Los
Templarios pagan al año 325 mdp en sobornos
Se
trata de millonarias narconóminas donde aparecen desde un general del Ejército
hasta mandos policiales no solo de Michoacán, sino de otras entidades donde ese
cártel tiene presencia.
Nota de JUAN
PABLO BECERRA-ACOSTA M.
Milenio, 11/11/2013
Si
en Michoacán el cártel de Los caballeros templarios tiene ingresos de al menos
mil millones de pesos anuales, según pesquisas de todos los cuerpos de
seguridad del Estado mexicano, como dio a conocer MILENIO en sus ediciones del
martes y miércoles de la semana pasada (http://www.milenio.com/policia/Toman-federales-mina-oro-Templarios_14_184921507.html
y
http://www.milenio.com/policia/Ganancias-Templarios-superan-mdp-ano_14_185521447.html
), producto de la suma de todas sus actividades ilícitas (salvo la venta de
droga en Estados Unidos que no está contabilizada en dichos informes), esto se
debe en gran medida a la aplicación de una máxima de terror que ejercen los
capos del narcotráfico mexicano: “plata o plomo”.
Es
decir, la corrupción. La colaboración o complicidad con los delincuentes, o el
silencio ante sus actividades criminales de parte de todos los sectores
sociales y gubernamentales. Esto ocurre por la buena o por la mala (“plata o
plomo”), a través del pago de sobornos, del pago de sueldos mensuales.
Así
se desprende de otro reporte de los trabajos de inteligencia de todos los
cuerpos de seguridad que hay en las instituciones del Estado mexicano (al que
también tuvo acceso por unas horas MILENIO), como el Ejército, la Marina, la
Policía Federal, la Procuraduría General de la República y el Cisen.
Se
trata de las millonaria narconóminas de Los Templarios donde aparecen desde un
general hasta mandos policiales no solo de Michoacán, sino de otras entidades
de la República donde ese cártel tiene presencia, como el Estado de México, Guanajuato,
Guerrero, Colima, Tabasco, Chiapas, Morelos, Baja California (con apoyo del
cártel de Sinaloa) y Tamaulipas (en colaboración con el cártel del Golfo).
Estas nóminas interceptadas por el Estado mexicano a los Templarios se
estructuran por poblaciones, ciudades y entidades completas.
MILENIO
no va a publicar un solo nombre, ni de personas ni de funcionarios ni de
empresas mencionadas en los reportes, ya que hay investigaciones en curso,
según se advirtió a este diario. Además, según se le previno, ha habido
ocasiones en las cuales estos listados de sobornos de los criminales están
“inflados” en cuanto a los personajes supuestamente corrompidos: por ejemplo,
un jefe de plaza del cártel en cuestión incluye en su nómina a una persona
relevante (un militar, un policía, un alcalde, un empresario) con un sueldo
determinado, cuando en realidad el aludido no colabora con el narco, no percibe
cantidad alguna, y alguien en el grupo criminal en ese sitio se embolsa el
dinero, hasta que lo descubren y ejecutan. Esas acusaciones en falso ya se han visto
en procesos, viciados, indebidos, como cuando se sustentan en testigos
protegidos de origen delincuencial.
Con
esas reservas que se le hicieron a MILENIO, el material interceptado a Los
Templarios, y que el Estado mexicano ya ha dado por “bueno”, ya ha comprobado
su veracidad en sus centros de inteligencia, exhibe la capacidad corruptora del
narco.
Narconómina
estatal
En
un estado, que no es Michoacán, un general del Ejército mexicano estaría
recibiendo 2 millones de pesos mensuales.
Un
mando de la Policía Federal, 800 mil pesos al mes.
Un
mando ministerial, 150 mil pesos al mes.
Un
director antisecuestros, 30 mil pesos mensuales.
Un
comandante de órdenes de aprehensión, 15 mil pesos.
Un
comandante de homicidios, 15 mil pesos.
Director
de averiguaciones previas, 10 mil pesos.
Un
periodista de un periódico, solo 10 mil pesos mensuales.
Funcionario
de Aduana de un aeropuerto, 8 mil pesos mensuales.
Pago
Nextel en Secretaría de Seguridad Pública, 5 mil pesos.
Los
policías municipales, 8 mil pesos al mes.
En
total, en esa entidad, que no es de las dos principales con presencia de Los
Templarios, los criminales estarían pagando más de 5.4 millones de pesos por
mes de sobornos bajo el esquema “plata o plomo”. La suma es de 65 millones de
pesos anuales.
Se
informó a MILENIO que se trata de cifras conservadoras, ya que es solo lo que
hasta ahora se ha podido documentar, y que en un estado con enorme presencia
como Michoacán, la entidad de origen de Los Templarios, el volumen de la
cantidad “se quintuplica” por ser el centro de operaciones urbanas, portuarias
y serranas de ese cártel y por ser más numerosa la cantidad de personas que
tienen que corromper. Es decir, que en Michoacán la narconómina es de más de 27
millones de pesos mensuales, más de 325 millones de pesos al año, cuando menos.
No
es mal negocio para los capos: MILENIO dio cuenta el miércoles pasado que las
ganancias comprobadas en Michoacán (sin contar la venta de droga en Estados
Unidos), es de al menos 970 millones de pesos. Si se le restan los sobornos
documentados y estimados (324 millones de pesos al año), la ganancia sigue
siendo enorme: 646 millones de pesos al año. Más de 49 millones de dólares
anuales.
Narconómina
urbana
En
una importante ciudad michoacana el soborno más elevado va a un mando de la
Policía Federal, con 350 mil pesos mensuales.
Le
sigue un mando de la PGR con 250 mil pesos mensuales.
Después
un mando de la policía estatal, con 240 mil pesos al mes.
Un
subsecretario de Seguridad Pública municipal, 30 mil pesos mensuales (comentaron
a MILENIO funcionarios de seguridad federal que a los sobornados municipales
les pagan muy poco, porque su nivel de preparación y el terror les impide
exigir más para aumentar sus de por sí magros sueldos).
Un
director de Seguridad Pública municipal, 25 mil pesos.
Un
perito ministerial, 20 mil pesos.
Un
operador de radio policial 5 mil pesos.
Un
periodista de un periódico, 40 mil pesos mensuales.
Un
funcionario de una televisora, 25 mil pesos mensuales.
Un
periodista de radio, 25 mil pesos. En total hay cinco medios supuestamente
sobornados con más de 100 mil pesos mensuales.
En
esa urbe los sobornos fijos totales ascienden a 3 millones de pesos.
Además,
está el rubro de “negociaciones”. Es decir, cuando un incidente criminal, ya
sea una detención o un decomiso, implica un “trato” que garantice impunidad en
esa ciudad. En un mes “tipo” que pudo observar MILENIO, el pago por estos
incidentes a policías municipales, ministeriales, de grupos especiales y
soldados fue de más de un millón de pesos en total.
Es
decir, que la narconómina en una ciudad muy importante pasa los 4 millones de
pesos mensuales, alrededor de 50 millones de pesos anuales. Si se toman en
consideración las tres ciudades más importantes para el narco en el estado,
Morelia, Lázaro Cárdenas y Apatzingán, nada más ahí serían 150 millones de
pesos anuales los destinados a los sobornos.
La
aterradora máxima de “plata o plomo” de los narcos y su millonaria narconómina.
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