excélsior, 11/11/2013 02:54
 El caso del avión mexicano que fue “inutilizado” en Venezuela por las fuerzas de seguridad de ese país se torna cada día más confuso, la actitud de las autoridades de Caracas más sospechosa y la información real más escasa.
Ahora, para ponerle sabor a las cosas, el inefable presidente venezolano, Nicolás Maduro, que cuando no habla con los pájaros descubre imágenes de Chávez en los subterráneos, se ha indignado: no entiende por qué las autoridades mexicanas se preocupan por un avión que estaba full de cocaína. Y para refrendarlo sostuvo que “lo sepan (me imagino que las autoridades mexicanas) no nos van a parar con campañas mundiales ni con chantajes. No nos van a parar ¡ya basta!”. ¿Qué le pasará a Maduro? ¿Cuál es la campaña mundial o el chantaje ante la pretensión, mínima, de que explique qué sucedió con un avión que, obviamente, no fue derribado como había dicho el propio Maduro originalmente?
 Vamos a recopilar las innumerables contradicciones existentes sobre el tema. Primero, el gobierno venezolano informa que se “derribó” a un avión proveniente de México casi en la frontera de ese país con Colombia. No hay informe oficial, la cancillería mexicana se entera por un tuit. Después el propio Maduro lo ratifica y agrega que han derribado otros 30 aviones, aunque es la primera vez que informan de alguno de ellos. Más tarde resulta que el avión no fue derribado: fue, dice el gobierno venezolano, obligado a descender en una pista clandestina. Una vez en tierra, tanto el avión como la pista fueron “inutilizados”.
¿Dónde están los pasajeros? Nadie sabe, dicen que huyeron. No es un tema menor: hemos estado en esa región, del lado colombiano de la frontera y nadie, mucho menos cinco turistas mexicanos y dos pilotos, pueden esconderse alegremente y pasar desapercibidos. En esa zona es imposible, no hay dónde salvo que tengan un fuerte apoyo. ¿Y quiénes eran? No lo sabemos, la única información es que partieron de Querétaro con documentación que ahora sabemos era falsa y que si bien dijeron que iban hacia las Antillas Holandesas, terminaron dirigiéndose hacia la frontera de Venezuela y Colombia.
Pero la mayor contradicción es la propia destrucción de la aeronave. ¿A quién se le ocurre destruir un avión y con ello todas las pruebas que pudieran existir en torno a un vuelo supuestamente clandestino? Pues eso es lo que hicieron las autoridades venezolanas que, además, trataron de ocultar ese hecho al insistir en las primera horas que el avión había sido derribado. La distribución de la foto de la aeronave, demostraba que no había derribo alguno: había sido conscientemente incendiada en tierra por las propias autoridades.
Dice Maduro que la avioneta estaba full de cocaína. ¿Dónde quedó entonces esa cocaína? ¿A poco la incendiaron junto con el avión? ¿Nadie la recuperó, nadie la pesó, nadie cotejó su procedencia (de acuerdo con sus características químicas se puede definir aproximadamente su origen)? ¿A cuanto equivale un avión full de cocaína? Porque, además, no podía estar full de coca, por una sencilla razón: en ese avión caben, máximo 12 pasajeros, iban cinco y dos pilotos, o sea que iba a mucho más de la mitad de su capacidad cubierta (sin incluir equipajes), ¿entonces cómo podía ir lleno de cocaína? Un vuelo de cocaína se realiza con el piloto y en ocasiones un copiloto, utilizando toda la capacidad del avión. ¿Qué sentido, desde el punto de vista de un traficante, tiene llenarlo de gente, reducir su capacidad de carga y exponer el propio vuelo? Con un pequeño detalle: la cocaína no se lleva de México a Colombia, la ruta es al revés. Parte de ese país hacia el Caribe, México y Centroamérica. El avión, si iba hacia Colombia, no podía ir full de cocaína.
 El periódico La Razón publicó el sábado en su primera plana una de las hipótesis que se han planteado en torno al vuelo “inutilizado” en Venezuela. Sostiene que en ese vuelo podría haber abandonado México, Rafael Caro Quintero. No es una simple elucubración, sino una hipótesis que manejan algunas autoridades mexicanas. Puede ser o no Caro Quintero, pero alguien de suficiente peso viajaba en ese avión, tanto como para construir toda una operación de intercepción que vimos que no fue tal, como para incendiar un avión sin cotejar prueba alguna, como para permitirle huir (o ayudarlos a hacerlo) a sus pasajeros y pilotos, como para denunciar un traslado de cocaína que no puede verificarse.
 Alguien de suficiente peso e influencia en el mundo criminal volaba en ese Hawker 25. La pregunta es saber quién o quiénes y por qué se ha construido en torno a esos personajes una historia que no tiene coherencia alguna. Y cuando Maduro además equipara esas preguntas con una nueva “conspiración mundial”, confirma las peores sospechas.
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¿Por qué piensan (los venezolanos) que somos idiotas?/Raymundo Riva Palacio
En La Razón, 11 de noviembre de 2013
TERCER TIEMPO: ¿De verdad nos cree idiotas? En la mismísima tarde que el presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció que el 8 de diciembre sería el “Día de la Lealtad y el Amor al Comandante Supremo Hugo Chávez”, el Comando de Defensa de ese país interceptó un avión con matrícula mexicana que se dirigía a la isla Bonäire en las Antillas Holandesas sobre su espacio aéreo —a mil 500 kilómetros de su destino—, la obligó a aterrizar en la provincia de Apura —ampliamente conocida por ser de donde despegan aviones con cocaína colombiana hacia América Central— y en tierra firme le disparó un misil. El gobierno de Maduro informó al mexicano que sospechaban que era utilizado por el narcotráfico y que no sabía nada de sus tripulantes porque se les habían escapado. 
Antes de investigar, llevar forenses y buscar evidencias, lo quemaron. 
¿Qué sucedió con los pasajeros que, de ser cierta la versión, deben andar a pie, perdidos en la sabana, bajo lluvias tropicales, sin agua ni alimentos? 
¿Dónde están sus Fuerzas Armadas, siempre alertas para un ataque del enemigo, que no pueden encontrar a nueve mexicanos? 
¿Qué traía en su interior el avión? ¿Dónde está la caja negra del aparato? 
¿Dónde está la ruta aérea que siguió esa nave mexicana antes de ser obligada a aterrizar? 
Pues nada de eso está resuelto. 
El avión debe haberles causado miedo porque lo destruyeron, dicen, casi inmediatamente. Y la pista donde aterrizó también les debe haber preocupado por tantos fantasmas que debe albergar, porque la “inhabilitaron”. Benditos soldados venezolanos que actuaron con enorme prontitud, para que no digan luego que están metidos en el narcotráfico. Qué mal pensados son todos. Ya lo había dicho el comandante Chávez. Son los maldicientes, sus enemigos, los únicos que dicen que están hasta el pescuezo con los cárteles colombianos. Maduro nos ha dado el claro ejemplo de dónde están. Faltaba más.
 rrivapalacio@ejecentral.com.mx
Twitter: @rivapa

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Los aviones fantasma de Maduro/Julían Andrade
En La Razón...
Una aeronave matriculada en México es obligada a aterrizar y luego incendiada en Venezuela. De los tripulantes y pasajeros no se sabe mucho, excepto que viajaban con identidades falsas.
 El presidente Nicolás Maduro anuncia que en los últimos meses se han “derribado” 30 aviones que violaron el espacio aéreo venezolano y que eran utilizados por grupos de narcotraficantes.
 Todo es extraño. Hay dudas de que en realidad existieran las tres decenas de aparatos que hoy se dan por destruidos o inclusive abatidos en el aire.
 El gobierno mexicano, como era natural, pidió, vía la Secretaría de Relaciones Exteriores, información a su contraparte en Caracas, para tener una idea de lo ocurrido y para preguntar por la suerte de quienes podrían ser ciudadanos mexicanos.
 La respuesta fue escueta: La nave con matrícula mexicana fue perseguida por aviones de la fuerza aérea durante 40 minutos, luego de los que se vio obligada a aterrizar. En el lugar se procedió a prenderle fuego y a destruir la pista en la que tocó tierra.
El sábado el Presidente Maduro elevó el tono y se dijo sorprendido porque las autoridades mexicanas pidieran información de un avión que iba retacado de cocaína.
 Las dudas, después de todo, son grandes y entre ellas si existen pruebas obtenidas de la aeronave, entre ellas huellas dactilares de los viajeros que podrían revelar su identidad, sobre todo si se trata de delincuentes que son buscados por las policías.
 Más allá de los anuncios del gobierno de Venezuela, al parecer sus interlocutores no son el secretario José Antonio Meade y mucho menos el Presidente Enrique Peña Nieto.
 Lo ocurrido se da en un contexto especialmente delicado para el país sudamericano. Se encuentra aislado en el tema de cooperación policial y rompieron desde hace tiempo sus acuerdos con el gobierno de Estados Unidos y en especial con la DEA.
 Anunciaron su salida de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos porque la consideran “un instrumento” de los poderes que los acechan.
 Un ex funcionario del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, Rafael Isea, está colaborando con las agencias de seguridad en Washington y ello representa una bomba de tiempo por lo que está en posibilidades de revelar.
 La estrategia de Maduro, por ello, es la adelantarse a las críticas y dar la impresión de que su gobierno combate, y de modo radical, a los narcotraficantes, intentando dejar en claro que las fronteras con Colombia ya no serán santuario de nadie.
 Lo que complicó la estrategia fue el avión mexicano, ya que no estaba en el libreto que alguien se mostrara interesado.
 Todo ello, además, vinculado al derecho internacional y a las garantías con que debe contar cualquier persona al ser sospechosa de un crimen y que al parecer no imperaron en este caso.
 Por eso a nadie debe extrañar que la escalada policial y militar del gobierno de Maduro esté relacionada con la irrupción, próximamente, de esas historias que pueden tener un impacto importante en la región.
Posicionamiento del Secretario de Gobernación, lunes 11 

Miguel Ángel Osorio Chong aseguró este lunes 11 de noviembre que no se ha preguntado de manera específica al gobierno de Venezuela si en el avión viajaba Rafael Caro Quintero, aunque sí pidió que se dé a conocer el número y nombre de los tripulantes para corroborar que son mexicanos como se asegura.
Dijo que hasta el momento no hay comunicación oficial del gobierno de Venezuela, sino declaraciones públicas. 
En un acto en el que dio a conocer el programa de "Prevención en movimiento" en beneficio de las comunidades afectadas por fenómenos meteorológicos, el funcionario dijo que el gobierno mexicano sigue a la espera de que por medio de la vía diplomática y con toda seriedad "se nos determine el resto de la información que se requiere como país", en este tema. 
A pregunta expresa sobre si el gobierno mexicano solicitó información de la presencia de Rafael Caro Quintero en la aeronave, Osorio Chong negó que asi haya ocurrido. 
"Se pidió número y nombre de los tripulantes que iban en el avión para saber la identidad y saber si eran o no mexicanos (...) y no hubo el planteamiento específico si en el avión iba o no Caro Quintero". 



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